El diaconado permanente llega a la diócesis de Almería
Como lo encuentro muy ilustrativo, copio acá el texto del obispo de Almería sobre la implantación del diaconado permanente en su diócesis.
El diaconado permanente en nuestra Iglesia, por Monseñor González Montes
Queridos diocesanos:
Ha llegado el momento de ordenar los primeros diáconos permanentes de la diócesis de Almería. El diaconado permanente existió en la Iglesia antigua y algunos de nuestros santos más venerados fueron diáconos, como san Lorenzo y san Vicente. Lo conservaron hasta hoy las Iglesias orientales, y restaurado en nuestros días por el Vaticano II en la Iglesia Católica, muchas Iglesias diocesanas cuentan con este ministerio. Han pasado muchos años desde el último Concilio hasta que la Iglesia de Almería ha tomado la decisión de instaurar el diaconado permanente. Las Constituciones del IV Sínodo diocesano, aprobadas en 1999 por mi Predecesor, incluyeron oportunas consideraciones sobre este ministerio y la conveniencia de su instauración, no sin definir su cometido propio, orientado con preferencia a las «zonas pastorales con mayor necesidad, en grandes parroquias donde sea necesario este ministerio», sin excluir su presencia y acción en los organismos diocesanos y en aquellos oficios pastorales que el Obispo considere oportuno confiar a los diáconos permanentes. El Sínodo urgía asimismo la elaboración de un directorio o una normativa diocesana y se expresaba sobre la conveniencia de una buena formación de estos diáconos.
Con el propósito de secundar la decisión del Concilio, la Conferencia Episcopal Española se ocupó de orientar la instauración, creando muy pronto un «Comité para el Diaconado» y elaborando unas pautas u orientaciones sobre la formación y el ministerio de loa diáconos permanentes. Más recientemente, con la experiencia adquirida después de algunas décadas de postconcilio, la LXXXIII Asamblea Plenaria de la Conferencia aprobó en 2000 nuevas «Normas básicas para la formación de los diáconos permanentes en las diócesis españolas». Con ello se aclimataba a nuestras necesidades y situación eclesial las «Normas» elaboradas conjuntamente por las Congregaciones romanas para la Educación católica y para el Clero, de 22 de febrero de 1998. Estas Normas están acompañadas del «Directorio para el ministerio y vida de los diáconos», de la misma fecha.
A mi llegada a la diócesis, quise consultar de nuevo al Consejo presbiteral sobre la instauración del diaconado permanente, rogándole se expresara confirmando la decisión sinodal o no. Una vez ratificada la decisión, llevamos a cabo la instauración mediante decreto episcopal 30/2005 (26 diciembre); y constituimos la «Comisión diocesana para el Diaconado permanente», encargada de aplicar los planes de formación y seguimiento espiritual y pastoral de los candidatos y su preparación inmediata a la ordenación mediante la recepción del Sacramento del Orden sagrado.
Los candidatos que vamos a ordenar, Dios mediante, el próximo 15 de julio, han cursado los estudios pertinentes: uno el currículo completo de Teología, el otro el currículo completo de Ciencias Religiosas. Tras la graduación académica, ambos han dedicado dos años más a la preparación específicamente pastoral, espiritual y canónica bajo al dirección del Obispo y según la programación elaborada por la mencionada Comisión diocesana.
Conviene ahora aclarar lo siguiente: 1º. Que los diáconos permanentes son clérigos y se distinguen de los diáconos transeúntes, en que estos últimos pasan ("transitan") por el diaconado camino del presbiterado, mientras los permanentes no, pues como su nombre indica «permanecen» como diáconos. 2º. Los diáconos permanentes no son sacerdotes, meta a la que aspiran los diáconos transeúntes y que alcanzarán recibiendo el Sacramento del Presbiterado. 3º. Sin embargo, el diaconado permanente es un verdadero sacramento, al ser participación del Sacramento del Orden, que los diáconos reciben para el ejercicio no sacerdotal de su ministerio propio. 4º. Hay que aclarar todavía que la disciplina de la Iglesia latina exige para todos los diáconos transeúntes la observancia de la ley del celibato sin excepción, pero no la exige para los diáconos permanentes. La mayoría de ellos son, por esta razón, varones casados, verdaderamente probados por la ejemplaridad de su vida matrimonial y familiar.
Se explica que no puedan acceder al diaconado permanente, en el caso de varones casados, sino después de haber cumplido 35 años, facilitando así que los candidatos casados hayan vivido cristianamente su matrimonio. Los diáconos permanentes han de adherirse, a este propósito, de forma plena, privada y públicamente, sin restricciones al magisterio de la Iglesia sobre la vida conyugal, la familia y la educación de los hijos. Se explica también así que la ley de la Iglesia exija a los candidatos casados el consentimiento de su mujer, llamada sin duda a facilitar a su marido el ejercicio de su ministerio, cuando no a colaborar con él estrechamente en él y compartir así unidos el compromiso apostólico singular de esposos cristianos.
Hay también un diaconado permanente célibe, de particular significado para varones consagrados, miembros de institutos religiosos masculinos que son laicales (es decir, no sacerdotales) y de institutos seculares (para seglares). Uno y otro estado de vida cristiana, celibato y matrimonio, contribuyen a enriquecer el ejercicio del ministerio del diácono permanente en la Iglesia. Seguiremos hablando de ello, pero por hoy basta.
Con mi afecto y bendición.
Adolfo González Montes
Obispo de Almería
38 comentarios
Nos vemos.
Acolito, a ver si tratamos este tema de forma un poco más seria, ¿vale?
Si la Iglesia cree oportuno que haya diáconos permanentes, los hay y los habrá. Y punto. En algunos países hacen una labor muy buena.
No hay ningun impedimento teológicamente hablando para que una mujer sea diácono o sacerdote. Pero las jerarquias masculinas de nuestra Iglesia se oponen a ello. "Seamos serios, Carmen, una diaconisa embarazada, que verguenza!" ¡Cuanta cretinez!,digo yo, como si una diaconisa embarazada no fuese una cosa seria y todos ellos hubiesen nacido de angeles! Ya lo ve usted, somos segundo sexo, ciudadanas de segunda o tercera categoría para ellos, que no para Jesús.
En su seguimiento confio. Algun día Carmen tendremos una Iglesia más abierta donde no haya trato desigual para la mujer. Créalo.
No creo que tengas derecho a decir lo que podemos hacer las mujeres o no. en todo caso en el evangelio de hoy se ve bien que Jesús sí admitía discípulas entre sus íntimos, y ejercían diversos ministerios. Sed todo lo machistas que queráis, por ridículo que resulte, pero dejad en paz a Jesús, que él era personalista hasta la medúla de los huesos. El machismo es todo vuestro.
Y deja de decirle cosas absurdas a LF, que se puede estar en desacuerdo sin insultar.
Parece que a ti el poniente te sienta peor que el levante. :)
Pero yo no sigo a Pablo ni a Apolo. Yo sigo a Jesús, y a quien me lo ponga de machista, lo pondré de vuelta y media.
Yo no sé si LF tendrá peligro, pero desde luego tú sí.
:)
Si usted ha tenido, o tiene, algún problema o trauma con las mujeres, cosa que parece evidente, váyase al psiquiatra, al psicólogo o a un buen director espiritual, pero no use la Biblia como arma arrojadiza para así desahogar su rabia contra el otro sexo.
Es más, cuanto más habla, más entederán los demás la raíz de su tendencia sexual. El día que sane su alma de esa herida, podrá ser un hombre como Dios manda.
Y si por un casual este comentario mío provoca su ira, le aviso de que desde ya borraré cualquier mensaje suyo ofensivo contra mí o el resto de comentaristas del blog.
El hecho de que su mensaje no sea políticamente correcto según los parámetros de la sociedad actual no cambia para nada el hecho de que todo lo que él escribió y está en la Biblia es Palabra de Dios, inspirada por el Espíritu Santo. Por tanto, llamar machista a San Pablo por lo que aparece en sus epístolas es como llamar tal cosa al Espíritu Santo. Y eso está muy cerca de la blasfemia.
Vamos a Jesús, que fue un Señor con las mujeres, empezando por santa María Magdalena, cuya fiesta celebramos hoy, a quien se le apareció nada menos que TRES VECES el dia de su resurrección. Ella es la apóstola de los apóstoles, os guste o no. Y os gusta bastante poco, ya que en la Misa de Pascua nunca se lee esa página tan bonita del evangelio de san Juan. ¿Por qué? porque los textos de los ciclos litúrgicos los eligen hombres.
Ay ese machismo que llevais tan dentro! a ver cuando lo aparcais, y tratais de ser como Jesús.
Acólito, disculpas aceptadas, pero no la tomes con NADIE. Vivamos en paz y compaña.
Postdata: Ya sabes cómo reconocerme a partir de ahora. Si me ves en alguna Iglesia con el moquero puesto, no dejes de saludarme tú primero, que yo soy muy despistada.
Acabo de leer un artículo muy interesante sobre el tema de la ordenación de la mujer, pero es bastante largo. Un poquito:
"...La teóloga católica Margarita Pintos reflexiona: «con este argumento se apela a que Jesús eligió libremente doce varones para formar su grupo de apóstoles. Esto es cierto, pero también es importante tener en cuenta que además de varones eran israelitas, estaban circuncidados, algunos estaban casados, etc., y, sin embargo, el único dato que se presenta como inamovible es el de que eran varones, mientras que los demás datos se consideran culturales. No se tiene en cuenta que Jesús, como buen judío, quería restaurar el nuevo Israel, y que la tradición de su pueblo le imponía de forma simbólica elegir a doce (uno de cada tribu de Israel), además varones (las mujeres no hubieran representado la tradición) y por supuesto israelitas (si hubiera incorporado a un gentil, ya se hubiera roto la continuidad). Esto demuestra que sólo ...
Esto demuestra que sólo se nos dice una parte de la verdad, y que los datos que no interesa desvelar se nos ocultan.
Como muy bien ha puesto de manifiesto el escriturista Lohfink -prosigue Pintos-, la elección de los doce por Jesús es una acción simbólica y profética que nada prejuzga y en nada afecta al papel asignado a la mujer en el pueblo de Dios. Si se quiere apreciar en sus justos términos la presencia de la mujer en el movimiento de Jesús, hay que prestar más atención a la composición del grupo de discípulos. Es precisamente ahí donde se pone de manifiesto que Jesús, con una libertad sorprendente y sin tener en cuenta los estereotipos vigentes en la sociedad judía de entonces, integró mujeres en su círculo de discípulos»[ii]."
Si os ienterea el artículo completo, este es el enlace: http://www.pepe-rodriguez.com/Mentiras_Iglesia/Mentiras_Iglesia_mujer.htm
no te preocupes que nadie va a ordenar mujeres en estos momentos. Desgraciadamente la tendencia de Roma va en sentido contrario. Pero es algo que se logrará con más tiempo, créelo.
Tampoco pienso que la ordenación de mujeres suponga ninguna deserción en la Iglesia. Será difícil de aceptar por el "yo" machista que quiere ser siempre dominante, pero en nuestra
familia de hijos de Dios vencerá el espíritu de fraternidad e igualdad.
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