Hay que replantearse el diálogo interreligioso
Es de suma importancia la carta-prefacio de Benedicto XVI al libro “Por qué debemos llamarnos cristianos” del senador italiano Marcello Pera, en la cual apoya con claridad meridiana la idea de que no es posible el diálogo interreligioso en el sentido estricto de la palabra. Llega a decir que en cuanto que afecte a la decisión religiosa de fondo, es decir, a la decisión de si se es de una religión o de otra, “no es posible un verdadero diálogo sin poner entre paréntesis la propia fe". Y eso, no hace falta que lo diga, resulta inaceptable para los cristianos.
Además de las palabras del Papa, que a pesar de no aparecer en un documento magisterial seguramente marcarán una nueva línea de actuación de la Iglesia en este terreno, contamos también hoy con las declaraciones de monseñor Amato, prefecto de la congregación de las Causas de los Santos, en relación con el conflicto planteado en Italia por la negativa de una asociación de rabinos judíos a participar en la Jornada de diálogo entre cristianos y judíos. Amato asegura que “la finalidad del diálogo interreligioso no es, como algunas corrientes teosóficas dan a entender, la creación de una religión universal, sincretista, que reconoce un mínimo común denominador". Además, el arzobispo italiano constata que mientras que en el diálogo ecuménico, las iglesias tienen “una plataforma común y compartida", la misma es inexistente en el diálogo interreligioso. En el diálogo interreligioso, añade, no debemos dudar en mostrar la propia identidad religiosa. “No se puede hacer borrón y cuenta nueva de la propia identidad cristiana", concluye Amato. Yo diría que tampoco se puede hacer tal cosa en el diálogo ecuménico, pues no es lo mismo ser católico que cristiano de otra denominación, pero eso sería tema para otro post.
Se quiera o no, el diálogo interreligioso siempre ha tenido un tufillo a sincretismo que echa para atrás. La mujer del César no sólo tiene que ser casta y honrada sino también ha de parecerlo, y esta mujer de este César ha dado la impresión de ser bastante casquivana. Por mucha buena intención que se tuviera en las dos reuniones de Asís, la mayor parte de los medios de comunicación presentaron aquello como una especie de “totum revolutum” donde no se distinguía el diálogo interreligioso del ecumenismo y donde parecía que todas las religiones se equiparaban de alguna manera.
Sin embargo, la fe cristiana es rotunda al afirmar que sólo Cristo es el Señor, que sólo en su nombre pueden alcanzar los hombres la salvación. Ni Mahoma, ni Buda, ni el judaísmo, ni los más variados politeísmos proporcionan un camino seguro hacia el cumplimiento de la voluntad de Dios para el hombre. Las “luces” que puedan haber en otras religiones no pueden llevarnos a negar lo evidente: sólo Cristo es la luz del mundo, la que ilumina a todo hombre. Cualquier actividad, por muy bienintencionada que sea, que lleve a opacar esa gran verdad, no sirve a la humanidad sino que la condena a vivir mayoritariamente en tinieblas.
Por supuesto, eso no se contradice con el profundo respeto por los que no son cristianos. La Iglesia debe de evangelizarlos pero respetando siempre su libertad para seguir siendo lo que son. El “compelle intrare” ha sido siempre un error, porque nadie puede ser convertido en hijo de Dios y de su Iglesia contra su voluntad. Ésta es fundamental ya que el cristianismo es sobre todo un encuentro personal con Cristo, y eso sólo se puede obtener con un alma dispuesta y no forzada.
Antes de dar más pasos en un diálogo que puede conducir a equívocos, creo conveniente que el Papa escriba desde la Silla de Pedro un texto claro sobre esta cuestión, que no deje abierta ninguna puerta presente y futura a la confusión. Sólo así podrá seguir avanzándose en el mútuo conocimiento y respeto entre los cristianos, al menos los católicos, y aquellos que no lo son.
Luis Fernando Pérez Bustamante
61 comentarios
Sobre el amor a Dios, amor al prójimo, según la agencia Zenit, se convocó la primera sesión. ¿Alguien dijo algo sobre esa lapidación?
Mientras no dejen de asesinar ¿qué diálogo puede haber con musulmanes?
Creo además que antes de cualquier otra cosa, debería clarificarse la validez y alcance de los documentos pontificios "prudenciales" o vinculados màximamente con transacciones polìticas o mundanales, como el citado tema de la libertad religiosa. Quizás profundizando màs en la "hermeneutica de la continuidad".
De todos modos, el problema màs candente es que la gran mayorìa de los catolicos y gran parte de la jerarquìa tendrìa problemas en aceptar sin circiterismos y pasteleadas la Dominus Iesus, declarar sin ambages que la ùnica religion de Cristo sea la catolica, que la verdad no puede ser contradictoria, y que Dios, no el hombre, es el centro de todo. Y eso no sè si se resuelve con encíclicas, el mal està muy difundido. ¿No hubo alguien que declaró, hace cuarenta años "Nosotros también tenemos el culto al hombre"?
Transmito mis dudas, ninguna certeza.
Muy acertado tu comentario. Sin embargo creo que son necesarias unas apreciaciones.
1.- Lo del diálogo interreligioso tiene un tufillo a progre que apesta. Es lo del todo vale mientras a mi no me moleste. Jesucristo dijo: "Yo soy la verdad y la vida". Y como sólo hay una verdad, Cristo, el resto no son más que aproximaciones más o menos acertadas.
2.- En lo que de verdad se deben invertir esfuerzos es en el ecumenismo. En intentar traer a nuestros hermanos en Cristo (ortodoxos y protestantes) a la verdadera fe. Eso es lo que de verdad quiere el Papa.
3.- Sólo se podría admitir diálogo con nuestros padres en la fe: el pueblo judio. El pueblo elegido por Dios debe ser nuestro punto de partida en el desarrollo de la fe cristiana.
4.- El tema del diálogo interreligioso ha sido siempre apoyado por el mundo "progre" con la intención de querer mostrar que todas las religiones son iguales, cosa que no es verdad. Los católicos, poseedores de la verdad, debemos ser capaces de poner límites al "totum revolutum" que suponen encuentros como el de Asis, que no hacen sino confundir a la gente sobre cómo se consigue la salvación, pues la única vía es Jesucristo.
+ Un saludo.
En cualquier caso, Creo que el problema viene más bien de la imagen que ha adquirido, como palabra-mito, el concepto de "diálogo" en la posmodernidad. No es raro que los políticos la usen como slogan, porque en un ambiente relativista permite poner en cuestión todo lo incuestionable. Según esta imagen actual, cuando se dialoga se debe poner, por honestidad, el propio punto de vista en duda, como si la verdad sobre la cuestión debatida se construyera como síntesis en el intercambio de dos posturas relativas. Vemos lo que supone esto en materia religiosa, dado que conllevaría la exigencia de dudar de la fe, lo cual es pecado en sí mismo y una contradicción que, en el fondo, destruiría todo intento de alcanzar la verdad.
Yo propongo, entonces, cambiar el modelo de diálogo, usando uno más escolástico, en el que se debata sobre la verdad desde posturas fijas, siendo así que el diálogo no pretenda "crear" una verdad, sino iluminar, en el mutuo entendimiento, ambas posturas. Cuando dialogo como católico lo hago sabiendo que tengo la certeza plena de que Cristo es Dios y Salvador del mundo; sé que mi interlocutor piensa lo mismo de su religión y lo respeto, aunque puedo criticar sus incongruencias en lo común (ley natural, ciencias, historia, etc.). Creo que, a pesar de que para que se realice un diálogo así hay que superar innumerables dificultades, podría convertirse en lo que realmente ha de ser el diálogo de un católico: un diálogo evangelizador. Es sólo una propuesta.
Dicho eso, el tema del post no tiene nada que ver con esa cuestión así que absténganse de más comentarios sobre lo que es o deja de ser ReL, porque no serán publicados.
Me viene a la mente lo escrito por el Cardenal Biffi, sobre la religiosa que la muerte de Juan Pablo II dijo: "Este Papa nos enseñó que todas las religiones son iguales". Claro está que esa no fue nunca ni la intención ni la enseñanza de Juan Pablo II, ¡pero cómo ha venido a confundirse todo!
Hace un tiempo que se va perfilando, en la Iglesia, una nueva dirección (o al menos una mayor precisión) en el diálogo ecuménico.
Quiera Dios que pase lo mismo con el diálogo con los no cristianos.
Sobre diálogo entre católicos y judíos, por ejemplo, se ha publicado recientemente un libro magnífico, "Le rabbin et le cardinal", una conversación (y no una disputatio, como en la edad media) entre el cardenal de Lyon, Barbier, primado de Francia, y Bernheim, el Gran Rabino del Consistorio judío de Francia. No hay síntesis ni acercamiento teológico al final, al contrario, se aclaran las diferencias, se hacen más nítidas y comprensibles.
Por eso he insitido varias veces en estos foros en la necesidad de apartar los deseos de evangelización, por muy legítimos que sean, cuando se inician diálogos "interreligiosos" : si se dialoga, no es para convencer al otro, ni para alcanzar sincretismos raros. Es para comprender mejor lo que nos separa y decirle al otro que no voy a ejercer violencia alguna contra él para que se parezca a mí.
En cuanto a estos foros, recuerdo que cuando nacieron se dijo que en Religión en libertad habría artículos católicos, protestantes y judíos. Me gustaría que un rabino del consistorio español publicara un blog entre nosotros, y diera a conocer mejor entre los lectores, mayoritariamente católicos, qué es el judaismo.
Sobre diálogo entre católicos y judíos, por ejemplo, se ha publicado recientemente un libro magnífico, "Le rabbin et le cardinal", una conversación (y no una disputatio, como en la edad media) entre el cardenal de Lyon, Barbier, primado de Francia, y Bernheim, el Gran Rabino del Consistorio judío de Francia. No hay síntesis ni acercamiento teológico al final, al contrario, se aclaran las diferencias, se hacen más nítidas y comprensibles.
Por eso he insistido varias veces en estos foros en la necesidad de apartar los deseos de evangelización, por muy legítimos que sean, cuando se inician diálogos "interreligiosos" : si se dialoga, no es para convencer al otro, ni para alcanzar sincretismos raros. Es para comprender mejor lo que nos separa y decirle al otro que no voy a ejercer violencia alguna contra él para que se parezca a mí.
Lo que realmente importa es aprender a vivir la tolerancia. Y la tolerancia SÓLO es posible desde creencias y vividuras muy firmes y arraigadas. Tolerancia no es decir "Eh, chicos, vale todo" o ese sincretismo baboso y huero por el que muchos postulan. Tolerancia es aprender a vivir al lado de un musulmán o un judío, y echarse unas risas con ellos, desde el respeto a sus personas, que no a sus creencias que sabemos son mentira. Porque la tolerancia -cansancio da tener que repetirlo- se predica de las PERSONAS, no de las ideas.
¿ Qué hay de malo en la oración conjunta chamán-Santo Padre? otra cosa es que le hubieran puesto a concelebrar o a repartir la Comunión.
Pero el que cada uno desde su tradición reze conjuntamente para pedir algo común no me parece mal.
¿Diálogo interreligoso en Asís...?
Pero si yo he oido de los mismos frailes que hasta el mismo guardián del sacro convento se las vió para poder estar allí presente.
Preguntad al Vaticano lo que ellos y solo ellos con Juan Pablo II organizaron y permitieron en altares (fue una vergüenza) sacrificando animales...
Una y mil veces más San Francisco mal entendido y abusado: él fue al sultán a convertirlo y ser mártir, no a dialogar.
Que alguien me explique lo que hace esa señora de la imagen. Está tomada de la web del Vaticano:
Cito de una crónica del primer evento en Asís:
Se fueron sucediendo la oración de los budistas, hindúes, jainistas, musulmanes, sintoístas, sikh, de las religiones africanas tradicionales, amerindia, zoroastrana, de los judíos y de los cristianos.
¿Hablamos de lo que son las religiones tradicionales africanas y amerindias?
En fin....
No se puede adorar al verdadero Dios mientras los idólatras adoran a sus demonios. Siempre ha sido así. Los mártires cristianos fueron ejecutados porque se negaban a adorar al Emperador, o tomar parte en las ceremonias idolatras.
Sabemos que el Anticristo instalará la abominacion de la desolacion en el lugar santo. ¿Qué otra cosa es, que el culto del hombre y de los demonios?
Asís es un mal ejemplo, Asís es un desarrollo desviado de la praxis catolica, y cuanto más rápido nos alejemos de esa vía mejor.
Y no es la primera vez que algunos se vuelven ebrios con otras religiones. En el Renacimiento, algúno se desubicó con Júpiter y Venus.
El “compelle intrare” ha sido siempre un error, porque nadie puede ser convertido...
¿Nunca reconoceran que además ha sido, durante siglos, un atropello criminal?
Benedicto XVI puede reconducir este asunto. Nadie niega la buena intención que marcó los encuentros de Asís. Poco más bueno se puede decir de aquello. Al menos así lo veo yo.
Sinceramente no tengo ni idea a quien rezan los chamanes y de las religiones tradicionales africanas mi conocimiento es bastante superficial.
Pero desde luego dudo mucho a Juan Pablo II le tomarán el pelo, dudo mucho que el Papa que plantó cara a los marxistas en sus propios países, el Papa que frenó la TL, que intervino a la Compañía de Jesús para evitar que se despeñará por el abismo al que iba, el Papa que criticó al ultraliberalismo.....no supiera lo que hacía al rezar con un chamán.
Fue un acto de buena fe y ya, en absoluto le hemos abierto la puerta al demonio.
"Precisamente porque Cristo es el centro de todo en la historia y en el cosmos, y porque nadie «va al Padre sino por Él» (cf. Jn 14,6), podemos dirigirnos a las otras religiones con una actitud tejida al mismo tiempo de sincero respeto y de fervoroso testimonio de Cristo en el que creemos. Pues en ellas están los «semina Verbi», los «rayos de la única verdad» de que hablaban ya los primeros Padres de la Iglesia, que vivían y trabajaban en medio del paganismo, y a los que hace referencia el Concilio Vaticano II, tanto en la Declaración «Nostra aetate» (n. 2), como en el Decreto «Ad gentes» (nn. 11, 18). Conocemos cuáles son los límites de esas religiones, pero eso no quita en absoluto que haya en ellas valores y cualidades religiosas, incluso insignes (cf. Nostra aetate, 2).
4. Estos son precisamente los «vestigios» o las «semillas» del Verbo y los «rayos» de su verdad. Entre éstas se encuentra sin duda la oración, frecuentemente acompañada por el ayuno, además de otras penitencias, y la peregrinación a los lugares sagrados, rodeados de gran veneración.
Respetamos esta oración, aunque no intentamos hacer nuestras, fórmulas que expresan otras visiones de fe. Ni los otros, por lo demás, querrán hacer suyas propias nuestras oraciones.
Lo que acontecerá en Asís no será ciertamente sincretismo religioso, sino sincera actitud de oración a Dios en el respeto mutuo.
Por eso ha sido escogida para el encuentro de Asís la fórmula: estar juntos para rezar.
Ciertamente no se puede «rezar juntos», es decir, hacer una oración común, pero se puede estar presentes cuando los otros rezan; de este modo manifestamos nuestro respeto por la oración de los otros y por la actitud de los demás ante la Divinidad; y al mismo tiempo les ofrecemos el testimonio humilde y sincero de nuestra fe en Cristo, Señor del universo." Catequesis del Papa (miércoles, 22 de octubre de 1996)
Creo que es suficientemente claro. No es precisamente Juan Pablo II un papa con medias tintas a la hora de anuncia el Evangelio. Una cosa es la valoración de lo que hay de bueno en el otro y otra es la certeza de ya tener la verdad en Cristo lo que impulsa a proponerla a tiempo y destiempo. Un abrazo
La doctrina me la sé. La teoría de Asís también me la conozco. No acusaré al Papa Juan Pablo II de nada malo. Pero aquello no me gustó. No tiene buena pinta. Y vuelvo a lo de la mujer del César. No basta con serlo. Hay que parecerlo. Y no me lo parece, qué quieres que te diga. Y como a mí le pasa a muchos.
La mencion de Juan Pablo Ii a la "Divinidad" es muy elegante, pero muchas de las religiones de Asís ni siquiera idolatraban a un solo Dios, sino a múltiples espíritus inmundos.
No es justificable entregar templos consagrados a estos desgraciados idolatras. No es justificable estar presente durante sus ceremonias, objetivamente pecados de idolatría, que no les serán subjetivamente imputables en la medida de su buena fe. Pero que no dejan de ser abominaciones.
Peor aún fue la profanacion, en Mexico, de la persona del Santo Padre, a quien una chamana le realizó una "limpia", rociandolo con agua "bendita". Marini,el inefable ceremoniero pontificio, discipulo de Bugnini, organizó seguramente esta profanacion del Santísimo. Recuerdo también la uncion con ceniza que le propinaron en India. Estos últimos actos, realizados sobre la persona del Sumo Pontífice, son verdaderas profanaciones. Su estado y edad no excusan a quienes lo rodeaban. Menos excusa al cardenal Dwicz a seguir reinvindicando el espíritu de Asís, espíritu que está afuera de la tradicion catolica.
Lo que está mal, está mal, lo haga Paco o Pedro. En ningún lado está escrito el dogma de la impecabilidad papal. Repudiamos los paganismos de los papas del renacimiento, repudiamos las prácticas judaizantes de Pedro, debemos repudiar todo lo que atente contra la fe.
El Papa lo expresa muy claramente en su carta-prefacio :
-Coincide con el autor del libro en que el diálogo no puede contribuir a acercar posiciones teológicas o de doctrina, es imposible, salvo ceder al relativismo o a la aspiración, tachada de "progre" en este espacio, y con razón, de sincretismo moral-cívico-religioso. O peor todavía, renunciar a la propia fe.
-El papa insiste sin embargo, y por eso no hay nada nuevo en el fondo de la cuestión, acerca de lo que viene haciendo la Iglesia desde Nuestra Aetate (1964), en la necesidad de llevar a cabo y profundizar ese diálogo existente, llamémosle como sea : no para acercar posiciones sobre creencias y fe, sino para conocerse mejor, desactivar violencias y sacar conclusiones en términos de convivencia social-religiosa.
Sigo creyendo, pero estoy dispuesto a escuchar argumentos, que este diálogo no puede confundirse con la evangelización. Soy católico, y asumo el deber de los católicos de anunciar el Evangelio, pero este diálogo al que estamos aludiendo, interconfesional, interreligioso o como lo queramos definir, no es ni debe ser un espacio de evangelización.
Si mezcláramos las dos cosas (diálogo entre religiones y aspiración a convertirlos), entonces nosotros, Iglesia Católica, estaríamos instrumentalizando dicho diálogo, precisamente aquel que nosotros mismos propusimos hace más de cuarenta años a las demás religiones. No jugaríamos limpio e intentaríamos alcanzar objetivos que jamás han sido ésos (en este marco preciso, entendámonos).
Perderíamos la confianza de nuestros interlocutores y se acabaría el diálogo "interreligioso", sencillamente. La perderíamos, de inmediato y en primer lugar, con nuestros hermanos judíos, quienes entendieron perfectamente lo que se les dijo al iniciarse este proceso en los años 50 y 60, desde entonces hasta hoy. No lo entenderían y tendrían razón.
¿Es eso lo que queremos?
Da igual cuantas fórmulas mágicas utilizen a lo máximo que llegan es a invocar a su propia sombra, ¿o me van a decir ahora que la Pacha Bamba o los espiritus ancestrales son tan reales como este blog?.
Estando completamente de acuerdo con todo el tufo sincrético de estas oraciones comunitarias o lo que sea, o lo que parezca, también debemos atenernos a las encíclicas de Juan Pablo II, que repite que el Espíritu Santo también se deja "ver" en otras religiones. El Espíritu sopla donde quiere.
Cierto que el demonio ha introducido sus mentiras allí, en todo lo que no sea Iglesia. Pero estamos en naturaleza caída, y aun así toda alma humana lleva impreso -aun sin reconocerlo- el ansia del Dios verdadero. Las religiones -doctrinas- son del demonio en cuanto tienen errores o mentiras, pero los fieles sí buscan verdaderamente a Dios, y puede que soplados por el Espíritu Santo.
Al fin y al cabo, al más santo el demonio le engaña al menos 7 veces al día.
Dialogar con otros fieles (según su forma de buscar a Dios) sí, papanatadas progre-sincréticas, no.
Buena clarificación del Papa.
Vale, en el Templo al fin y al cabo era el mismo Dios, pero en el Aerópago no, allí adoraban y hablaban de doctrinas de demonios, que está siempre presente en cualquier error en nuestras vidas. Vamos, que tampoco hay que tenerle miedo en exceso.
Pero insisto, que todo lo que sea incidir en la estupidez de llegar a ningún tipo de "consenso" sobre bases doctrinales, es más que necesario.
Y sí, que en este tema hace falta alguna encíclica más clara. Y no digamos sobre el tema de la "paternidad responsable" y los métodos naturales, que menudo enredo son todos los textos que nos han dado estos años.
No es catolico.
En todo caso, hay que precisar muchas cosas: la existencia de una religion natural en el hombre, y la asequibilidad de ciertas verdades por la razon natural (Dios unico, providente, retribuidor del bien y del mal), tienen como autor remoto al Espíritu Santo, dado que es el creador de la naturaleza humana. Hecha a imagen y semejanza de Dios, de allí las "logoi seminales"
Pero hablar de las religiones en el Plan de Salvacion, como si éstas fueran instrumento sobrenatural del Espíritu Santo y canales de comunicacion de la gracia, me rechina los dientes.
Creo que es un desarrollo anomalo del dogma, una desviacion. Es una doctrina nueva.
y pensandolo bien, esta doctrina nueva se conecta con las tesis de la Nouvelle Theologie, en tanto no distinguen ontologicamente entre orden de la naturaleza y de la gracia. Al confundir ambos, se introduce ilegitimamente elementos de la economía de salvacion en el régimen típico del orden caído y natural, como son las falsas religiones. Cuando en realidad, estas falsas religiones se alimentan en el mejor de los casos de la razon natural y de las rapiñas que han hecho de la religion verdadera. Ahora, pretender que esto es una accion del ESpíritu Santo en la línea de su actuacion en la Iglesia, es una exorbitacion de la economía de gracia. No digo que a nivel individual el Espíritu Santo actua extraordinariamente la economía de gracia, lo que niego es que las religiones sean canal de gracia de tal actuacion. Por cierto, Dios hace de las piedras hijos de Abraham, y puede sacar gracia de la accion de un demonio, pero eso no es "canal de gracia" al modo de la Iglesia. No hacer la distincion clara es lo que induce a estos sincretismos, oraciones comunes y confusiones típicas del postconcilio y agudizadas durante el pontificado de Juan Pablo II. Iniciativas que tuvieron la objecion del card. Ratzinger, vale la pena acotar.
En la Humani Generis hay varios desarrollos contrarios a estas doctrinas.
fritos estaríamos, si como catolicos, lo único que podemos oponer a los progres es el argumento de autoridad en materias que no gozan de asistencia especial, como es la conducta de los Papas o sus declaraciones coyunturales. Pues como si los catolicos, en la época de Lutero, hubieramos refutado a los protestantes exaltando el porte de Julio II y la gracilidad con que llevaba la espada, o desmintiendo la paternidad de los hijos de Alejandro VI.
Los Papas son custodios del depósito de la fe, y no al revés. Que Juan Pablo II haya sido admirable en tantos aspectos no es un argumento de autoridad frente a sus errores, que la historia juzgará.
Está claro por la historia de San Pedro (que, permiso a los wojtilomanos, parece que era un Papa más grande que el Magno) que los Papas no son impecables, que se pueden equivocar en cuanto doctores privados, y pueden hacer cosas erroneas o desviadas. Dos veces claudicó Pedro: en la confesion de Cristo, nada menos, y en judaizar frente a los gentiles.
"Aunque un angel del cielo bajara y os predicara un Evangelio distinto del que os predico, no le creais".
Independientemente del hecho de que uno crea ó no. Si no me equívoco la Iglesia defiende que los ángeles y demonios son seres espirituales.
Nosotros somos materia así que poco podemos hacer para invocar y menos aún controlar lo no corpóreo.
Todo lo relacionado con estos asuntos no es más que charlanatería barata, por ello los cristianos nos hemos de oponer a estos engaña-bobos, básicamente porque estafan al indefenso.
Ahora bien paso de creer que una santera de bajos fondos puede hacer presente a satanás.
Si recuerdas el pasaje, Pablo prácticamente no tuvo éxito evangelizador en el AREópago, sino más bien todo lo contrario. Y eso que sus oyentes se escandalizaron cuando les habló de la resurrección de los muertos, nada menos. En este sentido, estoy de acuerdo con dante en no confundir diálogo interreligioso con evangelización.
Claro, que el impulso que siguió San Pablo al hablar a los areopagitas fue claramente evangelizador. Sin ir más lejos, les predicó al Dios Desconocido (para ellos). Pero, ay amigo, en el tema interreligioso, ¿realmente rezamos al mismo Dios? ¿No deberíamos los cristianos dar a conocer lo que otras religiones por completo desconocen?
En cuanto a la postura papal, yo estoy tranquilo con quien por tantos años ha sido el "Guardián de la Fe", ahora en la cátedra de Pedro.
"...¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos? Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. Etc.
1ªCo 10:20-22
Gracias
Depende de lo que uno comprenda por esta prohibición, para mí la condena evangélica se basa en que es una estafa. Vamos que va en contra del séptimo mandamiento el de no robarás.
Yo no es que no crea en los seres espirituales que el Catecismo indica que existen simplemente señaló que el mundo del más allá no tiene ninguna vía de comunicación con el de aquí. ¿ O es qué acaso crees que los muertos regresan?.
Los ángeles y demonios existen en otra realidad y dicho sea de paso, lo que se habla de ellos en las Escrituras es bastante poco el resto no son más que invenciones humanas. Es más cuando yo me encuentre con un ángel (que es lo que espero encontarrme al morir) posiblemente me hará gracia ver lo distinto que son a lo que nos han vendido.
Demasiada influencia New Age veo en este asunto. (Aunque el tema es más viejo que el mundo).
Hechos 16,16-18
Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.
Influencia New Age, nada. Revelación de Dios.
¿Cómo que "el mundo del más allá no tiene ninguna vía de comunicación con el de aquí"? ¿Y para qué demonios, y nunca mejor dicho, están los exorcistas?
De acuerdo que igual tenemos una serie de imágenes erróneas de lo que son los espíritus del mal, pero eso no quiere decir que no existan, ni que interactúen con nosotros. ¿O tú no tienes tentaciones? Yo sí. Cristo las tuvo. Y por cierto, fueron muy serias, no de las de ver a una chavalita ligera de ropa, sino ontológicas, muy profundas, que tenían que ver con lo que Él era y su misión.
Y lo que la Escritura prohíbe con respecto a estas prácticas no va contra el séptimo, chato, va contra el primero. No es estafa -sólo, que también-, es idolatría.
Satanás existe, actúa (también por medio de charlatanes), y hoy más que nunca es el príncipe de este mundo.
No pretendo ofender, pero sinceramente a mí el tema del demonio me parace algo más serio que un argumento de Serie B.
En fin, cree lo que te apetezca.
Oiga pues podían venir a visitarme una serie de personas que conozoco y que han muerto en los últimos años.
Bromas aparte, yo simplemente defendió la separación materia-espiritu, por el mundo no se van paseando ángeles y demonios que luchan encarnizadamente por nuestras almas.
Las tentaciones nos surgen por nuestra naturaleza caída, somos nosotros los malos no necesitamos a los demonios para eso. Los que necesitaron al demonio fueron Adán y Eva precisamente porque estaba en condición de prepecado original.
Pero vamos yo cuando peco asumo la responsabilidad total, ¿para qué está la Confesión? oiga si hemos pecado por influencia de un ser que es superior a nosotros, no tendríamos culpa de nada y no me parece que es eso lo que la Iglesia Católica enseña.
No niego el carácter idolátrico de las charlatanerías esotéricas pero me reafirmo en mi convicción de que detrás de esas idolatrías no hay más que el vacío.
No niego la existencia del demonio, pero no pienso otorgarle un poder que no tiene, seamos honestos intelectualmente hablando.
LF,
Hombre Jesús reunía en sí mismo una doble condición: la divina y la humana formando una unidad, por ello no me extraña que hablará con el demonio.
Pero que yo sepa desde Él ningún ser divino ha vuelto a pisar la tierra.
Pero si empezamos un debate de lo que la ciencia es capaz de demostrar, ya que hablas de explicaciones racionales, apaga y vámonos, que a mi eso me cansa de la leche. Y te lo dice un científico. Vamos, que paso de buscar una explicación racional a la existencia del mal, y de cómo actúa en el hombre.
Hombre Jesús reunía en sí mismo una doble condición: la divina y la humana formando una unidad, por ello no me extraña que hablará con el demonio.
Pero que yo sepa desde Él ningún ser divino ha vuelto a pisar la tierra.
Aaaah, ya... va a ser eso, sí.
En fin, digo lo de antes. Cree en lo que te apetezca. Yo creo lo que enseña la Escritura y la Iglesia sobre este tema.
Por cierto, yo no diría de Satanás que es "un ser superior" a nosotros. Nosotros somos libres, y aunque pequemos por su influencia, por su seducción, no somos marionetas. El pecado conlleva total libertad y total voluntad. Digo yo.
Y no defiendas tanto, Josafat, la separación materia-espíritu. El hombre es una unidad. Eso es antropología teológica básica, vaya. Y en todo caso, en la entidad personal es más identificativo el pneuma que el soma.
En fin, me voy a dormir, que es mu tarde pa esto, y además mañana hay partido.
Una cosa es el respeto, otra la obligación de evangelizar. Si esto no lo tienen claro quienes se reúnen con otras religiones, es que andan muy desnortados.
El ímpetu que llevó a San Francisco de Asís a Tierra Santa era convertir infieles.
Es cierto que se necesita mucha más claridad, porque por lo que vamos leyendo se está confundiendo el culo con las témporas.
Saludos
Bastaría a mi entender con que nos tuviéramos, unos a otros, cierto respeto y algún amor, civilidad al menos para estar juntos y hacer cosas juntos, sin que eso suponga renuncia alguna en anunciar "la alegre noticia". Por eso estas cosas del diálogo mejor será dejarlas para charlas de café o para comentar el partido del domingo; digo yo. Por lo demás -esto se sabe- la conversión es un don, una luz que viene "de fuera y de lo alto".
Nuestro Papa actual, Su Santidad Benedicto XVI, va a seguir en ello, sobran las demostraciones de su "empeño" : la invitación que personalmente le hizo al Rabino de Jafa para el reciente sínodo cardenalicio, a sabiendas, porque conoce muy bien y desde hace muchos años a ese prelado judío, de que podría haber algún rifirrafe (y de hecho lo hubo) ; su reciente invitación - encuentro con responsables e intelectuales musulmanes, entre ellos gente tan poco recomendable como Tariq Ramadán, recibido en el Vaticano a sabiendas de que es un indeseable en muchas democracias occidentales, por su odio bien conocido hacia Judíos y Cristianos ; su próxima visita a Tierra Santa, que marcará un hito, pues no olvidemos que, además de ser Papa, es alemán...
Por eso insisto tanto en que no haya malentendidos sobre lo que, según entiendo, significa el anhelo de diálogo interreligioso por parte de nuestra Iglesia : ni aprovechar con nocturnidad y alevosía dichos encuentros para pretender evangelizar (hay otros espacios y contextos para la evangelización), ni pretender alcanzar la suprema síntesis de la verdad religiosa postmoderna.
Lo explica el Papa, ¿qué puedo añadir yo? Esto es lo que escribe Benedicto XVI en la carta - prefacio : el diálogo es importante porque "es necesario afrontar en el ámbito público las consecuencias culturales de las decisiones religiosas de fondo. Aquí, el diálogo, una mutua corrección y un enriquecimiento mutuo son posibles y necesarios."
En el primer argumento creo que estamos todos de acuerdo : dialogar porque compartimos los mismos espacios sociales ; en el segundo, que dialogar con Judíos o protestantes nos pueda enriquecer, pues eso es lo que dice el papa, no creo que estemos todos de acuerdo. Yo sí comparto la idea del Papa.
Yo me atengo al Magisterio, no a tus opiniones. Me atengo al Magisterio y miro con lupa y cuidado cosas como las de Asís, que son práctica DENTRO de la Iglesia, pero a saber si todo ello conforme al Magisterio.
Es un tema complejo, en la frontera, toda esa forma de poner en práctica el Magisterio.
Como es evidente que no lees muchas encíclicas, te recomiendo una lenta lectura de todas las de Juan Pablo II que tocan el tema de Verdad y del soplo del Espíritu en otras religiones.
Entonces comprenderás qué trato de decir y qué matices he tratado de incorporar.
En cualquier caso como me parece que, por la vía de la praxis, (y de la charlatanería mediática) la balanza se había inclinado demasidado en el lado del "to er mundo é güeno" me parece más adecuado el poner el acento en donde lo pone el blogger.
Bendiciones.
¿Tú estás seguro 100% de que el Papa no tiene ningun afán evangelizador en esta aventura? Te hago la pregunta en serio, porque no lo sé, no es retórica.
No sé, es que eso no se deduce de la frase "es necesario afrontar en el ámbito público las consecuencias culturales de las decisiones religiosas de fondo. Aquí, el diálogo, una mutua corrección y un enriquecimiento mutuo son posibles y necesarios."
Una cosa está clara: quien corrija, en un diálogo, ha de estar dispuesto a que a su vez lo corrijan. Y eso no ocurre en la evangelización. Pero, ¿hasta qué punto hemos de tener los católicos esa disposición?
No me quedo tranquilo, no me suena del todo bien lo de "aprovechar con nocturnidad y alevosía dichos encuentros para pretender evangelizar". Creo que un cristiano está, por su bautismo, adherido, asociado a la misión evangelizadora. Insiste a tiempo y a destiempo, le dijo Pablo a Timoteo. (2Tm 4, 2).
¿Que la Iglesia tiene un anhelo de este diálogo? Estupendo. Pero no creo yo que deba desdeñar su principal misión, precisamente, cuando busca el ansiado diálogo.
En cuanto al diálogo con otras confesiones cristianas, la encíclica "Ut unum sint" (Para que seamos uno) de Juan Pablo II, marca una línea y una tendencia. Creo también que se han dado muchos pasos hacia adelante, y alguno hacia atrás, con ortodoxos, heterodoxos (los separados antes del s. V), anglicanos y protestantes serios (no me refiero a toda esa barahunda enloquecida de evangelistas de mil pelajes, a cada cual más disparatado). Yo mismo he participado en algunos encuentros con resultados muy positivos (hablo de gente como Alisdair McIntyre, Stanley Hauerwaas, John Milbank, Joel Schuman etc). En todo caso el proceso será minucioso, largo y sin brillo.
1-Lo de "nocturnidad y alevosía" era, evidentemente, una amable e inofensiva provocación por mi parte, pues no existe tal intención en nuestra Iglesia.
2-La evangelización es ciertamente importantísima, más que el diálogo. Pero me refiero a que no todos los contextos sirven para dicha evangelización, y en particular no debe usarse un espacio de diálogo no-evangelizador que nosotros mismos hemos promovido.
3-Estoy de acuerdo, el diálogo será "sin brillo", y mejor así.
4-También estoy de acuerdo en que el diálogo son "diálogos":
-con el Islam, se trata de pacificar al máximo la relación y desactivar persecuciones.
-con los protestantes, hay diálogos muy fructíferos y sinceros en países donde el protestantismo "serio" es histórico. Con esos hermanos se puede hablar y rezar, en mi parroquia lo hacemos cada año (en el sur de Francia, donde la Iglesia reformada tiene cinco siglos de historia, fue cruelmente perseguida por los nuestros y han cicatrizado las heridas). Otra cosa son los energúmenos de las nuevas sectas protestantes, con su odio visceral anticatólico, pero no creo que nadie dialogue con ellos...
-con los ortodoxos, algunos por lo menos, creo que el papa alberga esperanzas serias, ya veremos, no tanto de evangelizarlos sino de volver a la unidad que jamás de debió perder.
-Con los Judíos, es otra cosa, no se puede comparar este diálogo con ningún otro, merecería una reflexión en sí, muy amplia. Yo, que no soy nadie, un pobre ignorante que lee sin entender casi nada del misterio sólo en parte revelado, participo en reuniones de amistad judeocristiana (presididas por el cardenal primado de Francia y por el Gran Rabino de París) extraordinarias, donde intervienen rabinos y biblistas judíos que conmueven por su sabiduría, humanidad y tolerancia. Nuestros teólogos y exégetas no se quedan atrás, por su inmenso nivel intelectual y espiritual. Cuando la inteligencia y el amor se unen, el diálogo toma sendas inesperadas.
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