DAV pide peras al olmo del PP
Gádor Goya, portavoz de Derecho a Vivir, ha dicho ni más ni menos que “el voto particular del PP en la Subcomisión es una posición política impecable a favor del derecho a vivir y el derecho a ser madre", y ha añadido que “ahora sólo falta que lo apliquen en todas las Comunidades donde gobiernan". No me he leído en su integridad dicho voto particular, pero para que fuera impecable debería de decir que no sólo está en contra del nuevo proyecto de ley del gobierno sino a favor de la derogación de la actual ley, que produce la barbaridad de cien mil abortos al año. Pero pedirle al PP que se convierta de verdad en un partido pro-vida es como pedirle a Zapatero que se retire a la trapa.
En todo caso, es cierto que no estaría de más que los populares se aplicaran el cuento y pusieran en marcha allá donde gobiernan las medidas que han propuesto en la subcomisión. Pueden empezar por Madrid, comunidad gobernada por Esperanza Aguirre, que se ha dedicado a financiar a clínicas abortivas mediante conciertos, de forma que a muchas madrileñas el aborto les ha salido gratis. Que un solo euro de los impuestos de los madrileños haya ido a pagar un solo aborto es como para que la totalidad de los cristianos de esa comunidad le hicieran un corte de mangas espectacular, a la hora de votar, a la popularísima y liberalísima Esperanza. Pero como los católicos creemos en la conversión y en la penitencia, veríamos con buenos ojos que a la presidenta madrileña le diera el virus Zaqueo (Luc 19,8), y dedicara, para empezar, cuatro veces más dinero a ayudar a las futuras madres del que ha dedicado a facilitarles el aborto. Me da igual que lo haga por razones electorales. Que lo haga.
Con todo, empiezo a sospechar que un sector importante de aquellos que defienden la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta su muerte natural, pueden caer en la trampa de contentarse con el “mal minorismo” de limar las aristas de la nueva ley. Pero la lucha no debe de ser contra esta ley en concreto sino contra cualquier ley que despenalice el aborto. La lucha consiste en buscar la concienciación de la sociedad. Para ello los atobuses de DAV hacen una buena labor. Sé que es muy caro, y por tanto el coste debería de ser asumido por varias organizaciones -entre ellas la Iglesia-, pero una campaña de anuncios televisivos mostrando la ecografía de un feto de 13 semanas podría traer buenos resultados. Mostrar restos de fetos abortados puede resultar muy impactante pero no tengo claro que fuera tan efectivo. Es casi mejor mostrar la realidad de la vida humana en el seno materno que el drama de la muerte una vez consumado el asesinato.
Y nuevamente insisto en la necesidad de que todos los que aman la vida humana desde su concepción, todos los que buscan la protección de la familia natural, todos los que estén de acuerdo en que son los padres, y no el Estado, quienes han de marcar la pauta de la educación en valores de sus hijos, deben de entender que el único voto útil es el que va dirigido a aquellas opciones políticas que se adhieren al “Manifiesto de los Principios No-negociables”. Sólo entonces llegará un día en que podamos decir de verdad de un partido con representación parlamentaria que “su voto particular es una posición política impecable a favor del derecho a vivir y el derecho a ser madre". Mientras tanto, más de lo mismo. Por mucho azúcar que le eches al cianuro, sigue siendo cianuro. Y la democracia española, hasta ahora, como tantas otras democracias occidentales, ha sido cianuro puro para más de un millón de españolitos que ni siquiera pudieron ver la luz del sol.
Luis Fernando Pérez