Dicen en Germinans que quieren obispos católicos
Esperemos que les hagan caso a estos muchachotes tan preocupados por la realidad de la Iglesia en Barcelona y Cataluña. Desde luego el lema "Queremos obispos católicos" es mejor que el "Queremos obispos catalanes" del sector progre-nacionalista de esa iglesia local.
ADVERSUS HAERESES
Por Patianus
Queremos obispos católicos - 31/08/2007
Sí, queremos obispos católicos, libres, a ser posible no contaminados por partidismos diocesanos, por querencias personalistas, por condicionamientos políticos. Queremos obispos dispuestos a usar el bisturí allá donde haga falta extirpar tejido gangrenoso. Queremos obispos valientes, que no teman liarse a pedradas con los lobos que se han aplatanado entre las ovejas, de las que se alimentan cuando tienen hambre. Queremos obispos que hablen el idioma de los fieles católicos. No el catalán o el castellano, aunque es deseable que conozca ambos, sino el de la fe, la sana doctrina y la plena comunión con el Vicario de Cristo. Es preferible un buen obispo procedente del Senegal que un mal obispo nacido en el Passeig de Gràcia esquina a la Avinguda Diagonal. El senegalés puede aprender el idioma que habla la gente de la calle, pero casi siempre es tarde para que un mal obispo aprenda el lenguaje y las acciones de los buenos pastores.
Tenemos derecho a ser pastoreados sabiamente. Tenemos derecho a que nuestros futuros sacerdotes sean formados de acuerdo al sentir de la Iglesia, del magisterio y del verdadero Concilio Vaticano II (no ese holograma falso del mismo, que nos quieren vender algunos). Tenemos derecho a que nuestros hijos sean catequizados conforme a la fe católica. Tenemos derecho a asistir a misas católicas, no a shows pseudo-litúrgicos hechos a imagen y semejanza de curas y/o grupos "creativos". Tenemos derecho a que se nos administre correctamente el sacramento de la confesión y no a que se nos engañe con un simulacro colectivo del mismo. Tenemos derecho a que se nos dé la misa en nuestro idioma materno o en el idioma oficial de la Iglesia latina.
No pedimos mucho. Sólo queremos ser buenos católicos. Sólo queremos que nuestra Madre y Maestra nos trate conforme a nuestra dignidad de hijos de Dios. Sólo queremos que desde la Sede Apostólica se mire nuestras necesidades y no la forma de evitar diplomáticamente un conflicto con los que han secuestrado nuestra fe desde hace décadas. Sólo queremos que nos envíen obispos que contiendan ardientemente por la fe que fue dada una vez a los santos (Jud 3), aun a riesgo de quemarse personalmente en la tarea. Sólo queremos y deseamos que a nuestros pastores no haya que aplicarles las palabras del capítulo 34 del libro del profeta Ezequiel. Solo queremos que lo poco o mucho que quede del catolicismo en nuestra tierra, sea verdadero catolicismo y no una copia falsa del mismo.
40 comentarios
Incluso en el artículo que citas del patético patiano se menciona la imagen típica del pre y postfascismo: el uso del bisturí para cercenar miembros gangrenosos.
No veo catolicismo por ningún lado.
Y así lo digo.
Hermenegildo: argumentos, salen sólos.
Lo del bisturí es textual de todos los fascismos: violencia para sanar. Además, tradicionalismo moral, idealización del pasado, antiliberalismo, anticomunismo, ciertas críticas al capitalismo pero inocuamente, líder carismático (el papa), persecución del contrario, antimodernismo... no falta ni un argumento. Corolario: fascismo, no catolicismo.
No falta nada.
¿Racismo? Llegará, tal vez.
El Falangismo y el fascismo italiano no fueron racistas.
Y el caracter ateo y pagano lo tuvo sólo en Alemania. El Falangismo y el Fascismo de Italia no lo eran.
A leer más.
El fascismo (italiano) no fue católico ni mucho menos. Te recomiendo que leas sobre Marinetti.
Pero hemos caído como tontos en tu trampa y hablar del fascismo para no hablar sobre el mal pastor que os mantiene el pesebre a los de tu calaña en Barcelona. Tú si que eres patético y con ramalazo autoritario, déspota e intolerante que no veas. Qué sabrás tú de nada, con esas gafas de pasta rayadas de los años 60. Recíclate, coño.
¡Qué interesante!
Todo tu comentario es un nuevo argumento de lo que afirmo. Gracias.
¡Qué interesante!
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Terraneus: reconoce que tú eres el que empezó a insultar, llamando fascistas a los de "Germinans Germinabit".
En segundo lugar, no lo he apuntado como un insulto, sino como una descripción para clarificar la posición de estos señores desde mi punto de vista.
En tercer lugar es respetable pensar como ellos piensan, ser parafascistas o lo que quieran. Pero hay que salir del armario y reconocerlo.
Me parece increible que exista esta clase de gente todavia n la Iglesia católica. estoy contentísimo y creo que me están necesitando
Baaaah, bah, bah, bah. No necesitamos a flojeras y nenazas como usted. Necesitamos a alguien con más energía de determinación para acabar con la herejía. Nada, nada, usted no nos vale.
1- Tú a mí no me das lecciones ni de evangelio ni de nada de nada.
2- Aunque van a hacer ahora ocho años desde que regresé a la Iglesia de la que espero que jamás me vuelva a ir, si me diera la realísima gana ser una veleta el resto de mi vida, ¿a ti qué? ¿eres mi padre, mi madre, mi mujer o alguno de mis hijos? ¿sabes lo que implica personalmente el cambiar de religión? ¿acaso tú has sufrido persecución y amenazas de muerte por volver al catolicismo? ¿Acaso tienes repajolera idea de lo difícil que es dejar prácticamente todo lo que has sido durante los últimos diez años de tu vida para pasar a ser parte de aquello contra lo que has hablado, escrito y actuado?
No, no lo sabes. Pues déjame en paz.
Respecto al blog, en breve cumplirá un año. Y para entonces, habrá noticias. No digo más.
A Luis Fernando, sólo le ha faltado decir aquello de: "Me ganaréis en todas las virtudes, pero ¡en la humildad, jamás!
Vamos a ver, en lenguaje coloquial estos señores del "Gérminans no se qué ni me importa", son unos fachas, ultramontanos, decimonónicos, y descerebrados. "Celebrar la misa en su idioma materno". Pero, coño, ¿no están en cataluña? Pues que aprendan el catalán o se vayan a su tierra "materna", que para celebrar en latín y que sólo lo entiendan ellos, no necesitamos alforjas. Que se vayan con los lefebvrianos, y nos dejen en paz, melancólicos añorantes de un tiempo que ya no existe. Y, además, con los lefebvrianos, con un poco de suerte, y tal como va la burra, dentro de poco cardenales... por lo menos. ¡Al guano, leche!
A Luis Fernando, sólo le ha faltado decir aquello de: "Me ganaréis en todas las virtudes, pero ¡en la humildad, jamás!
Vamos a ver, en lenguaje coloquial estos señores del "Gérminans no se qué ni me importa", son unos fachas, ultramontanos, decimonónicos, y descerebrados. "Celebrar la misa en su idioma materno". Pero, coño, ¿no están en cataluña? Pues que aprendan el catalán o se vayan a su tierra "materna", que para celebrar en latín y que sólo lo entiendan ellos, no necesitamos alforjas. Que se vayan con los lefebvrianos, y nos dejen en paz, melancólicos añorantes de un tiempo que ya no existe. Y, además, con los lefebvrianos, con un poco de suerte, y tal como va la burra, dentro de poco cardenales... por lo menos. ¡Al guano, leche!
Los de germinans la mayoría son catalanes y catalanoparlantes, se nota en su castellan. Compruébalo.
Un fuerte abrazo
Estela
Tìpico del que no tiene argumentos...
Me parece muy bien que con naturalidad digas tu ideología, tan respetable como otras. El carlismo es un fértil venero político. Sus hijos y nietos, partiendo de un nacionalismo español entendido como revalorización de las regiones, se han acercado después al nacionalismo vasco o catalán, al integrismo papista e incluso a la socialdemocracia. Pero en el s. XX, el carlismo se ha alineado junto al fascismo español (falange) en un conglomerado contrarrevolucionario que se sublevó en el 36. No es fascismo, pero sí un conservadurismo autoritario al lado de él (parafascismo). Franco los fusionó con disgusto carlista, cierto.
Insisto: no es insulto sino descripción. Y por ello, no sólo no me sorprendo sino que esperaba de tí una ideología similar. Como de los germinans. Es la prueba de lo que digo.
Por cierto, en lo de Esquerra, tienes razón. En los años 30 ya lo estaban.
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