Los nuevos monjes quieren hábito
En pleno cumplimiento de refrán que dice que “no hay mal que cien años dure", la realidad de vida consagrada en EEUU, y posiblemente en el resto del mundo, empieza a dar un giro hacia sus raíces, hacia su esencia. El informe del que nos hacemos eco hoy en InfoCatólica señala en esa dirección. Que los nuevos aspirantes a ingresar en las órdenes religiosas busquen aquellas en las que se sigue usando el hábito puede parecer ridículo a los que no entienden que aunque “el hábito no hace al monje", lo normal es que el monje lleve hábito como símbolo externo de lo que es una realidad interior. Lo que ocurre es que cuando no hay realidad interior adecuada, el símbolo externo acaba desechándose.
Pero no es sólo una cuestión de hábitos. El informe habla también de la búsqueda de una vida comunitaria conforme a las reglas tradicionales. Y es que poca cosa tan ridícula hay como un fraile o una monja de clausura pasándose media vida fuera del claustro, dando conferencias, charlas y titulares anti-magisteriales a los medios de comunicación. Poca cosa tan absurda como unos religiosos pasándose por el forro el carisma de los fundadores de sus órdenes. Poca cosa tan estúpida como unos monjes y unas monjas mundanizados, que en vez de ser luz del mundo y ayuda para la Iglesia han dejado que el mundo, en la concepción bíblica del término, les corrompa una vocación cristiana de vida entregada a Dios y a su Iglesia.
Las consecuencias “pastorales” de la deriva de la vida consagrada tras el “pastoral” concilio Vaticano II están a la vista. La crisis de vocaciones al sacerdocio “diocesano” es un chiste comparada con la que se ha producido en muchas de las grandes órdenes religiosas. Al fin y al cabo, ¿quién puede querer ser jesuita, franciscano y dominico, por poner tres ejemplos obvios, en aquellos países -no todos- donde jesuitas, franciscanos y dominicos han estado en la vanguardia de la disidencia eclesial? Si uno quiere meterse a revolucionario, lo normal es dedicarse a la vida política, no a la religiosa.
Cabe ser optimista ante el futuro. El mal en la Iglesia tiene los días contados. Su esterilidad es manifiesta y aquellos que han jugado a hacer el indio los últimos cuarenta años se mueren sin descendencia. Su purgatorio comienza ya en vida al ver que su vida espiritual obtiene como premio el más rotundo de los fracasos. Aunque deseamos que muchos acepten su error y se arrepientan de corazón para la salud de su alma, todavía habrá bastantes que le echan la culpa a la jerarquía y/o a la insuficiente aplicación del “espíritu” del Vaticano II en el seno de la Iglesia. Ese “espíritu” del que hablan tiene más de inmundo que de santo, pero el ciego que no quiere ver tiende a odiar la luminosidad de la verdad, sobre todo si la misma le señala con el dedo del juicio divino.
Los nuevos religiosos reconstruirán la espiritualidad perdida. Basta con una generación de frailes y monjas fieles a su carisma para cambiar radicalmente las cosas. Les necesitamos tanto como ellos necesitan el apoyo de la Iglesia, sobre todo ahora que todavía son minoría. No se trata de volver al siglo XII o al XVI. Se trata de, siguiendo el consejo paulino de examinarlo todo para retener lo bueno, ser fieles en el siglo XXI a Cristo, a su Iglesia y al camino marcado por sus santos.
Luis Fernando Pérez Bustamante
41 comentarios
La falta de vocaciones es seria y la estamos sufriendo en nuestras propias diócesis. La vuelta a llevar hábitos, puede ser un buen comienzo, pero no debemos quedarnos en la imagen, sino intentar ir más allá en la proposicón de Cristo como alternativa a la dejadez religiosa.
Insisto en mi pesimismo, no porque yo no esté haciendo nada, sino porque veo que los demás, incluidos los pastores, hacen nada o muy poco.
¿Por favor, si no te ocupa mucho tiempo, podrías explicar lo que quiere decir?
Lo digo porque el tema del Concilio Vaticano II y la posible deriva de la Iglesia católica a raíz del mismo me preocupa mucho.
Lo que quiero decir es si tal Concilio tuvo, digamos, la culpa, de lo que pasa en muchos ámbitos (religiosos, teológicos, etc.) de la vida de la Iglesia católica o se debe a otra cosa relacionada con el mismo.
Y sí, defenderé siempre el dogma. Porque el dogma es verdad y la verdad nos hace libres. La mentira, efectivamente, nos hace esclavos de Satanás y de su reino, aunque esté disfrazada de presunta caridad.
El problema es que muchos sois más papistas que el mismo papa. Y no metas a Satanás donde no está, que esa es una salida muy fácil y recurrente.
Y que que quieres que te diga, pero entre los religiosos que no tienen hábito pero que son testimonio de Cristo y tus apologías, me quedo con el testimonio de los primeros. Flaco favor haces a la iglesia con tus comentarios a los señorita Rotermeier.
En cualquier caso, es obvio que el futuro va a ser distinto. Y más parecido a lo que fue antes de lo que ha sido ahora. Tú quédate con lo que quieras, que para eso eres libre.
Don Pedro, los curas diocesanos deberían llevar también traje eclesiástico. Así lo dictan las normas de la Iglesia, que para algo están.
Estimado blogger, tu amor a la vida religiosa es patente. La amas tanto como a la Iglesia. Creo que de cara al Vaticano III te van a llamar como intérprete de lo que es el verdadero espíritu que haya de tener un concilio y como asesor para su futuro desarrollo. No importa que no tengas ningún título universitario que acredite tu saber teológico. No te preocupes, Pepiño Blanco tampoco tiene estudios y ha llegado a ministro.
Por no olvidar el hecho incontrovertible de que hoy en Occidente, según he leído en algún sitio, sólo crecen de manera significativa las órdenes religiosas que imponen hábito. Por algo será.
Te doy la razón que muchos religiosos han perdido esa dimensión espiritual, también te digo que otros muchos están más preocupados de cosas temporales que de predicar el Evangelio. Pero el problema no es el hábito, por mucho que te lo pongas,si te falla lo fundamental... estamos en lo mismo.
Lo que creo que no es positivo juzgar desde la mera apariencia. Decir que por no llevar hábito se es un mal religioso/a es caer en un juicio bastante gratuito. Y no es justo
como deciais, sin espiritulidad , oracion el habito sirve de poco, pero recordando mi infancia , donde teniamos que poner uniforme y llegado una edad te revelabas, el hecho de llevar habito supone una obediencia y cuando nos falla la obedisencia es facil deslizarse por el tobogan de lo mundano
Al que se ponga de mi parte ante los hombres, yo me pondré de su parte ante mi Padre de los Cielos. Y al que me niegue ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los Cielos.
Creo que el hecho de llevar hábito es una de las formas de ponerse de su parte.
LA persecución del mundo (que ahora no es con leones sino con desprecios) lleva a muchos a renegar de su identidad católica para congraciarse con la poderosa opinión pública. Ese renegar de la identidad católica asume varias formas : payasadas litúrgicas, heterodoxias doctrinales y/o vestimenta seglar. Todo a mayor gloria y mejor parecer del Mundo. Es que el miedo no es zonzo. Es progresista.
Me alegro mucho de que en los EEUU haya un florecimiento vocacional de jóvenes que aman a la Iglesia por lo que es y tal como es. También en Argentina se da un caso similar, aunque quizás todavía no tan notorio.
Creo que lo jóvenes se van dando cuenta que ser consagrado es cosa de valientes.
No se mezclen ustedes con las ovejas,por amor de Dios, sean ustedes pastores de verdad, que en un rebaño de verdad las ovejas son iguales y el pastor es el del zurrón, el de la pelliza de lana que va delante del rebaño y no mezclado y camuflado entre las ovejas.No me sean tiquismiquis con los hábitos,por amor de Dios, que parece mentira con la que está cayendo y no se enteran ustedes de que si es verdad que el hábito no hace al monje, ni al policia, ni al médico ni a nadie ahora más que nunca, en este tiempo cobarde, hace falta el hábito. Y bendito sea Dios si los calumnian o los escupen por su causa que más grande será su recompensa en ,los cielos.
Salvo peligro gravísimo para la vida (y de momento, Gracias a Dios, todavía no se llegó a esa situación)llevar el hábito de Ignacio, de Juan de la Cruz, de Teresa de Jesús, del Cura de Ars,de Tomás de Aquino..etc ...etc es grave deber en esta época. Que sea lo más comodo posible mejor, pero si es molesto, si el alzacuellos pica o molesta más le molesta a Cristo la cobardía de aquellos que llamó a más responsabilidad.
El otro día entrevistaron a un catedrático de Historia de la Universidad de Deusto muy corbateado él, una tal Cortazar. En media hora de entrevista ni una palabra de Dios.Es jesuíta, pero parece que primero es historiador y luego muy luego jesuíta.Y así se cuentan por cientos.Menos mal que nos queda el Padre Jorge Loring jeje.
Y es que lo importante de un sacerdote, de un cura es que cure almas, que SALVE ALMAS.Recen, ustedes recen mucho, tengan ustedes mucha fe o mucho sacrificio,y haganse notar que si no no van a "pescar ningún alma" y ustedes más que otra cosa son " pescadores de hombres"
lo has expresado muy bien, con mucha fuerza profética y verdad, enhorabuena.
Los frailes y monjas, como demostración de su pertenencia a Cristo, apartados del ambiente mundano.Salvando las distancias, como dicen muchas musulmanas, que comentan que podrían no llevar el velo pero lo hacen para dar testimonio de sus creencias y hacerse respetar.
284 Los clérigos han de vestir un traje eclesiástico digno, según las normas dadas por la Conferencia Episcopal y las costumbres legítimas del lugar
669 § 1. Los religiosos deben llevar el hábito de su instituto, hecho de acuerdo con la norma del derecho propio, como signo de su consagración y testimonio de pobreza.
§ 2. Los religiosos clérigos de un instituto que no tengan hábito propio, usarán el traje clerical, conforme a la norma del ⇒ c. 284.
Evidentemente los ambientes en los que ustedes se mueven son otros. Por ello propugnan las vestiduras sin tener en cuenta que en muchos lugares lo que salvó la credibilidad de la Iglesia y la supervivencia de la religión fue, entre otras cosas, que los sacerdotes se mostraran como personas normales, como unos más entre los hermanos. Que se acercaran a la gente, vistiéndose, incluso, como la gente. Pero ustedes no han vivido eso. Ustedes se aferran al código canónico y a la tradición. Regla y ritual, tradición y disciplina. Por eso no pueden comprender (ni tampoco tienen el más mínimo interés en hacerlo) el por qué de muchas cosas.
No tenemos que olvidar que somos hijos de nuestros tiempo y que la sociedad del Turín de final del siglo XIX no es la actual, pero, igual que entonces, los hijos de D. Bosco pueden encontrar las mismas pobrezas y miserias entre nuestros jóvenes opulentos y los depauperados jóvenes piamonteses de entonces. No me refiero a la miseria del cuerpo sino a la que padecía la Samaritana que quería beber de ese agua para no volver a tener sed.
Igual que pongo este ejemplo para los salesianos podría poner otros para otras órdenes.
Y no sólo las órdenes religiosas están necesitadas de la vuelta a la fundación y al carisma fundacional. Basta leer "Camino" y observar la vida de los seguidores actuales de San José María para concluir que algo han dejado por el camino.
El Perfectae Caritatis,que supongo habrás leído y meditado,pues aunque dirigido a los religiosos,específicamente,contiene alusiones a los consejos evangélicos válidas para cualquier creyente,dice lo siguiemte:
"1.b) Redunda en bien mismo de la Iglesia el que todos los Institutos tengan su carácter y fin propios. Por tanto, han de conocerse y conservarse con fidelidad el espíritu y los propósitos de los Fundadores, lo mismo que las sanas tradiciones, pues, todo ello constituye el patrimonio de cada uno de los Institutos."
En otros apartados insiste en este principio "la renovación ha de partir de la fidelidad al carisma del fundador".
Por tanto esta hornada de nuevos religiosos conecta con el espíritu conciliar,no desconecta como parece que sugieres;me parece importante que se distinga entre la doctrina y la práctica del VII,porque el Concilio se ha convertido,para algunos,en la percha donde colgar todo lo que estorba,sin distinción,y,eso no edifica.
Los religiosos que llevan el hábito pueden testimoniar como se les acercó la gente en la calle, en el aeropuerto, etc., como sugería Juan 35, saludándolos con mucho gusto e incluso entablando la conversación con ellos, sintiéndose atraídos por Dios en definitiva.
Y, por si les sirve de ejemplo, yo procedo de una región europea de unos 350 000 habitantes (Herzegovina occidental), población sobre la cual actúan unos doscientos franciscanos. El hábito es llevado con mucha frecuencia, y sobre todo, los frailes son muy ortodoxos, enseñan lo de siempre. El rosario rezado de forma meditada y con mucha devoción, misa a unísono y con mucha devoción, retiros espirituales a base de ayuno estricto, de forma que algunos tienen fama de personas espirituales muy solicitadas, y ya ve, en el fondo no hacen nada de otro mundo, sino lo de siempre, bien hecho y como Dios manda. Creo que en el fondo es eso, no hacer de lo sencillo una complicación; con humildad y alegría llevar las disposiciones de la Iglesia y de su familia religiosa y Dios hará el resto.
"Personas espirituales muy solicitadas",¡cuánto dices,en tan pocas palabras!,en efecto,como tendemos a Dios,como S. Agustín destaca,por instinto,por olfato,por intuición,por...¡lo que quieras!,pero el pueblo llano reconoce un alma de Dios y se confía:evangelización por "contagio".
¡Quiera Dios que se enteren de ésto tantos superiores,que pretenden no sé el qué,en mangas de camisa!.
Nosotros,no sé usted, nos movemos en el ambiente de Cristo y del Evangelio y no en el del rencor y los fantasmas del pasado.
Seguro que curas con hábito se hicieron indignos de la sagrada vestimenta, y médicos, y policias y militares y jueces de su toga...etc y por ello, tendrán que dar Justas cuentas a Dios, pero el hábito que llevaron tantos santos sacerdotes y religiosos ha servido más de única razón de su martirio que de escándalo.
No sé si esos curas "deshabitados", de camisa y corbata se han acercado más a la gente que una, por poner un ejemplo, Teresa de Calcuta, cuyo sagrado vestido blanco y celeste se ha fusionado y ha consolado, en nombre de Cristo la llaga y la miseria más extrema.
y parafraseándole "ustedes no han vivido eso. Ustedes se aferran al anticlericalismo más rancio". "Por eso, no pueden comprender (ni tampoco tienen el más mínimo interés en hacerlo) el por qué de muchas cosas".
La credibilidad de la Iglesia la avala la preciosa Sangre de Cristo y de todos aquellos que derramaron su sangre por su causa. Ahora va a resultar que la credibilidad y la cercanía de la Iglesia va a estar en ponerse unos vaqueros y una camisa a cuadros o un traje de Emilio Tucci.Así nos va.
Tanto que esa gente a la que se acercaron, mostrándose como "personas normales", como dice usted, poniéndose hasta el mono de obrero, avergonzándose muchas veces del hábito, para ser progre entre los progres, ni los ganaron para su causa ni les ayudaron a olvidar rencores, y hoy como ministros, promulgan leyes asesinas y añoran tiempos pasados dónde era tan divertido torear hasta el martirio a un sacerdote.
Un saludo.
Un sacerdote debe llevar sotana, punto. ¿O es que tiene miedo? O, como se ve muy a menudo, prefiere que no se sepa que es cura para que puede intimar con señoritas? (sonará cruel, pero son cosas que pasan). Desde que el sacerdote no deja claro que está consagrado -tanto en su vestir como en su vivir- se mundaniza. No sólo basta la oración -que es imprescindible- también hace falta la virtud y el coraje de gritarle a este mundo pagano en el oído: soy sacerdote y de mí depende tu salvación. ¿Pero cómo van a salvar a nadie si se esconden?
Vergüenza deberían sentir los sacerdotes que no se visten como tal porque confunden al pueblo. Y peor es el pueblo que les aplaude y que les animan a vivir de una forma mundana. Sacerdotes, pensad en Cristo y en vuestro juicio que será más estricto que el de los laicos! Porque a vosotros se os ha dado gran responsabilidad! Y pensad también en cuantos laicos se condenan por no tener acceso a un sacerdote! Vestíos como tal! Defended la fe y la Santa Madre Iglesia!
No se debe hablar de los títulos universitarios de los demás aún cuando se cite a "Pepiño" para demostrar que no hacen falta. Aquí no hay que llegar a la formación académica. Esto es "Y la estupidez se hizo palabra"
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