Mario, más que un amigo
Dice la canción que algo se muere en el alma cuando un amigo se va. Y hoy se me ha ido más que un amigo. Aunque no debería decir “se me” sino “se nos". Porque no es que Mario fuera parte de InfoCatólica. Es que él era InfoCatólica. Como todos los que la fundamos hace ya casi 15 años. Y aunque nunca se vio su imagen, fue el artista genial de “Cuatro rayas mal hechas”, el creador de las geniales campañas de donativos con humor, el que, junto con su querida Ana, dio una y mil ideas para el desarrollo de este portal digital. De hecho, dos días antes de su ingreso final -sabíamos que estaba en fase terminal- me dio un consejo sobre una de las noticias que habíamos publicado. Como siempre, acertado. Como casi siempre, le hice caso.
Pero Mario era más, mucho más que lo que fue en InfoCatólica y lo que fue en los inicios de Germinans germinabit (algún día habrá que escribir esa historia). Era un hombre de Dios, un marido y padre ejemplar, alguien a quien podías contar tus alegrías y penas sabiendo que ibas a obtener una palabra justa para cada situación. Mi hijo mayor, que apenas tuvo relación con él me ha dado la descripción exacta de su persona:
“Yo cuando le vi era bondad y calma”
Pues sí, bondad y calma fue también lo que yo percibí la primera que vez que le vi junto a Ana en la casa parroquial del P. Joaquín Climent en Barcelona. Allí se plantaron con sus dos hijitos, adoptados y de origen africano. No se me olvidará nunca aquella estampa. No recuerdo a qué fueron allí pero sí sé que el P. Joaquín, que fue mi padrino de confirmación tras mi regreso al catolicismo, me dijo que daba gusto que en la Iglesia hubiera gente como ellos.