El difícil equilibro entre verdad y caridad
La Iglesia, afirma la Escritura, es columna y baluarte de la verdad. A los cristianos, afirmó el Señor, se nos ha de distinguir por el amor. La fe es imprescindible para agradar a Dios. Mas la caridad es mayor que la fe. Y San Pablo nos dice que lo único que vale en Cristo es la fe que obra por la caridad. Por tanto, si a la fe la vaciamos del amor, de nada vale. Y si a la caridad la adornamos de una fe falsa, se prostituye y deja de ser verdadera caridad.
Cuando se observa la historia de la Iglesia es fácil constatar que siempre ha existido una tensión entre la caridad y la defensa de la fe, de la sana doctrina. La verdad no siempre se ha abierto camino bajo el paraguas del amor y la misericordia, lo cual ha afectado, se quiera o no, a su belleza ante los ojos del mundo. Toda defensa de la verdad es un acto de caridad porque sólo la verdad nos hace libres para amar y ser fieles a Dios, que es la única forma de ser verdaderamente libres. El amor cristiano no es debilidad ante la mentira, ni pusilanimidad ante quienes la difunden. Pero tampoco es propio de la caridad divina -Dios es amor- el usar la verdad cual arma de destrucción masiva, que no concede al que está errado la posibilidad de levantar la cabeza. El verdadero padre siempre anhela el regreso del hijo pródigo, no para azotarle sino para recibirle con los brazos abiertos. Y el hijo pródigo sólo recibe el amor de su padre si reconoce primero su error y emprende el camino de vuelta a casa.
El orgullo es mal compañero de camino tanto para el que está en la verdad como para el que camina alejado de ella. Para el primero, le impide ser instrumento de corrección del segundo. Y para el segundo, le aleja del camino de la conversión, siquiera por no reconocer la razón que tiene el primero. Ambos necesitan de la conversión. Pidamos a Dios que nos convierta a su verdad y a su amor. Nadie puede afirmar que no cojea de una de esas dos piernas que nos han de llevar al Padre de la mano de Cristo. Yo desde luego reconozco que estoy muy cojo. No creo que haga falta que diga de qué lado. Se me nota mucho.
Fil 4,7
Luis Fernando Pérez Bustamante
53 comentarios
Dios te bendiga, Dios te bendecirá con ese equilibrio. Dejemos pasar años sin dejar anidar orgullos.
Aprovecho para animar a otros a pasar a leer de cuando en cuando el blog de Mons.Sebastian, y sus comentarios, en los que también aplica su logo, perdón, su lema episcopal Veritas in Caritas.
Precisamente hace casi un mes me expulsaron de un foro por llamar "teólogo de pacotilla" a un teólogo de pacotilla (y es que nada más de pensar los disparates que había pontificado me hubiera provocado decirle más). Muchas veces he sido bastante duro con protestantes. Y aunque razones he sentido no han faltado, lo cierto es que quien se va a dedicar a la apologética debe saber que tiene que estar preparado para hacerlo con caridad.
Sino, ocurre lo que dice Luis Fernando. El protestante aunque vea claramente que en uno que otro punto no tiene razón, nunca se convertirá solo para no dar la razón al otro.
Precisamente si Luis Fernando es hoy católico y no protestante, es porque alguien pudo platicar con él con caridad.
Gracias Luis Fernando por el post.
Si la caridad cubre muchos pecados (1ª Pedro 4,8), la ortodoxia también (Santiago 5,19-20).
Si una de las dos falla, peor es siempre que falle la caridad: "Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad"
Ya podría yo saberme los 1752 cánones; ya podría yo tener tanta fe como para trasladar montes; ya podría yo dejarme encarcelar y matar por defender los dogmas; ya podría yo saberme el catecismo, proclamarlo y denunciar a quienes difunden errores; ya podría yo tener el don de todos los conocimientos en materia de ortodoxia...si me falta el amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe
Hay quien dijo que la caridad no es jactanciosa, no se deja llevar por la ira, la caridad es paciente y muestra comprensión .
Al final, no nos examinarán de doctrina: nos examinarán del amor. ¿O no?
¿ El día del juicio nos preguntarán el catecismo? ¿Nos harán recitar el Credo? ¿Nos preguntarán por encíclicas de León XIII? ¿Tendremos que demostrar sabernnos el CDC?
¿Nos preguntarán si nos mostrábamos justos ante los hombres mientras por dentro éramos nido de podredumbre? ¿Si alargábamos nuestras filacterias y buscábamos puestos de honor?
¿Nos preguntarán si pagábamos el diezmo de la menta, del eneldo y del comino aunque abandonáramos lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia?
¿Tendremos que responder a todo esto ésto: "Señor, "¿cuándo te vimos hambriento o sediento, peregrino o desnudo, enfermo o en la cárcel y no te asistimos? " O mejor aún, respondemos recitando el credo, el catecismo y el CDC? Y ya somos salvos.
Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.
La caridad es imprescindible. La verdad también. En nombre de la caridad no se puede dejar de defender la verdad. La clave es saber usar la caridad para defender la verdad.
Y sin duda, una buena confesión es necesaria. Por eso Cristo preguntó a sus apóstoles: ¿y vosotros quién decís que soy yo? Sobre la persona y la respuesta a esa pregunta Él edifica a su Iglesia.
comprendo el "pathos" de tu post. Pero no dejemos que las manipulaciones de los heterodoxos nos acomplejen. Que por decir la verdad no se falta a la caridad. Hay que hacer la "caridad de la verdad", que dice san Pablo. Y esto a veces exige despertar las conciencias aletargadas y aburguesadas con un par de invectivas. "Incrépalos con ira", como dice la Escritura. Y como magníficamente lo mostró ese gran escritor antiburgues que fue Leon Bloy.
A veces el método de la cortesía y los arrullos no sirve para nada, en el contexto irenista de hoy en día. Entonces, hay que usar "tratamientos de shock" como ese personaje de Chesterton en su novela Manalive,que sacaba el revólver y amenazaba con matar a los "hartos de la vida".
No hacer odiosa la verdad, por cierto. Tampoco hacerla tibia o aguachenta.
Podemos humillarnos nosotros, besar el suelo, decir que somos,como lo somos, pobres pecadores y que sin la gracia de Dios seríamos los mayores criminales del planeta.
Pero nunca podemos humillar a la verdad en nombre de la caridad.
Y devolveremos al Señor la túnica blanca de nuestro bautismo, blanca por la fe de la Iglesia que hemos sabido mantener.
Por otro lado, no busquéis en la escritura frases ni citas. El texto-prueba no vale. El Espíritu de la Escritura y el de la Palabra de Dios, que es más que la Escritura, da un testimonio unánime. La caridad es el camino mejor, tal y como quiere mostrárnoslo S. Pablo y tal y como lo experimentamos todos en la vida. La verdad no nos salva. Nos salva el Amor; nos salva Dios, que es amor. Sigue empeñado en el error, tratando de justificarte. Piensa que no te justificas tú, sino aquél que te ama y murió por ti.
Tienes toda la razón. Eso dice Jesucristo. Nos examinarán de Amor. La Caridad es lo único que permanece. No nos harán recitar un credo, sino que Dios nos dirá que creíamos en él cuando amábamos al prójimo, y que no creíamos en él cuando le echábamos en cara a otros que "curaban en sábado". Que le amábamos a Él lo supiéramos o no, cuando creíamos en la fuerza del Amor, y tratábamos a los demás como nos gustaría que nos tratasen a nosotros.
Es cierto que quien no recoge con Cristo desparrama, pero recoge con Cristo el que ama como Él, no el que dice Señor, Señor.
Los partidarios de la "santa ira" buscan pretextos para darse el gustazo de ponerse por encima de los demás, aunque se excusen en una falsa modestia, cuando a poco que lo piensen se darán cuenta que presentan una imagen del cristianismo aborrecible que aleja a las personas de Jesucristo.
Confesar la verdad que creemos, proponerla, dar razones de nuestra esperanza. Pero yo soy muy consciente de lo que hay detrás de mi santa ira, y los que no reconocen lo que hay detrás de la suya se hacen un flaco servicio a sí mismos y un peor servicio a Dios.
Si yo no soy una buena cristiana, no es por mis posibles heterodoxias, sino por mi falta de generosidad y de amor.
Que nadie piense que estoy diciendo que da igual lo que creas, puesto que según lo que creas puede quedar dañado el amor. Es bueno confesar que Dios nos amó primero y que nos pide que amemos como él nos ha amado. Y ser consecuentes.
Buenas noches a tod@s. Hasta pronto.
Paz y bien
Espetar la "verdad" como quien da un puñetazo... ¿Santa ira para despertar conciencias o para espantar aún más los afligidos, pecadores, timoratos, perdidos, débiles, atrapados en sus escalvitudes, abrumados por la culpa...? Porque es a ésos a los que hay que ir a buscar.
Pienso con "paralavida" que la verdad no nos salva.
Blanca Guerrero: yo no he dicho que "bienaventuranzas, las obras de misericordia, la caridad estén en contra de los mandamientos" Por favor, dime dónde lo he dicho. He citado a Pablo: "la mayor de todas ellas es la caridad"
Blanca, en resumen: ""Hay que hacer esto sin descuidar aquello" creo que es frase de Jesús, más que de Fray Nelson, o de Chesterton o de Leon Bloy, quienes, por otra parte, es lógico que suscriban la cita de Mateo 25. Y quien describe a la caridad en términos de mansedumbre y paciencia (no "aguachenta") es Pablo.
Luis: no encuentro en la escritura dónde dice Jesús que recitaremos el credo para entrar en la vida eterna. En cambio sí he encontrado "Venid benditos de mi padre....porque tuve hambre...etc" ¿Manipulaciones de los heterodoxos?
Aunque podría ocurrir que el día del Juicio, si tú tienes ese especial prurito, el Señor en su inmensa bondad te sonría y te diga cariñosa y amistosamente: "Vení, bendito Luis porque tuve hambre y vos me diste de comer.... etc, así que sos salvo, y ahora recitá el Credo, pibe, y entrá más tarnquilo en la Gloria...y luego, si querés, también recitá el CDC, la eternidad da para eso y más". (Permitime el chiste, Luis, pero es que una vez oí decir a un compatriota tuyo que Dios, como todo el mundo sabe o debería saber, es argentino).
Suscribo lo que dice Asun: "que nadie piense que estoy diciendo que da igual lo que creas, puesto que según lo que creas puede quedar dañado el amor"
Y añado que creo, y lo creo avalada por la Escritura y la experiencia, que el binomio verdad/error sólo importa en la medida en que afecte a la caridad.
Es domingo: me voy a pagar el diezmo de la menta. Y a misa. Pero si voy para que se me vean las filacterias y llego pronto para pillar un buen sitio y se me vea bien y, luego de hacerlo, no me empleo a fondo en la bienaventuranzas, en las obras de misericordia y en la caridad tal como aparece en I Corintios 13, ¿qué me aprovecharía?
(gracias por publicarme el comentario anterior)
Anoche te dejé un comentario al respecto. En fín para quienes no quieren saber nada del CDC, les diré que sirve mucho para aclarar ideas sobre la propia fe. A mí me va bien, al menos sé que lo que leo es lo que confieso en el Credo.
Dice: "La verdad no nos salva. Nos salva el Amor; nos salva Dios, que es amor."
Un pequeño recordatorio: Dios también es la Verdad ("Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida"). Por lo tanto, según su comentario, si la Verdad no nos salva, es que Dios no nos salva.
Una caridad que excluye la verdad no es verdadera caridad.
El artículo de LF me ha parecido mucho más equilibrado y completo, la verdad.
Quien quiera ser salvado, antes de cualquier obra, que tenga la verdadera fe catolica y apostolica
Punto
si no lo encuentras en las Escrituras es poque no buscas:
"A quien me confesare ante los hombres, yo lo confesaré ante mi Padre"
"Ese es el Anticristo, el que no confiesa que el Cristo ha venido en la carne"
"El que creyere se salvará, el que no creyere se condenará".
Ahora permanecen estas tres cosas: la fe, la esperanza, la caridad; pero la más excelente de ellas es la caridad.
A eso me refiero, Luis.
O como Santi, que me anda persiguiendo por todos los blogs para decirme cuán harta está de mí, ¡qué obsesión!
Santi, si alguien te engaña creyendo hacerte un favor... no hay que ser doctor en teología ni catedrático de ética para darse cuenta de que esa persona SÍ te ama. Puede errar en su conducta (o no, que hay verdades y verdades, las hay que matan), pero si cree hacerte un favor, te ama. No retuerzas más las cosas: no voy a entrar al trapo de Zapatero y los homosexuales, ni pienso tener bronca contigo a costa de lo de siempre: los homosexuales, etc.
El CDC interesa a todos, y sobremanera nos interesa a quienes estamos algo moscas con que se le acabe dando más importancia a un conjunto inabarcable de normas como el diezmo de la menta o a una oración del siglo III ó IV (por muy santa y católica y resumen doctrinal que ésta sea) que al mensaje directo de la palabra de Jesús. No sólo sí nos importa, sino que a lo mejor lo conocemos un poco mejor que la media, precisamente para poder hablar con conocimiento de causa de algo que nos preocupa tanto.
Así que comparar la caridad con la fe, y no con la Verdad, es como comparar las peras con las manzanas. No es que la Verdad sea inferior a la Caridad, es el fundamento de ella: Jesús dijo "YO soy la Verdad".
La fe es inferior a la caridad por una deficiencia vinculada con la estructura viadora del ser humano, que no puede contemplar en esta vida la verdad cara a cara. De suyo, como enseña Santo Tomás, la primacía en la visión beatífica es del intelecto. Intelecto amante, intelecto queriente, pero intelecto.
Felicidades, Luis Fernando, por este texto que nos ofreces. Muchas gracias.
si no te gusta el credo atanasiano, núcleo de la fe de la Iglesia de los Padres y resumen de la ortodoxia, aquí tienes NT:
San Pablo, "sin la fe es IMPOSIBLE agradar a Dios".
Y Cristo Nuestro Señor, sin manipulacion alguna:
"EL que creyere y se bautizare se salvará; el que no creyere y no se bautizare se condenará"
Quizás no está en el evangelio de Pagola, en el mío sí.
Pues entonces, San José no se salvó y la Virgen tampoco. Y qué decir de esa niña de Sudán, que no conoce el Evangelio...ni tiene quien le bautice ni quién le hable de Jesucristo. Se condenará, evidentemente. Por favor, Luis, un poquito de por favor... que pareces ignorante... El fundamentalismo a la hora de leer e interpretar la escritura en la Iglesia es un error. Lo dice la Iglesia en ese documento que a ti no te gusta del año 1993 y que cita más de veinte veces el Instrumentum Laboris que han preparado para el Sínodo sobre la Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia que va a tener lugar el mes de Octubre. Por cierto, muy interesante ver que el Instumentum Laboris le da más la razón a Pagola que a los obispos de esa comisión española que, quiados por el cazador de recompensas Iraburu, que condenó a la hoguera incluso al mismo Ladaria, han escrito hace poco. Esperemos a los debates sinodales y a los planteamientos de Benedicto sobre el tema, esperemos antes de que acabe el 2009. A él le queda poco tiempo.
No,¿verdad?
He dicho, no sé si merece la pena repetirlo, que entre una oracioón de los siglos III ó IV y ICor 13 o el mismísimo evangelio, me quedo con esto último. me dirás que es lo mismo. Pero no. Y si lo es, pues me sobra.
Así que, según Sto. Tomás y tú, donde San Pablo dice una cosa que todo el mundo entiende de una manera clara como "la más excelente de ellas es la caridad", en realidad quería decir otra cosa, quería decir lo contrario.
Luis. Pues yo no leo más la Escritura, si donde dice "la más excelente" quiere decir "lo último", no sé para qué leer la Biblia.
no discuto lo que dice san Pablo. Vuelve a leer lo que dije. La fe es una virtud impefecta, por la natura viadora del hombre. En la gloria, la fe se transforma en Visión, y es superior a la caridad. La verdad es fundamento de la caridad, como la Inteligencia divina es fundamento de su Voluntad.
Y la cita "El que creyere, se salvará?" No me dices nada. Mirala en la Catena.
acabo de caer en que en este post, algunos estamos defendiendo la intuicion correcta de la fe como principio de justificación, que tuvo Lutero, en tanto los "progres" defienden a las obras como prevalentes a la fe. Parece que la contrarreforma barroca sigue viva, y no en los tradicionalistas o tomistas precisamente.
Gracioso estar defendiendo tesis luteranas para un tradicionalista como yo. A ver cómo se arregla.
Pues bien, de todo laberinto se sale por arriba: si bien la fe es principio de justificación, y raíz de toda acción buena, medida de toda bondad y sin la cual es imposible agradar a Dios, si esa fe:
1) no se estructura en una metanoia o transformación real interior (aquí frunce el ceño Lutero, que considera la naturaleza humana irremediablemetne corrompida) y
2) en unas obras de caridad correlativas, cuyo primer acto precisamente es la confesión privada y pública de esa fe,
3) esa fe ha muerto (aquí el monje apóstata ha huido definitivamente, ante la invocación de Santiago y su "epístola de paja").
En síntesis
Sin la fe íntegra y católica es imposible agradar a Dios.
La fe es raíz de toda justificación.
La fe sin obras es una fe muerta.
Can. 1. Si alguno dijere que el hombre puede justificarse delante de Dios por sus obras que se realizan por las fuerzas de la humana naturaleza o por la doctrina de la Ley, sin la gracia divina por Cristo Jesús, sea anatema
Can. 2. Si alguno dijere que la gracia divina se da por medio de Cristo Jesús sólo a fin de que el hombre pueda más fácilmente vivir justamente y merecer la vida eterna, como si una y otra cosa las pudiera por medio del libre albedrío, sin la gracia, si bien con trabajo y dificultad, sea anatema
Del decreto:
Porque la fe, si no se le añade la esperanza y la caridad, ni une perfectamente con Cristo, ni hace miembro vivo de su Cuerpo. Por cuya razón se dice con toda verdad que la fe sin las obras está muerta [Stg 2, 17 ss] y ociosa y que en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale nada ni el prepucio, sino la fe que obra por la caridad [Gal. 5, 6; 6, 15]
Mas cuando el Apóstol dice que el hombre se justifica por la fe y gratuitamente [Rom. 3, 22-24], esas palabras han de ser entendidas en aquel sentido que mantuvo y expresó el sentir unánime y perpetuo de la Iglesia Católica, a saber, que se dice somos justificados por la fe, porque "la fe es el principio de la humana salvación", el fundamento y raíz de toda justificación; sin ella es imposible agradar a Dios [Hebr. 11, 6] y llegar al consorcio de sus hijos; y se dice que somos justificados gratuitamente, porque nada de aquello que precede a la justificación, sea la fe, sean las obras, merece la gracia misma de la justificación; porque si es gracia, ya no es por las obras; de otro modo (como dice el mismo Apóstol) la gracia ya no es gracia [Rom. 11, 16].
Pues eso....
Es así como fe-verdad-caridad no se pueden separar.
Jesucristo, Camino, Verdad y Vida
El camino es la fe
La verdad es la esperanza
La vida es el amor
Así que nos tenemos que amar como Él nos ha amado.
Que dialoguéis bien.
sería interesante reseñar el pensamiento del gran pensador suizo Romano Amerio, que precisamente consagró su obra a demostrar la primacía de la verdad sobre el amor en la religión católica. Primacía que no es eliminación, sino subordinacion. Y como la subversión de ese orden está en la raíz de la gran crisis neomodernista de la última mitad del siglo XX. Hay una excelente reseña de Sandro Magister sobre la rehabilitación de este pensador, y su influencia en el discurso de Benedicto XVI sobre la hermenéutica de la ruptura del postconcilio de diciembre de 2006.
Para mi la Verdad es que Dios es amor.
RNA, me alegro de encontrarte de nuevo por aquí. Ningún post es lo mismo sin ti!
LF gracias por el post
Un abrazo a todos
La Cruz es la expresión de la Verdad, ya que "al que dice las verdades lo crucifican".
Si el cristianismo es única la religión plenamente verdadera es porque Cristo es la Verdad. Y la Verdad se acompaña con la Cruz y la Resurrección.
Amamos a Cristo porque nos trae la Verdad - (y por tanto la Libertad)- que es el Hijo del Amor que es Dios.
No tiene ningún sentido.
Sera un calembour
De hecho, trabajando la estructura de los mandamientos se descubre que los mandamientos 5º (sobre el amor al prójimo: No matarás) y 8º (sobre la verdad: No mentirás) son dos caras de la misma afirmación, una en su expresión física y la otra en su expresión espiritual, como lo son 6º y 9º (mal uso físico y espiritual de la sexualidad) y 7º y 10º (abuso físico y espiritual de los bienes materiales). Porque el que no dice la verdad, mata al otro en su espíritu y no amas de verdad si mientes.
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