¿Un verdadero católico iría de la mano con los enemigos de la Iglesia?
Por si algunos no lo tenían claro, los católicos progres -léase también “críticos” y “heterodoxos"- con el Papa y la Iglesia tienen con quien ir de la mano. Efectivamente, esos católicos, que no son católicos por mucho que pretendan serlo, no están en comunión con la Iglesia sino con todo tipo de sindicalistas, laicos, ateos, librepensadores, colectivos de homosexuales y feministas.
Esos colectivos han decidido convocar una manifestación en contra de la visita del Santo Padre a España. Quieren reivindicar “el estado laico” y protestar por las, según ellos, “muchas prebendas que todavía disfruta la Iglesia Católica” en este país. Concretamente, el líder del Movimiento Laico y Progresista considera “intolerable” que “el dinero de todos los españoles se invierta en pagar la visita del Santo Padre", y estima que “cada hora que el papa pase en España costará 800.000 euros".
En un país libre como el nuestro, cada cual puede manifestarse por lo que le venga en gana. Yo no sé lo que puede costar al contribuyente español la visita del Papa, como tampoco sé lo que le costó en su día la visita del Dalai Lama o lo que le puede costar la visita de cualquier otro líder mundial político o religioso.
Lo que sí sé es que al Estado le cuesta dinero organizar la seguridad de los partidos de fútbol y otros eventos deportivos así como de los conciertos de estrellas del pop y del rock. También sé que el Estado reparte subvenciones al mundo de la cultura y del arte, que en muchas ocasiones desarrolla un tipo de actividad paralela y/o contraria al de las confesiones religiosas a la hora de transmitir determinado tipo de valores. Es decir, si el Estado se gasta algo de dinero para favorecer el ocio de los ciudadanos, ¿cuál es el problema en que vele por la seguridad del Papa y los católicos que quieren verle en vivo y en directo?