22.07.08

España: ¿simple crisis o juicio divino?

Pablo Blanco es un protestante evangélico español que no se prodiga mucho en escribir pero que cuando lo hace casi siempre va a la raíz de los temas que trata. Este “mega-artículo” suyo merece mucho la pena. Salvo algún matiz de poca importancia lo suscribo totalmente:

España: ¿simple crisis o juicio divino?

Este es un artículo largo. Tómese su tiempo y léalo a trozos si es preciso. Es un artículo escrito para creyentes, y para creyentes españoles particularmente. Para personas que tienen temor de Dios y de Su Palabra, aunque contenga muchas consideraciones actuales que pueden encontrarse en los periódicos. Esta aclaración me permite no tener que extenderme en muchos aspectos que si fuese dirigido a incrédulos tendría que explicar con mucho más detalle y argumentos, que por otro lado ni entenderían ni los aceptarían aunque los entendieran.

Los creyentes que consideramos las Sagradas Escrituras, como una fuente inspirada para ser instruidos (2Ti. 3:16), sabemos que las guerras y los conflictos sociales provienen de las pasiones humanas pecaminosas, de las codicias, la envidia y las frustraciones humanas que dan ocasión al empleo de la violencia, como acertadamente dice St. 4:1,2; y de las maldades del corazón de los violentos, como dice el salmista (Sal. 140:1,2). Pero en determinadas ocasiones Dios decide aprovechar esa maldad humana para que sea un instrumento de su justicia. Y, así en algunas ocasiones permite que estas circunstancias actúen como un instrumento de su justicia, para castigar la corrupción y maldad de los pueblos. Cuando el mal, la injusticia y la rebeldía contra Dios llegaban a determinados límites, Dios utilizaba las condiciones militares y económicas del mundo para disciplinar y castigar la impiedad y la maldad. Podríamos extendernos cuanto quisiéramos para considerar esta realidad en cuanto a ejemplos concretos sobre numerosos pueblos tanto del pasado como hasta nuestros días, y hablar de Egipto, Amalec, de los cananeos, de Israel y Judá, de Babilonia, del Israel de los tiempos novotestamentarios, de Roma, pero también de la España imperial, de Francia, de Alemania, etc. De tal manera que es muy interesante analizar en ocasiones si las cosas que acontecen forman parte del desarrollo propio del caminar de la humanidad o aún encuadrados en ese marco general corresponden a un juicio y son días de venganza como los denominó Jesús (Lc. 21:22).

La libertad con la que nos movemos a la hora de hacer un análisis de los acontecimientos alejados en la historia se nos suele antojar una osadía cuando tratamos del presente. Pero Dios que ha aplicado juicios a las naciones como consecuencia de sus malos actos colectivos, seguro que también sigue haciéndolos hoy en día.

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17.07.08

Breve reflexión sobre la Conferencia Internacional para el Diálogo

Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Que Arabia Saudí, precisamente Arabia Saudí, esté en Madrid para hablar de diálogo interreligioso y tolerancia me parece una ofensa al sentido común y a la dignidad de los cristianos perseguidos en los países de mayoría musulmana, en especial a aquellos que se han convertido al cristianismo desde el Islam.

¿Habrá alguien que haga estas dos simples preguntas en esa “conferencia"?:

1- ¿cuándo se permitirá a los cristianos predicar el evangelio en los países musulmanes?

2- ¿cuándo dejará de ser delito en muchos países abandonar el Islam para convertirse a cualquier otra religión?

Mientas ser cristiano en un país musulmán no represente lo mismo que ser un musulmán en un país cristiano, estaremos haciendo el primo con este tipo de congresos. De hecho, me gustaría que alguien me dijera de qué ha servido el diálogo interreligioso con musulmanes en las últimas décadas de cara a mejorar la situación de los cristianos en tierra islámica. Que alguien me diga UN SOLO FRUTO POSITIVO Y TANGIBLE de dicho diálogo para nuestros hermanos. Y si no se consigue eso, lo demás es basura. Al menos así lo veo yo.

Luis Fernando Pérez

15.07.08

El cariño en medio del sufrimiento

Por suerte o por desgracia a lo largo de mi vida he pasado más tiempo de lo normal en diversos hospitales. No tanto por mí como sobre todo por mi madre. Ahora es mi esposa quien requiere hospitalización debido a la complicación de una enfermedad crónica que padece. Le esperan al menos dos semanas de estancia. Sé que la práctica totalidad de mis lectores creyentes rezan y rezarán por ella así que os lo agradezco.

Supongo que cada hospital tiene su propia idiosincrasia pero en todos he visto siempre las mismas escenas, las mismas caras de preocupación y, por supuesto, las mismas muestras de cariño de los familiares hacia los pacientes y viceversa. En el hospital no sufre sólo el enfermo sino aquellos que le aman. Y del sufrimiento surgen muestras de amor y de cariño que seguramente no se dan en el día a día, en la rutina de cada vida. Ver a un anciano coger la mano de su esposa llena de tubos es algo que emociona doblemente. Emociona porque puedes vislumbrar la angustia del abuelo que teme perder a quien ha sido su vida, y a su vez emociona porque contemplas cómo el verdadero amor nunca muere, no entiende de edades ni de dificultades y llega hasta el final.

Con todo, creo necesario decir que no deberíamos esperar a que nuestros seres queridos estén en dificultades de salud para llegar a ser más cariñosos con ellos. El amor no sólo se siente. Se dice, se cuenta, se vive. Sonrisas, besos, abrazos, “te quieros", la mera presencia, a veces son la mejor medicina para el alma y para el cuerpo. Y obtiene más quien da que quien recibe. El cariño que no das hoy quizás mañana no puedas darlo y eso produce una amargura que te puede acompañar el resto de tu vida. Sé mejor hijo, mejor esposo, mejor nieta, mejor sobrino, mejor padre, mejor amiga, mejor cristiano. Saldrás ganando.

Luis Fernando Pérez

11.07.08

Con permiso.... encuentro una imprecisión en un libro del padre Ladaria

No soy teólogo ni probablemente lo sea nunca, así que puede que me equivoque en lo que voy a decir, pero….

Tengo el libro “Teología del pecado original y de la gracia” de Luis F. Ladaria, SJ, a la sazón nuevo secretario general de la Congregación para la Doctrina de la fe. Es precisamente el libro sobre el que el padre José María Iraburu escribió un artículo que se ha hecho famoso en estos días gracias a Religión Digital. El caso es que no tengo claro que el padre Iraburu acierte en lo que él menciona y sin embargo pasa por alto algo que a mí me resulta una obvia imprecisión.

Vamos al texto, página 116-7:

Pero pienso que no debemos afirmar que la generación sea formalmente la causa de la transmisión del pecado. Trento no ha querido insistir en esto y en ningún caso mantiene una posición pesimista respecto de la procreación. En las declaraciones magisteriales se ha querido evitar sobre todo que la transmisión del pecado se considere cuestión de simple “imitación", es decir, que el pecado anterior a cada uno sea algo exterior a él. Por ello hay que afirmar que desde que un hombre entra en el mundo se encuentra realmente inserto en la masa de pecado de la humanidad, en una situación de pecado, de ruptura de la relación con Dios. Es claro que no se realiza desde el primer instante la ratificación personal, por parte de cada uno, de esta historia de pecado, pero esto no significa que esta inserción sea menos real. A continuación, al tratar de manera más específica el pecado original de los niños, volveremos sobre esta cuestión. En todo caso, la transmisión del pecado original por generación significa que éste es un elemento más de la condición humana que cada uno recibe por el hecho de su nacimiento, y que los efectos de este pecado están presentes desde el primer instante.

Bien, el padre Iraburu sostiene que “la explicación del profesor Ladaria no logra estar conforme, aunque lo intente, con la doctrina de la Iglesia, y que más parece explicar la transmisión del pecado original imitatione que generatione“. El padre Ladaria afirma que el magisterio sostiene que la transmisión del pecado no es simple “imitiatone” a la vez que niega que la generación sea “causa formal” del propio pecado. Quizás esa negación va encaminada a negar la idea de que la generación tenga como fin la transmisión del pecado, cosa que no es. A decir verdad la generación siempre tiene como objetivo transmitir la naturaleza, y desde Adán esa naturaleza está herida por el pecado. La Iglesia, en muchos documentos de su magisterio, ha enseñado siempre que la transmisión del pecado original es “por generación". Por eso al profesor Iraburu no le parece admisible la explicación de esa transmisión porque “desde que un hombre entra en el mundo se encuentra realmente inserto en la masa de pecado de la humanidad", sobre todo si esa entrada en el mundo se refiere al nacimiento y no a la concepción.

Precisamente por eso, ojo a esta frase:

- En todo caso, la transmisión del pecado original por generación significa que éste es un elemento más de la condición humana que cada uno recibe por el hecho de su nacimiento, y que los efectos de este pecado están presentes desde el primer instante.

Da la sensación de que Ladaria sitúa el nacimiento como el momento cronológico en que se “adquiere” el pecado original. Y no es así. El pecado original se “adquiere” en la concepción. De lo contrario, el dogma de la Inmaculada Concepción no tendría sentido. Y además, dado que el teólogo asegura que ese pecado original es un elemento más de la condición humana, no tiene sentido situar el nacimiento como el momento en que el pecado está en la persona, ya que somos personas desde el mismo momento de nuestra concepción.

A falta de una aclaración, creo que estamos ante una imprecisión que puede conducir al error doctrinal, si es que no es error doctrinal en sí misma. Maestros tiene la Iglesia que nos lo aclararán.

Luis Fernando Pérez Bustamante

Aclaración de José María Iraburu respecto a las calumnias de Religión Digital

En los últimos días, el sacerdote y teólogo José María Iraburu está siendo objeto de una campaña difamatoria en Religión Digital. El padre Iraburu envió ayer una nota aclaratoria al director del medio. Es la siguiente:

Sr. Dn. José Manuel Vidal

Director de RELIGIÓN DIGITAL

Le ruego tenga la bondad de publicar esta nota:

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Escribe José Manuel Vidal que “el teólogo [Iraburu] que se atrevió a llamar hereje al viceguardián de la Fe de la Iglesia es un sacerdote muy próximo a la Falange española", etc. Dos afirmaciones falsas en una breve frase.

-Es falso que yo llame “hereje” al P. Ladaria. Simplemente, en una breve obra de 2005, en la que analizo en un capítulo a varios autores actuales, al tratar de la Teología del pecado original y de la gracia, publicada en 1993 por el profesor Ladaria, afirmo que “la explicación del profesor Ladaria [sobre el modo de transmisión del pecado original] no logra estar conforme, aunque lo intente, con la doctrina de la Iglesia". ¿Eso es “tachar de hereje” a ese Autor? Yo tenía idea de que el señor Vidal respetaba e incluso apreciaba la discrepancia entre teólogos.

-Es falso igualmente que yo sea “muy próximo a la Falange española". Yo no tengo proximidad, grande o pequeña, con ningún partido político. En una ocasión (una) me invitó el escritor Luis María Sandoval a darles en Madrid una conferencia y celebrar una Misa, y acepté la invitación, como acepto tantas otras. Eso fue todo. Y una tercera falsedad:

-También es falso que “sobre Ladaria pareciera insinuar que le tilda de ‘relativista’ “. Basta leer mi escrito para comprobar que no es así.


José María Iraburu

Gracias

Hasta ahí la aclaración del padre Iraburu. En mi opinión esto es ni más ni menos que un movimiento más para intentar desacreditar a aquellos que osaron criticar y denunciar los errores doctrinales del “Jesús” de Pagola, entre los cuales está este sacerdote y teólogo. Se piensan que ridiculizándoles o calumniándoles van a conseguir ayudar a Pagola, cuando lo único que ayudaría al teólogo vasco es que la revisión de su libro eliminara todos y cada uno de los errores metodológicos y doctrinales que son señalados en la Nota de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la CEE. Ya sé que eso es pedir un milagro, en los que no tengo claro que crea el propio Pagola, pero otra opción de arreglar esta situación no veo.

Eso sí, apuesto a que como Monseñor Javier Martínez, arzobispo de Granada, arremete hoy en una entrevista contra el “Jesús” de Pagola, esos mismos medios le atacarán recordando lo del canónigo que le metió en juicio u otros problemas que ha tenido en su archidiócesis. Son así. Está en su naturaleza. No pueden evitarlo. Es su forma de ser “hijos de la Iglesia".

Luis Fernando Pérez

PD: Me congratulo de que la nota se haya publicado en Rumores de Ángeles. Ese es el camino.