Y creyeron todos los que estaban destinados a la vida eterna
Primera lectura del sábado de la cuarta semana de Pascua:
El sábado siguiente se congregó casi toda la ciudad para oír la palabra del Señor. Cuando los judíos vieron la muchedumbre se llenaron de envidia y contradecían con injurias las afirmaciones de Pablo.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron con valentía: -Era necesario anunciaros en primer lugar a vosotros la palabra de Dios, pero ya que la rechazáis y os juzgáis indignos de la vida eterna, nos volvemos a los gentiles. Pues así nos lo mandó el Señor: “Te he puesto como luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta los confines de la tierra".
Al oír esto los gentiles se alegraban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban destinados a la vida eterna. Y la palabra del Señor se propagaba por toda la región.
Pero los judíos incitaron a mujeres piadosas y distinguidas y a los principales de la ciudad, promovieron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron de su territorio. Éstos se sacudieron el polvo de los pies contra ellos y se dirigieron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.Hech 13,44-52
Ante una misma predicación, los elegidos por el Señor para la vida eterna se convierten y los impíos se llena de ira y la rechazan.