EpC: Salomón dividió el niño en dos mitades
Parece que las sentencias del Supremo sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía han dejado satisfechas a todas las partes. El gobierno puede decir que se prohíbe la objeción y los padres pueden alegar que el Alto Tribunal impide que la asignatura contenga contenidos adoctrinadores en valores y principios morales. Es decir, en este caso Salomón ha partido el niño en dos y le ha dado cada una de las mitades a las mujeres que reclamaban su maternidad sobre la criatura. Pero mucho me temo que el niño ha muerto.
Como bien afirma el centro jurídico Santo Tomás Moro, resulta cuando menos peculiar que el Supremo diga que ni el gobierno ni los profesores pueden adoctrinar y al mismo tiempo impida a los padres objetar. Señores magistrados, si los padres quieren objetar es precisamente porque consideran que la asignatura es adoctrinadora. ¿Qué salida les dejan ahora?, ¿tener que recurrir a los contenidos mientras sus hijos son obligados a asistir a clase?, ¿y quién les va a quitar de la cabeza los conceptos que se les transmitan mientras los juzgados deciden si tal o cual contenido es adoctrinador?