De la China comunista al Moraleda socialista
El país más poblado del planeta tiene la desgracia de ser gobernado por una dictadura atroz, sanguinaria y represora. O sea, valga la redundancia, comunista. En China el gobierno es tan intervencionista que exige a las familias que no tengan más de un hijo. El “éxito” de la medida es evidente, pues se pasó de una tasa de 5,8 hijos por familia de los años 70 a apenas un 1,8 en la actualidad. A finales de 2002 unos 60 millones de mujeres chinas en edad de fecundar obtuvieron certificados de hijo único. Los abortos y las esterilizaciones están a la orden del día.
Dado que los chinos prefieren que su único hijo sea varón, es cuestión de muy poco tiempo el que los jóvenes chinos de sexo masculino tengan verdaderos problemas para encontrar una muchacha de la cual enamorarse y con la cual fundar una familia. Por el contrario, las iglesias cristianas en China tendrán en brece un porcentaje de mujeres muy superior al de los hombres, dado que son ellos, los cristianos, los que se encargan de recoger a las niñas recién nacidas que los chinos abandonan para no tener problemas con la ley. Dicho sea de paso, algo parecido ocurría en la Roma imperial.
En España no necesitamos una ley como la china para no tener hijos. La tasa de natalidad de nuestro país, aunque ha aumentado considerablemente en los últimos años gracias a la inmigración, sigue siendo de las más bajas del mundo y no llega a 1,5 por mujer en edad fecunda. La anticoncepción está muy extendida y en caso de fallar se acude a la “solución final", el aborto. Uno de cada seis embarazos en España es “interrumpido voluntariamente", de forma que el seno materno es el mayor matadero de seres humanos en este país.
A pesar de ello, el partido que presume de ser el gran defensor de la familia en España, cuenta entre sus diputados a un señor, Fernando Moraleda que tiene el valor de decir a otro diputado, el popular, que “si quieres más de dos hijos es que tienes un problema de planificación familiar". Ante la insistencia del popular en querer aumentar su familia y en que la subida de la luz no ayuda precisamente a las familias en crisis, el gran Moraleda le espetó: “Pues si quieres tener más hijos, te jodes". Hale, ahí queda eso, sabueso.
Está claro que al PSOE le molestan los niños. Hace todo lo posible para que no nazcan. Ayuda todo lo que puede a que sus padres se divorcien. Hace todo lo que está en su mano para adoctrinarlos y convertirlos en parásitos sociales, con Logses, Loes, EpCs, etc. Y les invita a ser fornicadores compulsivos cuando llegan a la adolescencia. Lo de Moraleda no es un exabrupto. Es la consecuencia lógica del pensamiento socialista, que en realidad se diferencia muy poco del que sostienen los dirigentes chinos.
Lo peor es que buena parte de la sociedad española compra con gusto esa mercancía de muerte. Son minoría las familias numerosas. Son minoría las familias que objetan a la EpC. Son minoría las familias que se sienten identificadas con las que el otro día acudieron a Colón. Pero aun así, cabe ser optimista. Aunque esas familias sean menos, el futuro es suyo. Tienen más hijos, los aman más, los educan mejor, les preparan adecuadamente para que puedan formar otras familias estables, equilibradas y fecundas. El cristianismo siempre será semilla de vida y de civilización. Los Moraledas y Pajines de turno desaparecerán del mapa dejando solamente una estela de miseria, de muerte y de esterilidad.
Luis F. Pérez Bustamante