¿Qué Justicia es la que hace llorar de alegría a los terroristas y de pena a las víctimas?
El Tribunal Constitucional de España ha decidido que los representantes políticos de la banda terrorista ETA pueden volver a ocupar todas las concejalías y alcaldías que les correspondan por el apoyo electoral que reciban de la parte más inmunda de la sociedad vasca. La votación en el TC fue muy ajustada. Un solo voto de diferencia permite la legalización plena de Bildu, que había sido denegada por el Tribunal Supremo.
Las reacciones no se han hecho esperar. Los terroristas y filo-terrorista están exultantes de alegría. Sus víctimas, desoladas. Sólo con ese dato podemos llegar a una conclusión que, en mi opinión, no admite discusión alguna. El máximo órgano de la justicia española, que se supone que garantiza la aplicación de la Carta Magna, está al servicio de ETA y hace sufrir a las víctimas de esa banda terrorista. Alguien podrá decir que se limitan a aplicar la ley. Pero es evidente que si el Supremo ha interpretado la ley en sentido contrario al TC y si un sector importantísimo del propio TC está en contra del voto mayoritario, nadie podrá decir que la aplicación de dicha ley no podría haber sido a favor de las víctimas y en contra de ETA y sus lacayos. Por tanto, los magistrados del TC que han votado a favor de ETA, lo han hecho a sabiendas de que podrían haberlo hecho en contra, sin por ello quebrantar lo más mínimo el principio de legalidad. Pero en su conciencia ha pesado más la necesidad de hacerle un favor al partido que les ha puesto ahí, el PSOE, que la necesidad de defender a España de ETA.