Más paro, más crisis, más aborto
No estoy del todo de acuerdo con la teoría de que el PSOE quiere modificar la ley del aborto para desviar la atención de la crisis. Muy al contrario, creo que esta modificación forma parte del plan de ingeniería social emprendida por Zapatero hace más de 4 años. Quizás la razón de las prisas actuales está en que los socialistas no tienen del todo claro que esta vaya a ser una legislatura larga. Por eso mismo creo que tras el aborto llegará la eutanasia y más EpC, con legislación radical contra los padres que se opongan. A diferencia del PP, el PSOE sabe que su éxito electoral futuro no está en la buena gestión económica sino en la formación de una conciencia social imbuida de los valores de una cultura pagana, hedonista y contraria a la vida.
Cuando Aznar tuvo mayoría absoluta, dejó para última hora algo tan esencial como la reforma de la educación en España. Tan tarde llegó, que no dio tiempo a que dicha reforma se pusiera en marcha. Los ocho años de gobierno de la derecha en este país no sirvieron para dar un solo paso atrás en contra de la descomposición moral de nuestra sociedad. La unidad y determinación frente al terrorismo, tan importante en la era Aznar, se fueron a hacer gárgaras con el apoyo explícito o pasivo de la mayoría de los españoles, lo cual demuestra que el sustento moral de los mismos es más bien nulo.
En ese caldo de cultivo es muy fácil cultivar el virus de la legislación abortista, de la eutanasia y de todo aquello que vaya radicalmente en contra de las raíces cristianas que, con mejores y peores momentos, sustentaron España durante siglos.
Es obvio que ante la crisis que tenemos encima y con un incremento de paro desbocado, el número de abortos crecerá en los próximos años. Una vez anulada cualquier conciencia de que el aborto es un asesinato, miles y miles de nuevas familias decidirán acudir al mismo para no tener más hijos ya que…. “las cosas están muy mal y cuesta mucho criar un crío". El círculo maligno “aborto-pobreza-más aborto” se cerrará.
Cabe esperar una de las leyes más permisivas de todo el mundo. Cuando Zapatero se pone a legislar contra todo aquello que los cristianos apreciamos, lo hace con ganas y determinación. La pregunta es: ¿se encontrará la misma oposición que la Iglesia Católica está desarrollando contra el aborto en los países del continente americano? Cuando hoy se convocan manifestaciones ante clínicas abortistas, van cuatro gatos mal contados. Ni siquiera los católicos han sido del todo concienciados de la gran maldad que supone esa práctica asesina. Quizás estemos en un buen momento para cambiar esa realidad. Aunque seamos minoría, seremos mucho más influyentes si estamos concienciados que lo que podríamos ser en caso de ser una mayoría acomodada, aburguesada, rica y autocomplaciente.
Luis Fernando Pérez Bustamante