Id primero a las ovejas perdidas de la casa de Israel
Evangelio del miércoles de la decimocuarta semana del Tiempo Ordinario:
Habiendo llamado Jesús a sus doce discípulos, les dio potestad para expulsar a los espíritus impuros y para curar todas las enfermedades y dolencias. Los nombres de los doce apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el que le entregó.
A estos doce los envió Jesús, después de darles estas instrucciones: -No vayáis a tierra de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; sino id primero a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Id y predicad: «El Reino de los Cielos está cerca».
Mt 10,1-7
Lo primero que llama la atención de este pasaje es un detalle de la lista de los apóstoles. Dice “primero Simón, llamado Pedro". Y el término que se traduce como primero es “protos", que no significa necesariamente primero en orden sino todo esto:
Primero (en tiempo, lugar, orden o importancia): - antes, principio, mejor, jefe, anterior.
Bien, Pedro no fue el primero en orden o lugar en ser llamado por Cristo. Saquen ustedes sus propias conclusiones.
El Señor manda a sus apóstoles a predicar a todo Israel. Y les pide expresamente que no vayan fuera de la Tierra Prometida ni prediquen siguiera donde los samaritanos. Su prioridad era el pueblo que Él se eligió, que Él sacó de Egipto, del que Él era el Mesías.
Bien sabemos que luego mandó a esos mismos apóstoles a predicar al mundo entero, pero incluso San Pablo, aun siendo considerado como apóstol de los gentiles, lo primero que hacía cuando llegaba a una ciudad era visitar la sinagoga -con judíos de la diáspora y prosélitos- para predicarles el evangelio.
No tiene el menor sentido, y es una traición a Cristo, el no predicar hoy el evangelio al pueblo judío. Siguen siendo las ovejas perdidas de la casa de Israel. Deben convertirse para ser salvos.
Señor, danos celo santo para predicar tu evangelio a todos los hombres, y muy especialmente a los hijos de Abraham en la carne.
Luis Fernando
6 comentarios
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LF:
Gracias, padre. Ya sabe con quién tiene usted que usar eso de Pedro como protos, je je.
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LF:
En un tiempo me dediqué a la apologética con protestantes. Luego, a la apologética con católicos modernistas en mayor o menor grado. Y llevo desde el Miércoles de Ceniza escribiendo solo para católicos, aunque obviamente me puede leer quien quiera.
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LF:
En todo caso, los primeros cristianos fueron en su mayoría judíos.
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