El comité de la muerte
Aborto libre hasta las 24 semanas y legalidad del aborto bajo las condiciones actuales hasta el día mismo del parto. Esa es la petición del Comité de bioética de Cataluña. Comité formado sin duda por personajes sin escrúpulos, asesinos en potencia, de una calaña moral similar o inferior a la de Adolfo Hitler, Lenin, Stalin, Mao, Pol Pot o cualquier otro tirano magnicida de la historia.
Estos “expertos en bioética” quieren que se pueda asesinar impunemente a seres humanos que pueden sobrevivir perfectamente fuera del seno materno. Es más, dado que las clínicas abortivas cobran bastante más por los abortos de las gestaciones avanzadas, mi opinión es que estos siervos de la “Santa Muerte” buscan precisamente el engordar las ya de por sí abultadas arcas de esos empresarios del asesinato de inocentes.
No es casual que ese comité sea de Cataluña, la región más descristianizada de toda España. Allá donde el cristianismo palidece, el paganismo, la hedonización y la cultura de la muerte asoman sus cuernos como los caracoles tras lluvia de verano. Algunos piensan que con una carta episcopal en plan quejoso de vez en cuando, basta. Pero luego, a sonreír y hacerse fotos con las autoridades, a presumir de seny y talante y a admitir que siga ejerciendo de cura un sujeto que afirmó haber pagado abortos. En fin, allá los pastores y los fieles catalanes con su responsabilidad ante Dios.
No pensemos que lo del comité catalán es una exageración que no puede reproducirse en el resto de España. Son más “brutos” que otros comités, pero en el fondo los pro-abortistas quieren precisamente eso: aborto libre incluso cuando el feto puede vivir fuera de la madre.
Esta guerra, que en el corto plazo tenemos perdida de antemano, sólo la podremos ganar con una oposición radical, fundamentalista y constante desde ya mismo. Cuando se trata de defender la vida de inocentes no cabe ni tibiezas, ni contemporizaciones, ni bajadas de brazos. Vuelvo a insistir, y no cejaré en hacerlo aunque sea como la voz que predica en un desierto donde no hay ni lagartijas, en la necesidad de llevar al parlamento y el senado a gentes que se partan dialécticamente la cara con el resto de miembros de las cámaras, acusando de homicidas a los parlamentarios y senadores que aprueban y mantienen la ley del aborto. La actual ley es intolerable. La ley que nos traerá el PSOE lo será más. Hay que plantearse ya el derogar el aborto en todos sus supuestos. No hay mínimos en este tema. No puede haber consenso entre los que defendemos la vida humana y los que buscan o justifican su destrucción. El diálogo debe consistir en señalar la condición de homicidas de todos los que defienden el aborto. Hay que provocarles, señalarles con el dedo, llamarles lo que son: ¡¡ASESINOS!!
Luis Fernando Pérez Bustamante