Bautizo en Kosovo
Hoy ha sido un día especialmente duro para mí por diversas circunstancias. Pero en medio de la prueba, el Señor me ha dado un regalo impresionante. Conocer y hablar con un sacerdote que está lleno del celo de Dios en su corazón. Además de sacerdote es guardia civil, destinado en la actualidad en Kosovo. Él es el autor de esta crónica, que se puede leer igualmente en la web del arzobispado castrense:
“Un etíope, Ministro del Tesoro y alto funcionario de Candace, la Reina de Etiopía, había ido en peregrinación a Jerusalén y se volvía, sentado en su carruaje, leyendo al profeta Isaías. El Espíritu Santo dijo a Felipe: «Acércate y camina junto a su carro».
Felipe se acercó y, al oír que leía al profeta Isaías, le preguntó: «¿Comprendes lo que estás leyendo?». El respondió: «¿Cómo lo puedo entender, si nadie me lo explica?». Entonces le pidió a Felipe que subiera y se sentara junto a él.
El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era el siguiente: “Como oveja fue llevado al matadero; y como cordero que no se queja ante el que lo esquila, así él no abrió la boca. En su humillación, le fue negada la justicia. ¿Quién podrá hablar de su descendencia, ya que su vida es arrancada de la tierra?.”