¡¡Y tú facha!!
En el mundo feliz modelo Huxley al que nos dirige la ingeniería social de Zapatero, la oposición política suele ser objeto de una adjetivación poco original, pero bastante efectiva si hemos de atender a sus consecuencias mediáticas. Efectivamente, todo aquel que critique al gobierno es tildado de fascista, de machista, de reaccionario, etc.
La reacción de esa máquina de conseguir los votos de la derecha social que conocemos como Partido Popular, suele ser casi siempre temerosa, pusilánime, “maricomplejínica”. Si quienes están al frente de la derecha política de este país hubiera tenido tanta fe en sus principios como la izquierda la tiene en los suyos, quizás hoy las cosas serían distintas. Pero ya vimos todos que Rajoy se tiró la parte final de la reciente campaña electoral hablando de economía y no de valores. Allá él y allá ese partido si quiere seguir teniendo de líder al gallego.
El caso es que en la Iglesia también hay elementos “zapaterinos” que -como el presidente de la CONFER, Alejandro Fernández Barrajón- tratan de convencernos de que el progreso y el futuro de la Iglesia está en “apostar por una renovación profunda de nuestro estilo, nuestro lenguaje, nuestros iconos y nuestras formas”. Leyéndole parecería que todo es una cuestión de formas. Pero cuando vemos lo que hay detrás de las formas de los “zapateroeclesiales”, constatamos que el fondo es afectado en su más íntima esencia. Ni estilo, ni lenguaje, ni iconos. Lo que quieren es que la Iglesia sea la versión religiosa del “maricomplejinismo” político. Lo que ansían es la “gallardonización” espiritual del catolicismo español.
Cuanto más hace el Papa para que la Iglesia y los católicos sean conscientes de su identidad y su papel galvanizador en la sociedad, más quieren estos hijos del “talante” que nos disolvamos en un nirvana social vacío, que no se note, que no traspase, que no manche, que no moleste, que reciba el aplauso de los que quieren a una Iglesia muda y recluida en sus templos. Y así vemos que cuando la EpC se levanta como una amenaza contra la soberanía de la célula fundamental de la sociedad que es la familia, estos profetas del pactismo, que se esconden tras siglas bien dignas, no sólo se dejan mecer en los brazos del laicismo masónico a cambio de una hipotética concesión graciosa del poder –llamada concierto y adaptación al ideario del centro-, sino que arremeten contra los que preferimos ser Numancia antes que Troya, Agustina de Aragón antes que Godoy.
Como los argumentos no parecen darles demasiado de sí, acuden a la versión religiosa de los epítetos políticos que se lanzan contra la derecha. En esta adaptación del lenguaje, el fascista o facha pasa a ser fundamentalista, el machista es ahora obispo ultra, el reaccionario es inquisidor, etc, etc. Bien, que usen los calificativos que les apetezca. A diferencia de sus hermanos políticos, que logran grandes éxitos electorales, a los “zapateroeclesiales” sólo les espera la más amarga de las derrotas. Esa que lleva como traje la esterilidad espiritual y vocacional, la desaparición biológica y la amargura de saber que dar coces contra el aguijón es el camino directo hacia el fracaso existencial. Y es que, al fin y al cabo, ya dijo Cristo que las puertas del Hades no prevalecerían.
El futuro es nuestro.
Luis Fernando Pérez Bustamante.
41 comentarios
Veamos los parecidos entre las ideas de Hitler y la izquierda moderna:
aborto
eutanasia
homosexualismo (si sres. nazis, homosexualismo)
antisemitismo
planificación central
anticatolicismo
Se podría seguir largo y tendido.
La esperanza de la Iglesía está fundada en la Promesa de Cristo de volver para llevarnos con El. MARANNATHA.
Que pena de tantos cristianos que estan engañados por las seducciones del mundo, tantos consagrados engañados por un falso humanismo, tanto obispo que no da la vida por sus ovejas...
y encima a los que creemos que hay que dar la vida por vivir y anunciar el Evangelio, se nos ponen trabas `por parte de la propia Iglésia y se nos acusa de fanaticos e integristas, que habil es satanás... LA PAZ desde Japón
... también hoy la evangelización exige una total y fiel adhesión a la palabra de Dios: ante todo, adhesión a Cristo y escucha atenta de su Espíritu que guía a la Iglesia, dócil obediencia a los Pastores que Dios ha puesto para guiar a su pueblo, y prudente y franco diálogo con las instancias sociales, culturales y religiosas de nuestro tiempo.
Todo esto presupone, como es sabido, una íntima comunión con Aquel que nos llama a ser sus amigos y discípulos, una unidad de vida y de acción que se alimenta de su palabra, de contemplación y oración, de separación de la mentalidad del mundo y de incesante conversión a su amor para que sea él, Cristo, quien viva y actúe en cada uno de nosotros. Aquí radica el secreto del auténtico éxito del compromiso apostólico y misionero de todo cristiano, y más aún de cuantos son llamados a un servicio más directo del Evangelio.
... No debe sorprender que, como sucedió con el divino Maestro, la persona consagrada se convierta en "signo de contradicción", porque su modo de pensar y de vivir termina por encontrarse a menudo en contraste con la lógica del mundo... esto es motivo de consuelo, porque testimonia que su estilo de vida es alternativo con respecto a la cultura del tiempo ... con este fin, es necesario vigilar sobre las posibles influencias del secularismo, para defenderse y así poder proseguir con determinación por el camino emprendido, superando un "modelo liberal" de vida consagrada y viviendo una existencia totalmente centrada en el primado del amor a Dios y al prójimo.
... el mismo programa de vida espiritual y apostólica de don Bosco: "Da mihi animas, cetera tolle" ...Don Bosco fue un santo con una sola pasión: "la gloria de Dios y la salvación de las almas"... Esa pasión es capacidad de entregarse, de apasionarse por las almas, de sufrir por amor, de aceptar con serenidad y alegría las exigencias diarias y las renuncias de la vida apostólica.
Al igual que mis venerados predecesores, en varias ocasiones yo también he reafirmado que los hombres de hoy experimentan una fuerte atracción religiosa y espiritual, pero sólo están dispuestos a escuchar y a seguir a quienes testimonian con coherencia su adhesión a Cristo. Y es interesante constatar que tienen abundantes vocaciones precisamente aquellos institutos que han conservado o han escogido un estilo de vida con frecuencia muy austero y fiel al Evangelio vivido "sine glossa".
... comunidades de fieles y en las nuevas experiencias de vida consagrada que vosotros conocéis muy bien; pienso en el trabajo misionero de numerosos grupos y movimientos eclesiales, de los que surgen muchas vocaciones sacerdotales y religiosas; pienso en las muchachas y en los jóvenes que lo dejan todo para entrar en monasterios y conventos de clausura ... pedimos que al entusiasmo de las decisiones iniciales ... le siga el compromiso de la perseverancia en un auténtico camino de perfección ascética y espiritual, en un camino de verdadera santidad.
Por lo que se refiere a las Órdenes y congregaciones con una larga tradición en la Iglesia ... se dan también signos de recuperación positiva, sobre todo cuando las comunidades deciden volver a sus orígenes para vivir en mayor consonancia con el espíritu del fundador ... si quieren mantener o recobrar su vitalidad y eficacia apostólica, tienen que "recomenzar desde Cristo" continuamente.
Por otra parte no me ha gustado tampoco el titular en ReL del discurso del Papa en la ONU, ya que eso no fué lo más importante que dijo, además de que puesto en el contexto de un periódico liberal y sin leer el resto del discurso (como la mayoría hará) ese titular parece que el Papa legitima intromisiones a la soberanía nacional injustas y recientes como el caso de Servia-Kosovo.
Respecto al titular del discurso del Papa, pues es normal que no guste a todos, pero yo cito literalmente las palabras del Papa, cosa que otros no han hecho. Además reproduzco el discurso entero y cuando habla de la cuestión de la intervención de la comunidad internacional pongo en negrita "explorando cualquier vía diplomática posible y prestando atención y estímulo también a las más tenues señales de diálogo o deseo de reconciliación".
Lo que no puedo es escribir un titular de 8 líneas.
Cristocentrismo frente a Eclesiocentrismo por un lado y Pluralismo religioso mal entendido por otro.
A ver quien resiste más :)
Paz y bien
" renovación profunda de nuestro estilo, nuestro lenguaje, nuestros iconos y nuestras formas"
y transformarlo en:
"lo que quieren, lo que ansían...gallardonismo, maricomplejinismo político....laicismo masónico ....zapateroeclesiales"
Salpicado de sus simpáticos vaticinios habituales:
"sólo les espera la más amarga de las derrotas.....desaparición biológica y la amargura ....fracaso existencial...."
Qué fuerte, hermano.
Pues mire, después de leerle a usted, a sus formas, a su estilo y a su lenguaje, está claro,claro,clarísimo que con sus formas y su estilo, como mínimo, asustaríamos a cualquiera; así que me adhiero a esta sencillísima frase conciliadora y humanísima:
"renovación profunda de nuestro estilo, nuestro lenguaje, nuestros iconos y nuestras formas"
Y haga el favor de no atribuirme nada más que eso, no interprete mis ansias, mis anhelos, ni nada más que lo que he dicho. Deséeme, si es eso lo que desea, el "fracaso existencial y la extinción bbiológica" (esto último nos espera a todos, por cierto) Pero que sepa que sus deseos no son órdenes para Dios.
Hay conceptos que en boca de unos son inocuos o beneficiosos, pero son un peligro real cuando son pronunciados por los que son absolutamente incapaces de aceptar cuál es y cuál no es su papel en la Iglesia.
Suscribo punto por punto las palabras de Barrajón. Luis Fernando, entre tú y los religiosos, yo me quedo con Santo Domingo de Guzmán, San Ignacio, San Francisco de Asís, San Benito, San Juan Bosco, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, San Juan Bautista de la Salle, Santa María Mazzarello... No hay color, inquisidorcillo. Y sí, YO SOY RELIGIOSO, y te aseguro que cuando no quede recuerdo de ti y vosotros, pequeños inquisidores de comienzos del siglo XXI, habrá aún religiosos/as. Yo al menos pienso morirme más tarde que tú, pobre Torquemada de salón.
En cualquier caso amatoma, que tú hables de "nuestra fe" y "nuestra Iglesia" como chiste no está mal. Pero no pretenderás hacernos creer ahora que tú eres no ya católico sino siquiera cristiano, ¿verdad? Venga hombre, que te hemos leído mucho por varios blogs.
Ayer mismo, en la Catedral de St. Patrick's, palabras hermosísimas y verdaderas, de elogio, de ánimo, de consejo, de aprecio, de amor en definitiva. No puedo poner el discurso completo. Una frase -poned otras vosotros, pero sin contraponer, pues fueron dichas en el mismo discurso-:
"¡Dirijamos, pues, nuestra mirada hacia arriba! Y con gran humildad y confianza pidamos al Espíritu que cada día nos haga capaces de crecer en la santidad que nos hará piedras vivas del templo que Él está levantando justamente ahora en el mundo. Si tenemos que ser auténticas fuerzas de unidad, ¡esforcémonos entonces en ser los primeros en buscar una reconciliación interior a través de la penitencia! ¡Perdonemos las ofensas padecidas y dominemos todo sentimiento de rabia y de enfrentamiento! ¡Esforcémonos en ser los primeros en demostrar la humildad y la pureza de corazón necesarias para acercarnos al esplendor de la verdad de Dios! En fidelidad al depósito de la fe confiado a los Apóstoles (cf. 1 Tm 6,20), ¡esforcémonos en ser testigos alegres de la fuerza transformadora del Evangelio!"
Neoconverso, poco humilde, inquisidorcillo... Si fueras religioso, pobres de tus ovejas, porque el mismo que se llena la boca con los muy santos nombres de San Ignacio, Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís, no logra imitar su mansedumbre, y tiene que recurrir al insulto, pues de argumentos carece.
Lo digo y lo reitero: pobres ovejas tuyas. Oraré por ti, para que, si no ves los argumentos de Luis Fernando, al menos encuentres la Fe que predicas, pero de la que careces.
Ojalá me equivocase, pero ya lo he visto antes. Gente que empieza descuidando su oración y luego termina rechazando cuantas gracias le manda el Padre...
Lo que son las órdenes religiosas históricas, como jesuitas dominicos y tal lo sabe de sobra la gente que los padecimos en carne propia en sus colegios de los 70 en adelante.
Somos los testigos incómodos de su apostasía, que así se llama "eso" en lo que escogieron convertirse bajo el paragüas protector de la Iglesia católica y los diezmos de sus fieles.
¡Ah qué tiempos aquellos, en que una clase de religión "católica" -obligatoria y puntuable para el currículum- era una "brillante" exposición del cura de turno sobre las maravillas del materialismo dialéctico, la teología de la liberación liberante y liberadísima (¿virginidad de María? ¿qué es eso?) y unos ejercicios espirituales eran pasar el rato leyendo Juan Salvador Gaviota y tal...! No me extraña que los echen de menos ciertos nostálgicos
De todas formas, tengo la certeza de que gran parte del progresismo eclesial usa un razonamiento muy similar al de la izquierda laicista.
¡Qué pena de órdenes religiosas!
Desertores son, en cambio, los que bajo pretexto de inculturar el mensaje de Jesús, acaban desvirtuándolo.
Toda la Iglesia tenemos que volver una y otra vez al Evangelio, para renovarnos en un camino de conversión permanente.
La solución está en el diálogo, como nos muestra la asamblea de Jerusalén.
Los cristianos no podemos perder la fe en Jesucristo ni la tendencia a la unidad. Habrá comunión en el amor si nos quedamos con lo que nos dejó Juan XXIII en su testamento: fijarnos en lo que nos une, más que en lo que nos separa, conservar el tesoro del Evangelio de Jesucristo, y permanecer unidos en la Iglesia.
Paz y bien.
Me parece que no has elegido el mejor ejemplo. ¿Quiénes son los que hoy están con Pedro y los sucesores de los apóstoles? ¿Me dirás que Barrajón?
Me da que no.
Pedro y los sucesores de los apóstoles son todos los que tienen el ministerio de la mantener la unidad y la comunión en el amor, encontrando soluciones para todos, tal como hizo Pedro entonces (si no lo creyera, no estaría en la I.C.) Pero no olvido que Judas fue uno de los doce, y que Pablo, por ejemplo no lo era. los Doce pienso que son el símbolo que significa totalidad de la Iglesia, unidad de la fe en Jesucristo, a través del tiempo y del espacio. Pero la solución no fue la uniformidad, no se impuso a todos el modelo de Santiago. No estoy de acuerdo con los que identifican a los doce con la Iglesia de Jerusalén y Santiago el justo. Los doce son todos, sin dejar fuera a judíos ni gentiles. Y Pedro tiene que mantenerlos unidos. Es su misión. Y respecto a lo que dices en el blog de Carmen, que el conflicto era gracia/obras de la ley judía, tiene aspecto protestante, aunque yo sé que es católico, pues la fe sabemos que va unida a las obras de amor, y si no muere. Pero el conflicto sería el mismo entre gracia/obras de la ley católica, en cierto modo, si perdemos de vista el Espíritu de Amor y el sentido profundo de todo lo que hacemos y confundimos las formas de expresar la fe con la fe misma.
Yo de Barrajón no sé casi nada, ni tampoco me preocupa lo que piense, pero de lo que he visto por encima, algo de razón tiene, en el sentido de que no se avanza caminando hacia atrás, aunque tampoco creo que haya que ir a ciegas por un sendero de alta montaña.
Avanzar paso a paso, pero en la dirección correcta, hacia adelante, y dialogando los que tengan que hacerlo.
Confío en que ocurra eso.
Paz y bien. Y ya sí, buenas noches. Tengo trabajo que hacer antes de acostarme.
Está un poco liado todo por las prisas.
Saludos cordiales y hasta mañana.
Cristocentrismo frente a Eclesiocentrismo por un lado
No se puede ser cristocéntrico sin ser eclesiocéntrico. La Iglesia no es una mera institución de factura humana, sino el Cuerpo Místico de Jesucristo, el cual es Cabeza de la misma (1). Luego no se puede ser cristiano (discípulo de Cristo) sin ser miembro de la Iglesia. No hay un cristianismo extraeclesial. Fuera de la Iglesia no hay salvación. Sólo se puede ser cristocéntrico eclesialmente.
Las siguientes proposiciones son dogmas de Fe:
La Iglesia fue fundada por el Dios-Hombre, Jesucristo
Cristo instituyó la Iglesia para continuar en todos los tiempos su obra salvadora.
Cristo dió a su Iglesia una constitución jerárquica.
Etc.
Dado que Cristo dió a su Iglesia el poder de perdonar los pecados (2), si usted está en pecado mortal, no puede salvarse si no pertenece a la Iglesia y en Ella, mediante el Sacramento de la Penitencia, se reconcilia con Dios, sin que quepa una reconciliación fuera de dicho Sacramento (3), instituido por Cristo en su Iglesia. Luego fíjese si es importante pertenecer a la Iglesia de Cristo (ser eclesiocéntrico).
Es una falsa dicotomía la que usted establece. Finalmente, quien no ama a la Iglesia, no ama a Cristo.
Una, Santa, Católica y Apostólica, son las notas que, cual estrellas refulgentes, adornan la divina Institución. Debemos amar apasionadamente a nuestra Madre la Iglesia, y defenderla de los ataques inicuos de los que es objeto, tanto exteriores como interiores.
..................
1Eph 1, 22s; Col 1, 18; 1 Cor 12, 27; Etc.
2Es dogma de Fe el siguente aserto:
La Iglesia ha recibido de Cristo la potestad de perdonar los pecados cometidos después del bautismo.
3Es dogma de Fe el siguiente enunciado:
La confesión sacramental de los pecados está prescrita por derecho divino y es necesaria para la Salvación.
El Concilio de Trento declaró, contra los reformadores:
"Si quis negaverit, confessionem sacramentalem vel institutam vel ad salutem necessariam esse iure divino, anathema sit" (DZ 916)
Véase también el Sacramento de la Unción de los Enfermos.
Como siempre pontificando más que el Papa, ni un minuto ni segundo para la caridad...
Lo que predica el Papa usted no lo aplica, sino que como esos curas -por llamarlos algo- que van contra el EVANGELIO=AMOR, usted es el otro extremo de la sin razón de la fe.
Ya está bien de falsos profetas como el cura Manel y su "opuesto" el seguidor de Calvino, usted. El populismo de su discurso mezclando política y "santidad" arropándose en lo predicado por Cristo, no deja lugar a dudas que usted no es lo que dice manifestar.
Recuerde que Calvino asesinó a Miguel Servet...
¡Qué tío!.
Saludos
Jesús en ningún momento condena, por ejemplo, la homosexualidad en cambio ustedes cogen la Biblia y a modo de Código Penal les advierten de la pena que comporta serlo (o practicar o las frases esas rebuscadas que les encanta hacer) que será exclusión de tu vida familiar en esta vida (no puedes casarte ni adoptar hijos) y el infierno en la futura. Ahora bien ¿es este el mensaje de Jesús? Jesús luchó precisamente contra esa gente, como algunos de ustedes, que se dedican a juzgar (no juzgueis si no quereis ser juzgados, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra) y ustedes en su nombre se dedican a juzgar. Los cristianos confiamos en la misericordia de Dios y en que sabrá perdonar aquello que hemos hecho contrario a lo que nos dijo Jesús y no lo que nos diga Rouco o esa gentecilla que no dejan de ser personas con sus virtudes y sus defectos. No son infalibles.
...y la verdad es... que no dice nada contra los hornos crematorios...
ergo: seguro que Jesús misericordioso supo hacer la vista gorda...es tan caritativo...es el perfecto papá Goriot, vamos.
Saludos!!
Yo no he dicho que no crea en la Iglesia, ni que esté en contra de la Iglesia, ni que no pertenezca a la Iglesia. He dicho que soy Cristocentrista, no Eclesiocentrista.
Y yo a mi vez no he dicho que usted no crea en la Iglesia, ni que usted esté en contra de la Iglesia, ni que usted no pertenezca a la Iglesia. Lo que he dicho es que usted, en pura lógica teológica, no puede ser Cristo-céntrica sin ser Eclesio-céntrica, puesto que ambas cosas no sólo no son incompatibles, excluyentes, sino que se coimplican. Es más, si usted conoce a Cristo es en y por la Iglesia. No existe un Cristo (epistémicamente) extraeclesial. Cristo se revela en su Iglesia en todos los tiempos, y en virtud del poder de las llaves ha dotado a su Iglesia de la capacidad de perdonar pecados, de declarar verdades sobre Dios, etc., en definitiva, de dar a conocer al Cristo al que usted tiene como centro. Por ello, su cristofilia no puede ser vivida fuera de la Iglesia que le revela a Cristo: sin su eclesiofilia. No cabe decir que usted es más cristocéntrica que eclesiocéntrica porque sólo se puede ser cristocéntrica siendo eclesiocéntrica, y viceversa.
¿Cómo manifiesta usted su cristocentrismo, si no es mediante la inserción vital en la Iglesia, participando sobre todo de la Eucaristía, centro de la vida de todo cristiano, y del resto de Sacramentos?
También un protestante afirma tener a Cristo como centro, siendo falso, pues no se puede tener a Cristo sin pertenecer a su Iglesia (sin tener a su Iglesia), auténtico Sacramento de Salvación. Si fuera suficiente tener a Cristo como centro (aparentemente) sin necesidad de Iglesia, la Iglesia fundada por Cristo sería prescindible, lo cual es falso.
Dice explícitamente Nuestro Señor, refiriéndose a los apóstoles (Iglesia):
"Qui vos audit, me audit; et, qui vos spernit, me spernit; qui autem me spernit, spernit eum, qui me misit ”. (Lc 10, 16)
Pero quien habla es la Cabeza, si queremos tener Vida, no deberíamos quedarnos absortos mirándonos la uña del dedo meñique del pie izquierdo, por ejemplo, sin fijarnos en lo que dice el cerebro.
Pero la Cabeza que es Cristo no habla sino en su Iglesia (y a través de Ella). No existe tal cosa como una cristolocuencia aislada de la comunidad que la acoge, la preserva de errores y la interpreta infaliblemente) : se manifiesta, se revela, en su Iglesia, hasta el extremo que la Salvación ganada por Cristo para el humano linaje en el Sacrificio de la Cruz se materializa única y exclusivamente a través de la Iglesia instituída por Él.
Todo lo que usted conoce de Cristo (y el conocer a Cristo mismo) no lo conoce sino porque la Iglesia a la que pertenece se lo ha manifestado. Hasta el punto que no puede comer la Carne de Cristo y beber su Sangre, que es el grado supremo de unión con Jesucristo, sin hacerlo en la Iglesia. ¿Qué más cristocentrismo puede haber en la vida de un cristiano que participar activamente del Sacrificio Eucarístico? Ninguno. Pues dicho Sacrificio sólo se verifica en la Iglesia, eclesiocéntricamente.
Lo repito, el ser cristocéntrica es lógico-teológicamente equivalente a ser eclesiocéntrica. Luego si usted afirma ser cristocéntrica, ello implica que es también eclesiocéntrica, y si se dice eclesiocéntrica, entonces es cristocéntrica.
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1"Dixit ergo eis Iesus: “ Amen, amen dico vobis: Nisi manducaveritis carnem Filii hominis et biberitis eius sanguinem, non habetis vitam in vobismetipsis.
Qui manducat meam carnem et bibit meum sanguinem, habet vitam aeternam; et ego resuscitabo eum in novissimo die.
Caro enim mea verus est cibus, et sanguis meus verus est potus.
Qui manducat meam carnem et bibit meum sanguinem, in me manet, et ego in illo.
Sicut misit me vivens Pater, et ego vivo propter Patrem; et, qui manducat me, et ipse vivet propter me." (Ioh 6, 53-57)
Jesús en ningún momento condena, por ejemplo, la homosexualidad
¿Cómo conoce usted lo que Jesús dice/condena (y por lo tanto no dice/no condena)? "A través de las Escrituras, cuando Él hable en ellas directamente" -me dirá. Pero las Escrituras (canónicas) nacen en la Iglesia de Jesús, que Él funda, a la que dota del poder de las llaves y de la potestad de atar y desatar. Luego lo que dice la Iglesia (en materia de fe y costumbres) es lo que dice Jesús, que se manifiesta a través de Ella (1). Ahora bien, la Iglesia afirma que la homosexualidad es un mal moral (por resumirlo); luego Cristo afirma que la homosexualidad es un mal moral (2). Es curioso que quienes afirman que Jesús no dice algo (no condena algo) se constituyen en portavoces de la palabra de Jesús, que sólo radica en la Iglesia de Jesús: La Católica. Y si usted afirma que la Iglesia no es la 'portavoz' de Jesús, entonces debe de-mostrarme cómo conoce usted la Palabra de Jesús fuera de la misma Iglesia cuya 'portavocía' niega. "En y por las Escrituras" -dirá-. Si, pero ¿qué son y cuáles son estas escrituras? ¿Es que Jesús ha dicho que las Escrituras en las que usted afirma estar contenida la palabra de Jesús son precisamente esas y no otras? No. Petición de principio, donde las haya.
Si fuera tan fácil (en realidad 'posible') interpretar las Sagradas Escrituras fuera de la Iglesia Católica, sólo asistidos por el Espíritu (como afirman los protestantes), no existirían tantas comunidades de protestantes que difieren en doctrina, pues todos la interpretarían unívocamente. El Espíritu, absolutamente veraz, no podría inspirar (repugna a la razón) doctrinas disímiles sobre el dato revelado y su interpretación en cada tiempo y lugar. Por ello existe (entre otras razones) la Iglesia, única depositaria-intérprete del Evangelio, después de haber definido canónicamente, precisamente qué es el Evangelio y qué libros lo integran.
La Iglesia es anterior a las Escrituras, que nacen en Ella.
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1No hay otra forma de saber lo que dice Jesús (las revelaciones particulares carcen de valor si contradicen la Revelación pública, manifestada por Jesús en y a su Iglesia) sino a través de la Iglesia que Él fundó, que hoy subsiste en la Iglesia Católica, Verdadera Iglesia Verdadera.
2¿Cómo sabemos que lo que un apóstol dice o manda en las Escrituras es como si lo dijera o mandara Jesús, aunque Jesús no lo haya dicho o mandado eso, directamente?
Porque Jesús, previa y directamente, ha dicho y mandado, entre muchas otras cosas dichas, hechas y mandadas respecto de los apóstoles, lo siguiente:
"Amen dico vobis: Quaecumque alligaveritis super terram, erunt ligata in caelo; et, quaecumque solveritis super terram, erunt soluta in caelo." (Mt 18, 18)
Luego si Cristo afirma respecto de los apóstoles (y puede demostrarse que se refiere a todos los apóstoles, incluidos sus legítimos sucesores) que todo lo que ellos 'aten o desaten' en la Tierra será 'atado o desatado' en el Cielo, y los apóstoles, posteriormente a la anterior declaración directa de Jesucristo, en la misma Escritura, afirman/enseñan esto:
"Propterea tradidit illos Deus in passiones ignominiae. Nam et feminae eorum immutaverunt naturalem usum in eum, qui est contra naturam;
similiter et masculi, relicto naturali usu feminae, exarserunt in desideriis suis in invicem, masculi in masculos turpitudinem operantes et mercedem, quam oportuit, erroris sui in semetipsis recipientes.
" (Rom 1, 26-27)
"An nescitis quia iniqui regnum Dei non possidebunt? Nolite errare: neque fornicarii neque idolis servientes neque adulteri neque molles neque masculorum concubitores neque fures neque avari, non ebriosi, non maledici, non rapaces regnum Dei possidebunt." (1 Co 6, 9-10)
"fornicariis, masculorum concubitoribus, plagiariis, mendacibus, periuris et si quid aliud sanae doctrinae adversatur, " (1 Tim 1, 10)
Entonces, es que Jesús mismo afirma eso, en virtud del primigenio mandato-potestad que confirió a los apóstoles para predicar el Evangelio y ejercer los poderes legislativo, judicial y punitivo (entre otros) en su Iglesia. Y, a mayor abundamiento, está lo que los sucesores de dichos apóstoles en todo tiempo y lugar (por ejemplo, los actuales en la Iglesia Católica) dicen moralmente respecto de la conducta homosexual, y de otras cuestiones, como el crimen abominable (genocida) abortista.
La Iglesia somos todos, todos unidos a Cristo. A quien por supuesto he encontrado en la Iglesia. Pero en el centro: la Cabeza, Jesucristo. Es a Él al que todos tenemos que señalar. Es Él el Hijo Amado al que hay que escuchar. Eso es todo lo que digo. Pero comprendo lo que dice usted. Es lo mismo que cuando me dicen que si soy Cristocéntrica no soy Teocéntrica, y yo contesto que siendo Cristocéntrica es como soy Teocéntrica, porque a Dios nadie lo ha visto, sino que se nos ha revelado en Jesucristo, que es el que nos lo da a conocer.
En fin. Esto ya se está liando.
Saludos cordiales y hasta otra.
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