Habéis oído que se dijo, pero yo os digo
Evangelio del viernes de la décima semana del Tiempo Ordinario
Jesús dijo a sus discípulos: Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la gehenna. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la gehenna.
Se dijo: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”. Pero yo os digo que si uno repudia a su mujer -no hablo de unión ilegítima- la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.
Mt 5, 27-31
Dado el avance de la apostasía en nuestro tiempo, es fundamental leer a Cristo teniendo en cuenta las admoniciones de los apóstoles:
Pues bien, aunque nosotros mismos o un ángel del cielo os predicara un evangelio distinto del que os hemos predicado, ¡sea anatema! Lo he dicho y lo repito: Si alguien os anuncia un evangelio diferente del que recibisteis, ¡sea anatema!
Gal 1,8-9
Y:
Lo mismo que hubo en el pueblo falsos profetas, también habrá entre vosotros falsos maestros que propondrán herejías de perdición y, negando al Dueño que los adquirió, atraerán sobre sí una rápida perdición. Muchos seguirán su libertinaje y por causa de ellos se difamará el camino de la verdad.
2ª Ped 2,1-2
Y:
Porque vendrá un tiempo en que no soportarán la sana doctrina, sino que se rodearán de maestros a la medida de sus propios deseos y de lo que les gusta oír;
2 Tim 4,3
Y:
Esos tales son falsos apóstoles, obreros tramposos, disfrazados de apóstoles de Cristo; y no hay por qué extrañarse, pues el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. Siendo esto así, no es mucho que también sus ministros se disfracen de ministros de la justicia. Pero su final corresponderá a sus obras.
2ª Cor 11,13-15
Y:
Que nadie en modo alguno os engañe. Primero tiene que llegar la apostasía y manifestarse el hombre de la impiedad, el hijo de la perdición,
2ª Tes 2,3
Nadie podrá decir que no está avisado. Imploremos al Señor la gracia de la perseverancia final.
Señor, salva a tu Iglesia y protégenos de la obra de Satanás que busca arrasar tu rebaño.
Luis Fernando
8 comentarios
Pero para nosotros estos textos son un consuelo, porque nos dice en ellos el Señor que es Él quien permite todo esto, y quien habla es el Dueño de la historia.
Hace 3 o 4 meses que se fue y no hemos sabido mucho de él.
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LF:
Me aseguran que no tiene la menor intención de regresar.
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LF:
Yo nunca seré cabeza de nada salvo de mi familia. Y por otra parte, lo que estoy haciendo ahora también puede servir a unos cuantos.
Faltaría más. ´Tus escritos tienen mucho valor para mi, sea de la materia que sea.
Sólo es que últimamente se oye mucho la palabra discernimiento y me hubiera gustado encontrar algo que pusiera en su lugar, lo que hoy, para muchos significa y el real significado que tiene en la Escritura.
El Señor te bendiga.
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