Ha sido Uriarte, no Rouco, quien ha paralizado la reedición del libro de Pagola
Cuando esta mañana he leído en Religión Digital, que citaba a El Correo Digital, que Rouco impedía la publicación en catalán del “Jesús” de Pagola, di por hecho que las cosas eran más o menos tal y como relataba, pero pensando que la cuestión no era tanto de Rouco, quien como mucho habría dado el visto bueno, como de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe.
Pero hete aquí que uno va ya teniendo fuentes absolutamente fiables de información y una de ellas me ha confirmado que no ha sido ni Rouco ni la Conferencia Episcopal quienes han hecho tal cosa. Ha sido ni más ni menos que el obispo de San Sebastián, Monseñor Uriarte, quien se ha encargado personalmente de paralizar no sólo la edición en catalán, sino cualquier tipo de edición o re-edición del libro en cualquier idioma, incluido el castellano.
Por tanto, el intento de echarle la “culpa” a Rouco de la censura a Pagola queda desacreditado como una burda falsedad. Es el obispo de Pagola quien se hace responsable de impedir que la obra heterodoxa de su sacerdote siga en el mercado tal y como fue escrita. Parece ser que es también Uriarte quien está embarcado en la tarea de que el libro se re-escriba de tal forma que sea conforme a la fe de la Iglesia. Lo cual, en mi modesto entender, es ciertamente una labor titánica, pues Pagola partió de una metodología errónea que necesariamente ha de conducir a conclusiones heterodoxas. Así que, una de dos, o Pagola re-escribe prácticamente todo, ante lo cual estaríamos ante un nuevo libro, o no habrá manera de que salga bien librado del lío en el que se ha metido.
Respecto a Monseñor Uriarte, creo que es de alabar su determinación. Él sabe bien que Roma estaba dispuesta a intervenir, lo cual habría abocado a la iglesia vasca a una crisis sin precedentes, pues Pagola es allá una especie de gran gurú. Es mejor que sean los obispos quienes lleven a cabo la tarea de corregir los errores doctrinales de sus propios sacerdotes. Roma debería de quedar para los casos más sangrantes e irreversibles. El obispo de San Sebastián marca el camino a seguir por sus compañeros de episcopado y espero que el resultado final de sus gestiones sea la plena rectificación de quien fue vicario de su diócesis en tiempos de Monseñor Setién.
A su vez, la figura de Pagola y su obra están muy bien vistas entre gran parte de los religiosos españoles. Me pregunto qué harán ahora todos aquellos que defendieron el libro que tan claramente es rechazado por el magisterio de la Iglesia. Me pregunto si los que, habiéndolo leído, no fueron capaces de entender que ése no era el Jesús de la Iglesia, serán capaces de preguntarse si el Cristo en el que ellos creen es el Cristo de los evangelios y de la fe católica. Sinceramente, yo me lo haría mirar, porque es obvio que si me diera cuenta de que no creo lo que cree la Iglesia, el que tiene que cambiar soy yo y no la Iglesia.
Luis Fernando Pérez Bustamante