Carrera en el fin de su carrera.
Es bien sabido en la archidiócesis de Barcelona, y de paso en el resto de la iglesia en Cataluña, que el Vaticano no ha admitido la renuncia por edad a Monseñor Carrera porque, a menos que haya cambiado algo muy recientemente, el ordinario no ha conseguido que le acepten a quienes quería como obispos auxiliares. Es muy probable que Roma quiera elegir a un candidato que algún día pueda pastorear otra diócesis catalana y, visto el tenor de los últimos nombramiento episcopales para las diócesis "menores" de aquella región española, no hace falta ser muy inteligente para llegar a la conclusión de que desde la Ciudad Eterna no tienen la menor intención de que en la archidiócesis con sede en la Ciudad Condal haya un obispo auxiliar que vaya por la línea de pasteleo pactista con los sectores más progres del clero catalán.
En cualquier caso, es cuestión de poco tiempo que Monseñor Carrera pase a ser emérito. Y antes de que se le pase el arroz, se está dedicando a regalarnos algunas perlas de indudable "solera" jubano-sistachista. Por ejemplo, en la edición de 27 de septiembre de Catalunya Cristiana, reflexionando sobre el nuevo curso pastoral, escribió el siguiente párrafo:
Cuando las cuestiones que los hombres y las mujeres de nuestro tiempo tienen pendientes son de fondo, no sería apropiado que nosotros gastáramos más energías que las estrictamente necesarias en debates menores sobre formas rituales, o en patéticas añoranzas de lenguas muertas.
Hombre don Joan, se puede entender que a un laico poco y/o mal formado le importe un pimiento la liturgia y la fidelidad al Concilio Vaticano II en lo referente a la lengua que ha de usarse en la misa (Sacrosanctum concilium, 36). Pero que todo un obispo de nuestra Iglesia hable con desdén de esas cosas no tiene perdón de Dios. Es una falta de respeto a los fieles que se sienten contentos y felices por el último motu proprio del Papa. De hecho, es una falta de respeto al Santo Padre, al cual no le parece un tema menor todo lo relacionado con la liturgia y la lengua oficial de la Iglesia latina.