Cristo, rey de los corazones y de las naciones
Error condenado por el beato Pío IX en su Syllabus:
LV. Es bien que la Iglesia sea separada del Estado y el Estado de la Iglesia.
Encíclica Imortale Dei, León XIII
Por esta razón, así como no es lícito a nadie descuidar los propios deberes para con Dios, el mayor de los cuales es abrazar con el corazón y con las obras la religión, no la que cada uno prefiera, sino la que Dios manda y consta por argumentos ciertos e irrevocables como única y verdadera, de la misma manera los Estados no pueden obrar, sin incurrir en pecado, como si Dios no existiese, ni rechazar la religión como cosa extraña o inútil, ni pueden, por último, elegir indiferentemente una religión entre tantas. Todo lo contrario. El Estado tiene la estricta obligación de admitir el culto divino en la forma con que el mismo Dios ha querido que se le venere. Es, por tanto, obligación grave de las autoridades honrar el santo nombre de Dios. Entre sus principales obligaciones deben colocar la obligación de favorecer la religión, defenderla con eficacia, ponerla bajo el amparo de las leyes, no legislar nada que sea contrario a la incolumidad de aquélla. Obligación debida por los gobernantes también a sus ciudadanos
Encíclica Quas Primas, Pío XI
… erraría gravemente el que negase a Cristo-Hombre el poder sobre todas las cosas humanas y temporales, puesto que el Padre le confirió un derecho absolutísimo sobre las cosas creadas, de tal suerte que todas están sometidas a su arbitrio. Sin embargo de ello, mientras vivió sobre la tierra se abstuvo enteramente de ejercitar este poder, y así como entonces despreció la posesión y el cuidado de las cosas humanas, así también permitió, y sigue permitiendo, que los poseedores de ellas las utilicen.
Acerca de lo cual dice bien aquella frase: No quita los reinos mortales el que da los celestiales. Por tanto, a todos los hombres se extiende el dominio de nuestro Redentor, como lo afirman estas palabras de nuestro predecesor, de feliz memoria, León XIII, las cuales hacemos con gusto nuestras:
El imperio de Cristo se extiende no sólo sobre los pueblos católicos y sobre aquellos que habiendo recibido el bautismo pertenecen de derecho a la Iglesia, aunque el error los tenga extraviados o el cisma los separe de la caridad, sino que comprende también a cuantos no participan de la fe cristiana, de suerte que bajo la potestad de Jesús se halla todo el género humano.
Muchos de los fieles católicos de hoy en día, por no decir la inmensa mayoría, han sido formados en la ignorancia de lo que enseñaba la Iglesia sobre el Reinado Social de Cristo. Y cuando se encuentran con la sana doctrina católica de siempre, les resulta extraña.
La cosa, en realidad, es más fácil de lo que parece aunque no lo vean en primera instancia. Que Cristo debe reinar en el corazón de cada creyente no es discutible. Es obvio. La cuestión es si no debe reinar también en las familias. Seguramente también están de acuerdo. ¿Y qué pasa con las instituciones “superiores” a las familias (*)? Me refiero, por ejemplo, a una parroquia o a un municipio. A una diócesis o al pueblo de una nación, ¿ahí no reina? ¿Y qué pasa con las naciones? ¿ahí tampoco le toca reinar?
¿Reducimos el reinado de Dios solo al ámbito de la persona, del individuo? ¿quizás solo al de la comunidad religiosa? ¿Qué hay que deba escapar a dicho reinado?
Algunos dicen que se debe empezar de abajo hacia arriba. O sea, el proceso sería que en primer lugar se han de convertir los corazones y gracias a eso el reinado de Cristo llegará a las esferas de lo público. La pregunta que cabe hacer es a cuento de qué se acabó aceptando que una vez que Cristo reinaba en lo público podía ser derribado y destronado, de forma que hoy no pinta nada, más allá de menciones nominales, en la prática totalidad de los estados modernos.
Enseña San Pablo que la ley mosaica fue la maestra que nos llevó a Cristo. Y una vez en Cristo, ya no era necesario estar bajo la ley. Pero no porque en Cristo no tengamos ley, sino porque Cristo mismo y su evangelio son la ley suprema y su gracia el instrumento para que podamos cumplirla. Y eso vale tanto para el individuo como para la familia y la patria.
¿Cómo se puede ser de Cristo y no querer que tu patria esté sometida a su reinado? ¿cómo no querer que las instituciones y las leyes por las que se ordena tu pueblo sean conformes a la ley natural y la ley divina? ¿es eso teocracia? ¿acaso las buenas leyes no pueden ejercer la labor pedagógica que ayude a los pueblos a reencontrarse con Cristo?
La Cristiandad no fue perfecta. Las consecuencias de la caída siempre están presentes. Pero se tenía muy claro quién era el Rey de reyes. Hoy ese Rey de Reyes ha sido expulsado, despreciado y convertido en algo pasado a quien se considera un obstáculo para el “progreso” del hombre. Han sustituido la soberanía de Cristo por la soberanía del hombre adámico caído.
Algunos, simplemente, hemos recibido el don de ser testigos del Reino de Dios y de la integridad de la fe de nuestros padres. No queremos profesar una fe mutilada, escondida, abandonada cuando no negada. Simplemente queremos que Cristo reine hoy, aquí, en todos y sobre todos. Y con Él, su Madre. Madre nuestra.
¡ Christus vincit !
¡ Christus regnat !
¡ Christus imperat !
¡Viva Cristo Rey!
Laus Deo Virginique Matri
Luis Fernando Pérez Bustamante
PD: Del Catecismo de San Pío X:
407.- Podrían las familias proveer a todas sus necesidades si viviesen separadas?
- Si las familias viviesen separadas no podrían proveer a todas sus necesidades; fue necesario que se juntasen en una sociedad civil, a fin de ayudarse mutuamente al perfeccionamiento y el bienestar común.408.- ¿Qué es sociedad civil?
- Sociedad civil es la unión de muchas familias dependientes de la autoridad de una cabeza para ayudarse unas a otras a conseguir el mutuo perfeccionamiento y el bienestar temporal.409.- ¿De dónde le viene a la sociedad civil la autoridad por que es gobernada?
- La autoridad por que es gobernada la sociedad civil viene de Dios, que quiere se constituya ésta para el bien común.
57 comentarios
Otrosí con su reinado sobre las naciones. ¿Qué debería reinar y su Ley informar las leyes positivas? Claro, pero los dirigentes no quieren, y los pueblos tampoco.
Así que estamos igual, es un desideratum sin consecuencias prácticas. De hecho, ahora mismo, a los cristianos lo que nos toca es defender la libertad religiosa y la libertad de expresión, porque la alternativa no es la Cristiandad, sino la ilegalización del cristianismo, a imitación del comunismo y el islamismo.
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Dice:
los dirigentes no quieren, y los pueblos tampoco
Digo:
Eso es ahora. Pero no fue así. Gran parte de los pueblos no querían -o estaban divididos al respecto-, pero los gobernantes revolucionarios sí.
Yo soy firme partidario de la libertad de la única religión verdadera: la católica. De las religiones falsas, no. El error no tiene derechos. Y menos si afecta a la salvación del alma.
Yo no defiendo la verdad uniéndola al error. Y si defender la verdad supone la ilegalización, pues qué le vamos a hacer. Total, nos van a perseguir igual. Que nos persigan por defender la verdad, no una falsa copia de la misma.
¿ Salir a manifiestarse contra las acechanzas de la ideología de género ? No, dicen, eso no. Y asi con todo. Y alguno de ellos te dicen que la patria es importante
No es de extrañar que, primeramente, los católicos españoles votaran PSOE y ultimamente PP, el partido que se autodenomina "de centro reformista"
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LF:
Y con Sánchez Sorondo aplaudiendo, je je.
Lo de la “inmensa mayoría” creo que lamentablemente es verdad. No se les ha enseñado la verdad de Cristo Rey. Más aún, se les ha enseñado lo contrario. Las homilías parroquiales en la solemnidad de Cristo Rey no raras veces suelen ser hoy patéticas…
Sin embargo, es un tema que ya en la Escritura se declara de modo patente. Hay un buen número de Salmos reales impresionantes. Cito sólo del N.T. y de la Liturgia... ¿Son faroles?
+Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra (Mt 28,18).
+Es preciso que El reine hasta poner a todos sus enemigos bajo sus pies (1Cor 15,25).
+No queremos que El reine sobre nosotros (Lc 19,14).
+… nuestro Señor Jesucristo, que… vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
No, no son faroles. Es la realidad revelada por la verdad cierta de la fe.
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LF:
Lo que no se predica no se confiesa. Y lo que no se transmite, acaba muriendo.
Y claro, cuando aparece alguien que confiesa predica y transmite, le miran como a un bicho raro.
Enhorabuena, porque es de lo poco que he podido leer sobre este tema. Un abrazo y mis respetos.
Porque lo que es bueno para mi alma, lo es para los de mi familia, para los de mi patria y para el mundo entero.
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LF:
Mi fe, que no ideal, está en la doctrina católica tradicional sobre el Reinado Social de Cristo.
Reinado real, no nominal.
El Islam y la sociedad islámica, aun siendo más conformes a la ley natural que la basura infecta de sistema político y de sociedad que hoy existe en Occidente, niega a Cristo como Rey y Señor. Y trata a los cristianos como puede comprobarse a diario en las noticias. Por tanto, no es alternativa a nada.
De todas formas, es la izquierda española, a la que tú sirves, la que más pruebas ha dado de islamofilia. No los carlistas.
Por lo tanto, es muy oportuno este artículo de Luis Fernando, pues nos permite adentrarnos en el Reinado de Cristo en estos tiempos en que es casi universalmente rechazado. Todo un programa de estudio, meditación y oración, que podemos desarrollar para vivir su Solemnidad de modo más consiente y pleno. Este año la Solemnidad de Cristo Rey se celebra el 22 de noviembre.
El Reino de Cristo, que Él fundó, lo asemeja a una planta de mostaza, a la levadura en la masa, a la semilla de trigo que cae en buena tierra, a un tesoro escondido, a una perla de gran valor, a una red. Quien comprende esto, sacará de su tesoro lo nuevo y lo viejo (Mat 13). La repuesta a Pilatos fue contundente: “Yo soy Rey” (Jn 18, 37). Cristo es el Verbo Creador hecho Hombre. Por lo cual su Reino comprende la Creación del Cielo y de la tierra, de los espacios siderales y sus mundos, y los abismos del ser de las cosas. No existe nada de lo creado que no esté bajo la Soberanía Real de Cristo.
“Sin embargo de ello, mientras vivió sobre la tierra se abstuvo enteramente de ejercitar este poder, y así como entonces despreció la posesión y el cuidado de las cosas humanas, así también permitió, y sigue permitiendo, que los poseedores de ellas las utilicen.
Acerca de lo cual dice bien aquella frase: No quita los reinos mortales el que da los celestiales (27-Himno Crudelis Herodes, en el of. de Epif.). Por tanto, a todos los hombres se extiende el dominio de nuestro Redentor, como lo afirman estas palabras de nuestro predecesor, de feliz memoria, León XIII, las cuales hacemos con gusto nuestras: "El imperio de Cristo se extiende no sólo sobre los pueblos católicos y sobre aquellos que habiendo recibido el bautismo pertenecen de derecho a la Iglesia, aunque el error los tenga extraviados o el cisma los separe de la caridad, sino que comprende también a cuantos no participan de la fe cristiana, de suerte que bajo la potestad de Jesús se halla todo el género humano" (28- Enc. Annum sacrum, 25 mayo 1899)” ( Encíclica QUAS PRIMAS del Sumo Pontífice PÍO XI sobre la Fiesta de Cristo Rey).
Y a ti te gustaría una sociedad que también tratara a los que que no tienen creencias religiosas o las tienen diferentes a las tuyas como ciudadanos de segunda.
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LF:
A mí me gusta la civilización cristiana. O sea, la Cristiandad. Perfecta no era, pero comparada con la de ahora, como platino al lado de excremento de gaviotas.
Lo que dijo San Pedro de los fieles apóstatas, vale también para las naciones apóstatas:
Porque si después de haber escapado de las impurezas del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, se dejan atrapar nuevamente por ellas y son vencidos, sus postrimerías resultan peores que los principios. Más les valiera no haber conocido el camino de la justicia que, después de conocerlo, volverse atrás del santo precepto que se les entregó. Se ha cumplido en ellos aquel proverbio tan acertado: "El perro vuelve a su propio vómito" y la cerda lavada a revolcarse en el fango.
2 Ped 2,20-22
Esa es la España de hoy. Una perra que vuelve al vómito social-comunista. Una cerda que se revuelca en la democracia liberal.
Esa es la civilización occidental, salvo ciertos remanentes.
Dicho lo cual, no debato con ateos. Hasta aquí.
En fin, que no aprendemos.
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LF:
Tengo pendiente desde hace meses escribir un post que empiece por ese versículo y haga un repaso de la historia de los reyes de Israel. Es increíble lo mucho que se puede aprender de lo ocurrido.
Espero que nunca se cumplan vuestras intenciones porque la sociedad a la que aspiráis da igual de miedo que la islamista.
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LF:
No te preocupes, hombre. Si el sistema colapsa, cosa probable, la cosa girará hacia un neonacionalismo pagano o hacia un neocomunismo ecológico.
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LF:
Me interesa poco ese tema. Básicamente porque no me hace falta. Hace ya tiempo que pasé a ser tradicionalista. Si alguno más da ese paso, bienvenido.
Escribía el padre Martín Rubio que la festividad litúrgica de Cristo Rey instituida el 11 de diciembre de 1925 por Pío XI en su Encíclica Quas primas, fijada en el último domingo del mes de octubre, “se propuso frente a la “peste funesta” del laicismo; responde a una necesidad y tiene un doble carácter. Tiene una significación individual: nos habla de un Reino de verdad y de vida… reino en la inteligencia, voluntad, corazón de los hombres. Pero tiene, sobre todo, un carácter marcadamente social. Es decir, fue establecida como remedio a los males de la época.
La reforma litúrgica, lejos de reafirmar su carácter y de aprovechar la fiesta litúrgica para vigorizar en los fieles la verdadera naturaleza del reinado de Cristo, la Iglesia conciliar ha aprovechado la reforma litúrgica para provocar una completa transformación de su contenido, mediante un cambio de fecha, en el calendario reformado, el último domingo del año litúrgico (Domingo XXXIV del tiempo ordinario)... ha pasado a ser la de “Jesucristo, Rey del Universo”, cambio en apariencia secundario pero cuyo verdadero significado podemos captar al comprobar cómo en la oración colecta se ha eliminado la mención a Cristo como rey de las naciones o de los pueblos (el reino que «sufre violencia» -Mt 11, 12- y que los cristianos tienen que esforzarse para implantar y defender, con la gracia de Dios) para dejar paso al reino que se establecerá inevitablemente al final de la historia, con la Parusía, y con la supresión de textos: Las más significativas fueron las llevadas a cabo en el himno de Vísperas Te saeculorum Principem, donde se eliminó la alusión a la rebeldía de los hombres ante el reinado de Cristo... Celebrar una u otra fiesta implica asumir el espíritu propio de cada una de ellas, las afirmaciones respectivas y las negaciones, aunque éstas se produzcan por la vía de la mera supresión o del acento escatológico.
Una vez más se comprueba la certeza del adagio legem credendi, lex statuat suplicandi ... la nueva fiesta no invita a incidir en el orden político y social actual ni en la responsabilidad de la Iglesia para que las naciones den culto al verdadero Dios y edifiquen a esa luz sus ordenamientos jurídicos”.
Muy cierto lo que indicas que es desconocida esta Doctrina. Y por tanto, difícil de llevar a cabo. Quiero decir, la pregunta para quién se toma en serio lo que citas de Pío XI :"el Padre le confirió un derecho absolutísimo sobre las cosas creadas, de tal suerte que todas están sometidas a su arbitrio". Es, ¿cómo se materializa esto?
Por que en definitiva, el mundo civil y político se maneja y controla de una forma muy concreta (puede gustarnos o no), y para tener "poder civil" habría que ganárselo según las reglas e instituciones civiles que existen para ello. En definitiva, para tener alguna relevancia política, y por tanto legislativa, hay que ganar en los procesos que conducen a aquello.
Y si no existen partidos políticos católicos, pues se ha imposible.
Luego, derivamos en simplemente votar por el mal menor.
Saludos
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LF:
Soy de la opinión de que la participación de los católicos en la democracia usando los instrumentos de la democracia (partidos políticos) solo sirve para dar legitimidad a un sistema que es, en su esencia, contrario a la soberanía de Cristo. Y desde el enorme fracaso de la Ralliement de León XIII deberíamos haber aprendido eso. Mons. Aguer lo explica muy bien en su último artículo publicado en InfoCatólica:
Es notable observar cómo León XIII, un pontífice extraordinario y de excelente doctrina, cometió un grave error de estrategia pastoral que lo llevó a concesiones, que continúan siendo actualmente para la Iglesia una permanente tentación.
"¿Cómo se puede ser de Cristo y no querer que tu patria esté sometida a su reinado? ¿cómo no querer que las instituciones y las leyes por las que se ordena tu pueblo sean conformes a la ley natural y la ley divina?"
Es que es tan claro... pero aún así se discute. Me pregunto muchas veces eso mismo. Y creo que puede haber una prevención equivocada acerca de ciertas expresiones a las que la grandísima mayoría de la gente no está acostumbrada. Es que ahí hay un montón de católicos que se han tragado como doctrina correcta que la separación Iglesia-Estado es un bien. Pero el Syllabus lo deja bien claro.
Quizás haya podido contribuir a la confusión un cierto concepto politizado del cristianismo militante. Y es que he conocido a varios católicos dispuestos a tomar la espada para evitar la cruz. Católicos que invocan a Cristo Rey no para anunciar el Reino de los Cielos, sino para imponer una determinada idea del Estado. No sé, me acuerdo de las guerras entre reyes cristianos. Se puede ser un gobernante cristiano y al mismo tiempo un corrupto, adúltero y prepotente.
Quiero decir que ha podido haber en ocasiones en que haya habido reinado social de Cristo sin conversión del corazón. Y eso puede hacer pensar al católico desinformado que son realidades excluyentes.
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LF:
Sí, se puede ser un rey corrupto, un presidente de la república corrupto, un caudillo corrupto, etc, etc. Pero si el régimen está asentado en el reconocimiento de la realeza absoluta de Cristo, eso será una nación cristiana.
Y por cierto, el hecho de que hablemos del Reino de Dios ya indica algo sobre la forma más apropiada para organizarse. Vamos, me parece a mí...
¿Estoy, hoy por hoy, en una sociedad pagana y post (o anti) cristiana como se implementa?? ¿Se da un golpe de Estado con 4 gatos consistente en un patético y minúsculo mini alzamiento condenado al cuartelillo? ¿Se crea un partido político católico de verdad que no se comerá una rosca?
Aún escrito con sorna, es una pregunta sincera. Y ojalá pudiese tener lugar una sociedad católica. Ojalá, pero...
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LF:
Supongo que a principios del siglo III no había muchos cristianos pensando que un siglo más tarde el imperio que los perseguía acabaría siendo cristiano. Las cosas pasan cuando pasan. Y nunca se sabe qué puede desencadenar un cambio histórico radical. Lo que es necesario es que tengamos clara la doctrina.
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LF:
La fe, obviamente, no puede ser impuesta. Entre otras cosas porque es un don de Dios. Ahora bien, la ley que es conforme a la ley natural y divina, por supuesto que sí puede y debe ser impuesta. De hecho, el rey o gobernante cristiano es ministro de Dios para castigar con la espada a quien quebrante la ley. San Pablo lo explica muy bien:
Pues los gobernantes no han de ser temidos cuando se hace el bien, sino cuando se hace el mal. ¿Quieres no tener miedo a la autoridad? Haz el bien, y recibirás su alabanza, porque está al servicio de Dios para tu bien. Pero si obras el mal, teme, pues no en vano lleva la espada; porque está al servicio de Dios para hacer justicia y castigar al que obra el mal.
Rom 13,3-4
Sabemos que la Ley es buena si uno la usa legítimamente, teniendo en cuenta que la Ley no se ha dado para el justo sino para quienes no admiten norma ni sometimiento, para los impíos y pecadores, sacrílegos y profanadores, parricidas y matricidas, homicidas, adúlteros, sodomitas, traficantes de hombres, mentirosos, perjuros y para todo cuanto se opone a la sana doctrina, según el Evangelio de la gloria del Dios bienaventurado, que me ha sido confiado.
1 Tim 1,8-10
"Castellani pone una pregunta en la boca de los cristianos que viven desde estas convicciones: «¿Qué podemos hacer nosotros, si todo esto depende de una serie de destrucciones sucesivas y forma parte de una destrucción que avanza». Y responde: «“Conserva las cosas que han quedado, las cuales son perecederas”, le manda decir Jesucristo al Ángel de la Iglesia de Sardes, la quinta Iglesia del Apocalipsis; lo cual quiere decir “atente a la tradición”. Tenemos que luchar hasta el último reducto por todas las cosas buenas que han quedado, prescindiendo de si esas cosas serán todas “integradas de nuevo en Cristo”, como decía San Pío X, por nuestras propias fuerzas o por la fuerza incontrolable de la Segunda Venida de Cristo. “La Verdad es eterna, y ha de prevalecer, sea que yo la haga prevalecer o no”» Cita a continuación el padre, algunos ejemplos, nosotros podríamos completar la enumeración con tantas otras realidades por las que hay que seguir resistiendo: «Por eso debemos oponernos a la ley del divorcio, debemos oponernos a la nueva esclavitud y a la guerra social, y debemos oponernos a la filosofía idealista, y eso sin saber si vamos a vencer o no. “Dios no nos dice que venzamos, Dios nos pide que no seamos vencidos”.
“Cierto que Teresa no salió nunca del Carmelo de Lisieux. Sin embargo, tenía los deseos de su corazón tan altos y grandes que los alcanzó, de modo diferente pero real. Escribía la Santa, en su libro autobiográfico: "Tengo la vocación de apóstol…Quisiera recorrer la tierra, predicar tu nombre, y plantar sobre el suelo infiel tu cruz gloriosa. Pero, ¡oh, Amado mío!, una sola misión no me bastaría. Desearía anunciar al mismo tiempo el Evangelio en las cinco partes del mundo, y hasta en las islas más remotas…Quisiera ser misionero, no solo durante algunos años, sino haberlo sido desde la creación del mundo y seguir siéndolo hasta la consumación de los siglos… Pero desearía, sobre todo, ¡oh, amadísimo Salvador mío! derramar por ti hasta la última gota de mi sangre…” Y fue el mismo Pío XI quien escribió el decreto proclamando a "Santa Teresa del Niño Jesús, Patrona especial de los misioneros y de las misiones, con el mismo título y con el mismo privilegio litúrgico que San Francisco Javier". Aquella declaración pontificia fue el 14 de diciembre de 1927." (DIARIO DE CADIZ - FRANCISCO VÍCTOR LÓPEZ FERNÁNDEZ / CARMELITA DESCALZO).
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LF:
Todo eso es muy piadoso y está muy bien pero el post trata más bien de la doctrina del Reinado SOCIAL de Cristo, la unidad católica de las patrias...
Pero eso fue hasta el Antiguo Régimen, a partir de la Revolución Francesa la autoridad no viene de Dios sino del pueblo, aunque eso es una mentira de los políticos, porque sabido es que el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes, o sea ellos, los políticos que una vez elegidos se olvidan del pueblo y gobiernan de espaldas a él.
Pero si miramos bien, ni siquiera los políticos son los que gobiernan, gobierna el Nuevo Orden Mundial, ese poder sin rostro que maneja los hilos desde las sombras buscando acabar con la soberanía de las naciones para juntarlas a todas bajo un solo paraguas que los sin rostro agarran por el mango. Y están a punto de lograrlo, ya se oyen los pasos del Anticristo, no sólo en el mundo, también en los pasillos del Vaticano.
Y pese al temor de muchos es mejor que así sea, porque el impío sólo reinará una semana de años, mejor dicho la mitad.
Enseguida veremos la Segunda Venida de Cristo, única solución para acabar con esta pesadilla que ya no se aguanta más.
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LF:
El tema del post no es la escatología. Me interesa más hablar de Cristo Rey que del anticristo.
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LF:
Yo no planteo nada. Expongo la doctrina tradicional de la Iglesia y la explico lo mejor que sé.
Para propuestas, pueden pasarae por la web de la Comunión Tradicionalista:
https://carlismo.es/
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LF:
Me temo que no se entera de algo elemental. En este post me limito a exponer doctrina católica tradicional. ¿No le gusta esa doctrina? Lo siento.
No doy receta alguna sobre cómo se podría implementar esa doctrina en una sociedad apóstata. Simplemente la expongo.
Luis Fernando
Espero que nunca se cumplan vuestras intenciones porque la sociedad a la que aspiráis da igual de miedo que la islamista.
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La sociedad actual en la que vivimos es una secta herética lo mismo que el Islam. Y, como muy bien dice Luis Fernando, no es casual la alianza que se ha establecido entre ambas sectas. No es casual en absoluto.
Además, el pecado engendra pecado. Un mundo corrompido moral e intelectualmente, donde lo que gobierna es la mentira, ha de rechazar a Cristo y su reinado lo mismo que un truhan se burla del honrado o un ladrón huye de la luz del día.
Algunos objetan la corrupción de algunos gobernantes cristianos. Pero no hay mayor corrupción moral e intelectual que separase asépticamente de Cristo por principio, como hace la religión laicista cuya excrecencia es la democracia.
Para ser ateo hay que ser débil mental (imbécil) o deshonesto intelectual. Además, como por principio actúa contra Dios, el fin último, es incapaz de obrar bien. Por consiguiente, no hay peor tiranía que la de los ateos, porque actúa directamente contra el Sumo Bien Común.
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LF:
No hace falta decir eso de todos los ateos. Entre ellos hay de todo. Sí que es cierto que todos los regímenes oficialmente ateos han sido represores.
Entre nostalgicos de dictadores varios (Franco, Salazar, Pinochet...) y algunos que firmarian por volver a los tiempos mas oscuros de la Inquisicion, con una Iglesia poderosa e influyente que mandaba tanto o mas que los monarcas y emperadores y decidia sobre todo, lo divino ( en eso no han cambiado ) y lo humano ( en esto, por fortuna, si han perdido bastante fuelle ), esta web se parece cada dia mas a un anticuario o a un museo. Esperemos que no acabe siendo el de los horrores, pero al ritmo que llevan no se yo.
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LF:
Hay que ver cómo les gusta a los que no son católicos meter baza en una web católica.
No pierdo más el tiempo con usted. No lo pierda usted con nosotros. Al menos no en este blog.
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LF:
El Reino de Cristo no es de este mundo pero reina sobre este mundo.
No se ha de esperar a la consumación de los tiempos para que reine. Cristo YA tiene autoridad (Mat 28,18)
2104 “Todos los hombres [...] están obligados a buscar la verdad, sobre todo en lo que se refiere a Dios y a su Iglesia, y, una vez conocida, a abrazarla y practicarla” (DH 1). Este deber se desprende de “su misma naturaleza” (DH 2). No contradice al “respeto sincero” hacia las diversas religiones, que “no pocas veces reflejan, sin embargo, [...] un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres” (NA 2), ni a la exigencia de la caridad que empuja a los cristianos “a tratar con amor, prudencia y paciencia a los hombres que viven en el error o en la ignorancia de la fe” (DH 14).
2105 El deber de rendir a Dios un culto auténtico corresponde al hombre individual y socialmente considerado. Esa es “la doctrina tradicional católica sobre el deber moral de los hombres y de las sociedades respecto a la religión verdadera y a la única Iglesia de Cristo” (DH 1). Al evangelizar sin cesar a los hombres, la Iglesia trabaja para que puedan “informar con el espíritu cristiano el pensamiento y las costumbres, las leyes y las estructuras de la comunidad en la que cada uno vive” (AA 13). Deber social de los cristianos es respetar y suscitar en cada hombre el amor de la verdad y del bien. Les exige dar a conocer el culto de la única verdadera religión, que subsiste en la Iglesia católica y apostólica (cf DH 1). Los cristianos son llamados a ser la luz del mundo (cf AA 13). La Iglesia manifiesta así la realeza de Cristo sobre toda la creación y, en particular, sobre las sociedades humanas (cf León XIII, Carta enc. Immortale Dei; Pío XI, Carta enc. Quas primas).
2106 “En materia religiosa, ni se obligue a nadie a actuar contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella, pública o privadamente, solo o asociado con otros, dentro de los debidos límites” (DH 2; cf GS 26). Este derecho se funda en la naturaleza misma de la persona humana, cuya dignidad le hace adherirse libremente a la verdad divina, que trasciende el orden temporal. Por eso, “permanece aún en aquellos que no cumplen la obligación de buscar la verdad y adherirse a ella” (DH 2).
2107 “Si, teniendo en cuenta las circunstancias peculiares de los pueblos, se concede a una comunidad religiosa un reconocimiento civil especial en el ordenamiento jurídico de la sociedad, es necesario que al mismo tiempo se reconozca y se respete el derecho a la libertad en materia religiosa a todos los ciudadanos y comunidades religiosas”(DH 6).
2108 El derecho a la libertad religiosa no es ni la permisión moral de adherirse al error (cf León XIII, Carta enc. Libertas praestantissimum), ni un supuesto derecho al error (cf Pío XII, discurso 6 diciembre 1953), sino un derecho natural de la persona humana a la libertad civil, es decir, a la inmunidad de coacción exterior, en los justos límites, en materia religiosa por parte del poder político. Este derecho natural debe ser reconocido en el ordenamiento jurídico de la sociedad de manera que constituya un derecho civil (cf DH 2).
2109 El derecho a la libertad religiosa no puede ser de suyo ni ilimitado (cf Pío VI, breve Quod aliquantum), ni limitado solamente por un “orden público” concebido de manera positivista o naturalista (cf Pío IX, Carta enc. Quanta cura). Los “justos límites” que le son inherentes deben ser determinados para cada situación social por la prudencia política, según las exigencias del bien común, y ratificados por la autoridad civil según “normas jurídicas, conforme con el orden objetivo moral” (DH 7).
Creo que es muy claro, y que sin embargo he de decir que las posiciones que usted expone parecen no aceptar lo que aquí se dice. Un saludo, y lo único que le pido es que acepte que la fe no se comunica a punta de pistola, sino por la fuerza de la verdad en la caridad.
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LF:
Lo que está muy claro es es era la doctrina de siempre de la Iglesia sobre la libertad religiosa, basada en algo tan fundamental como que el error puede ser tolerado pero jamás tener derechos. Y luego, el propio Benedicto XVI, no yo, no Küng, no Lefebvre, no etc, se encargó de decir como Papa lo que cree que pasó en el CVII. Y lo dijo en dos discursos a la Curia. En el 2005:
El concilio Vaticano II, reconociendo y haciendo suyo, con el decreto sobre la libertad religiosa, un principio esencial del Estado moderno, recogió de nuevo el patrimonio más profundo de la Iglesia. Esta puede ser consciente de que con ello se encuentra en plena sintonía con la enseñanza de Jesús mismo (cf. Mt 22, 21), así como con la Iglesia de los mártires, con los mártires de todos los tiempos.
Y en el 2006:
es necesario aceptar las verdaderas conquistas de la Ilustración, los derechos del hombre, y especialmente la libertad de la fe y de su ejercicio, reconociendo en ellos elementos esenciales también para la autenticidad de la religión.
Es decir, según ese Papa, el CVII asume los principios sobre la libertad religiosa y derechos humanos de la Ilustración y del estado moderno (también ONU). Exactamente aquellos que habían sido condenados explícitamente, vez tras vez, por la totalidad de los papas desde 1789 hasta dicho concilio. Es más, hubo mártires combatiendo, por ejemplo, por la unidad católica de España.
Rizando el rizo, Benedicto XVI llama a eso hermenéutica en la reforma de la continuidad. Que no consiste en que no haya cambio doctrinal, que evidentemente lo hay (por eso dice reforma), sino en que hay continuidad en el sujeto que sostiene la doctrina. A saber, la Iglesia.
Bien, eso destroza literalmente el principio de no contradicción. Eso implica que la Iglesia puede enseñar una cosa y la contraria sin que la verdad sea quebrantada. El que quiera comprar ese género, que lo compre. Yo no.
He sido claro, ¿verdad?
Lo de a punta de pistola se lo cuenta usted a los que imponen hoy el error en la Iglesia a punta de la corrupción de la autoridad.
"La fe, obviamente, no puede ser impuesta. Entre otras cosas porque es un don de Dios. Ahora bien, la ley que es conforme a la ley natural y divina, por supuesto que sí puede y debe ser impuesta. De hecho, el rey o gobernante cristiano es ministro de Dios para castigar con la espada a quien quebrante la ley. San Pablo lo explica muy bien".
No entiendo muy bien a qué se refiere con "castigar con la espada a quien quebrante la ley".
Me imagino que lo que usted dice es que el Estado católico debería tener un gran aparato coercitivo para perseguir de forma inexorable a quién transgreda la ley divina.
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LF:
No lo digo yo. Lo dice san Pablo.
El problema es que el Catecismo también se contradice consigo mismo cuando afirma:
"En materia religiosa, ni se obligue a nadie a actuar contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella, pública o privadamente, solo o asociado con otros, dentro de los debidos límites"
Y después:
"El derecho a la libertad religiosa no es ni la permisión moral de adherirse al error (cf León XIII, Carta enc. Libertas praestantissimum), ni un supuesto derecho al error "
Entonces no hay derecho al error, pero sí a practicarlo y difundirlo en público. Entonces, ¿dónde está el derecho de los demás a ser preservados en la verdad, de los errores de otros? No lo entiendo
Supongo que es que en la nueva cristiandad, la autoridad política no pinta nada en materia moral.
Además, evidentemente, toda sociedad política debe tener un aparato represor de los malos. Y conste que no hablo de estado-nación, noción ajena a la tradición católica. En nuestro estado de naturaleza caída, dicho aparato resulta imprescindible.
Estimado Luis Fernando:
Gracias por su muy buen post, que recoge la desgraciadamente olvidada verdad de nuestra santa Fe católica. Enhorabuena que haya quienes todavía la recuerden y valientemente la expongan.
Respecto de lo que contesta a Andrés, citando algunas afirmaciones no muy felices de Benedicto XVI, quizá podrían entenderse, como la misma DH, como cierta "condescendencia" hacia la enferma humanidad contemporánea... Al menos así entiendo que lo ha hecho el gran P. Meinvielle, en su "De Lamennais a Maritain", en el que hace una lúcida y profunda lectura de dicha Declaración conciliar...
In Domino, Rey del Universo.
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LF:
El "problema" con las tesis de Meinville sobre DH, es que él mismo dijo esto:
Es claro también que la interpretación auténtica de la Declaración conciliar ha de darla el magisterio de la Cátedra romana, al cual debemos todos los cristianos acatamiento pleno.
Pues bien, no hay más que ver lo que han interpretado los Papas postconciliares sobre DH. Por ejemplo, lo que sostuvo JPII ante los jefes de estado de los países que firmaron el acta de Helsinki sobre libertad religiosa. Tremendo...
El buen sacerdote argentino murió antes de verlo. Otros lo hemos visto.
Un saludo y que el Señor le bendiga
Tu interpretación de la historia es por cierto diferente a la de Primo de Rivera sobre este mismo punto.
Huelga decir que yo no soy carlista porque no soy monárquico y porque el carlismo sacraliza demasiadas cosas.
Particularmente creo que el punto 25 de la Falange articular bien la relación Iglesia-Estado:
"25. Nuestro movimiento incorpora el sentido católico –de gloriosa tradición y predominante en España– a la reconstrucción nacional.
La iglesia y el Estado concordarán sus facultades respectivas, sin que se admita intromisión o actividad alguna que menoscabe la dignidad del Estado o la integridad nacional."
Y comenta Primo de Rivera: " Estos, sin embargo, son inteligentes de sobra, para saber: primero, que la declaración sobre el problema religioso contenida en el punto 25 del programa de la Falange Española de las J. O. N. S. coincide exactamente con la manera de entender el problema que tuvieron nuestros más preclaros y católicos reyes."
Por lo tanto: NO, el carlismo no es una articulación correcta de la relación Iglesia-Estado conforme a la historia real de España, en la que no existe monarquía al menos desde Felipe III.
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LF:
Sí, hombre sí, el carlismo no sabe nada de la correcta relación Iglesia-Estado (estado, esa palabra tan "moderna") en España y José Antonio lo sabe todo.
Hale, ¿te has quedado a gusto?
Ni te respondo.
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LF:
¿Que yo qué?
https://www.ahorainformacion.es/blog/la-usura-se-come-la-soberania-de-las-naciones/
amos anda....
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LF:
Y sin embargo, José Antonio "catoliquizó" bastante la Falange. Pero vamos, por ahí van las cosas.
No me he quedado a gusto, simplemente te he dicho que la articulación de la relación Iglesia-Estado ("estado" es un concepto tan moderno como el Imperio Romano, vaya por delante) histórica en España no es lo que tú dices y no es lo que propugna el carlismo.
Sobre la usura tú y yo discutimos en una ocasión y por cierto defendías ciertas formas de la misma. ¿Te has retractado después o has matizado tus opiniones? Bien. Te veo muy matizador últimamente.
Gabriel Araceli:
Poco me importa lo que pretendiera la Falange, lo que es cierto es que su articulación de la relación Iglesia-Estado procede la historia de España y el carlismo es un accidente histórico eclosionado tras más de tres siglos de decadencia de la monarquía hispánica.
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LF:
Uy, sí, yo ando muy matizador en los dos últimos años.
No tiene el menor sentido lo que dices sobre la articulación de la relación Iglesia-Estado, pero no voy a convertir este post en un debate sobre el carlismo. Ni siquiera sobre el integrismo de Nocedal... que acabaría asomando.
Fin.
Exactamente lo mismo que durante el Franqusimo, tan alabado por estos lares. Si el Franquismo no formó una Iglesia Patriótica fue porque ya se la encontró formada, dadas las circunstancias, excepto quizá en Vascongadas, lo cual se vio evolucionar luego en los sesenta a lo que todos sabemos: la banda terrorista ETA.
A ver si ahora la historia-ficción es el principal apoyo del carlismo...
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LF:
Los carlistas, al menos algunos, saben bien los "límites", por decirlo suavemente, del régimen franquista:
Usted, como tradicionalista es católico, sin embargo reniega del franquismo y el nacional-catolicismo, afirmando que produjo una inversión perversa en la que lo religioso se puso al servicio de la nación, y no la iluminación de la nación a través de lo religioso.
Miguel Ayuso:
Cuando se habla de nacional-catolicismo hay que distinguir si se trata de poner lo religioso al servicio de la nación, que es lo que parecería estar en el origen de ciertos jerarcas de la Falange, o de subordinar la nación a la religión, que es lo tradicional. Franco, por su parte, era un liberal, un liberal conservador militar, sin gran cultura política, pero que descansó sobre la Iglesia en buena parte para la institucionalización del régimen. No soy nada simpatizante del Régimen de Franco. Recordemos que en Canarias, cuando a última hora decide participar en el alzamiento nacional del 18 de julio, firma por «la libertad, la igualdad y la fraternidad», y termina con un «viva la república». Luego, en una de sus primeras declaraciones después de asumir la jefatura del estado el 1 de octubre de 1936, defiende la separación de Iglesia y Estado, a lo que reaccionó el Cardenal Gomá y la Junta Carlista de Guerra obligándole a rectificar. En el franquismo, en su evolución, en un primer momento hay una defensa de la Iglesia, pero mezclada con otras cosas, porque el franquismo primero empieza siendo principalmente un sistema totalitario que no dura mucho tiempo, fascistizante de acuerdo con Italia o con Alemania; luego pasa a ser simplemente una dictadura militar en la que los católicos tienen mucho peso, pero es verdad que en buena medida son los católicos que han sido demócrata-cristianos antes, es decir, los émulos del nefasto Ángel Herrera; que luego da lugar a una especie de tecnocracia liberal en la que el Opus Dei lleva la voz cantante; que acepta la libertad religiosa del Vaticano II, un desastre total… En fin, digamos que es un tema inmenso…
Pero, insisto, no es ese el tema del post. Así que ruego a Gabriel que lo deje estar.
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LF:
Gracias
Para ponerlo de forma clara. Vivimos en un estado que está en oposición a la fe. Acaso esta planteando algo como una revolución armada (...)
(...) me limito yo entonces a exponer lo que dice el actual catecismo de la iglesia católica, ya que explica de manera muy clara y precisa la posición de la iglesia ante el reinad social de Cristo y la libertad religiosa.
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Andrés ¿No cree que reconocer que "vivimos en un estado que está en oposición a la fe" contradice la letra del catecismo?
Incluso el pasteleo de Dignitatis Humanae apunta: "(...) según normas jurídicas conformes con el orden moral objetivo". (DH,7)
vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decl_19651207_dignitatis-humanae_sp.html
"2109 El derecho a la libertad religiosa no puede ser de suyo ni ilimitado (cf Pío VI, breve Quod aliquantum), ni limitado solamente por un “orden público” concebido de manera positivista o naturalista (cf Pío IX, Carta enc. Quanta cura). Los “justos límites” que le son inherentes deben ser determinados para cada situación social por la prudencia política, según las exigencias del bien común, y ratificados por la autoridad civil según “normas jurídicas, conforme con el orden objetivo moral” (DH 7)".
Hay que aclarar que cuando se habla de libertad religiosa se está haciendo referencia al ámbito del derecho, a la profesión pública de las querencias privadas de cada cual, lo mismo que sería ir al futbol o hacer una parrilla. Pero en el ámbito teológico: 2104 “Todos los hombres [...] están obligados a buscar la verdad, sobre todo en lo que se refiere a Dios y a su Iglesia, y, una vez conocida, a abrazarla y practicarla” (DH 1).
Además el ejercicio de la libertad religiosa está limitado por el mantenimiento del orden social, la prudencia política o adecuación al derecho objetivo. Es decir que al final lo complicado, como siempre, es bajar de las musas al teatro. Piense que la pregunta de si la confesionalidad debe de imponerse por la fuerza es la misma de si debe de imponerse por la fuerza . . . el fin del holocausto del aborto, por ejemplo. Y que la realidad actual se nos impone igualmente por la fuerza. Y no pensemos en la justificación aritmética de la "democracia", porque ésta es inválida si atenta contra el orden moral. Aparte del hecho de que este tipo de mayorías políticas no se construyen en gran medida desde la libertad de ejercicio político de la gente sino a través de una mezcla de coerciones, influencias psicosociales y control de la información.
Y:
2107 “Si, teniendo en cuenta las circunstancias peculiares de los pueblos, se concede a una comunidad religiosa un reconocimiento civil especial en el ordenamiento jurídico de la sociedad (...)"
Es decir, la confesionalidad del estado es católica.
La ambigüedad se debe a que no es lo mismo pensar en libertad religiosa en el estado del Vaticano que en Arabia Saudí. No entro en si esto rompe con la doctrina tradicional o no o en qué medida, pero es necesario que la Iglesia proclame la aspiración del pueblo cristiano al reinado social de Cristo y a que el evangelio sea la luz que ilumine a la sociedad.
Pensemos que hay mucha gente que ve la Sexta o 13 TV o escucha la Cadena COPE de radio y no sabe estas cosas.
(...) el carlismo es un accidente histórico eclosionado tras más de tres siglos de decadencia de la monarquía hispánica.
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El carlismo tiene su teoría política. Es accidental en la medida en que todo en este mundo es accidental menos Dios.
¿Mas de tres siglos de decadencia de la monarquía? Pues a finales del siglo XVIII seguía explorando, ampliando el horizonte del mundo, aumentando territorio y evangelizando allá en los confines de la tierra conocida.
ENCÍCLICA
DEUS CARITAS EST
BENEDICTO XVI
2005
"El Estado no puede imponer la religión, pero tiene que garantizar su libertad y la paz entre los seguidores de las diversas religiones; la Iglesia, como expresión social de la fe cristiana, por su parte, tiene su independencia y vive su forma comunitaria basada en la fe, que el Estado debe respetar. Son dos esferas distintas, pero siempre en relación recíproca.”
“La fe permite a la razón desempeñar del mejor modo su cometido y ver más claramente lo que le es propio. En este punto se sitúa la doctrina social católica: no pretende otorgar a la Iglesia un poder sobre el Estado. Tampoco quiere imponer a los que no comparten la fe sus propias perspectivas y modos de comportamiento. Desea simplemente contribuir a la purificación de la razón y aportar su propia ayuda para que lo que es justo, aquí y ahora, pueda ser reconocido y después puesto también en práctica.”
“No es tarea de la Iglesia el que ella misma haga valer políticamente esta doctrina: quiere servir a la formación de las conciencias en la política y contribuir a que crezca la percepción de las verdaderas exigencias de la justicia y, al mismo tiempo, la disponibilidad para actuar conforme a ella, aun cuando esto estuviera en contraste con situaciones de intereses personales. Esto significa que la construcción de un orden social y estatal justo, mediante el cual se da a cada uno lo que le corresponde, es una tarea fundamental que debe afrontar de nuevo cada generación. Tratándose de un quehacer político, esto no puede ser un cometido inmediato de la Iglesia.”
“La Iglesia no puede ni debe emprender por cuenta propia la empresa política de realizar la sociedad más justa posible. No puede ni debe sustituir al Estado. Pero tampoco puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia. Debe insertarse en ella a través de la argumentación racional y debe despertar las fuerzas espirituales”
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LF:
No, mire, más bien tiene usted muy malas noticias para quienes sostienen que el concilio y los papas posteriores no cambiaron la doctrina católica anterior al concilio. Son ustedes los que sostienen que hay continuidad entre condenar una doctrina y asumirla como propia. Yo hace ya cierto tiempo que no acepto esa farsa.
La comunidad política y la Iglesia son independientes y autónomas, cada una en su propio terreno...Ciertamente, las realidades temporales y las realidades sobrenaturales están estrechamente unidas entre sí, y la misma Iglesia se sirve de medios temporales en cuanto su propia misión lo exige. No pone, sin embargo, su esperanza en privilegios dados por el poder civil; más aún, renunciará al ejercicio de ciertos derechos legítimamente adquiridos tan pronto como conste que su uso puede empañar la pureza de su testimonio o las nuevas condiciones de vida exijan otra disposición.
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LF:
Fue Benedicto XVI quien dijo que Gaudium et Spes es un anti syllabus. Lo mismo tenía razón. Sí.. lo mismo la tenía. ¿Usted qué opina? ¿la tenía o no? ¿Es el texto conciliar un texto contrario al Magisterio pontificio anterior?
1) Que piensen que no ha habido discontinuidad en los principios, en cuyo caso hay que argumentarlo muy bien. No sirve el argumento de autoridad del tipo "hermenéutica de la continuidad". El contexto no agota la interpretación de los textos. Hay que ir, en primer lugar, al literal de los mismos, y analizar sobre esa base la hipotética discontinuidad.
2) Que piensen que ha habido discontinuidad, pero solamente en aspectos accidentales.Eso también hay que argumentarlo sobre la base del Magisterio anterior, para determinar si lo que los Papas pre-conciliaries decían al respecto de la libertad religiosa, lo decían con de manera puramente circunstancial, o con intención de sentar doctrina inmutable.
3) Que piensen que la discontinuidad ha afectado también a los principios. En cuyo caso, ¿podemos decir que la Iglesia ha mutado sus principios, y lo que antes era blanco, ahora es negro, y quedarnos tan anchos con un simple argumento de autoridad? ¿Esa es la fe armonizada con la razón que defendió Juan pablo II en Fides et Ratio?
4) Que no hay que ser tan estricto con la interpretación literal del CVII, porque era un concilio pastoral. Si lo dicen para disculpar los errores doctrinales, yerran, porque no hay pastoral válida sobre principios erróneos. Y si piensan que hay continuidad, entonces ya no hay problema, porque el concilio, sea pastoral o dogmático, continúa la doctrina tradicional de la Iglesia.
Quien quiera debatir en serio, debe entrar a razonar recta y rigurosamente, cuando menos, los puntos 1 a 3.
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LF:
Muy bien planteado. El problema a día de hoy es que hay un absoluto desconocimiento del magisterio anterior al CVII. Por eso, cuando lo muestras, muchos creen estar viendo algo ajeno a su fe.
El "magisterio anterior al Vaticano II" al que te refieres es "ajeno a la Fe" en tanto que NO es de FE, sino prudencial.
Si tú crees que el problema del Vaticano II es el punto 3 de Javier de Miguel, tienes un problema importante.
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LF:
Lo que tú digas.
Paso.
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LF:
La predice San Pablo. Y sí, tiene pinta la cosa. Pero ya hablaremos de ello en su momento.
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LF:
Yo expongo la doctrina católica, no doy recetas políticas para aplicarlas pasado mañana. Hoy hay tantas posibilidades de una nueva civilización cristiana, con sus correspondientes naciones, como las había en el siglo III. O sea, ni idea. Pero la doctrina es la que es.
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LF:
La web
http://traditio-op.org/Garcia_Vieyra.html
El libro:
Haciendo click aquí
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LF:
Yo no tengo que despertar de ningún sueño. Explico cuál es la doctrina católica de siempre sobre el Reinado Social de Cristo, que va a estar vigente hasta su regreso, y ya.
Es más, mi único "sueño" es que Cristo vuelva. Lo demás ya me tiene sin cuidado. Literalmente sin cuidado.
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