Monseñor Sebastián y los hipócritas
Como me maliciaba, las palabras de Monseñor Sebastián en León de marzo pasado han traído cola. De hecho, y ya adelanto que no volverá a pasar, me temo que en parte soy responsable del cirio que se ha montado, pues aunque en mi blog copié el texto entero del arzobispo de Pamplona, ya advertí que determinado párrafo iba a ser usado para acusarle de pedir el voto a la extrema derecha, como así ha sido.
Es necesario aclarar varios puntos. Lo primero, que ese texto no es el mismo del de la carta que don Fernando ha escrito para orientar el voto de sus diocesanos de cara a las próximas elecciones. Dicha carta, titulada "Votar en conciencia", la copié hace unos días en el blog de Palabra de Obispo. Esa es pues la referencia a la que se tienen que atener los católicos navarros que crean oportuno seguir el consejo de su obispo a la hora de ir a votar.
Lo segundo es que todos deberían entender que una cosa es decir que votar a determinadas opciones políticas está justificado y otra pedir el voto a las mismas. Si Monseñor Sebastián hubiera querido pedir el voto para alguno de los partidos que menciona en su charla de León, lo habría pedido explícitamente.
Por otra parte, que un arzobispo de la Iglesia Católica señale la existencia de partidos que en su programa llevan explícitamente la confesionalidad católica y/o la Doctrina Social de la Iglesia no debe de alarmar a nadie.Es obvio, por otra parte, que todo esto se está magnificando porque estamos en pleno periodo electoral. Y al menos yo tengo clarísimo que los que se rasgan las vestiduras porque Monseñor Sebastián haya puesto nombres y apellidos a las formaciones políticas católicas minoritarias, son en su mayor parte una panda de hipócritas que en realidad están bien felices de que haya ocurrido esto, porque lo que buscan es que, efectivamente, haya católicos que dejen de votar al no muy católico Partido Popular y pasen a votar a esas formaciones. Y eso, en comunidades autónomas como la de Navarra, donde el tipo de gobierno que salga de las urnas va a depender de muy pocos votos, puede tener repercusiones no pequeñas.
Ahora bien, es tener por muy tontos a los católicos navarros el pensar que no son bien conscientes de lo que se juegan el 28 de mayo y cuáles son todos los factores a tener en cuenta a la hora de depositar el voto. La doctrina católica sobre el mal menor y la política sobre el voto útil siempre están ahí presentes para el que quiera hacer uso legítimo de las mismas. Y dado el momento histórico que vivimos, dudo mucho que quien votó en el pasado en base a ese patrón no vaya a hacerlo ahora. O sea, por decirlo bien claro y sin rodeos: ante el obvio peligro de que el PSOE llegue a un pacto de gobierno con los que desean que Navarra deje de ser lo que es y pase a ser una colonia de Euskadi, quienes han votado a UPN en elecciones anteriores no va a dejar de hacerlo ahora porque Monseñor Sebastián diga que existen partidos a la derecha del PP. Y lo demás, señores míos, son músicas celestiales.
Dicho eso, también creo muy importante insistir en algo que ya he señalado en más de una ocasión. Son muchos los españoles cuyas ideas sobre la sociedad, sobre la moral, sobre la familia, sobre el aborto, sobre etc, no están representadas en el parlamento. Y no lo están o porque existen partidos que van justo en la dirección contraria o porque existen otros partidos (no sólo el PP) que se supone que están más cercanos a dichas ideas pero, por cobardía, por interés político o por contradicciones internas, no los defienden activamente y se limitan a oponerse sin mucha contundencia a la ingeniería social del radicalismo laicista que nos gobierna. ¿O hace falta recordar quién no hizo nada por suprimir o al menos suavizar la ley que despenaliza el aborto? ¿y quién fue el que legalizó la píldora abortiva y en qué ayuntamientos se da la misma de forma gratuita?
Más les valdría a esos partidos llegar a la conclusión de que lo mismo llega un día en que muchos de los católicos que les han venido apoyando, en base a la doctrina del mal menor, decidan apoyar a otras opciones políticas que no tengan el más mínimo reparo en asumir de la "a" a la "z" los valores éticos y morales de esos católicos. Si Monseñor Sebastián ha conseguido ponerles sobre aviso, bien habrá hecho.
Luis Fernando Pérez Bustamante