Federico Jiménez Losantos acaba de reconocer que la información que dio ayer en su programa, en el sentido de que hubo monjas católicas que recibieron autorización de sus superiores para abortar no es cierta, que es una leyenda urbana y que en todo caso la doctrina de la Iglesia Católica es clara al respecto: el aborto nunca está justificado.
Yo le agradezco su rectificación, que le honra y que deja las cosas claras. Está por ver si quienes han situado sus palabras de ayer en primera plana serán capaces de informar, siquiera en un recuadro perdido, de su rectificación de hoy.
El buen periodista cuando se equivoca, reconoce su error. El mal periodista cuando se equivoca, insiste en seguir dando como verdad lo que es mentira. Y en relación a Losantos, la Cope y la Conferencia episcopal, hemos asistido a un espectáculo dantesco en las últimas semanas, del que todavía NADIE ha pedido excusas por inventarse noticias.
Dicho esto, no puedo por menos que recordar el caso de ese sacerdote barcelonés, Manel Pousa - ¡¡¡YO NO ME OLVIDO, Monseñor Sistach!!!-, que afirmó haber pagado abortos en un periódico y que hasta el día de hoy no ha desmentido tal declaración ni ha manifestado su arrepentimiento público por haber hecho semejante salvajada. Si a Federico, que es agnóstico, le hemos pedido que rectificara, ¿qué no habría que pedir a ese sacerdote o a su cardenal arzobispo? Si Losantos, que no ha pagado ningún aborto, ha rectificado, ¿qué no habrá que pedir a quien sí pagó abortos y sigue ejerciendo como sacerdote?
Como dije ayer, no cabe componenda alguna con la cultura de la muerte, de la cual el aborto y la eutanasia son sus principales frutos. Ni política, ni informativa ni socialmente podemos hacer otra cosa que oponernos radicalmente.
Luis Fernando Pérez Bustamante
Minuto 52, 15 segundos
http://www.cope.es/copealo.php5?nomAudio=progarchivo_12155936031722119680.mp3&titulo=La+Tertulia
En vista de los comentarios habidos, creo oportuno añadir lo siguiente a mi post:
1- Ayer Losantos dijo algo incierto respecto a las monjas violadas y forzadas a abortar, como dando por hecho que la doctrina de la Iglesia no es rotunda en su condena del aborto en todos los casos en que se produce, incluido el de violación. Eso es lo que él ha corregido hoy. Y eso es lo que otros “periodistas", en especial los que le quieren fuera de la Cope, son INCAPACES de hacer cuando han contado mentiras.
2- Losantos personalmente no está a favor del aborto. Ayer dijo muy claramente que cree que lo mejor es que todos los embarazos lleguen a término y que se tome la medida de dar en adopción a los niños no deseados. Al mismo tiempo, mantiene personalmente una idea sobre el trato legal que debe recibir el aborto, que no es exactamente la misma que la de la Iglesia, la cual quiere que el aborto sea siempre un delito. De hecho, canónicamente la pena SIEMPRE es la de excomunión. Pero….. sí, resulta que hay un pero. Cito de la web Ius Canonicum:
Al ser una pena de excomunión latae sententiae, se debe aplicar el canon 1324 § 1, 9º, por el cual si el sujeto ignoraba sin culpa que su conducta lleva aneja una pena, la pena se convierte en ferendae sententiae. Y si ignoraba totalmente que con el aborto está infringiendo una ley, el canon 1323 , 2º exime totalmente al infractor de una pena. Además, según el canon 1324 § 1, 4º y § 3, si el sujeto es menor de edad no incurre en pena latae sententiae.
Ahí vemos, pues, que a las menores de edad que abortan no se les aplica la pena de excomunión. E incluso tampoco a los que desconocen, sin culpa por su parte, de la extrema gravedad del acto. Es decir, estamos viendo que aunque la Iglesia considera el aborto SIEMPRE como un delito, como un grave pecado, pueden darse excepciones en cuanto a su condena canónica. Eso no es comparable a una legislación que despenalice determinados supuestos, lo cual hace que el aborto no sea siempre un delito, pero es obvio que ni siquiera la propia Iglesia está dispuesta a castigar el delito con la misma contundencia en cualquier circunstancia de la persona. De hecho, llega a no castigarlo canónicamente. El mero hecho de ser menor de edad, que no exime de tener conciencia moral, impide la excomunión (aunque sigue siendo un pecado mortal).
3- Lo ideal sería que la totalidad de los directores de programas de la Cope se ajustaran como mano a guante a la doctrina de la Iglesia en este tema. Y en caso de que personalmente no estén de acuerdo con alguno de los extremos de dicha doctrina, deben de abstenerse a manifestar su desacuerdo por respeto al ideario de la cadena. Máxime cuando estamos ante un asunto “innegociable", ya que lo que está en juego es la dignidad de la vida humana. Aquí sí es necesario que la empresa deje bien claro qué se puede decir y qué no.
Dicho eso, yo prefiero convencer a quien duda o desconoce en parte la doctrina católica, sobre todo si no es creyente, en la seguridad de que una vez que la persona entiende las razones de la Iglesia y las acepta se convierte en un buen instrumento para defenderlas. Y tanto más si estamos ante un caso, como es el del aborto, en que la presión social va exactamente en dirección contraria a la de la Iglesia.