El cardenal que no quiere ser boxeador
“Así como pinta de boxeador no tiene uno". Esa es la forma en que el cardenal Rouco quiere desmentir ante los medios de comunicación la idea de que es un “duro". Y por si la cosa no queda clara a todos, el presidente de la conferencia episcopal española deja bien clarito que ellos, los obispos españoles, no van a convocar ninguna manifestación contra la nueva ley del aborto. Que si acaso, que la convoquen los seglares. Y que ya se verá entonces lo que pasa.
Bien, la verdad es que algunos ya sabemos desde hace cierto tiempo que a este cardenal no le va el boxeo. Cuando los curas de Entrevías le montaron un pollo mediático de dimensiones considerables, monseñor Rouco tiró la toalla, a pesar de que lo que estaba en juego era un constante abuso litúrgico con uso indebido de las especies eucarísticas. Es posible que algún iluso crea que aquello quedó en tablas, o que algún paniaguado oficialista nos quiera seguir vendiendo esa burra, pero también hay gente que piensa que se puede tapar el sol con un dedo o que Rajoy es el paradigma del liderazgo carismático político. Y si un cardenal, preocupado por dar una posible imagen de intolerante en los medios de comunicación, no es capaz siquiera de defender hasta el fin lo más sagrado de la fe, como es la Eucaristía, ¿de verdad alguien piensa que va a jugarse el tipo tirándose al degüello contra la cultura de la muerte?