La maldad enseña su verdadero rostro
Se llama Observatorio de Bioética y Derecho y pertenece a la Universidad de Barcelona. Pero podría llamarse perfectamente Promotora de Asesinatos crueles a Inocentes sin Derechos. Y es que los “observantes” de ese engendro están por la labor de llevar a España hacia la más repelente de las pesadillas.
Efectivamente, no hay mayor perversión de la bioética y el derecho que alentar el aborto incluso hasta el momento anterior al nacimiento del feto. Hay que ser de una naturaleza moral totalmente entregada al mundo de las tinieblas para afirmar que un ser humano es objeto de derechos justo después de nacer y no cinco minutos antes de asomar su cabeza en este mundo. Hay que ser hijo del mismísimo Satanás para considerar que puede ser ético el asesinar a un bebé que está a punto de respirar con sus propios pulmones, por el único delito de venir con malformaciones o de ser motivo de peligro para la salud mental de su madre.
Pues bien, eso y más son esos expertos que se refugian bajo el amparo de una universidad para lanzar su ponzoña en nuestra sociedad. Y además tienen la poca vergüenza de querer apartarnos del debate a los que tenemos decencia, moral y fe religiosa. Estos siervos a sueldo de la Muerte afirman que “la discusión pública sobre el aborto no debe introducir criterios procedentes de concepciones religiosas, sobre el bien o la vida ideal, apropiadas para imponerse a uno mismo voluntariamente, pero no materia de corrección moral interpersonal que pueda imponerse a los demás. Ello significa que no es posible debatir, deliberar o dialogar sobre temas controvertidos en el campo de la bioética, como el aborto, si no se aceptan normativamente los valores de cientificidad, laicidad y pluralismo democrático”. Sólo les falta pedir que nos metan presos a los que osamos plantear públicamente nuestra opinión sobre lo que es el aborto. Creo que es cuestión de tiempo que lo hagan.
Una sociedad que adopte las tesis de estos Herodes y Mengueles modernos está destinada a ser aniquilada. De hecho, es mi opinión que dicha sociedad no merece sobrevivir. Así que una de dos. O luchamos hasta el final por evitar que se extienda esta plaga, o contemplaremos con nuestros propios ojos la destrucción de la civilización en la que hemos nacido. La justicia divina tiene sus propios ritmos pero antes o después acaba imponiéndose. Quizás cuando se quiera dar marcha atrás, ya sea tarde. España, como Occidente, puede ser como aquel Esaú que vendió su primogenitura por un plato de lentejas y aunque luego quiso arrepentirse, llegando a derramar lágrimas, ya no pudo recuperar lo que había perdido. Los cristianos tenemos la obligación, hoy más que nunca, de ser luz, sal y voz profética en esta tierra. Porque si no lo somos, seremos cómplices de esta barbarie y el juicio de Dios nos arrastrará como el tsunami que no distingue entre personas, animales o cosas. Bien está que esto lo tenga claro aquel prelado que tiene la responsabilidad de poner en su sitio al sacerdote de su archidiócesis que ha presumido de pagar abortos.
Dedico este post a la memoria del Cardenal Trujillo, que dedicó gran parte de su vida a defender la familia y la vida. Él sí que hizo honor al título de Príncipe de la Iglesia de Cristo. Dios le tenga en su gloria.
Luis Fernando Pérez Bustamante
29 comentarios
Luego, quizá, si me lo permite el blogger, (porque admito que a veces me extiendo mucho,. aunque en este tema, el caso lo merece) añada algo acerca de otra "curiosa idea" de los defensores del aborto, supuestamente basada en "los valores de cientificidad, laicidad y pluralismo democrático"
Que luego confunden churras con merinas como el ínclito estudiante de ahí abajo.
Aclaración:
Dado que bastante gente me ha echado en cara que yo relaciono aborto y CVII, asumo la culpa y reconozco que me he malinterpretado.
Lo que yo he querido señalar es que hay gente que utiliza el CVII para amparar su defensa del aborto. Pero vamos como se utiliza los DD.HH.
De otro modo, se protegería la especie como lo hacen con las "focas monjes" o cualquier otro animal.
Paz y bien.
En todo caso, tiene gracia que estos del Observatorio nos exijan guardarnos nuestros principios religiosos mientras ellos imponen sus criterios ideológicos.
(Barcelona, abril de 2008), y titulado:
DOCUMENTO SOBRE LA INTERRUPCIÓN
VOLUNTARIA DEL EMBARAZO
se puede hallar en la siguiente dirección:
http://www.pcb.ub.es/bioeticaidret/archivos/documentos/Interrupcion_Embarazo.pdf
Este documento está dentro de lo que los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI han denominado como "civilización de la muerte" y "cultura de la muerte", variantes zapateriles.
EL FETO NO ES PERSONA. El punto nuclear es la no consideración del feto-embrión como ser humano y, por ello, titular en plenitud de los derechos humanos básicos y fundamentales: vida, integridad, dignidad...:
"Así, el estatus del embrión [...]
sólo se convierte plenamente en un individuo cuando nace. Es entonces cuando se considera que existe una persona titular de derechos
fundamentales."
"Es necesario resaltar que no existe un conflicto de derechos entre los de la mujer y los del embrión-feto. Simplemente, estos últimos no son titulares de derechos fundamentales."
LAICISMO DE EXCLUSIÓN. Para discutir sobre la personalidad del feto-embrión, el documento se asienta sobre la filosofía laicista-cientifista (está escrito en un mejorable castellano):
"[...] El enfoque adoptado [es que] la
discusión pública sobre el aborto no debe introducir criterios procedentes de
concepciones religiosas, sobre el bien o la vida ideal, apropiadas para imponerse
a uno mismo voluntariamente, pero no materia de corrección moral interpersonal que pueda imponerse a los demás. Ello significa que no es posible debatir, deliberar o dialogar sobre temas controvertidos en el campo de la bioética, como el aborto, si no se aceptan normativamente los valores de cientificidad, laicidad y pluralismo democrático."
CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA REALIDAD. El Documento tiene un sesgo filosófico en pro de las corrientes filosóficas del constructivismo:
"Convendría añadir a estos planteamientos enfoques más idóneos, de carácter cultural y social, que se apoyen en la construcción de los valores morales y culturales y en su plasmación en normas. Así, el estatus del embrión debe establecer una protección progresiva, ya que éste sólo se convierte plenamente en un individuo cuando nace."
FALACIAS Y OMISIONES. El Documento dice que el aborto es una interrupción voluntaria del embarazo, cuando la realidad dice que ni es interrupción, ni es voluntario, ni es embarazo, porque es una terminación irreversible de la vida dependiente indefensa inducida por el entorno social de la madre desamparada: padre, familiares, parientes, amigos, compañeros de trabajo, médicos, asistentes sociales y enfermeras.
El Documento, además, omite cualquier tipo de alternativas al aborto: tiempo de espera entre la petición y la realización del aborto, información de alternativas (adopción, ayudas psicológica y social, pisos sociales, familias de acogida, medidas de amparo de la madre y su hijo...).
¿EVOLUCIÓN AL NAZISMO?. Son aterradoras las premisas y conclusiones de la "Declaración" y de las "Conclusiones", porque conducen indirectamente, en primer lugar, a la eutanasia, y, en segundo lugar, a la instauración de un Estado Totalitario de base democrática.
¿NADIE RESPONDE A ESTO?. Me gustaría que alguién pudiera rebatir este panfleto zapateril desde un punto de vista de la filosofía humanista. ¿No hay nadie?
Lo acabo de poner en Opinión.
Varios documentos en bioeticaenlaweb, hayalternativas, vida humana, bioética en universidad de navarra y universidad de valencia, particularmente creo científicamente fundamentados los de Natalia López o Justo Aznar.
La sentencia del Constitucional desgraciadamente no llegó a parar la re-interpretacion del artículo 15 del todos tienen derecho a la vida, pero consideró importantes aspectos biológicos, médicos y jurídicos
http://www.boe.es/g/es/
bases_datos_tc/
doc.php?coleccion=tc&id=SENTENCIA-1985-0053
Como suele decir LF, la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero, recomiendo la lectura de este folleto antiabortista (lo ha escrito un progre, qué le vamos a hacer) . Está muy bien.
No acepto ninguno de los falaces argumentos de dicho "Observatorio". Todo Ordenamiento Jurídico implica una moral determinada: hay determinados actos prohibidos y castigados, y con ello se quiere dirigir una sociedad hacia una determinada dirección. ¿Por qué no podemos los católicos aspirar a imponer (sí, he dicho imponer) la moral católica a nuestra sociedad? Si nos rendimos, otros nos impondrán su moral alternativa que consiste básicamente (ya lo estamos viendo) en el ataque frontal a la mujer y a la vida. Es una moral, una cultura de la muerte. La católica es una moral de la vida. Yo declaro aquí que lucharé con todas mis fuerzas para imponerla con los medios democráticos que estén vigentes. Sin complejos.
He leído en otro blog que el PP se desmarca de lo que llaman despectivamente "olor a sacristía". El escándalo es que existen tres o cuatro partidos en España que se dicen defensores de los principios católicos, pero que no están dispuestos a unirse para formar una alternativa seria que sea capaz de formar un grupo parlamentario de 15 o 20 escaños en el Congreso. Yo creo que con un poco más de humildad y de sentido del deber, es perfectamente factible.
Un saludo muy cordial. Esta página de "Religion en Libertad" se está haciendo imprescindible.
La "razón" abortista hay que rebatirla en su terreno. Dicen que "la
discusión pública sobre el aborto no debe introducir criterios procedentes de
concepciones religiosas"
Aunque esa afirmación también es rebatible, la discusión sería ineficaz si siempre estamos ante un adversario que niega la mayor y no hay manera de pasar de los "preliminares" de la discusión. La razón religiosa es legítima, pero ante este acversario, es inútil.
Por el contrario, basta acudir a su propio encuadere cuando dicen que "no es posible debatir, deliberar o dialogar sobre temas controvertidos en el campo de la bioética, como el aborto, si no se aceptan normativamente los valores de cientificidad, laicidad y pluralismo democrático."
Es ahí donde realmente nos lo ponen fácil. Desde sus propios valores de "laicidad, pluralismo y cientifismo" la defensa del aborto (libre por ley como piden, o libre por fraude de ley, como ocurre en la actualidad) se derrumba como castillo de naipes.
No hay por donde coger su propia base de discusión. Es mas largo, pero más eficaz y finalmente deja al descubierto la única rzaón en la que se sustenta el aborto: una feria en la que se ventilan intereses de dos o tres tipos, y ninguno confesable.
Por eso, si ellos niegan la mayor, yo también les niego la mayor. Pero bueno, ¿por qué no se deben introducir criterios procedentes de concepciones religiosas? Los criterios cristianos han traido a la humanidad todo lo bueno que hay en ella. ¿Qué problema hay? ¿Nos vamos a avergonzar de seguir a Jesucristo? ¿Son por ello nuestros criterios inválidos? ¿Hay que esconderlos?
Si el propio ministerio de Sanidad admite unos 90.000 este año pasado (cifra que duplica la de hace 10 años, ya que ha ido aumentando de 10000 en 10000 aprox. cada año), hay que preguntarse cuántas personas en España están "pringadas" en alguna medida.
Para empezar, a todas estas chicas las embarazó un varón. Tanto si éste desaparece como si anima al aborto, el novio ya duplica la cifra de personas implicadas en cada aborto. Añadamos que, a pesar del secreto con que suele llevar cada mujer su caso, y teniendo en cuenta las edades en las que más se aborta (20-24 el ¡18%!), en muchos de esos casos los papás de la chica y hasta los del chico están también pringados. Añádase alguna amiga o compañera y, claro, todos los sanitarios que viven de ello. Aunque los sanitarios sean los mismos en cada aborto y de un año para otro, aunque alguna mujer "repita" (y alguna hasta "tripite"), aun así... en España hay muchas, demasiadas personas pringadas en un aborto.
Esa es una razón de mucho peso para que las cosas no cambien. La sociedad española está tan podrida que no escuchará nada incómodo. Como suele decirse: contra los hechos no valen argumentos, pues lo mismo. ¿Cómo convencer a quienes ya han vivido un caso en su familia y, con todo lo tgraumático que haya sido, se han quitrado el "problemilla" de encima y se han quedado atn a gusto?
Incluso con cifras oficiales de los últimos diez años: de unos 51.000 hace cinco años a 90.000 este pasado. Varios cientos de miles (entre 650 y 750 mil tal vez en diez años?) Que hay que multiplicar por tres/cuatro personas de media implicadas (sanitarios aparte).
Calculemos y que alguien de un nombre a la conclusión.
No, por Dios, hablo de eficacia. Ni avergonzarse de nuestras creencias ni negarles la mayor también a ellos porque así no se va a ninguna parte. Sólo es eso.
1º. por entrar en el tema, sumamos sus presupuestos (metodológicamente hablando)
2º. Nos lo ponen "a huevo", con perdón: sus presupuestos conducen inexorablemete a la inmoralidad intrínseca del aborto.
la discusión pública sobre el aborto no debe introducir criterios procedentes de concepciones religiosas, sobre el bien o la vida ideal, apropiadas para imponerse a uno mismo voluntariamente, pero no materia de corrección moral interpersonal que pueda imponerse a los demás.
Ello significa que
(1) no es posible debatir, deliberar o dialogar sobre temas controvertidos en el campo de la bioética, como el aborto, si no se aceptan normativamente los valores de cientificidad, laicidad y pluralismo democrático
En primer lugar, (1) declara la imposibilidad de debatir sobre esos temas sin los mentados valores. Luego la consecuente necesidad de no hacerlo. Pero entonces no habría ejemplificaciones de semejante debate, que desde la imposición del aborto en España, no han cesado de producirse. No hay ejemplificaciones de A, si es necesario que no-A.
Además, el texto comentado y mi comentario a dicho texto ya constituyen un debate sobre cuestiones bioéticas (en particular, sobre el aborto), sin necesidad de, al menos por mi parte, haber renunciado a 'criterios procedentes de concepciones religiosas', ni, a su vez, aceptado ético-normativamente, los 'valores' de cientificidad, laicidad y pluralismo religioso. Es decir, este mensaje ya es un mentís a lo afirmado en el comentado texto.
En segundo lugar, quien establece (1), establece un marco de debate (unos presupuestos del mismo) que niega en otros. Es decir, se erige en elector de unos 'valores' previos que deben ser necesariamente admitidos por el contrario, sin que quepa precisamente iniciar el debate sobre la legitimidad de dichos presuntos valores o su oportunidad. Eso no es admisible. Si para debatir bioéticamente debo aceptar (normativamente) esos tres 'valores', pero mi oponente puede no aceptar ninguno de los míos, no tiene sentido ese debate preimpuesto y previamente clausurado ideológicamente, pues lo primero que ha de debatirse es si esos tres valores normativos lo son y qué consistencia tienen.
En tercer lugar, son precisamente esos valores, si admitidos, los que conducen a la aceptación del aborto, que está contenida en ellos implícitamente (con lo cual sobra toda discusión). En efecto, el valor-norma de la cientificidad hace posible éticamente lo que científicamente lo es, y además adolece de falta de objeto material sobre esta cuestión, pues ninguna ciencia positiva es capaz de hablar de algo, el concepto-realidad de persona, que es acientífico (pero no contra-científico-positivo). El de la laicidad, coadyuda a lo mismo, pues elimina la barrera de la ética de inspiración religiosa que se opone al crimen abortista. Y, finalmente, el de pluralismo democrático, basta invocarlo por los que pertenecen a él y se declaran abortistas para que , en virtud de ese pluralismo, se legitime el aborto.
Pero hay más. Vamos a demostrar la inconsistencia y/o absurdidad de semejantes valores normativos pro-puestos.
Cientificidad. La cientificidad es la calidad de científico. Aplicado al marco normativo (bioético) sería equivalente a la doctrina según la cual sólo es fuente de conocimiento (y por lo tanto de verdad, pues la verdad en el entendimiento es el conocimiento de la cosa tal como ésta es en sí), en particular ético, sobre el deber-ser, la ciencia positiva: cientifismo o cientificismo.
El cientifismo deriva lógicamente del Positivismo Lógico y su Principio de Verificabilidad, que podemos demostrar es absurdo. En consecuencia, el propio cientifismo es falaz. No se puede fundar una ética sobre algo que, además de ser disjunto con ella (de naturaleza diferente), es falaz.
Ninguna ciencia positiva puede proporcionar normas, hacer derivar normas ni ser ella misma norma, de lo ético.
Pluralismo democrático. ¿Forman parte de (o son consecuencia de) dicho pluralismo democrático los mayoritarios valores religiosos (católicos) que exhibe la democrática sociedad española? Sí.
Luego es inconsistente decir, por una parte, que dichos valores religiosos no deben contar, y después que sí, como parte integrante o consecuencia del pluralismo democrático.
Laicidad. La laicidad ética es la doctrina según la cual todo valor ético (públicamente admitido) debe estar libre de influencias religiosas. Es la negación de lo religioso en lo ético. Basta ver la propia historia de las ideas y normas éticas para apercibirse de la futilidad de semejante pretensión, que no pasa de ser un deseo de imposible realización. No hay ningún código ético que esté libre de la impregnación/influencia de lo religioso, porque el hombre es naturalmente un ser religioso, como es un ser moral.
Estoy convencido de que cada aborto deja huellas imborrables en la mujer. Algunas podrán intentar convencerse a sí mismas de que no es así, pero todos compartimos una misma naturaleza humana que, tarde o temprano, nos pasa factura.
Donde dice:
'valores' de cientificidad, laicidad y pluralismo religioso
debe decir:
'valores' de cientificidad, laicidad y pluralismo democrático.
Dices que "Si para debatir bioéticamente debo aceptar (normativamente) esos tres 'valores', pero mi oponente puede no aceptar ninguno de los míos, no tiene sentido ese debate preimpuesto y previamente clausurado ideológicamente, pues lo primero que ha de debatirse es si esos tres valores normativos lo son y qué consistencia tienen"
Me parece impecable. Lo suscribo de principio a fional.
Sólo digo que si "metodológicamente" (no "normativamente") se parte en el debate de sus presupuestos, entonces mejor que mejor. Toda su construcción se viene más fácilmente abajo. Con sus propios presupuestos es un debate en que no no tenemos "ni pa empezar", ni el filósofo más versado tiene media torta en un debate sobre el aborto que poarta de criterios de cientificidad, pluralismo democrático y laicidad.
esto que voy a decir sí que es muy políticamente incorrecto: sí se quedan tan anchas (excepcionalmente alguna habrá que no). Nuestra sociedad está anestesiada, las chicas entre 15 y 29 años (aprox. la mitad de las que abortan) son conducidas por sus propias familias y novios, todos juntitos en una complicidad que diluye las culpas. Es toda una sociedad enferma, un errorcillo, un inconveniente, se quita como un grano y se olvida. ES ASÍ.
Creo que también hay que quitarse el complejo en este sentido: ¿las mujeres son "victimas" del aborto? Pues mira, la víctima es el niño/a cuyo principal derecho ni se rconoce ni se respeta. Después, puede que la mujer sea la más perjudicada, pero van voluntariamente, sobre todo en cuanto alguien saca la tarjeta de crédito por ellas para pagar un aborto discrteo. Se aborta con una frivolidad que asusta. Y esa frivolidad va aumentando exponencualmnente en la medida en que buena parte de la sociedad está implicada en algún aborto, lo disculpa, lo aprueba y pasa página. Si fuera peor para ellas el aborto que un niño, no abortarían.
Ah, Fredense: yo soy mujer.
Aquí decimos lo mismo que en tu artículo pero en vídeo, dos textos:
es.youtube.com/watch?v=V6ZpYdjJjj
y aquí:
es.youtube.com/watch?v=hk5ZeLDnUQc
Dios acoja al gran Cardenal Trujillo con júbilo.
A ver si atacamos los eufemismos con destreza.
- Quiénes son.
- De dónde proceden las fuentes de financiación, tanto del Observatorio como de sus miembros (ayudas de Estado, subvenciones, contratos, becas, dietas, investigaciones...).
- Cómo han sido elegidos.
- Cuál es la filosofía de cada uno de los miembros.
- Cuáles son los protocolos de elaboración de sus documentos.
- Qué representatividad tienen en el campo científico, político y social.
alguna mujer quizá tenga esa opresión en el corazó., pero como respuesta mayoritaria pasó a la historia; produce escalofríos que el mecanismo de defensa adoptado por la mujeres que han abortado sea la frivolidad más absoluta, pero es cierto: eso es hoy lo abrumadoramente mayoritario.
Siempre es bueno acogernos en todo lugar y hora a la siguente oración. Verdaderamente si tenemos Dios en nuestro corazón todo pasa y es relativo.
NADA TE TURBE
Nada te turbe;
nada te espante;
todo se pasa;
Dios no se muda, la paciencia todo lo
alcanza.
Quien a Dios tiene, nada le falta.
Sólo Dios basta.
Teresa de Jesús
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