El verdadero ecumenismo del odio
Hace unos meses, La Civiltà Cattolica publicaba un artículo firmado por su director, el jesuita Antonio Spadaro y por el pastor presbiteriano Marcelo Figueroa, responsable de la edición argentina de L´Osservatore Romano (sic), en el que se acusaba a los católicos tradicionales y los protestantes evangélicos estadounidenses de practicar un “ecumenismo del odio” por defender el derecho a la vida y la enseñanza bíblica sobre la naturaleza del matrimonio como unión entre un hombre y una mujer. Cito de dicho artículo:
«Apelando a los valores del fundamentalismo, se está desarrollando una extraña forma de ecumenismo sorprendente entre fundamentalistas evangélicos e integristas católicos unidos por la ambición de obtener influencia religiosa en la esfera política»
«Algunos que profesan ser católicos se expresan de maneras que hasta hace poco eran desconocidas en su tradición y usan tonos mucho más cercanos a los evangélicos».
«Existe un mundo bien definido de convergencia ecuménica entre sectores que paradójicamente son competidores en lo que respecta a la pertenencia confesional. Esta unión sobre los objetivos compartidos se produce en torno a temas como el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, la educación religiosa en las escuelas y otros asuntos generalmente considerados morales o ligados a los valores. Los integristas evangélicos y católicos condenan el ecumenismo tradicional y, sin embargo, promueven un ecumenismo de conflicto que los une en el sueño nostálgico de un tipo de Estado teocrático».
Desde entonces, se ha producido una cascada de noticias que parecen indicar que la cuestión de la homosexualidad es objeto de discusión tanto dentro del catolicismo como del protestantismo. Digo “parece” porque no cabe discusión alguna.
Lo que está en juego no es si el cristianismo debe aceptar o no las relaciones homosexuales. Lo que se dilucida es si el cristianismo sigue existiendo como tal o se arrodilla ante el Nuevo Orden Mundial que, entre otras imposiciones, busca dar carta de naturaleza a unas relaciones que la Biblia señala, de forma inequívoca, como aberración ante los ojos de Dios.
Existe un verdadero campo de batalla en el que los dos bandos están muy bien delimitados. Por una parte, los que creen que la Biblia es normativa a la hora de discernir la condición pecaminosa de las relaciones entre personas del mismo sexo. Por otra, los que abogan por dejar de lado la Escritura en esa materia -y en otras, dicho sea de paso-.
En realidad, estamos ante un episodio más del gran conflicto espiritual (Ef 6) del último siglo y medio entre el cristianismo tradicional y la apostasía, que en el catolicismo recibe el nombre de modernismo y en el protestantismo se llama liberalismo teológico.
La gran diferencia entre la situación actual y la que, sin ir más lejos, había hace cinco años, es que en el seno del catolicismo, el modernismo ha alcanzado una gran relevancia mediática, con cardenales, obispos, sacerdotes y religiosos abogando por el reconocimiento de aquello que Dios ha calificado de aberración. Habrá quien piense que basta con que el Papa condene de vez en cuando la ideología de género. Otros pensamos que mientras haya un solo obispo y/o cardenal que defienda la bendición de parejas del mismo sexo, sin que el Papa le ordene rectificar o renunciar, el mal seguirá avanzando en el seno de la Iglesia. En otras palabras, no basta con decir que el cáncer es malo y puede ser mortal. Hay que combatirlo.
Entre los católicos modernistas y los protestantes liberales se produce un auténtico ecumenismo que además usa el mismo argumento para defender lo indefendible. Se trata de un falso concepto de la misericordia divina por el cual Dios no se limita a amar al pecador -eso nadie lo niega-, sino que también ama el pecado.
Estamos por tanto, ante un verdadero ecumenismo del odio. ¿Y qué odian? La Revelación, la verdad. Pero también nos odian, de manera cada vez más evidente, a aquellos que, por pura gracia, defendemos aquello que Dios ha manifestado en la Escritura (católicos y evangélicos) y la Tradición (solo católicos).
Ayer publicamos una noticia en InfoCatólica que indicaba que hay una guerra en el protestantismo español sobre la ideología LGTB. El titular de la noticia puede dar la impresión de que hay un verdadero conflicto sobre esa cuestión entre los protestantes españoles. No es el caso. El 99% de los evangélicos de este paìs rechaza de plano las tesis LGTB. Solo la Iglesia Evangélica Española (tres palabras, dos mentiras) admite esa aberración. Y eso ha llevado al resto de protestantes a empezar el proceso de expulsarlos de sus instituciones.
De hecho, puedo decir sin temor a equivocarme que, a día de hoy, en el protestantismo evangélico se tiene bastante más clara la oposición al NOM (Nuevo Orden Mundial) que lo que ocurre dentro de la gran masa del catolicismo. Y los evangélicos tienen también muy claro lo que hay que hacer con los que defienden la agenda del lobby gay: echarlos.
Guste más o guste menos, los protestantes evangélicos se toman más en serio que muchos de nuestros pastores la advertencia de San Pablo:
En la carta que os escribí os decía que no os juntarais con los inmorales. No me refería a los inmorales de este mundo, ni tampoco a los codiciosos, a los estafadores o idólatras; para eso tendríais que salir de este mundo. Lo que de hecho os dije es que no os juntarais con uno que se llama hermano y es inmoral, codicioso, idólatra, difamador, borracho o estafador: con quien sea así, ni compartir la mesa. ¿Acaso me toca a mí juzgar a los de fuera? ¿No es a los de dentro a quienes juzgáis vosotros? A los de fuera los juzgará Dios. Expulsad al malvado de entre vosotros.
1ª Cor 5,9-13
El silencio ante el mal es complicidad. Necesitamos obispos y cardenales mártires y confesores que, como San Atanasio, no teman encontrarse solos ante el rostro del error. Deben saber que el Señor siempre se reserva un remanente fiel que estará al lado de ellos. Siempre habrá miles de rodillas católicas que, por gracia, no se doblarán ante el baal del modernismo y la apostasía.
Santidad o muerte.
Luis Fernando Pérez Bustamante
28 comentarios
Marcelo Figueroa @marcebiblia
Extraer un texto fuera de su contexto integral es un pretexto que culmina reafirmando la tesis original.
Le respondo:
No sé a qué texto se refiere pero me da lo mismo.
A estas alturas todos sabemos perfectamente el lugar en el que nos encontramos. Usted siga llevándose bien con los Spadaro de turno que yo intentaré llevarme bien con Piper y cía para defender los principios no negociables de BXVI.
--
Piper es un pastor bautista muy activo en la lucha contra el liberalismo teológico y la cultura de la muerte. No es que yo sea partidario de aliarme con evangélicos para nada, pero entre Piper y Figueroa no hay color.
Creo que Dios nos quiere optimistas y viéndole en todo lugar para mayor gloria de él.
En este caso lo bueno de los modernistas es que de ser tan humanistas se alejan de Dios.
¿ Qué quiero decir con esto? peor hubiera sido aguantar a los fariseos hipócritas de la época de Franco.
Creo que la herejía actual modernista es una manera que tiene Dios de decirnos: la era del fariseísmo ha acabado.
Schonborn es mucho mejor que esos curas que te decían que la masturbación te dejaba ciego y demás bobadas.
Yo sigo sin entender que exista el Mal, pero existe.
Si parametrizamos la variable cizaña y la hacemos igual a Satanás (Baal) todo tiene sentido, ya que todos pecamos tarde o temprano (caigo y me levanto con más alegría de que mi Padre me haya perdonado).
El Mesías dijo a sus Apóstoles que hay que esperar a que Él vuelva para quemar la cizaña.
De verdad, que pido oraciones para que el Señor mantenga mi fe y la aumente, porque sin Él no hay quien entienda nada.
El Trono de la Sabiduría nos ayuda a seguir con su Hijo.
--
LF:
Sin mí no podéis hacer nada...
Eso dijo el Señor.
¨Este en el plan de Dios sobre el mundo, que los hombres restauren concordemente el orden de las cosas temporales y lo perfeccionen sin cesar.Todo lo que constituye el orden temporal, a saber, los bienes de la vida y de la familia, la cultura, la economía, las artes y profesiones, las instituciones de la comunidad política, las relaciones internacionales, y otras cosas semejantes, y su evolución y progreso, no solamente son subsidios para el último fin del hombre, sino que tienen un valor propio, que Dios les ha dado, considerados en sí mismos, o como partes del orden temporal…Es obligación de toda la Iglesia el trabajar para que los hombres se vuelvan capaces de restablecer rectamente el orden de los bienes temporales y de ordenarlos hacia Dios por Jesucristo. A los pastores atañe el manifestar claramente los principios sobre el fin de la creación y el uso del mundo, y prestar los auxilios morales y espirituales para instaurar en Cristo el orden de las cosas temporales.
Es preciso, con todo, que los laicos tomen como obligación suya la restauración del orden temporal, y que, conducidos por la luz del Evangelio y por la mente de la Iglesia, y movidos por la caridad cristiana, obren directamente y en forma concreta en dicho orden; que cooperen unos ciudadanos con otros, con sus conocimientos especiales y su responsabilidad propia; y que busquen en todas partes y en todo la justicia del reino de Dios. Hay que establecer el orden temporal de forma que, observando íntegramente sus propias leyes, esté conforme con los últimos principios de la vida cristiana…¨
«Algunos que profesan ser católicos se expresan de maneras que hasta hace poco eran desconocidas en su tradición y usan tonos mucho más cercanos a los evangélicos».
Totalmente de acuerdo con Spadaro. Por ejemplo, desde el Concilio Vaticano II es una constante el ver a católicos que se comportan como luteranos, empezando por algunos obispos católicos -sin excluir desgraciadamente al obispo de Roma-, que obviando la "Mortalium animos" de Pio XII "se expresan de maneras desconocidas en la tradición católica, usando tonos luteranos".
¿Ves como salvamos la proposición del prójimo?
---
LF:
Si aplicamos el carisma ignaciano hoy, hay que cerrar ipso facto la Compañía de Jesús.
y todo tipo de medios de comunicación y...hasta en famosas universidades pontificias.
Quedé patitieso, cuando leí que en "altas esferas" eclesiales se tuvo al generalato de Arrupe, como salvador de la Compañía, que se había vuelto muy rígida en edades anteriores.
Sobre todo, al recordar, lo que le oyera personalmente al P. C. Pozo, jesuita él y gran profesor de la Gregoriana:
"Compañía de Jesús:un vasco la fundó (Loyola) y un vasco la fundió (Arrupe)
fuera de su contexto
es un pretexto
que reafirma la tesis
Ciertamente, en Argentina, la poesía dialectico-estética les puede y los pierde. No entendí nada, pero es eufónico.
Yo puedo extrae el texto de un circuntexto si tal texto es una proposición conclusiva final resolutiva.
Por ejemplo, de las casi 2.900 páginas de Gramsci en "Cuadernos desde la cárcel", legítimamente puedo seleccionar la frase conclusiva final siguiente: el marxismo es la única verdad y lo único bueno para la Humanidad. No saco nada del contexto, pues es el núcleo fundamental del intexto.
La ideología de género se califica como "inmoral", pues es un acto moral intrinsece malum per se semper et pro semper, según la Tradición y que recoge el Catecismo...
Ni comer con ellos...
Pero resulta que después del Vaticano II las cosas dejaron de ser así, y poco a poco lo que durante 2000 años estuvo mal empezó a cambiar para bien hasta llegar a 2013, un año fatídico que coincidió con la unción de Francisco como pontífice de la Iglesia Católica, año en que las cosas se desbocaron de modo tal que no sólo lo que durante 2000 años estuvo mal ahora está bien, sino que lo que estaba bien ahora está mal.
Uno de esos temas puntuales que hasta ayer nomás estaban mal vistos y hoy no, es el de la homosexualidad.
Ese tema candente, junto a otros, es el argumento utilizado por el jesuita Spadaro y el pastor Figueroa para acusar a católicos y evangelistas norteamericanos de practicar un ecumenismo del odio, seguramente por oposición al ecumenismo del amor que, según parece, es el que practican ellos y los que piensan como ellos.
Llegados a este punto hay que hacer una distinción importante, porque no ha sido la Iglesia sino el mundo el que "primero" descubrió que lo que para la Iglesia siempre fueron relaciones contra natura en realidad no eran tales, ¡¡sino lo más natural del mundo!!
De modo que si después de 2000 años la Iglesia cambió de parecer, no fue porque "descubrió" una verdad oculta, sino que lo hizo copiando al mundo. Dicho de otro modo, mundanizándose.
Pero al hay algo peor todavía, porque si bien es cierto que la Iglesia nunca aceptó la homosexualidad pero siempre amó al pecador, el odio del que hoy La Civiltá Cattolica acusa a católicos y evangelistas norteamericanos no es en realidad odio sino amor, ese amor a la Verdad de siempre que Spadaro y Figueroa no pueden soportar.
"Si aplicamos el carisma ignaciano hoy, hay que cerrar ipso facto la Compañía de Jesús".
Personalmente conozco a los jesuitas, (país vasco), y lo que dices, también lo firmo, lo rubrico y lo hago constar en Acta con firma de abogado y Notario incluido y, además añado que, lo que dices, ES LITERAL Y ABSOLUTAMENTE CIERTO. Si desaparecieran, sería un bien para la Iglesia; (me refiero a la actual compañía). Conozco MUY A FONDO EL TEMA, tanto a nivel político, como religioso y sociológico, y demás asuntos que prefiero no detallar.....
Algo gracioso es la sacerdotisa luterana sueca, que escandalizada porque llamarían madre a Dios, la sacerdotisa decía que ese cambio era impensable hace cinco años, si aceptaban eso, después aceptarían otras cosas impensables... si, lo dijo una sacerdotisa.
En la psicología conductista a eso se le llama desensibilización progresiva, un ejemplo práctico es el echar agua caliente a una rana, en ese caso la rana reaccionaria y saltaría.
Pero si en cambio se sube poco a poco la temperatura, la rana se quedara y morirá cocinada.
Es la desensibilización progresiva la que hace que un león cruce un aro de fuego, es decir, el animal hace algo contrario a su misma naturaleza.
La desensibilización progresiva es usada para la reingeniería social.
Papal confidante Father Antonio Spadaro retweeted a call for EWTN to be severely censured “until they get rid of Raymond Arroyo.”
The call for an “interdict” to be imposed on the Catholic media empire started by Mother Angelica came from Anthony Annett, Assistant to the Director at the International Monetary Fund’s Communications Department.
www.lifesitenews.com/news/papal-advisor-retweets-call-for-pope-to-shut-down-ewtn-unless-they-fire-ray
o funcionarios de meneor rango a sus políticas? Si acaso alguno lo hiciera, no le quedaría ni cinco minutos en el cargo. La Iglesia con una sobredosis de "diálogo, discernimiento, acompañamiento" y demás milongas permite que obispos y cardenales, sin hablar de profesores, como el reciente caso de Chiodi, defender verdaderas herejías y no pasa nada. San Juan Pablo II, pese a sus extraordinarios méritos, también cayó en lo de pedir disculpas por la Inquisición, Galileo y demás, cuando incluso historidadores serios protesantes explican bienn tales sucesos. Uno de ellos, Rodney Stark, que ha tiene publicado un libro excelente sobre las Curzadas, ahora ha publicado otro sobre Lutero, que ojalá lo leyera el Papa Franciisco porque es verdaderamente demolador sobre el "Reformador". Se está cumpliendo lo que decía el Beato Cardenal Newman "si uno está metid a fondo o en la historia, tiene que dejar de ser Protestante". Ojalá Stark tenga la valentía de dejar el Calvinismo y de hacerse católico como resultado de sus excelentes libros de historia, como han hecho otros. El mismo Newman "se escribió" a la Iglesia Católica. ´Cuando se convirtió, no conocía a casi ningún católico. Dios quiera que venga pronto su canonización y eventualmente se le declare Doctor de la Iglesia.
Dejar un comentario