Baja por progenitoriedad

Cuando los lacayos del Gran Arquitecto -también conocido como Lucifer o Bafomet- lograron imponer la república en Francia allá por el 1792, su empeño en arrasar con cualquier cosa que recordara la civilización cristiana llegó a extremos tan abracadabrantes como el cambio del calendario. Las semanas pasaron de tener siete días a diez (adiós a los domingos festivos). Los nombres de los meses se cambiaron. Los años se empezaron a contar desde 1792 y se escribían en números romanos, siendo el 1 de vendimiario (otoño) el primer día del calendario y del año. En lugar de santos católicos, cada día del año tenía asignado una herramienta (los días terminados en 0), un animal (los días terminados en 5), o una planta o mineral (el resto). Etc.

Como bien esplica Javier Paredes en su artículo “La gran mentira de la Revolución Francesa: libertad, igualdad, fraternidad… y crueldad”:

… cuando el obispo Gregoire, un clérigo que dejó de servir a Cristo para servir al poder político y medrar, le pregunto a Romme, que era uno de sus promotores, para qué servía ese calendario, este le contestó:

—Sirve para suprimir el domingo.

Alguien pensará que el cambio fue “por las buenas", y que nada impedía a un católico cumplir con el descanso dominical. Pues no. Cito de nuevo del artículo del profesor Paredes:

Y como los revolucionarios no suelen pedir las cosas por favor, a propuesta de Joseph Lebon se dispuso “que todo empleado doméstico, conductor de carreta o criado que descanse en un día distinto del décadi, sea arrestado como sospechoso y que los ayuntamientos que no cumplan el presente decreto sean considerados como sospechosos y tratados como tales”.

Ser arrestado como “sospechoso” en aquellos tiempos suponía acabar con la cabeza separada del cuerpo. 

Hubo que esperar a la firma del Concordato entre Napoleón y la Santa Sede para que, ya en 1802, el domingo fuera de nuevo considerado festivo. Y el 31 de diciembre de 1805 fue abolido el calendario “ilustrado".

Estamos ante uno de los ejemplos de cómo se puede usar el poder civil para introducir cambios que afectan a la cosmovisión del mundo y de la sociedad.

Salvando las distancias, el socialismo “reinante” hoy en España, anda iigual de obsesionado con acabar con cosmovisión natural y cristiana de la familia. Ambas: natural y cristiana. Natural, porque es evidente que una familia está compuesta por un padre, una madre y sus hijos. En algunas civilizaciones se admite la poligamia, pasando entonces la familia a ser un padre, varias madres y los hijos. Pero lo que no había ocurrido jamás es que la figura del padre desapareciera. 

No les basta con haber legalizado las uniones homosexuales y llamarlas “matrimonio". En uno de los últimos decretos del gobierno de Sánchez, publicado el 7 de marzo en el BOE, se aborda  el reparto de la baja de paternidad y maternidad. En la ampliación del permiso para los padres, el texto no recoge el concepto ‘padre’ en ninguna de sus 26 páginas del texto. Pasa a definir (*) esta figura como “progenitor diferente de la madre biológica".

No soy un hombre de ciencias, pero hasta donde tengo entendido para que haya una madre biológica tiene que haber un padre biológico. No siempre los padres biológicos son luego legalmente padres, ya que existe la adopción, pero lo habitual es que un niño tenga padre y madre. Y aun en el caso de que el niño sea hijo biológico solo de uno de los padres -cosa posible en parejas homosexuales-, no hay razón alguna para eliminar la palabra “padre” de un decreto así. Podrían haber definido la figura como “padre biológico o progenitor diferente de la madre biológica".

Ya puestos, que dejen de hablar de la baja por maternidad o paternidad, y la llamen baja de progenitoriedad mixta.

Es cuestión de tiempo que pasen de cambiar la definición de familia, maternidad y paternidad, a que quieran imponer su definición como la única posible. Como bien dijeron los obispos escoceses hace unos días, acabará siendo delito de odio definir el matrimonio como lo define la Iglesia. Los hijos de la Viuda quieren retomar y completar la labor que empezaron en 1789. Y el sistema democrático liberal es su instrumento más eficaz.

Luis Fernando Pérez Bustamante

(*) Diccionario de la RAE

Progenitor, ra

Del lat. progenĭtor, -ōris.

1. m. y f. Pariente en línea recta ascendente de una persona.

2. m. y f. Biol. Ser vivo que origina a otro.

3. m. pl. El padre y la madre.