10.09.08

Propongo hacer algo útil respecto a Tele 5 en homenaje a Jesús Neira

Supongo que los lectores de este blog conocen el caso del catedrático Jesús Neira, que sufrió una agresión a manos de un energúmeno que a su vez estaba agrediendo a su pareja. El tipo dejó de pegar a la mujer, pero cuando Neira se retiraba del escenario recibió una brutal agresión que le dejó la cabeza en tan malas condiciones que días después, tras probables negligencias médicas, ha acabado en un coma del que sólo Dios sabe si podrá salir.

El sujeto que agredió a Jesús Neira está ya en la cárcel. Pero resulta que tiene en su novia Violeta Santander, la que sufría los malos tratos, a su principal defensora. Es sabido que algunas mujeres que sufren la agresión de sus maridos, novios y/o amantes tienden a justificarles, defenderles o incluso a negar las agresiones. La psiquis humana es complicada y produce ese tipo de situaciones absurdas e incomprensibles. Pero ni siquiera una psiquis alterada por una situación extrema puede impedir que sintamos repugnancia por la actitud de la tal Violeta, que tuvo la poca vergüenza de criticar a Neira por “meterse donde no le llamaban". O sea, el catedrático intentó defenderla, está al borde de la muerte por ello y la tía reacciona defendiendo a su novio y atacando a su defensor.

Esto es como si un grupo de terroristas secuestra a alguien, interviene la policía para liberarlo, uno de los agentes resulta herido y el secuestrado defiende a sus secuestradores y ataca al policía. En condiciones normales, esa persona no podría pasearse por la calle sin que la gente le señalara con el dedo por miserable. Pero en este país lo más probable es que Tele 5 le premiara pagándole un pastón para llevarle a cualquiera de sus programas basuras.

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9.09.08

Cómo hacer bulto para parecer que se es lo que no se es

En el ámbito de la política, una de las estratagemas típicas de los grupos extremistas marginales es la proliferación de siglas, de tal forma que en cada una de ellas se amparan cuatro gatos mal contados. La extrema izquierda eclesial sigue la misma estratagema. De vez en cuando paren comunicados a los que se suman decenas y decenas de siglas que en realidad no consiguen representar a más allá de dos o tres centenares de personas. Con la particularidad de que, salvo las bajas por defunción, llevan siendo los mismos desde más o menos la batalla de Brunete. Dar cobertura mediática a quienes nada son salvo que asomen en los medios, es un error que debemos empezar a dejar de cometer. Es por ello que hace tiempo que no escribo sobre esos grupos como tales. Si acaso me refiero a tal o cual personaje que forma parte de los mismos.

Hace unos días han vuelto a reunirse para animarse los unos a los otros, que es la única manera que tienen de creer que son lo que no son. El tema de las cifras de asistentes a estos encuentros de nostalgias pasadas es casi lo de menos. Incluso aunque fueran mil quinientos, que ni de lejos lo son, ¿qué es eso en el ámbito de millones de fieles que van cada domingo a misa?

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8.09.08

Asunto Lumen Dei

Hasta ahora no me he pronunciado en este blog sobre la cuestión del conflicto “Lumen Dei". Y no digo conflicto “en” o “de” Lumen Dei, sino conflicto “Lumen Dei", porque es obvio que si en una asociación privada de fieles que apenas cuenta con seiscientos y pico miembros, un número muy importante de los mismos se ha tirado literalmente al monte, el problema no son esos miembros sino la propia asociación en sí.

Parto de un hecho que en mi opinión no admite discusión. Me fío infinitamente más del criterio de Monseñor Sebastián que del de todos y cada uno de los miembros de Lumen Dei que están protagonizando el escándalo más patético de los últimos meses. Yo tengo ya pocas dudas de que buena parte de la Unión era una secta. Así, con todas sus letras: s-e-c-t-a. Por respeto a la persona del fundador de la Unión, me limitaré a decir del mismo que como mínimo demostró una más bien escasa capacidad de discernimiento a la hora de elegir a sus “sucesores". Sabiendo lo que sé de él, no creo que quepa atribuirle ni de lejos lo que sus “hijos espirituales” están demostrando ser. Pero fundador aparte, la abierta rebeldía de un sector de la Unión contra el Comisario Pontificio, al que están faltando al respeto de una forma MISERABLE, demuestra que Roma tenía toda la razón al intervenir esa asociación.

Pero voy más allá. El comportamiento de Roma en los dos últimos meses está siendo de una irresponsabilidad manifiesta. Yo no sé a qué mente privilegiada se le ocurrió elegir a Monseñor Sebastián como el candidato idóneo a encargarse de este marrón. Don Fernando estaba la mar de tranquilo en su retiro tras largas década de servicio al Señor y la Iglesia como pastor de almas. Por supuesto, obedeció y aceptó lo que Roma le pidió. Es decir, ha hecho lo que los rebeldes de Lumen Dei no están dispuestos a hacer. Pero, ¿es mucho pedir que la Roma que metió a don Fernando en este jaleo tenga el “detalle” de apoyarle públicamente ante los ataques furibundos de los sectarios que le atacan y ponen en solfa en los medios de comunicación? A ver, señores, ¿quién hay en la Santa Sede responsable de esta cuestión?, ¿dónde está?, ¿ha venido ya de las vacaciones?, ¿está missing?, ¿no sabe o no contesta?

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7.09.08

Y encima nos insulta

Que lo sepáis toda la panda de fachas reaccionarios que os oponéis al aborto. Sois todos unos cínicos y unos hipócritas que os envolvéis en altos valores morales para ir, ¡a quién se le ocurre!, en contra de una ley del aborto que mejora las garantías actuales. Así lo ha dicho el insigne Zapatero, presidente del gobierno español por la gracia de las urnas de una nación que asesina a cien mil de sus hijos al año.

El caso es que ese señor que tenemos por presidente ha dicho dos cosas ciertas. La primera, que hace falta envolverse en altos valores morales para oponerse al aborto. Quien no tiene ni moral ni altura de miras no se opone. Lo acepta sin rechistar. Y también es cierto que la nueva ley servirá para mejorar las garantías actuales de los que se forran a base de matar seres humanos en el seno materno. Hay que proteger a los matarifes de las clínicas abortistas no vaya a ser que aparezcan varios fiscales y jueces con un poco de dignidad, que osen investigar lo que pasa en esas empresas machaca-restos-de-fetos que se reparten por casi todo el territorio nacional cual agujeros negros de la indignidad humana. Lo de Isadora y la Clínica el Bosque no puede volver a repetirse. Hay que darles garantías para que sigan abriendo en canal a fetos de hasta 7-8 meses. Si acaso, habrá que investigar si cobran en negro, que al fin y al cabo eso perjudica a toda la nación porque ya sabemos que Hacienda es de todos.

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6.09.08

Los primeros cristianos contra el aborto. Ejemplos para el cristiano del siglo XXI

Para cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad humana es claro que una de las plagas más infecta, desastrosa e inmunda de nuestra sociedad en pleno siglo XXI es el aborto. La Iglesia Católica, así como la mayoría de las iglesias y comunidades eclesiales separadas de ella, condena sin paliativos la aniquilación de seres humanos en el seno de sus madres. Dado que la Biblia apenas habla específicamente del aborto, aunque obviamente hay indicios muy claros de que las Escrituras consideran que el feto es una vida humana (p.e Jueces 16,17; Salmo 22,9-10; Lucas 1, 15-16 y 41-44; Galatas 1,15), es importante que estudiemos lo que creían los primeros cristianos acerca de este tema. Su testimonio es unánime y no deja lugar a dudas en la condena del aborto. La Didajé, que pudo haber sido escrita incluso en el siglo I, es quizás el primer testimonio patrístico en el que se introduce dicha condena:

“He aquí el segundo precepto de la Doctrina: No matarás; no cometerás adulterio; no prostituirás a los niños, ni los inducirás al vicio; no robarás; no te entregarás a la magia, ni a la brujería; no harás abortar a la criatura engendrada en la orgía, y después de nacida no la harás morir.”
(Didajé II)

En la Epístola de Bernabé, escrita en la tercera década del siglo II, se llama hijo al feto que está en el vientre de la madre, se prohíbe expresamente el aborto y se le equipara al asesinato:

“No vacilarás sobre si será o no será. No tomes en vano el nombre de Dios. Amarás a tu prójimo más que a tu propia vida. No matarás a tu hijo en el seno de la madre ni, una vez nacido, le quitarás la vida. No levantes tu mano de tu hijo o de tu hija, sino que, desde su juventud, les enseñarás el temor del Señor.”
(Ep Bernabé XIX,5)

y

“Perseguidores de los buenos, aborrecedores de la verdad, amadores de la mentira, desconocedores de la recompensa de la justicia, que no se adhieren al bien ni al juicio justo, que no atienden a la viuda y al huérfano, que valen no para el temor de Dios, si no para el mal, de quienes está lejos y remota la mansedumbre y la paciencia, que aman la vanidad, que persiguen la recompensa, que no se compadecen del menesteroso, que no sufren con el atribulado, prontos a la maledicencia, desconocedores de Aquel que los creó, matadores de sus hijos por el aborto, destructores de la obra de Dios, que echan de sí al necesitado, que sobreatribulan al atribulado, abogados de los ricos, jueces inicuos de los pobres, pecadores en todo.”
(Ep Bernabé XX, 2)

El primer apologista latino Minucio Félix, llama parricidio al aborto en su obra Octavius de finales del siglo II:

“Hay algunas mujeres que, bebiendo preparados médicos, extinguen los cimientos del hombre futuro en sus propias entrañas, y de esa forma cometen parricidio antes de parirlo.”
(Octavius XXXIII)

El apologeta cristiano Atenágoras es igualmente tajante en su consideración sobre el aborto cuando escribió al Emperador Marco Aurelio:

“Decimos a las mujeres que utilizan medicamentos para provocar un aborto que están cometiendo un asesinato, y que tendrán que dar cuentas a Dios por el aborto… contemplamos al feto que está en el vientre como un ser creado, y por lo tanto como un objeto al cuidado de Dios… y no abandonamos a los niños, porque los que los exponen son culpables de asesinar niños”
(Atenágoras, En defensa de los cristianos, XXXV)

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