Asenjo, genio y figura
Si quedaban dudas sobre la clase del que en breve será el pastor de la iglesia sevillana, las mismas se han visto despejadas tras la entrevista que ha concedido al Abc y que ayer reproduje en Religión en Libertad. En ese sentido, recomiendo vivamente la lectura del artículo “Asenjo, el manto y la manta” del genial Antonio Burgos.
Monseñor Asenjo, que hoy toma posesión como arzobispo coadjutor de la archidiócesis de Sevilla, fue claro y rotundo en todas las respuestas, salvo aquella que puede comprometer en algo a la persona del cardenal Amigo. A la pregunta de si le habían encomendado ya algún área específica, el prelado se escuda en el “secreto profesional” para no contestar. Posiblemente el entrevistador no sabe que es Roma, y no el cardenal, quien ha marcado ya aquello de lo que Asenjo, y no Amigo, se tiene que encargar. Las formas se guardarán, pero el arzobispo coadjutor no es un simple auxiliar, y no sólo porque vaya a “heredar” la archidiócesis.
De entre todo lo que afirmó don Juan José, me parece importantísimo su juicio sobre la realidad interna de la Iglesia. Ante la pregunta sobre el avance de la secularización, monseñor Asenjo no se anda por las ramas:
…estoy convencido de que tan grave o más que la secularización que nos viene de fuera, es la secularización interna de la Iglesia, que los obispos españoles hemos denunciado en los dos últimos planes pastorales, y que se concreta en una especie de mimetismo con la cultura secular y en la propensión a bajar los listones de exigencia en el campo de la doctrina o de la moral para no hacer antipático el Evangelio. Es ésta una realidad fatal, que se traduce en falta de dinamismo y entusiasmo, y que todos tendríamos que superar viviendo el radicalismo evangélico y la alegría de ser cristianos. El problema es fundamentalmente doméstico y sólo se superará por los caminos de la santidad y del entusiasmo apostólico y misionero de los orígenes, y a través de comunidades vivas, fraternas y dinámicas, que hacen creíble y atractivo el Evangelio ante los no creyentes, los que se han marchado y los jóvenes.
No se puede decir más cosas en menos líneas. El nuevo arzobispo coadjutor de Sevilla da en el centro de la diana. Guillermo Tell es un aprendiz lanzaflechas a su lado. El drama real no está en la secularización de la sociedad, sino en que la misma ha hecho metástasis en el cuerpo eclesial. Y si no queremos que la enfermedad pase a ser terminal, el tratamiento ha de ser intensivo, de choque, que producirá sin duda molestias y que incluso nos afeará de cara al mundo. Pero esa fealdad pasajera, esos sufrimientos necesarios, darán paso a una recuperación total, que hará que ese cuerpo hoy enfermo vuelva a mostrarse fresco y lozano, listo para cumplir las tareas que le son encomendadas por su cabeza, que es Cristo.
Aunque a decir verdad, no tengo claro si la secularización del mundo ha contagiado a la Iglesia o más bien la secularización de la Iglesia, especialmente intensa durante el postconcilio, ha favorecido y servido de caldo de cultivo para la secularización de la sociedad. Sea una u otra cosa, el resultado lo tenemos delante de nuestros apéndice nasales.
Monseñor Asenjo entra igualmente en el espinoso asunto de las cofradías sevillanas. En contra de los que piensan que la iglesia sevillana son sus cofradías y poco más, don Juan José asegura que las mismas son una parte importante, sin duda, pero una más “entre las parroquias con sus cultos, sus catequesis, sus grupos de formación y sus Cáritas; y los distintos grupos apostólicos y movimientos, muchos de ellos con un gran dinamismo y frescura y gran fecundidad apostólica“. Además, el arzobispo insiste en que ha dedicado su tiempo a predicar sobre cuál ha de ser la verdadera identidad de las cofradías. Tener un pastor que de verdad se ocupe por resaltar el verdadero objetivo de la religiosidad popular, haciendo hincapié en su carácter catequético de transmisión de los misterios cristianos, es garantía de que el futuro de la salud espiritual del pueblo de Dios en esa archidiócesis será mejor que el presente.
El Papa ha acertado plenamente al elegir a monseñor Asenjo como pastor de la iglesia sevillana. Es vino viejo en odre viejo a la vez que savia nueva en un árbol que aun mostrando un aspecto agradable por fuera, tiene una seria enfermedad interna. Llega un nuevo jardinero que sabrá cuidar el rosal que se le ha encomendado. Las rosas no crecen sin espinas, pero la mano experta sabe sacar lo mejor de ellas sin que causen daño. Quiera Dios bendecir y santificar las manos de Juan José Asenjo, por medio de las cuales recibirán y alcanzarán la bendición los fieles sevillanos.
Luis Fernando Pérez Bustamante
16 comentarios
¿Tienes los enlaces de 2 documentos pastorales que menciona Monseñor Asenjo?
Creo que uno lo leí por aquí y se llamaba: Teología y Secularización, si no me equivoco.
El que no coloco es el segundo.
Y para mayor caradurismo, incurre en la peticion de principio de que estas distinciones son para evitar abortos (cuya definicion el mismo inventa).
La treta es clara, y se ha hecho en la historia de la humanidad con diversos colectivos: primero se les quita el estatuto humano, despues se usan eufemismos para su eliminacion. En eso, Adolfo Hitler, con su "evacuacion", fue el Maestro
Os recomiendo su lectura.
Una frase preciosa de S.Gregorio Magno a S. Leandro citada por mons.Asenjo, esa sí que la voy a buscar.
Y el artículo de A.Burgos, expresivo de la opinión de -seguro- no pocos sevillanos, y españoles en general.
Oraciones pide el nuevo obispo coadjutor, pues démosle oraciones y colaboración. Y gracias a Dios.
A ver si nos enteramos que ZP es la consecuencia, y no el problema. El problema es de dentro.
Sencillamente, no somos nosotros mismos. Y cuando se disimula, cuando uno se avergüenza de quien es, de donde viene, y de quienes nos antecedieron (memoria histórica incluida), nadie te sigue, porque nadie sigue a los cobardes.
Yo no soy sacerdote, pero sí fiel educado en colegio "puntero" religioso. Y lo viví, viví un cambio dramático (ahora con la perspectiva del tiempo puedo verlo), dentro de los propios colegios católicos. Mío y de mis hermanas.
A nosotros nos secularizaron DESDE la Iglesia, a toda la familia. Cristo daba igual y sólo importaba ser progres.
Y todo vino "desde arriba" de determinadas órdenes.
Alguien se pasó de listo en las alturas.
¿Hay que asistir a la la Santa Misa para pasárselo bien cantando y bailando, Monseñor?
¿Y después me viene Vd. con la monserga esa del "mimetismo con la cultura secular" y lo del "listón bajo para parecer más simpático"?
Monseñor, por favor...
VERDAD VERDAD Y VERDAD
los responsables: los curas herejes e incrédulos y los obispos asalariados
ellos son los primeros responsables
Ha dado en el clavo.
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