Conflicto Barbastro-Lérida: escándalo para la Iglesia
Para vuestra confusión os hablo de este modo. ¿No hay entre vosotros ningún prudente, capaz de ser juez entre hermanos?
En vez de esto, ¿pleitea el hermano con el hermano, y esto ante los infieles? Ya es una mengua que tengáis pleitos unos con otros. ¿Por qué no preferís sufrir la injusticia? ¿Por qué no el ser despojados?
Y en vez de esto sois vosotros los que hacéis injusticias y cometéis fraudes, y esto con hermanos.
1ª Cor 6,5-8
Las diócesis de Barbastro y de Lérida llevan años dando un espectáculo penoso a cuenta de los bienes religiosos de las parroquias de la zona oriental de la diócesis aragonesa, depositados en el museo diocesano ilerdense.
Todo empezó cuando el 29 de abril de 1995 el Vaticano aprobó la segregación de 111 parroquias aragonesas del Obispado de Lérida que pasaron a ser parte de la diócesis de Barbastro. En septiembre de ese mismo año la diócesis oscense manifestó su intención de pedir la devolución de los bienes de dichas parroquias que todavía estaban en Lérida. En Junio del 97 el por entonces Nuncio de Su Santidad en España, Monseñor Lajos Kada, firmó un decreto ordenando devolver los bienes a las parroquias aragonesas. Año y medio después, Lérida interpuso un recurso ante la Santa Sede contra el Decreto del Nuncio. Roma desestimó dicho recurso en mayo del 2000. Al cabo de dieciséis meses se creó una comisión para el estudio de la devolución de las obras pertenecientes a las parroquias aragonesas, pero en octubre del 2002 el Obispado de Lérida eleva recurso de súplica al Santo Padre que también fue rechazado. En julio de 2004 se suspendieron las reuniones de la comisión por no haber avances. En septiembre de ese mismo año Roma acuerda nombrar un ejecutor, responsabilidad que recae en D. Silverio Nieto en febrero del año siguiente. El último acto de esta obra dramática ha sido la interposición de un nuevo recurso de Lérida, esta vez ante el Tribunal eclesiástico de Rota.Aunque mi parroquia es fronteriza con la diócesis barbastrense y eso puede hacer pensar que mi visión del tema no sea todo lo imparcial que cabe desear, intentaré ser justo a la hora de hacer un juicio sobre lo que está ocurriendo. Parto de un hecho fácilmente comprobable: este conflicto está haciendo un daño muy importante a la Iglesia. Que dos diócesis lleven más de diez años peleadas por unos bienes eclesiásticos es síntoma de que no se han hecho bien las cosas.
Aunque pienso que la razón está de parte de la diócesis oscense, y los hechos arriba relatados apoyan mi tesis, también creo que es preferible que desde la iglesia en Barbastro no se eche más leña a un fuego que amenaza con quemarnos a todos. Por muy importante que sean las piezas que deben ser devueltas, más importante es la concordia entre iglesias locales hermanas. Es preferible esperar a que Roma sepa hacerse obedecer, si es que ha de ser así, a estar en la prensa cada dos por tres. Por eso pido desde acá a Monseñor Milián, Obispo de Barbastro, que haga lo posible y lo imposible para que no se caldeen más los ánimos. Y a Monseñor Ciuraneta le rogaría que reflexionara sobre la pertinencia de seguir alargando un conflicto que no puede llevar a nada bueno. Creo, don Francisco Javier, que ya es hora de que coja usted directamente este toro por sus cuernos antes de que acabemos todos corneados. Sin duda su Vicario judicial es una persona muy válida en su tarea y es capaz de prolongar este caso durante otros diez años. Pero basta ya, por el amor de Dios. Basta ya.
Sé que no tengo apenas idea de derechos canónicos y elcesiales y puedo resultar muy ingenuo, pero ¿qué les costaría a ustedes, señores obispos, reunirse durante los días que haga falta para llegar a un acuerdo?, ¿de verdad es necesario que Roma tenga que pegar un puñetazo encima de la mesa llegando incluso a aplicar medidas disciplinarias?, ¿no se dan cuenta que los enemigos de la Iglesia están usando todo esto para atacarla con saña?, ¿no entienden que los fieles asistimos atónitos a este espectáculo?. Son ustedes hermanos en el episcopado. Actúen como tales. El valor de esos bienes no puede ser tan alto como para que se ponga en peligro, en alguna manera, la comunión eclesial entre dos diócesis vecinas que necesitan dedicar todos sus esfuerzos a la evangelización y no a tirarse los trastos a la cabeza.
Dios les asista y les dé sabiduría. Les hace falta.
Luis Fernando Pérez Bustamante
7 comentarios
Menos condescendencia y más contundencia. Los obispos, y el Vaticano, parecen castrasti o eunucos. Les falta contundencia.
Lo de Aragón para Aragón, y la spinturas y fr4sco de Villanueva de Sigena, que vuelvan desde Cataluña. Ya está bien y menos componendas.
¿A qué viene apelar al tribunal de la Rota? ¿No se ha expresado ya con claridad la comisión pontificia correspondiente? ¿no se ha apelado ya nada menos que al santo Padre, con resultado negativo? ¿qué más instancias quedan? ¿a qué Iglesia pertenece Lérida? ¿a la católica o a la de Gollum (mi tesssoroo)?
Sería estupenda una foto de ambos obispos, sonrientes y declarando que se van a reunir para llegar a un acuerdo, aunque no sea completamente cierto, para desactivar la politización, aunque de Ciuraneta no lo espero. Creedme, lo peor que le puede pasar a la Iglesia es dejar que la politicen esta pandilla de malvados.
El coordinador general de IU-Aragón, Adolfo Barrena ha dicho que IU no participará en una manifestación contra las instituciones catalanas pero sí si en ella se reclama la ruptura del Concordato, que se deje de financiar a la Iglesia y se exige a los miembros del clero que cumplan las leyes del Estado de Derecho.
Pues eso, que no puede seguir esto así.
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