Hagan el favor de ser teólogos católicos
Que algo está cambiando en la Iglesia para bien no admite mucha discusión, pero hay noticias que confirman que el cambio va más rápido de lo que parece. Los agentes de pastoral familiar les acaban de decir a los teólogos lo siguiente:
Cuarenta años después, pedimos a los teólogos que abandonen discusiones estériles y nos transmitan la enseñanza de la Iglesia. Lo que necesitamos no son discusiones doctrinales, sino ayuda para interiorizar lo que la Iglesia propone a todos los hombres como camino para vivir en plenitud el amor.
En otras palabras, dedíquense a ser teólogos católicos y no otra cosa. Alguno pensará que no es del todo justo meter a todos los teólogos en el mismo saco. Muchos ciertamente no se dedican a negar la doctrina católica sobre moral familiar y sexual. Pero a nadie se le escapa dos cosas. La primera, que el disenso que provocó la Humanae Vitae y que ha seguido más o menos vivo hasta estuvo esencialmente liderado por la casta de los teólogos, en especial de determinadas órdenes religiosas. La segunda, que los teólogos ortodoxos han seguido la política del avestruz de forma bastante miserable durante estas décadas, de tal forma que no han tenido el valor para salir a la opinión pública a defender la fe católica y señalar a sus compañeros de profesión que han desprestigiado enormemente el nombre de teólogo.