Todos con la JMJ
En la entrevista concedida a Europa Press que publicamos hoy, el cardenal Rouco reconoce lo evidente. En muchos países católicos son muchos los jóvenes que “no han recibido formación religiosa y apenas tienen conocimientos o de carácter muy elemental sobre las verdades de la fe, de la Iglesia y de su historia“. Yo diría más. No sólo no han recibido esa formación, sino que además suelen ser bombardeados con todo tipo de calumnias, difamaciones y medias verdades que desvirtúan la Iglesia y su mensaje.
La JMJ es una oportunidad de que muchos jóvenes oigan de primera mano aquello que la Iglesia tiene que ofrecerles. Y tenemos la enorme suerte de contar con un Papa al que se le entiende todo. Y, no lo olvidemos, a veces basta con una buena predicación para que los corazones sean tocados por Dios. Pidamos al Señor para que así ocurra en Madrid en este mes de agosto que acaba de empezar.
Mucho se ha especulado con toda la parafernalia que rodea a este tipo de encuentros. Las dificultades logísticas son evidentes. La labor organizativa ha sido ingente y es de justicia reconocer el esfuerzo titánico que muchas personas están haciendo, de forma voluntaria, para que todo salga bien. Ayer mismo hablé con una de las personas que se encarga de atender a los discapacitados que van a acudir a la Jornada, y la verdad es que me impresionó su entusiasmo y su amor por la Iglesia y el Papa. Tanto que en breve le haré una entrevista para que conozcamos de primera mano cómo lo han hecho todo.