¿Qué responder a la pregunta que se hace el Papa?
En un mensaje dirigido al congreso con motivo del 40º aniversario de la encíclica “Humanae Vitae", Benedicto XVI se pregunta “cómo es posible que hoy el mundo, y también muchos fieles, encuentren tanta dificultad en comprender el mensaje de la Iglesia, que ilustra y defiende la belleza del amor conyugal en su manifestación natural".
Que el mundo no acepte lo que la Iglesia sostiene es hasta cierto punto normal. Si no, no sería “mundo", en el sentido que Cristo dio a ese término. Otra cosa son los fieles. A mí se me ocurren varias razones por las que muchos, yo diría que la mayoría, no aceptan la enseñanza de la Iglesia sobre la planificación familiar:
1º- Muchos teólogos, sacerdotes y catequistas no la enseñan porque la rechazan. Cuando mi esposa y yo fuimos a un cursillo de preparación matrimonial, el sacerdote al que le tocó hablarnos del tema de los preservativos nos dijo que cada cual en su conciencia debería decidir si eso era correcto o no. Es más, todos salimos con la impresión de que a él le parecía bien su uso.
Si ya de por sí este es un tema complicado de aceptar, no tanto de entender, basta con que alguien de quien se supone que tiene cierta autoridad moral en la Iglesia ponga moqueta en el camino hacia el error, para que los fieles anden por el mismo con la conciencia muy tranquila.