Entrevías, "en vías" de solución

Nos informa José Manuel Vidal de que el conflicto de Entrevías puede solucionarse en cuestión de días. Dice el director de Religión Digital que "se impuso la solución negociada, sin vencedores ni vencidos". Y resulta que dicha solución consiste en "dejar sin jurisdicción la parroquia y reconvertirla en un centro de ayuda a los marginados. Está sin decidir todavía el nombre concreto que asumiría, a partir de ahora, la ex parroquia de San Carlos. Eso sí, el término parroquia no aparecerá para nada en la nueva denominación. Se busca un nombre que podría girar en torno a «centro evangelizador» o «centro misional». Eso sí, los tres sacerdotes podrían seguir al frente del nuevo centro y sin la tutela de Cáritas Madrid."

O sea, lo único que ha cambiado respecto a la propuesta inicial del obispado es que lo que salga de ahí no dependerá de Cáritas sino que será totalmente autónomo. Pero no será parroquia. Y digo yo, ¿para semejante viaje hacían falta esas alforjas?

Dicen desde el arzobispado que el cardenal está aliviado: "Para que se vea que, en la Iglesia, entre un obispo y sus curas siempre hay espacio para el perdón y la fraternidad. Sin baculazos. Y eso que al cardenal no le faltaban motivos, pero ha hecho gala de una paciencia y de un temple de maestro, pero también de padre". En la reunión no se habló de excomuniones ni de suspensiones a divinis.

Pues nada señores, si el cardenal se siente aliviado y los curas de Entrevías están dispuestos a aceptar lo que les han propuesto, pues aquí paz y después gloria, fueron felices y comieron perdices, colorín colorado este cuento se ha acabado.

Todos hemos aprendido de lo ocurrido. Algunos ya sabemos que el hecho de montar un cirio tremendo en los medios de comunicación, permitir la profanación de la Eucaristía y pasarse todas las normas de la Iglesia por el forro no implica necesariamente la suspensión a divinis. Ahí está el cardenal "padre", para dar ejemplo de talante y caridad cristiana y lanzar mensajes zapateriles a todos los disidentes presentes y futuros: "mientras al final seáis buenos y aceptéis lo que os digo, haced lo que os dé la gana". Y, efectivamente, otros habrán aprendido que aunque al final se ceda ante la autoridad eclesial, habrá merecido la pena hacer toda la bulla posible. Y que se haga lo que se haga, uno puede seguir siendo sacerdote de la Iglesia Católica mientras al frente de la misma esté un cardenal arzobispo como Rouco Varela. Pues nada, maravilloso. Vivan la paz, la concordia y la comunión eclesial.

Luis Fernando Pérez Bustamante