Convertíos todos... los homosexuales también
La Iglesia tiene la obligación de predicar la conversión, el arrepentimiento de los pecados, la necesidad de creer en Dios y guardar su ley, porque quien de forma pertinaz no guarda la ley divina, no conoce a Dios (1 Jn 2,3-5).
De hecho, Jesucristo (Mt 4,17) empezó su ministerio público con el mismo mensaje que previamente habría predicado San Juan Bautista (Mt 3,2): “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado". Fue también lo que hizo San Pedro en su primera predicación: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hech 2,38).
La Revelación es muy clara. Toda relación sexual fuera del matrimonio es pecado. Da igual si hay amor o no. Si los que se acuestan no están casados, pecan gravemente. En el caso de los homosexuales, la Escritura afirma además que sus relaciones son contrarias a la ley natural. Es decir, por decirlo de alguna manera, hay un plus de gravedad en ese tipo de pecado.
No hace falta decir que hay muchos más pecados, aparte de los que se cometen de cintura para abajo. Pero resulta que hoy en día, a nadie se le ocurre decir que asesinar, maltratar, vejar, abusar, robar, estafar, mentir, injuriar, etc, no es pecado. Cuando desde la Iglesia se predica en contra de esos actos, nadie protesta.
Pero, ¡ay! si alguien en la Iglesia se atreve a decir que la fornicación, el adulterio, la sodomía y el lesbianismo son pecados. ¡Ay! si alguien predica la conversión a quienes practican habitualmente esos actos.
Estos días hay una campaña brutal contra “Transformados”, un plan pastoral que busca la conversión de quienes viven esclavizados por el pecado de la sodomía y el lesbianismo. Es evidente que se trata de una conversión espiritual, cristiana. Los sacerdotes que han tenido la osadía de buscar que los pecadores alcancen la libertad en Cristo están siendo denunciados ante las autoridades. Y son objeto de ataques miserables, rastreros, inmundos, de aquellos periodistas que dedican su vida a servir al Padre de toda mentira bajo el ropaje de periodismo religioso. De ellos solo cabe decir lo que el Arcángel Miguel a Satanás: “El Señor te reprenda” (Jd 9).
Sin embargo, lo verdaderamente lamentable es la actitud de quienes deben defender a esos sacerdotes que, simple y llanamente, están cumpliendo con su misión. El silencio, por no decir la complicidad abierta con el “acusador de nuestros hermanos” (Ap 12,10), tendrá justo castigo por parte del Señor Jesucristo, que vomita de su boca a los tibios (Ap 3,16).
De quienes no solo no predican contra esos pecados sino que pretenden que el Señor los puede bendecir, algo blasfemo hasta más no poder, hoy no digo nada. Me remito nuevamente a las palabras del arcángel al ángel caído. Ya se las verán ante el Juez.
Yo he sido testigo de conversiones de homosexuales. Algunas realmente espectaculares, porque a los hombres les cambió hasta la voz. Y doy gracias a Dios por haber visto con mis propios ojos el poder de su gracia. La cual pido para mí, pues también necesito convertirme.
Quiero enviar desde aquí mi más sincero apoyo y mi gratitud a esos sacerdotes que tienen amor por las almas y buscan la salvación de los pecadores. El Señor os pagará con creces vuestra labor. Y si por ello sois perseguidos, bienaventurados seréis.
Que la Madre de Cristo ruege por vosotros y os ayude a pisar la cabeza de la serpiente, amén.
Luis Fernando Pérez Bustamante
20 comentarios
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LF
Sí, he puesto varios comentarios en esa misma noticia en El País.
Todos necesitamos conversión, por una cosa u otra. ¡Ay de nosotros si nos creemos perfectos!
Hoy día parecen vendernos que la homosexualidad es como una evolución humana tanto física como moral. Que ser homosexual es como un estadío superior, un superhombre que no pueden recibir la más mínima crítica ni moral, ni social, ni antropologica, ni científica de ningún tipo. ¡Ay quién se atreva a discrepar! Pero la realidad es tozuda y en el fondo todos sabemos que hay algo (o mucho) que no encaja.
Y el pecado de sodomía está claro en la Sagrada Escritura y en el Catecismo. Y querer rebajar la gravedad de estos pecados, esconder la doctrina eclesial de siglos, adaptarse a las modas imperantes y juguetear con Moloc es de una irresponsabilidad supina. Y los ministros ordenados, más aún.
Los cristianos tenemos la misión de transmitir el Evangelio íntegro, sin rebajas ni engaños, sin atajos ni miedo a persecuciones.
El que persevere será salvo, ayudemos a los sacerdotes que deben enfrentar ese dilema en este tema concreto de la castidad a que perseveren y no caigan en la tentación de engañar.
No abandonemos a los sacerdotes.
El Derecho es muy claro al respecto de los DEBERES de los fieles:
212 § 2. Los fieles tienen derecho a manifestar a los Pastores de la Iglesia sus necesidades, principalmente las espirituales, y sus deseos.
§ 3. Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas.
Eso me recuerda a una listilla que vino a mi colegio a dar un curso de nomeacuerdo y va y dice que todos los filósofos son delgados, como si hubiese conocido a los presocráticos, a Sócrates o a Platón. Yo me acordé de Santo Tomás de Aquino y se lo dije y contestó: "bueno, esa fue la excepción".
Si ya es diabólico adegurar a alguien de que el pecado no es pecado, aún es más escalofriante que le convenzan de que no puede convertirse y llegar a la santidad.
Por lo que he visto y sigo viendo a lo largo de mi vida no existe verdadero amor a Cristo porque la Verdad nos hace libres . Y tengo muy claro que cada quien elige o no a Dios , somos libres , a que viene a cada rato dar ese protagonismo exacerbado a los homosexuales??, quienes somos para juzgar sus conciencias??, de sobra saben y el Papa obispos etc etc los mandamientos De Dios y que no todo el que diga Señor Señor entrara en el Reino de los Cielos . Yo me he encarado con parroquias donde dan de comulgar a homosexuales que viven juntos y que el/ los párrocos les han dado un Te Deum y han ido al convite de la “boda” excepto yo.
Ni que decir tiene que estoy más sola que la una y que la hipocresía es aún un pecado más grave y mayor que la homosexualidad y a Jesús lo mataron por denunciar la hipocresía de fariseos y demás turba . Pero sigo sin entender que siempre se hable de este tema como recurso de evangelización a gente que conoce de sobra el Evangelio . Sabemos que hay trigo y cizaña pero solo a Dios le corresponde separar cabritos de ovejas . Si no os gustan los homosexuales no lo hagáis vosotros , como hago yo , sigamos siendo castos y fieles a Cristo y cada cual haga lo que le dé la gana que para eso Dios nos quiere libres .
Que hartazgo por Dios !!!
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LF
La obsesión de hoy es exactamente la contraria: se pretende que no existen los pecados de la carne. Y en el caso de los dos argentinos que están al frente de todo, es mucho peor: usan de manera blasfema a Dios para bendecir el más nefando de esos pecados.
Y por cierto, me temo que no tiene usted ni idea de en qué consiste la verdadera libertad, pero eso lo dejo para otro post.
Bien por el sacerdote de Segovia. Pastoral de la conversión. La única. La Misericordia ofrecida por Dios no es aplauso a situaciones de pecados. Es la conversión. La transformación gracias a Dios. Hemos de pedir por ello y por ellos.
Dios nos permita perseverar. Dios nos siga moldeando como Él nos pensó. Y no dejemos de pedirle y darle gracias por sus gracias. No nos abandones, Señor. Sin ti nada bueno podríamos hacer.
Es lo más deprimente de este asqueroso Siglo XXI: apenas digas la verdad, te misericordian los de adentro y te llevan preso los de afuera (esto si aun no te mataron). Confieso que estoy al borde de caer en el pecado de la desesperanza.
Que Dios nos pille confesados.
Tenga un bendecido 2025, Don LF. Lo recuerdo en mis oraciones.
En la barca de Pedro cabemos todos, pero no se lleva a nadie por la fuerza, están los que quieren estar, así de sencillo. Ancha es Castilla y el que no quiera que no se suba.
La fe es un Don de Dios, que la da a quien quiere y la acepta el que quiere.
No se puede rebajar la salvación, se proclama y acude quien debe acudir.
Nuestra obligación es permanecer fieles y proclamar la Verdad. No es convencer a nadie, ni quedar bien con el mundo.
La conversión es continua, nunca se está suficientemente convertido, cada día debemos convertirnos, hasta la muerte, y es una tarea que no se puede delegar, que requiere buena voluntad, oración (personal y comunitaria), penitencia y ayuda de la Gracia.
¿Contestará algún obispo? Por lo menos por la decencia de demostrar que la Iglesia Católica Española conoce el evangelio mejor que la ministra.
Si los primeros cristianos hubieran sido de ese tipo, ni qué decir que el cristianismo se hubiera extinguido antes de llegar a la esquina. Demos gracias de que Dios les mostró el camino. Igual que nos lo sigue mostrando ahora para mantener viva su llama.
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LF:
Desde luego los protestantes evangélicos no se olvidan de nadie. La mayoría de los testimonios de conversión de homosexuales activos los conocí entre ellos. El protestantismo no es homogéneo, pero es que el catolicismo ha dejado de serlo.
A ver si Dios nos regala entonces una (re)evangelización de los evangélicos a los católicos, en aquello en lo que los católicos hayamos dejado de estar donde debemos. Saludos.
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LF:
En realidad eso que dijo Lutero, que ciertamente fue una barbaridad, se da de tortas con lo que luego han sido la práctica habitual del protestantismo histórico. Al contrario, la tendencia puritana ha estado muy presente. Y no verá usted hoy a ningún protestante evangélico diciendo esa estupidez.
Todo sea para gloria De Dios y su Santo Nombre y Dios nos perdone si nos pasamos en el celo de querer ser mejores que El y hacer sus obras en lugar descuidando las nuestras que son pequeñas cotidianas y contingentes .
Me gusta la sencillez y no persigo a nadie como he visto a catolicos ir detrás de personas sin bautizar con un vaso de agua para bautizarles o estar a las puertas de los antros rezando por los que estaban dentro.
Yo estas cosas como que no las entiendo ni falta que me hacen porque tengo mis ojos y mi vida enfocada en Jesucristo y aún así he de cuidar mucho d no resbalar y caer por la pendiente del,pecado, de la soberbia, la autosuficiencia y quere ser mejor que los demás . Probablemente tenga razón y no tenga ni idea de lo que es la libertad pero ya tenemos a ustedes para que den rienda suelta y nos lo cuente .
Seguramente esto no me lo,publiquen porque veo que aquí opinar se convierte en discusión y no, si algo me repele es la discusión y la falta de respeto. Simplemente decirles que la fe es don De Dios y la conversión Dios tiene sus tiempos y es exclusiva de Él , por su sola gracia e iniciativa y que nosotros pobres pecadores debemos evangelizar con nuestras vidas y de palabra a tiempo y destiempo. Le garantizo que ya tiene las persecuciones y casi todas las bienaventuranzas ganadas. Dejemos a los homosexuales, lesbianas, cultura woke, que son modas y que cunda la unión en lo fundamental entre los hermanos en Cristo, la diferencia en la duda y la libertad en todo lo demás.
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LF:
Usted cree que la auténtica libertad consiste en poder elegir entre el bien y el mal, ¿me equivoco?
Pues no:
"Si la posibilidad de apartarse del bien perteneciera a la esencia y a la perfección de la libertad, entonces Dios, Jesucristo, los ángeles y los bienaventurados, todos los cuales carecen de ese poder, o no serían libres o, al menos, no lo serían con la misma perfección que el hombre en estado de prueba e imperfección. El Doctor Angélico (Santo Tomás de Aquino) se ha ocupado con frecuencia de esta cuestión, y de sus exposiciones se puede concluir que la posibilidad de pecar no es una libertad, sino una esclavitud".
(Encíclica Libertas del papa León XIII)
Clarito, ¿verdad?
Pues eso.
Podemos aprender mucho y bueno de las personas con inclinaciones homosexuales que viven en castidad, una buena vida cristiana sin fornicar.
Y lo mismo si fueran heterosexuales. Se esfuerzan por vivir según enseña Jesucristo, sin fornicar, y eso es bueno, y todos debemos ayudarnos en ello, y si caemos, nos ayudamos a levantarnos unos a otros como hermanos. A algunos Dios les quita por completo esas inclinaciones, a otros los hace generosos en el servicio y humildes y obedientes a la voluntad de Dios. Nos edifican.
De los que dicen "dejarles fornicar que ya es pecado porque lo digo yo o El País o el PSOE", no podemos aprender nada bueno.
Hay que cosas que no me cuadran en todo esto.
Opiniones sobre esto, por favor.
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LF:
Eso de que Dios crea las personas con esas tendencias no está nada claro. Pero una cosa es segura: la cruz nos salva. Ya lo dijo Cristo. El que no cargue su cruz y me siga, no es digno de mí.
Dios no crea a nadie con esa tendencia. Ni alcohólico ni psicópata. Nos hizo a su imagen y semejanza. Y vio que era bueno. Pero saben fabricarlos desde el primer año con improntas, pej. La experimentación cerebral y el control mental existen. También desde el adoctrinamiento de toda la vida, tentando. Actualmente el feminismo. Los abusos sexuales y el no poder acceder a hembras, han sido la vía principal de fabricación, antes de las manipulaciones cerebrales y de los lobbies. Dando a conocer vicios y reteniendo en ellos, etc. Ahora también desde mentiras sobre la sexualidad, como si todas las mujeres no fuéramos iguales, y como si no les fuera a pasar eso a todos los varones. Todos los griegos practicaban la sodomía. Los indios, según reflejan las actas de misioneros, también la practicaban abundantemente. Las orgías bisexuales eran la norma en el paganismo romano. Lo que no se combate, se propaga. Y solo queda el resto fiel. Eran culturas hedonistas y no escondían eso detrás de letritas. Es la vivencia de una antropología contraria a la creada por Dios. Contraria a la ley natural. Ahora creen haber descubierto el Mediterráneo y no han redescubierto más que esos vicios/pecados tan antiguos como el hombre. La pregunta sería por qué Dios permite el mal de su fabricación/de su desviación y otros males. Pero... teniendo claro que Dios prohíbe la práctica no hay más que discutir. La rebelión es todavía peor que el pecado sexual en sí.
Obviamente, no podemos juzgar a quienes viven así, porque no sabemos por qué causas y razones están en esa situación. Pero, para todo hombre es la invitación a la conversión. Dios nos ofrece la LIBERTAD a todos y, por qué vamos a privar a los homosexuales de esa posibilidad?
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