Lo que va de Sarkozy a Zapatero
"¡Más gimnasia y menos religión!" ¿Quién no recuerda aquella frase de Zapatero poco antes de ganar las últimas elecciones generales? ¿y quién no recuerda su "no es cierto que la verdad nos haga libres, sino que ser libres nos hace verdaderos"?
Compárese con la siguiente declaración de Sarkozy en mayo del año pasado:
"Debemos volver a una laicidad activa, no pasiva, debemos decir abiertamente que hoy en día es más importante abrir lugares de culto en las grandes áreas urbanas que inaugurar recintos deportivos, también utilísimos. Debemos conseguir que se conviertan en los ideales para la juventud que crece, para todos esos jóvenes que no tienen ideales. Ése es el gran reto."
Decía también el bueno de Nicolás:
"Admitámoslo sin hipocresía: hay una contradicción entre la voluntad de reconocer las religiones como un factor positivo en la sociedad y después negarles cualquier forma de financiación pública. Es llamativo que el Estado financie un campo de fútbol, una biblioteca, un teatro, una residencia, pero en cuanto las necesidades tienen que ver con el culto, el Estado no entrega ni un céntimo…. Deberían construirse más lugares de culto, la ayuda fiscal debería ser mayor para los fieles que participan en el mantenimiento del clero".
No sólo eso. El recién elegido presidente de la República francesa proponía financiar y ayudar a la formación de los ministros de culto religioso "poniendo a disposición maestros en las materias no espirituales, prestando locales, firmando convenios con los representantes de las religiones para educar a los ministros de culto francés".
Y respecto a la Iglesia Católica, dijo:
"Si la Iglesia no se preocupara de los más pobres, ¿quién podría hacerlo? Respetar a la Iglesia significa reconocerle la vocación de defender a quienes nadie defiende, mantener la tradición de apertura, de consuelo, de fraternidad".
Parece claro que lo que va de Sarkozy a Zapatero es lo que va de una persona sensata a un rojo resentido. Lo que va de Sarkozy a Zapatero es lo que va de alguien que entiende que el laicismo no es la negación de los valores religiosos, a quien confunde el laicismo con el anticlericalismo y la ingeniería social. Lo que va de Sarkozy a Zapatero es lo que va de quien cree que son las religiones quienes pueden transmitir auténticos valores a los jóvenes, a quien cree que el Estado es quien debe educar a nuestros hijos en dichos valores. Lo que va de Sarzoky a Zapatero es lo que irá de Francia a España en caso de que los españoles seamos tan irresponsables como para volver a elegir como presidente de gobierno al rojo anticlerical, irresponsable, abre tumbas y de mentalidad laicista-totalitarista que nos gobierna.
Ayer el pueblo francés votó masivamente (más del 85%) para elegir como presidente a un hombre que posiblemente aúna en su persona lo mejor de Francia. Cosa que, por cierto, dudo mucho que se pueda decir, salvo excepciones, de los dirigentes del PP. Hoy, y sin que sirva de precedente, tengo una sana envidia de nuestros vecinos del norte. Espero que el año que viene se me haya pasado.
Luis Fernando Pérez Bustamante