Obediencia, palabra sobre la que ha girado la homilía del Papa a los obispos brasileño
Homilía que pronunció este viernes Benedicto XVI a los obispos de Brasil en la catedral de la ciudad de Sao Paulo, dedicada a Nuestra Señora de la Anunciación.
Amados hermanos en el Episcopado,
«El Hijo de Dios con lo que padeció aprendió la obediencia; y llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen» (cf. Hb 5,8-9).
1. El texto que acabamos de oír en la Lectura Breve de las Vísperas de hoy contiene una enseñanza profunda. También en este caso constatamos como la Palabra de Dios es viva y más penetrante que una espada de dos filos, llega hasta la juntura del alma, reconfortándola, estimulando a sus fieles servidores (cf. Hb 4,12).
Agradezco a Dios por haber permitido encontrarme con un Episcopado prestigioso, que está al frente de una de las más numerosas poblaciones católicas del mundo. Yo os saludo con sentimientos de profunda comunión y de afecto sincero, conociendo bien la dedicación con que seguís las comunidades que os fueron confiadas. La calurosa acogida del Señor Párroco de la Catedral de la Sé y de todos los presentes me hizo sentir en casa, en esta grande Casa común que es nuestra Santa Madre la Iglesia Católica.
Dirijo un especial saludo a la nueva Presidencia de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil y, al agradecer las palabras de su presidente, monseñor Geraldo Lyrio Rocha, hago votos por un provechoso desempeño en la tarea de consolidar siempre más la comunión entre los obispos y de promover la acción pastoral común en un territorio de dimensiones continentales.