Presumir de una etapa que trajo la descristianización de España
En Vida Nueva nos cuentan que el papa Francisco tiene prisa por canonizar a Pablo VI. Dado que el pontífice argentino ha dado ya muestras de su prolija capacidad de canonizar a beatos sin pasar por la condición de que se dé un milagro -lo ha hecho más veces en tres años que todos sus antecesores en medio siglo-, no descarto que opte por hacer lo mismo con el papa Montini.
En todo caso, lo que más me llama la atención es la referencia de Vida Nueva a una conferencia que dio el cardenal Fernando Sebastián en la que alababa la postura de Pablo VI en relación al episcopado español de la época post-conciliar. Leo:
En el marco del simposio homenaje a Pablo VI organizado por la Conferencia Episcopal Española y la Fundación Pablo VI el pasado mes de octubre, el cardenal Fernando Sebastián pronunció una conferencia en la que evocaba la influencia del papa Pablo VI en la realización del Concilio Vaticano II y concretamente su aplicación en España, subrayando el apoyo que Montini siempre prestó a los obispos españoles en esta difícil tarea.
Dejo para otro momento la tesis posterior del cardenal de que el Concilio no solo se carga la confesionalidad de los estados (es posible), sino que poco menos que prohibe tal cosa (ni por un casual). El caso es que, como bien sabemos, se dice que el CVII fue un concilio pastoral. Y el postconcilio, en buena lógica es la aplicación pastoral de dicho concilio.
¿Cómo analizar el resultado de esa “pastoralidad", siquiera sea en España? Dice Cristo:
¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos. Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Así, todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis.
Mat 7,14-20
Pregunto:
- ¿Cuál era el nivel de práctica religiosa en España hace 50 años y cuál es ahora?
- ¿Cuál era el porcentaje de bautismos entonces y cuál es ahora? ¿cuál el de confesiones? ¿cuál el de bodas religiosas? ¿cuál el de confirmaciones? ¿cuál el de separaciones entonces y de divorcios ahora?
- ¿Cuál era el número de vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa y cuál es ahora?
Se me dirá que en tiempos de Franco el no ser católico practicante era “peligroso". Pues oigan, mis dos abuelos solo asomaban por Misa cuando había que celebrar algún sacramento y no me han contado que les enviaran a la trena por eso. Aunque es evidente que la “presión social” invitaba a ser católico practicante, quien no quería serlo no lo era. Aunque parece claro que había un nivel importante de catolicismo “social", me parecería un insulto a la fe de los católicos españoles preconciliares el afirmar que en realidad, solo eran “católicos por el qué dirán”. Un insulto a la Iglesia que acababa de dar testimonio martirial como pocas veces se ha visto en la Historia.
Y en todo caso, ¿qué de bueno trajo al catolicismo español el concilio y el post-concilio? ¿quizás la aceptación de un régimen democrático que nos ha traído divorcio a mansalva, holocausto del aborto y, últimamente, leyes contrarias a la ley natural y adoctrinamiento de niños en valores radicalmente opuestos al evangelio?
Si aplicamos el criterio de Cristo para juzgar el árbol del concilio y el post-concilio en España, ¿qué nos sale? Y sobre todo, ¿cómo se puede presumir de haber sido protagonista de la era de mayor descristianizaciòn en la historia de este país?
La persecución contra la Iglesia en España en la primera mitad del siglo pasado llenó el cielo de nuestros mártires. La aplicación pastoral del concilio pastoral ha traído, o al menos no ha evitado, unos niveles de apostasía preocupantes.
Como dice el refrán, “obras son amores y no buenas razones". Las obras son lo que son. Estamos como estamos. Y en vez de sacar pecho, lo mínimo que debería pedirse a los principales responsables, en cuanto que pastores, de lo que ocurrió y ocurre, es que se arrepientan y pidan clemencia a Dios por su papel en todo este tiempo.
Como también dice el Señor a la Iglesia de Laodicea:
Porque dices: «Yo soy rico, me he enriquecido, y no tengo necesidad de nada»; y no sabes que tú eres desgraciado, digno de lástima, pobre, ciego y desnudo. Te aconsejo que me compres oro acrisolado al fuego para que te enriquezcas; y vestiduras blancas para que te vistas y no aparezca la vergüenza de tu desnudez; y colirio para untarte los ojos a fin de que veas.
Yo, a cuantos amo, reprendo y corrijo; ten, pues, celo y conviértete.
Ap 3,17-19
Santidad o muerte.
Luis Fernando Pérez Bustamante
100 comentarios
Otra cosa es la multitud de gente que va donde va Vicente y que antes iba por el qué dirán y ahora no va por lo mismo.
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LF:
Gracias. Corregido.
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LF:
¿Que la Iglesia tiene que reinvidicar qué?
Cualquier dia nos lo canonizan tambien.
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LF:
Bien, digamos que tiene razón, que la cosa viene de antes y tal y cual. ¿Arregló algo el concilio?
No. Exactamente lo contrario.
Como la gente no es muy lista -o, al menos, no lo parece-, tal vez sería mejor dejar a Franco al margen, pues lo que ha ocurrido en España no ha ocurrido sólo en ésta, sino en otros muchos países, independientemente del régimen. Baste pensar en lo que ha pasado en países impecablemente democráticos como Holanda o Irlanda o Alemania o Francia o los EE.UU....
Es decir, lo que ha pasado universalmente.
No tengo la menor duda de que el Papa va a canonizar a Pablo VI. Parece que se ha implantado la costumbre de canonizar a los papas de manera análoga a como en España se condecora a ex-Presidentes y a ex-ministros,es decir, al margen totalmente de sus méritos o deméritos. Yo creo que deberíamos pensar en ir canonizándolos en vida. Ahora que tenemos dos, podríamos empezar con el que renunció al Papado para no sufrir de jetlag...
De lo que sí tengo serias dudas es de que tales canonizaciones, y muchas de las que le han precedido, puedan seguir considerándose actos infalibles del magisterio, por la reforma de los procedimientos de beatificación y canonización y por las peculiaridades que tú comentas de Francisco.
Y, desde luego, no tengo la menor duda de que pocos papas son de tan triste memoria como el Papa Montini, bajo cuyo pontificado,entre otras cosas, se destrozó la liturgia católica.
Mucho se ha criticado -y con razón, obviamente- los destrozos arqueológicos de los que profesan la religión de la paz, es decir, de los musulmanes, desde la destrucción de aquellos Budas gigantes hasta las barbaridades del ISIS. Con todo, es mucho mayor el daño, visto desde una perspectiva estrictamente cultural, causado por Pablo VI, daño que no se limitó a la destrucción de la liturgia y de la música sacra, sino que se extendió al derribo de altares, imágenes y templos, en una furia iconoclasta de la que, sin duda, el simpático reformador escocés Knox habría estado orgulloso.
Y qué decir de sus nombramientos episcopales, para los que sólo se guió, al menos en el caso de España, obsesivamente, por criterios políticos, sin la más mínima preocupación por esa cosa tan tridentina y preconciliar como la salvación de las almas...
En fin, no sigo, que para mí mentarme al pusilánime Montini, el de las lágrimas de cocodrilo, es como mentarme la bicha... : )
Un abrazo.
En cuyo caso creo que con esta otra defensa de lo indefendible, confirma un diagnóstico de "deconversión" verdaderamente lamentable.
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LF:
No, fue peor. Yo le oí decir antes del segundo sínodo que no había manera de dar la comunión a divorciados vueltos a casar. Y luego sale diciendo que sí, que bueno, que vale, que...
Parece ser muy claro que la ideología de género es el movimiento en turno de Satanás: se impone desde la ONU por medio de los liberales y los marxistas también lo buscan por ejemplo las FARC. Proféticas las palabras de Franco que afirmaban que los masones y los rojos pertenecían al mismo luciferino grupo, hoy es mas que evidente que tenía razón. ¿Habrá que incluir en su equipo a los "progresistas católicos" que, por cierto, ni buscan el progreso ni son católicos.
Por ejemplo, la asamblea aprobó por mayoría que los sacerdotes pudieran militar en los partidos contrarios a la doctrina de la Iglesia (entonces en el Partido Comunista) y que se pidiera la abolición del celibato. Sin embargo, se rechazó el documento sobre la espiritualidad del sacerdote, que estaba tomado literalmente de Presbyterorum Ordinis.
Es decir, a nadie en España le interesó realmente el Concilio, sino que se aprovechó el ambiente de desconcierto para que cada uno hiciera y predicara lo que le diera la gana según sus propias ideologías.
Y no diremos nada de los obispos, en su aplicación, por ejemplo, de la reforma del sacramento de la penitencia ese mismo año. Bueno, sólo que en muchas diócesis se celebró con una absolución colectiva dada por el obispo en la Catedral.
Bajo su mandato, la Iglesia ha sido ultrajada, vejada, se han cometido las mayores atrocidades en varios órdenes: moral, litúrgico, doctrinal, desgobierno descomunal, etc. El solo tenía oídos para los enemigos de la Iglesia. La gente más fiel fueron ignorados, arrinconados. Los Seminarios se vaciaron. Los buenos profesores se sustituyeron en muchos casos por ateos y agnósticos confesos. Casualmente, solo se tomaron medidas disciplinares contra Msr. Lefebre, cuando la herejía campaba a sus anchas en los escritos de tantos y tantos eclesiásticos infames que han dejado la Iglesia hecha un solar. Sería empezar y no acabar el describir las "bondades y virtudes heroicas" de ese pontificado...para mi modesto entender, uno de los más desastrosos de la historia.
¿Y a este hombre lo quieren hacer santo?¿ Y sin milagro alguno como a Juan XXIII? Vamos, anda yaaa....
Pero como dice el bloger, el Concilio no arregló esto. Su aplicación en España y en concreto la aplicación de la reforma litúrgica resultó nefasta. Si las semillas se plantaron en el franquismo, el riego y el abono fueron el Concilio y la reforma litúrgica.
Franco funcionó como un dique de contención hasta que se murió y por eso tenemos cada dos por tres el mundo de la cultura recordános los años 80,el destape y la dichosa movida madrileña como si en esa época se hubiera inventado la pólvora.Tuvieron que meter a trompadas en 7u 8 pocos años lo que en otros paisés del norte ocurrió a lo largo de tres décadas.
Lo del Concilio Vaticano II fue un catalizador del proceso y visto en perspectiva como alguien que no vivió la época da la sensación que arrojaron la toalla en la batalla contra el mundo, se impuso la visión posmodernista y los resultados ya se ven.....de pena.
Pero que nadie se engañe ojo, si no hubieran dado el brazo a torcer en ese entonces lo hubieran dado más adelante pues los procesos históricos siguen siempre su curso inexorable pero eso no quita que tengamos que aplaudir ante lo que es claramente negarivo.
A Joaquín habría que empezar por decirle que la verdad está siempre por encima del relato, y que eso es lo mínimo a la hora de hacer una interpretación intelectualmente honesta de una época. Él se ha construido un relato de brocha gorda sobre un tiempo que no vivió, sin ningún fundamento histórico más allá de un par de lugares comunes, y que repite una y otra vez en todos los blogs en los que comenta.
El relato es más o menos el siguiente: en los años 40 y 50, todo el mundo conocido (sin distinción de regiones ni de países) estaba ya tan secularizado como en los 70. Lo que pasa es que nadie lo sabía. Eso fue lo que hizo descarrilar la aplicación del Concilio. Ni la jerarquía, ni (por supuesto) Juan XXIII y Pablo VI, que fueron infalibles e inerrantes en todos y cada uno de sus gestos y obras, tuvieron nada que ver. Un señor llamado Dadaglio tampoco. Si acaso el culpable fue el siniestro Pío XII (¡ah! y Franco).
Pone como ejemplo la campaña del "volem bisbes catalans" y la estadística de curas "de izquierdas" en la segunda mitad de los 60 (es decir, entre 1965 y 1970), cuando según él "el Concilio no se había implantado en España". Ejemplos ambos que son tan ridículos y tan ajenos a un mínimo escrutinio histórico que sonrojan a cualquiera. O sea, quiere hacernos creer que la cobertura mediática del Concilio, y la difusión en tiempo real por los mass media de su malhadado "espíritu", no tuvieron ningún impacto en la sociedad ni en la juventud de entonces. Como si desde la clausura del Concilio hasta el momento de su "implantación" administrativa (vaya usted a saber cuándo), todo se hubiera mantenido estático, sin que nadie reaccionara de ninguna manera.
Pues bien, lo siento mucho pero el ser humano no funciona así. La realidad es mucho más compleja y, para quienes vivimos aquella época, es evidente que lo que Benedicto XVI llamó el "Concilio de los periodistas", que se celebró simultáneamente al Concilio real (y en el que, por cierto, no solo participaron periodistas, sino también un buen número de padres conciliares pertenecientes a las élites progresistas centroeuropeas), hizo más apóstatas y convirtió a más católicos a las izquierdas (seglares, pero sobre todo curas) que cualquier otro acontecimiento del siglo XX de pareja importancia cultural y sociológica.
Vamos, que Amoris Laetitia y los problemas de fe en la Iglesia que está planteando a mucha gente son nada comparado con aquello.
A Pablo VI le saltaron rebeldes por todos lados y no supo y/o pudo poner coto a tantos desmanes. Su fidelidad al magisterio está fuera de toda duda, la Humanae Vitae fue algo muy valeroso en medio del ambiente que se vivía y cortó las aspiraciones de muchos para asaltar la doctrina. No hay más que ver la rabia que surge cuando hablan de ella los falsos católicos.
Pero no alababa usted a ese cardenal que escribia en infocatolica?
Gracias
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LF:
No, no lo insinúo. Lo afirmo. Basta leer el discurso de apertura, que en mi opinión es la raíz de casi todos los males que han acontencido a la Iglesia en las décadas posteriores.
Respecto al cardenal Sebastián, no es mi culpa que tras lo que parecía un abandono de su pasado progre, lo cual alabé, haya vuelto por sus fueros
La norma de Cristo "Por sus frutos los conoceréis" solamente se aplica cuando se sabe que una cierta fruta salio de un cierto árbol, o sea, cuando hay una sola causa y es directa.
Cuando las causas son múltiples e interelacionadas, se complica saber cual fue la incidencia de un cierto acto en el resultado final, pudiendo este ser bueno, malo o mixto, y además en diversos grados.
Es más, un acto bueno que se opone a otros actos malos, puede ser que no llegue a contrarrestarlos y que el resultado sea malo.
Un ejemplo claro, en la parábola del trigo y la cizaña, no podemos decir que la cizaña salió del trigo, solo porque nos fuimos a dormir y al otro día la vimos, la verdadera causa es que fué sembrada por el maligno.
Lo pocos textos originales del CV II que conozco es porque los menciona el Padre Iraburu en algunos audios y/o textos de él, y lo que me llama la atencion es que sus textos son buenos, sin embargo lo que he escuchado del CV II por otras fuentes es distorsionado y hasta incluso contrario.
Creo que muchos se han aprovechado de hacer cosas que el Concilio no dijo y sin embargo lo hacen diciendo que el Concilio lo dijo. Típico caso de la prensa mundana. Nosotros que no tenemos tanto tiempo de andar instuyéndonos (¿Quien puede?) andamos a la deriva tratando de separar lo bueno de lo malo, tarea difícil por cierto.
Creo que su artículo hubiese sido más claro y de ayuda para nosotros si era algo así:
Si el CVII dijo algo malo, entonces escribir el CVII dijo "tal cosa" en "tal lugar" y "esta mal" por "tal razón".
Si el CVII dijo algo bueno, pero después paso algo malo, entonces escribir el CVII dijo "tal cosa" en "tal lugar" y "esta bien", pero después paso "tal cosa" que "esta mal" por "tal razón".
Saludos y Gracias,
Victor
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LF:
Que el famoso "espíritu del concilio" fue mucho peor que el Concilio lo tengo claro. Pero un concilio que empieza con un discurso pelagiano... parte de un problema de raíz.
Por otra parte, el problema de la descristianización no solo no se paró con la llegada de Papas que se supone que aplicaron bien el concilio. Se acentuó. Y se sigue acentuando. Digo aquí, en España. Pero no solo aquí.
1.- En los últimos pontificados estamos sufriendo una inflación de santos que, creo yo, no van a caber todos en el cielo. No es posible que tantas personas, por muchas congregaciones que fundaran, por muy buenos que fueran y ... merezcan dignidad tan grande. La Congregación para las Causas de los Santos se han convertido en una mera oficina burocrática para dar certificados de santidad en función de cuánta presión se ejerza por determinado movimiento, congregación, obispado o periferia terrenal. Lo de Pablo VI, me lo creo. Como me puedo creer que en breve se beatifique a Leonardo Boff (cuando la naturaleza haga lo suyo) o a Bernhard Häring.
2.- El cardenalato le ha sentado muy mal a don Fernando Sebastián. Menudo premio. Últimamente no da pie con bola.
3.- Aunque es un tema tan complejo y amplio que daría para un libro (o varios), creo que es muy reduccionista relacionar la secularización española únicamente con el CVII. Partiendo del hecho de que mejor si nunca se hubiera celebrado, la cosa viene de mucho más lejos. Nuestra historia (la europea) no se reduce al s.XX. La descritianización de Europa la inicio el testigo del Evangelio Martin Lutero (seguramente pronto también elevado a los altares junto a Ellen White por aquello de la paridad). Frente al gran concilio de Trento que supo enfrentarse a ello, el CVII firmó el acta de sumisión del catolicismo a sus perversos fundamentos (Recomiendo la lectura del libro "Martin Lutero. el canto del gallo de la modernidad" del profesor Danilo Castellano).
4.- El CVII supuso la "salida del armario ideológica" de muchos "hombres de iglesia" en España. el ser cura progre se convirtió en requisito indispensable para ejercer el ministerio, y ya no digamos para "promocionar".
5. Por último, ¿nadie se pregunta el por qué de tanta desconexión entre clero y praxis religiosa? En España, gracias a Dios, se ha mantenido cierto sentimiento cristiano gracias a la religiosidad popular y el genio ibérico, pero no hay más que ver otras sociedades europeas, menos dadas a la expresión comunitaria y pública, cómo están. Esto también daría para otro largo análisis.
En resumen, llevamos así ya mucho tiempo, más del que nos gustaría creer. Lo que pasa que en la era de la comunicación, todo se sabe y nada se puede (ni se quiere) esconder. ¿Cómo va a acabar la cosa? Fácil: Ap, 17-18.
Este, en mi opinión, debería ser uno de los grandes motivos de penitencia. Empezando por los pastores y siguiendo por las ovejas (que no somos del todo inculpables).
Otro punto, que atañe solo a los malos pastores, es el mal uso de la autoridad. Mucha gente sencilla se a adentrado en el camino del error por obediencia a su pastor... o más bien por el respeto reverente que siempre se le tuvo a los sacerdotes y obispos. Por este respeto y esta confianza en su criterio, mucha gente lleva soportando las consabidas genialidades de turno.
Pero claro, si se hicieron así las cosas no fue por casualidad. Así que difícilmente veremos tal cosa. Llegará, porque el Señor es fiel, pero después de un largo tiempo de "desierto y destierro".
Por otro lado, piensen en una serie de eclesiásticos (no necesariamente obispos) mundanizados, elitistas, con cierto complejo de divos, completamente inficionados de ese modernismo/progresismo que en los años 20, 30 y 40 se refugió en las cátedras de filosofía y teología de las Universidades centroeuropeas (y que, pese a estar allí contenido y no haber tocado ni de refilón al pueblo cristiano, logró irradiar también a las élites intelectuales de otros países a través de los estudiantes de intercambio), que de pronto se ven libres de ataduras y con la oportunidad de influir nada menos que en el rumbo de un Concilio Ecuménico.
Junten en sus mentes a los primeros con los segundos, y tendrán una idea aproximada de lo que sucedió en aquella "tormenta perfecta".
Ciertamente es de admirar que Vd. LF no haya perdido la cabeza. Si es durillo ver como se coge lo que no es de Dios y lo presentan como santo, cuando se ha visto mil veces...realmente es una cosa descorazonadora.
Y no me refiero a Pablo VI, cuya canonización - si se produce - habrá que tomarla como lo que es, un acto infalible. Haya, o no, milagro de por medio. Y ojo de aquel que se atreva siquiera a dudarlo, porque es un pecado grave contra la fe. ¿Quienes somo nosotros para hacer siquiera un comentario que infunda sospecha sobre un acto infalible?
Ojo, porque al fiscalizar la idoneidad de un proceso de canonización celebrado estamos dudando del cuidado de Dios sobre la doctrina.
Momento muy complicado, y que, muchas veces, lo complicamos nosotros aún más, cuando queremos saber y llegamos a saber más de lo que nos corresponde. ¡Ay! amigos, ¿es que no tenemos ya información suficiente para entender que poco o nada se puede esperar de los sacerdotes y obispos actuales?. Por supuesto hay excepciones, pero no está en nuestra mano discernir el que parece bueno del que realmente lo es, ponemos nuestra esperanza en D. Pepito y D. Juanito - no rezamos por ellos - y luego viene la sorpresa:
"Mira D. Pepito, pero si parecía tan recto, tan fiel al Magisterio, y ha permitido, ha fomentado, se ha rodeado....".
Creo que no acabamos de entender que quizás, los que acaban de nacer puedan ver un cambio algún día, para el resto, y sobretodo para los adultos este ambiente - y a peor - es lo que nos espera para el resto de nuestra vida. No va a venir ningún superpapa, ningún superobispo, ningún supermovimiento que cambie en 10 años o 20 años lo que tiene una inercia de al menos un siglo. Dios tiene sus tiempos, y suele contar por generaciones. Creo que cometemos el error de salir cada 5 minutos a la ventana a ver si escampa. Más nos vale asumir lo que hay como lo que probablemente merecemos, perseverar en la misa, oración y rosario diarios - mientras podamos hacerlo - y procurar nuestra salvación, porque lo que veo demasiado es mucha gente opinando de esto y de aquello, y las Misas, vacias, el sagrario, solo, y el rezo del rosario solo en ocasiones especiales.
Ya ni menciono la oración personal, eso que por lo visto se hace cuando uno se mete en la cama...
Pero nos gusta lamentarnos. Quizá pensamos que merecemos la Iglesia y las gracias que Dios a derramado en otros días y que ya no se ven. No vemos ningún santo, ningún místico, ningún predicador que inflame corazones.
Y repito, que en ninguna otra época ha sido más fácil recibir al Señor que en la nuestra, tan fácil que cualquier comparación resulta sonrojante. Pero no vamos, ni queremos ir, siempre hay algo más importante que hacer.
¿Cuántos de esos católicos que se creen fieles y sacrificados no prefieren cualquier charlilla, reunión, convivencia, acto,voluntariado, etc.. antes de ir a Misa a recibir al mismo Dios?
Muchos hacen esfuerzos encomiables en nombre de la fe, pero ¿ir a Misa todos los días?, eso no merece la pena. Ya voy el domingo y con eso vale.
Tenemos lo que buscamos, a nosotros mismos en nuestros propios rollos.
Usted está equivocado cuando menciona que "Y no me refiero a Pablo VI, cuya canonización - si se produce - habrá que tomarla como lo que es, un acto infalible."
Un católico sabe que el Papa es infalible solo cuando habla Ex-cathedra, no lo es cuando se le hace una entrevista en un avión, ni cuando afirma que hacer proselitismo es pecado, ni cuando envía una carta privada a los obispos argentinos, ni tampoco, por supuesto, cuando canoniza un santo,
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LF:
Aunque no acabo de verlo claro, lo cierto es que se afirma que las canonizaciones tienen el carisma de la infalibilidad.
http://infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php/1204151240-ison-las-canonizaciones-infal
Eso sí, no hay una declaración infalible que diga que las canonizaciones están sujetas a esa infalibilidad, je je
Y por otro lado, hay santos que han sido retirados del Santoral, es decir, descanonizados. Así que presumo que no es un tema dogmático. Dogma es la Comunión de los Santos y la Iglesia Triunfante, pero no que tal o cuál sean santos. Este tema de las canonizaciones me hace ruido. Si hasta a veces pareciera que fuera Roma quién decide el Juicio.
"We teach and define that it is a dogma Divinely revealed that the Roman pontiff when he speaks ex cathedra, that is when in discharge of the office of pastor and doctor of all Christians, by virtue of his supreme Apostolic authority, he defines a doctrine regarding faith or morals to be held by the universal Church, by the Divine assistance promised to him in Blessed Peter, is possessed of that infallibility with which the Divine Redeemer willed that his Church should be endowed in defining doctrine regarding faith or morals, and that therefore such definitions of the Roman pontiff are of themselves and not from the consent of the Church irreformable."
Fuente: www.newadvent.org/cathen/05677a.htm
En el pasado he hecho comentarios heterodoxos, (Mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa), pero no ésta vez.
Como apostilla D. Luis Fernando, hay un sector de la Teología que lo sostiene, pero eso no garantiza que sea así y no hay pronunciamiento de la Iglesia al respecto.
La infalibilidad papal exige, entre otros requisitos, que el Papa esté definiendo "una doctrina de fe o costumbres como que debe ser sostenida por toda la Iglesia" (Pastor Aeternus, Cap. 4. Puede verse aquí, al final: es.catholic.net/op/articulos/19352/constitucin-dogmtica-pastor-aeternus.html# )
No parece que una declaración de santidad personal sea "una doctrina de fe o costumbres." Como ejemplo de una definición de ese tipo yo sugeriría la del final de Ordinatio Sacerdotalis y ya ven ustedes el caso que se le hace, incluso dentro de la Iglesia.
Para los que les interese, el padre Hunwicke se ocupó de la cuestión en su blog, con su erudición habitual, aquí: liturgicalnotes.blogspot.com.es/2014/04/is-act-of-canonisation-infallible-is-it.html
Una vez más Dios te levantará de tus miserias para que se cumpla la profecía del ermitaño Bug de Milhas y el mundo quede atónito:
"...y el Tajo parirá un guerrero más valiente que el Cid y más santo que el Rey Fernando, quien con el estandarte de la Fe reunirá un gran ejército y saldrá al encuentro del formidable gigante.
Los Pirineos serán testigos de la mayor batalla que han visto los siglos; durará tres días, los enemigos huirán aterrados y el héroe del Tajo llevará la Cruz triunfante hasta el río Neva".
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LF:
Puede... pero no parece que eso vaya a ocurrir en esta generación.
Que Dios nos libere de esa " ideología subjetivista " .. que exite tambien en los ambitos tradicionalistas ....
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LF:
No diga usted cosas raras. No se puede comparar la proclamación de un dogma de fe con una canonización. Como indica Arraiz en el post que he enlazado, que las canonizaciones son infalibles es, a día de hoy, "doctrina común de los teólogos". Que la proclamación de un dogma es infalible es, en sí mismo, un dogma de fe.
Dicho lo cual, advierto a todos los comentaristas que el tema del post no es la infalibilidad de las canonizaciones. No más comentarios al respecto
Me interesaría que pudiera comentar estos símbolos, cómo se interpretan a Nuestra Realidad de Hoy y de Aquí, qué es ser rico y desgraciado, el vestido, oro y colirio, la corrección y el celo:
"Como también dice el Señor a la Iglesia de Laodicea: Porque dices: «Yo soy rico, me he enriquecido, y no tengo necesidad de nada»; y no sabes que tú eres desgraciado, digno de lástima, pobre, ciego y desnudo. Te aconsejo que me compres oro acrisolado al fuego para que te enriquezcas; y vestiduras blancas para que te vistas y no aparezca la vergüenza de tu desnudez; y colirio para untarte los ojos a fin de que veas.
Yo, a cuantos amo, reprendo y corrijo; ten, pues, celo y conviértete."
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LF:
No me siento con ánimos, lo lamento.
No los publicaré. No es el tema del post.
Que pensaria de una persona que dijese lo mismo que dice usted de raiz pelagiana a cualquier otro Concilio?
Si eso fuera cierto el Concilio seria falso y la unica posicion coberente es la sedevacantista.
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LF:
¿Qué tiene que ver el sedevacantismo con decir que un concilio ha fracasado en sus fines por proponer una pastoral pelagiana?
El P. Iraburu lleva años y años denunciando esa pastoral pelagiana.
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LF:
Mire a otro a quien me voy acercando:
"Ciertamente los resultados del [Concilio Vaticano II] parecen estar cruelmente opuestos a las expectaciones de todos. Comenzando por las del Papa Juan XXIII y luego de Pablo VI: se esperaba una nueva unidad católica y en cambio hemos estado expuestos a la disensión que -para usar las palabras de Pablo VI- parece haber pasado de la autocrítica a la autodestrucción. Se esperaba un nuevo entusiasmo sin embargo muchos terminaron desanimados y aburridos. Se esperaba un gran paso adelante, y en su lugar nos encontramos frente a un proceso progresivo de decadencia que se ha desarrollado, en su mayor parte, precisamente bajo un llamamiento al espiritu del Concilio, y por lo tanto ha contribuido a desacreditarlo para muchos. El resultado neto, por lo tanto, parece negativo. Yo estoy repitiendo lo que dije hace diez años después de la conclusión del concilio: Es incontrovertible que este período [post-conciliar] definitivamente ha sido desfavorable para la Iglesia.”
Joseph Cardenal Ratzinger, L’Osservatore Romano, 24 de Diciembre, 1984.
Todo esto es posible s un Concilio es malo
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LF:
La infalibilidad de los concilios es en materia dogmática. Ni más ni menos. No he mencionado nada de errores doctrinales del CVII. Hablo de los resultados pastorales. Son los que son.
infocatolica.com/blog/razones.php/1507141209-cristianismo-y-revolucion
El líder guerrillero Firmenich, en una entrevista citada en un comentario de ese artículo, dio un testimonio elocuente al respecto al ser entrevistado por el historiador Felipe Pigna, ante la pregunta "¿Cómo surge la organización Montoneros?"
Había un denominador común en muchos de esos grupos de nuestra generación. Cuando digo “nuestra generación” me refiero a nuestra generación de la Juventud Peronista. Había una Juventud Peronista anterior a nosotros que no había tenido exactamente esta composición. Pero en el caso de nuestra generación fue muy común la influencia generalizada de sectores de izquierda postconciliares, de sectores católicos progresistas que en esa época se llamaban postconciliares. Después con el tiempo se dio lugar a la teología de la liberación, cosa que en esa época no existía. Lo que existía era el impacto del Concilio Vaticano II y de las encíclicas de Juan XXIII y luego de Pablo VI. Entonces en la generación nuestra que teníamos en la segunda mitad de la década del ’60, todos por debajo de los veinte años había tenido influencia en diversos lugares del país grupos que no tenían interrelación entre sí, habían tenido esta influencia por un lado, y la influencia del peronismo estrictamente político por otro.
La apostasía es planetaria o universal. No sólo los españolitos nos hemos pasado masivamente al bando perdedor.
A un siglo de la difusión de los mensajes de Fátima y tres de la Masonería, parece que van ganando los malos porque también se lo trabajan perseverantemente.
"La libertad nunca está a más que una generación lejos de la extinción. No se la damos a nuestros hijos a través de la sangre. Se debe luchar por ella, protegerla, y transmitirle a nuestros hijos que hagan lo mismo." Bueno, pues también el catolicismo.
Por eso las movilizaciones de millones de gentes contra la ideología de género en mi patria: se asume que dentro de los acuerdos de la guerra Cristera, los católicos podemos educar a nuestros hijos en la fe.
En el momento que el gobierno actual de Peña Nieto mencionó la posibilidad de imponer una educación diferente y antinatural.... simplemente la tregua pactada hace casi 100 años amenazó con romperse, para finalmente el gobierno tuvo que recular bajo el pretexto que es un tema que "divide" al país (en realidad lo unifica y eso es a los que los masones le temen).
Analizar la etapa que discristianizó España es importante, actuar como católicos de manera coherente frente al ataque que sufrimos, lo es aún más.
no me voy a poner a ver puntualmente si el Concilio Vaticano II fue la causa de todos los males. En todo caso Dios contaba con ello. Pero yo me convencí de mi fe por loa años 70 siendo monaguillo. Enseñado por un santo sacerdote argentino que sencillamente sabía quién era Cristo presente en el Sagrario. Adoración, genuflexiones, piedad... todo eso desde niño. Luego conocí el Opus Dei. Un oasis para mis ansias de amor que ya entonces traía decepciones por nuevos vientos en sacerdotes no tan preparados. NO hay Concilio que voltee la Verdad, el Bien y la Belleza en un alma que busca verdaderamente a Dios... Los hombres (todos los bautizados) no son menos católicos por un Concilio. Hay causas más profundas que yo podría enumerar para mi país. De todas formas no hay que olvidar el signo de los tiempos, ni a Fátima... Casi que con Concilio o sin el... la Virgen nos advirtió lo que iba a pasar y pasa en Nuestra Iglesia. Paz y bien.
Creo que la causa principal de la descristianización la tiene la pildora anticonceptiva. Hasta su invención a mediados del siglo XX, las mujeres tenían los hijos que Dios les daba, a partir de ese momento en Occidente las mujeres deciden el número de hijos que tienen.Y si se le olvida tomarla, pues se legisló en favor del aborto. Como las mujeres ya no tenían 12 o 15 hijos, disponian de tiempo libre por lo que se incorporaron masivamente a trabajar, y en los trabajos se podía filtrar con otros compañeros, pues comenzó el divorcio masivo. Y para divorciarte ¿por que te vas a casar? Y comenzaron a emparejarse masivamente, otros se casaron y divorciaron una o varias veces, y eso lo da la libertad sexual que produce la pildora anticonceptiva, ni más ni menos. Luego ya comenzaron que daba igual con quien te acostases, con lo que se legalizó el matrimonio gay. Por lo tanto creo que el cambio social producido y la fuerte descristianización se ha debido más a la pildora, que al Concilio Vaticano II. ¿ Que opinas Luis Fernando ?
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LF:
La píldora trajo muchos males pero no creo que se le pueda considerar la principal causa de la descristianización. Que contribuyó, sin duda.
Por no hablar de que usted ha dicho que un concilio que empieza con un discurso pelagiano... parte de un problema de raíz.
Por otra parte, el problema de la descristianización no solo no se paró con la llegada de Papas que se supone que aplicaron bien el concilio. Se acentuó. Y se sigue acentuando.
Todo esto significa que el mal no es un espiritu del concilio ni su aplicacion practica. Sino que el Concilio y sus documentos y las motivaciones de los que lo publicaron fueron malos(yo me referia a esto con lo de raiz:' corrijame si me equivoco)son malos.
Si le jhe interpretado mal perdoneme.
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LF:
¿Sabe usted aquel refrán que dice que "entre todos la mataron y ella sola se murió"?
Pues eso.
Lo único, que la Iglesia todavía no está muerta. Cristo no permitirá que se la carguen, aunque están empeñados en ello.
Respecto al discurso pelagiano, no es la primera vez que lo he dicho. Y lo pruebo. Cito de la web del Vaticano:
Siempre la Iglesia se opuso a estos errores. Frecuentemente los condenó con la mayor severidad. En nuestro tiempo, sin embargo, la Esposa de Cristo prefiere usar la medicina de la misericordia más que la de la severidad. Ella quiere venir al encuentro de las necesidades actuales, mostrando la validez de su doctrina más bien que renovando condenas. No es que falten doctrinas falaces, opiniones y conceptos peligrosos, que precisa prevenir y disipar; pero se hallan tan en evidente contradicción con la recta norma de la honestidad, y han dado frutos tan perniciosos, que ya los hombres, aun por sí solos, están propensos a condenarlos, singularmente aquellas costumbres de vida que desprecian a Dios y a su ley, la excesiva confianza en los progresos de la técnica, el bienestar fundado exclusivamente sobre las comodidades de la vida. Cada día se convencen más de que la dignidad de la persona humana, así como su perfección y las consiguientes obligaciones, es asunto de suma importancia. Lo que mayor importancia tiene es la experiencia, que les ha enseñado cómo la violencia causada a otros, el poder de las armas y el predominio político de nada sirven para una feliz solución de los graves problemas que les afligen.
En negrita la frase que supone un pelagianismo rampante. En cursiva las palabras estrictamente pelagianas.
Ese párrafo entero es la raíz de todos los males que ha sufrido y sufre la Iglesia en el último medio siglo.
Tambien deberiamos todos pensar como actuariamos si estuviesemos en el lugar de los pastores. Es dificilisimo gobernar la Iglesia.
Volvamos de nuevo al gran maestro Joseph Ratzinger: "debemos tener la suficiente capacidad de autocrítica para reconocer que el ingenuo optimismo del Concilio y la presunción de muchos que lo apoyaron y propagaron han justificado de terrible manera los funestos presagios de muchos varones eclesiásticos del pasado sobre los peligros de los concilios. No todos los concilios legítimos de la historia de la Iglesia han sido concilios fructuosos. De algunos de ellos sólo queda, como resumen, un enorme «celebrado en vano» 14 [14. En este contexto, se menciona con frecuencia, y con razón, el concilio Laterano V, celebrado en 1512-1517, pero sin aportar una ayuda eficaz para la superación de la crisis amenazante.] Respecto del rango del Vaticano II aún no puede pronunciarse un juicio definitivo, aun admitiendo que en sus textos hay muchos elementos válidos. Que, al final, haya de ser enumerado entre los faros luminosos de la historia de la Iglesia es algo que depende de los hombres que deben transformar la palabra en vida.» (Cfr. Ratzinger, J. TEORÍA DE LOS PRINCIPIOS TEOLÓGICOS. BARCELONA. HERDER, 1985. Ps. 452-453).
"En muchos lugares, [los padres conciliares] tenían que encontrar fórmulas de compromiso, en las cuales, a menudo, las posiciones de la mayoría están ubicadas justo al lado de las de la minoría, diseñadas para delimitarlas. Por lo tanto, los mismos textos conciliares tienen un enorme potencial de conflicto, abren la puerta a una recepción selectiva en cualquier dirección. (Cardenal Walter Kasper, L’Osservatore Romano, 12 de abril de 2013)".
Realmente el CVII tiene muchas cosas buenas. No lo digo yo, sino alguien poco sospechoso de heterodoxia como don José Antonio Sayés. Fue un modo de volver a explicar la fe de la Iglesia, y fruto de ese Concilio vino, p.e., el Catecismo actual.
Todo ese (verdadero) espíritu conciliar, encarnado por persona como Ratzinger, es el que ha quedado empañado por algunos desaciertos, como el toque irenista de ciertas declaraciones, y abrió la puerta por tanto a los excesos del posconcilio; la Iglesia no tuvo armas para enfrentarse precisamente a la época más dura contra el cristianismo: la posmodernidad.
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LF:
Tal y como están las cosas ahora, un nuevo concilio ecuménico requeriría poco menos que la actuación visible del Espíritu Santo, con aparición de lenguas de fuego incluidas, para evitar una catástrofe aún mayor.
Creo mucho más necesario, aunque no lo veo humanamente posible, un pontificado auténticamente reformador y maritiral que limpie las toneladas de basura que amenazan con hundir la barca de Pedro.
Cosa distinta son los seminarios y los centros de investigación teológica, donde efectivamente ese "potencial de conflicto" pudo dar lugar a desarrollos teológicos muy diversos y a que, partiendo de un mismo texto, se pudiese llegar a conclusiones diametralmente opuestas, como en efecto sucede respecto de determinadas cuestiones puntuales.
Me has hecho un favor mencionando la Iglesia de Laodicea, doy gracias a Dios por ti y le pido te colme de bendiciones.
Es que desde hace tiempo siento angustia por lo que veo que nos está pasando como Iglesia hoy en día. Aunque oro sobre ello no me entraba en la cabeza, no se algo no admitía o algo se me escapaba. Hasta que al leer tu comentario sentí que en ese texto tenía la aclaración o enseñanza sobre mi inquietud. Ahí nos dice el Señor lo que tenemos que hacer, siguiendo esto que dice a Laodicea nos restaurará y encontraremos sosiego en El.
Cuando decimos que la Iglesia prevalecerá a pesar de lo que actualmente sucede, aunque lo creo firmemente algo me intranquilizaba y me sentía incómoda. Porque, claro, tenemos esa promesa del Señor, pero si no cumplimos nuestra parte de compromiso en la alianza que Dios a hecho con nosotros, el Señor nos dejara dando vueltas por el desierto hasta que nos arrepintamos y nos volvamos a El respetando y cumpliendo con el acuerdo. Es como nos enseña y nos convierte para llevarnos a lo que nos tiene prometido.
O sea que nada de que la responsabilidad de que la Iglesia funcione es del Señor y El lo hará todo. Por supuesto que sí, siempre y cuando le colaboremos con nuestra fidelidad a sus planes, por eso la Iglesia somos El, El, El, miempre en todo El y nosotros con El a muerte o no hay trato.
En primer lugar, la precisión de que el Concilio Vaticano II fue un concilio pastoral y no doctrinal.
Esto lo proclama abiertamente Juan XXIII en el discurso inaugural:
- "La tarea principal de este Concilio no es, por lo tanto, la discusión de este o aquel tema de la doctrina fundamental de la Iglesia, repitiendo difusamente la enseñanza de los Padres y Teólogos antiguos y modernos, que os es muy bien conocida y con la que estáis tan familiarizados. Para eso no era necesario un Concilio…"
- Y explica que lo que se pretende es "…la fidelidad a la auténtica doctrina, estudiando ésta y exponiéndola a través de las formas de investigación y de las fórmulas literarias del pensamiento moderno. Una cosa es la substancia de la antigua doctrina, del "depositum fidei", y otra la manera de formular su expresión; y de ello ha de tenerse gran cuenta —con paciencia, si necesario fuese— ateniéndose a las normas y exigencias de un magisterio de carácter predominantemente pastoral".
De esto, hay precedentes históricos. Por ejemplo el I Concilio de Lyon (1245), decimotercero de los ecuménicos, no promulgó ningún decreto dogmático y se ocupó tan solo de cuestiones disciplinares. A saber:
- Excomulgó y depuso al emperador Federico II
- Confirmó la excomunión y depuso al rey Sancho II de Portugal
- Dictó determinadas disposiciones disciplinares para favorecer la unidad con los griegos ortodoxos.
- Promulgo muchas otras normas disciplinares, como por ejemplo: impuso a los cistercienses la obligación de pagar diezmos, estableció que los cardenales debían usar sobrero rojo, represión de la usura, etc.
Todas estas medidas disciplinares deben ser obedecidas, pero desde luego no son dogma de fe. Y es legítima la crítica serena y respetuosa; por ejemplo, puede discutirse si los actos del rey Sancho II eran o no merecedores de la pena de excomunión; y puede discutirse también si es conveniente o no que los cardenales utilicen sobrero rojo.
Lo mismo pasa con el Concilio Vaticano II. Puede discutirse si sus directrices pastorales, y sobre todo la formulación que de ellas se hace en los textos del concilio, son las más adecuadas o no para los fines pretendidos, o si deben precisare más corrigiendo ambigüedades.
Y hay que continuar precisando.
- Es evidente que cuando el Concilio Vaticano II recuerda una verdad de Fe (por ejemplo la presencia real de Cristo en la Eucaristía) es de obligado asentimiento, pero ello no tanto porque lo establezca este concilio (que no quiso establecer dogmas, sino que los recuerda) sino porque ya estaba así establecido y esa verdad pertenece a la tradición de la Iglesia.
- En cambio, cuando establece normas disciplinares, como por ejemplo cuando el Concilio recomienda una mayor incidencia de las lenguas vernáculas en la liturgia, estamos ante una cuestión que puede ser respetuosamente discutida, sin perjuicio del deber de obediencia (A propósito es muy interesante releer el número 54 de la Sacrosantum Concilium, que muchos invocan en contra del uso del latín: "54. En las Misas celebradas con asistencia del pueblo puede darse el lugar debido a la lengua vernácula, principalmente en las lecturas y en la «oración común» y, según las circunstancias del lugar, también en las partes que corresponden al pueblo, a tenor del artículo 36 de esta Constitución. Procúrese, sin embargo, que los fieles sean capaces también de recitar o cantar juntos en latín las partes del ordinario de la Misa que les corresponde…").
Por otra parte, hubo prelados que solicitaron que el Concilio condenara diversos errores: liberalismo, materialismo, comunismo... pero prevaleció la tesis de que no hacía falta condenar expresamente lo que ya había sido condenado, siguiendo el criterio de Juan XXIII en el discurso inaugural: "Siempre la Iglesia se opuso a estos errores. Frecuentemente los condenó con la mayor severidad. En nuestro tiempo, sin embargo, la Esposa de Cristo prefiere usar la medicina de la misericordia más que la de la severidad. Ella quiere venir al encuentro de las necesidades actuales, mostrando la validez de su doctrina más bien que renovando condenas" , porque se partía de la base de que a esas alturas de la civilización el error sería evidente para todos: " No es que falten doctrinas falaces, opiniones y conceptos peligrosos, que precisa prevenir y disipar; pero se hallan tan en evidente contradicción con la recta norma de la honestidad, y han dado frutos tan perniciosos, que ya los hombres, aun por sí solos, están propensos a condenarlos, singularmente aquellas costumbres de vida que desprecian a Dios y a su ley,".
Esto nos lleva a la gran paradoja de que en nombre de un concilio que no quiso condenar a nadie, se pretende condenar fulminantemente a los que discuten sobre la oportunidad o la precisión de algunos textos del concilio.
- En este sentido, a mí me cuesta mucho entender a los que pretenden que tal o cual persona "acepte intelectualmente y sin discusión" los textos del Concilio Vaticano II, como si todos los textos fueran dogma de fe definida. Cosa diferente es la obligación de aceptarlos en cuanto disciplina. Yo veo aquí un "fundamentalismo vaticanosegundista".
- Por poner un ejemplo: yo estoy obligado a observar con todo rigor la disciplina sobre el ayuno eucarístico. Pero podría defender respetuosamente mi opinión de que convendría variar tal disciplina en uno u otro sentido. En cambio, no puedo pretender cambiar la fe de la Iglesia sobre la transubstanciación, y debo corregir mi "opinión" si entra en contradicción con la fe.
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LF:
Como quien dice, le ha salido un post. Buen post, además, :D
Pero sigue estando prohibido en la Iglesia hablar de la debacle, que ataca otro nuevo dogma: el optimismo y la fe en el hombre de buena voluntad.
Tienes toda la razón, el pelagianismo sigue entronizado en el discurso eclesiástico. Y así nos va.
"Ahora bien, puesto que la libertad religiosa que exigen los hombres para el cumplimiento de su obligación de rendir culto a Dios, se refiere a la inmunidad de coacción en la sociedad civil, deja íntegra la doctrina tradicional católica acerca del deber moral de los hombres y de las sociedades para con la verdadera religión y la única Iglesia de Cristo."
No habla de una posibilidad, sino de un deber, y menos aún, de un deber en sentido contrario.
Saludos cordiales.
Precisamente, cuando pienso en las tesis que defendían (abolición del celibato, o algún canonista que afirmaba el poder del Papa para disolver por su cuenta cualquier tipo de matrimonio, incluso el consumado) tengo la impresión de que utilizaron el CVII para defender unas posiciones que el Concilio jamás habría aceptado (creo que alguien ya lo comentó más arriba). Pensemos en la asociación de teólogos (y teólogas, faltaría más) que se sirve del nombre de Juan XXIII, que defienden el derecho al aborto, cuando precisamente el Concilio Vaticano II lo calificó como crimen abominable.
Que nadie piense que estoy cargando las tintas sobre los seculizados. Ellos por lo menos fueron un poco coherentes. Perdieron la fe (si es que alguna vez la tuvieron) y se marcharon. El problema fueron los que sin fe ni vocación continuaron en la Iglesia, y que hoy ocupan los puestos clave.
También está claro que ese sector progresista que comenzó a hacerse notar durante los años del Concilio no apareció de repente, sino que posiblemente haya surgido en la década anterior, durante los años 50. No sólo en España; también en los demás países. Tampoco creo que se puedan asimilar los obispos de la época de Franco con los que actualmente tenemos en España. A pesar de su dependencia del Estado, aquéllos se mantuvieron firmes en cuestiones doctrinales; estos últimos, no.
Sobre el pontificado de Pablo VI, creo que podemos establecer dos etapas, una primera donde se dejó llevar por la marea, hasta que abrió los ojos y vio cual era la situación. Fue entonces cuando dijo aquello de que el humo de Satanás había entrado en la Iglesia, y trató de rectificar, lo que se plasmó en su encíclica Humanae Vitae. Fue sin duda un acto valiente, no olvidemos los ataques brutales que sufrió a causa de su publicación.
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LF:
El pontificado de Benedictino XVI no fue ni reformador ni martirio. Pudo haberlo sido.
Saludos cordiales.
Aun asi creo que aun spieden aplicar el Concilio de manera provechosa .
Saludos cordiales.
¿Es verdad también que un cardenal importante dijo que un documento del Concilio Vaticano II era el antiSyllabus? Si es así las condenas del Syllabus no son un documento del Magisterio
Tal y como están las cosas ahora, un nuevo concilio ecuménico requeriría poco menos que la actuación visible del Espíritu Santo, con aparición de lenguas de fuego incluidas, para evitar una catástrofe aún mayor.
- Casi se necesita fuego apocalíptico... je...
Creo mucho más necesario, aunque no lo veo humanamente posible, un pontificado auténticamente reformador y maritiral que limpie las toneladas de basura que amenazan con hundir la barca de Pedro.
- Las toneladas acumuladas durante décadas se limpian ya con los trabajos de Hércules, es decir, desviando un río de agua de la vida. La Barca petrina tiene el don de reflotamiento...
Es precisamente ese hecho es que es señalado con alegría por los historiadores progresistas (léase heterodoxos) como por ejemplo Alberigo, como el "despertar" del Concilio y el punto en que se empezó a tomar conciencia de que la mayoría de los Padres conciliares o era progresista o al menos no se les oponía.
De ahí la importancia de la minoría tradicional que a partir de ese momento luchó para que en cada documento se mantuviera la ortodoxia católica.
Y que debemos creer que lo consiguió, porque el Concilio Vaticano II, al ser aprobado por el Papa legítimamente reinante, es Concilio Ecuménico de la Iglesia Católica.
Lo cual no quiere decir, obviamente, que la forma en que presenta la doctrina sea la mejor posible, ni que en lo que no sea doctrinal, sino disciplinar, sea perfecto o incluso siempre bueno.
Saludos cordiales.
Por otra parte, no sé la imagen idílica que tendrá ud. acerca de la fe que tenían nuestros antepasados en esa época. Ir a misa si que iban, pero se mide la fe por ese punto? Más que nada lo digo porque la aplastante mayoría de ancianos a los que pregunto, tienen una fe puramente supersticiosa y sí, asistían con regularidad. No digo que la situación actual sea mejor.
Yo en cambio tengo otra teoría para explicar el descenso de práctica religiosa. Los métodos anticonceptivos, que se cargaron la raíz del matrimonio, y por ende la familia. Ya no existe la familia, ese es el problema. No lo busque en el semipelagianismo, la forma de decir misa, el supuesto abandono del tomismo, ni en nada de eso, el problema comenzó cuando, desobedeciendo de forma flagrante a Pedro, se justificó, el uso de la anticoncepción. Y por cierto, tampoco veo a los lefebvristas diciendo estas cosas, ellos, como muchos de uds. quieren arreglar las cosas de otra forma... Empezando por desobedecer a Pedro... Y hay gente que se enorgullece de asistir a las misas que hacen estos desobedientes...
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LF:
Sobre gustos, colores.
Y para cuando llegamos a esa resistencia a la HV ya el modernismo teológico y filosófico hacía décadas que venía carcomiendo a la Iglesia después de su condena a comienzos del siglo XX y su resurgimiento posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Es superficial calificar de "supersticiosa" la fe los católicos antes del Concilio, sobre todo cuando no se explicita qué es lo que se entiende por ese término y cómo se aplica a lo creían estos católicos que no tenían que arrostrar las barbaridades inauditas que son cosa de cada día hoy en la Iglesia ni hubiesen podido imaginárselas siquiera.
Saludos cordiales.
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El texto dice, lógicamente,: Te aconsejo que compres "de mi oro" acrisolado por el fuego para que te enriquezcas.
Por sus frutos los conoceréis es una buena cita evangélica para tener un criterio sobre los resultados de la "nueva evangelización".
Hablar otra vez del pecado, la condenación, la redención, la virtud, la Jerusalén Celeste. Ese es el único camino.
Quien se acerca a la religión es porque busca saciar su sed de trascendencia. Para escuchar antropología, psicología, autoayuda y sociología hay foros mucho mejores que el cura de la parroquia.
Mientras sigamos con los 200 planes pastorales por lustro, las infinitas reuniones, los dossieres, los encuentros y macro-encuentros, pero la llama de la sed de Dios no sea saciada con palabras de vida eterna, seguiremos decayendo y degenerando.
En cuanto al manido tema de la responsabilidad, yo digo lo de siempre: todos somos responsables, pero quien más autoridad tiene, más responsabilidad.
Por cierto, en los premios "Bravo" concedidos por la Conferencia episcopal española en su edición de noviembre de 2016, uno de los premiados ha sido Pedro García Cuartango, director del diario masónico, anticristiano y enemigo de la Verdad y la ley natural "El Mundo", que entre otras joyas alberga al hereje Vidal, promociona el aborto irrestricto, todo tipo de aberraciones sexuales, el capitalismo salvaje y la pornografía.
Los premiso "Bravo" se entregan para reconocer "la labor meritoria de todos aquellos profesionales de la comunicación en sus diversos medios que se hayan distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos", según sus promotores.
Pues eso.
"Nuestra generación no merece, al menos teóricamente, el reproche de que subestime la Eucaristía. Nació a la vida cristiana después de los decretos de Pío X sobre la comunión temprana y frecuente. Niños y niñas han adquirido el hábito de comulgar los domingos e incluso entre semana. Pero cuántos abandonan la comunión cuando les es más necesaria: para superar las dificultades de la vida conyugal, para afrontar los peligros de los compromisos políticos, para superar el ambiente materialista, para mantenerse a salvo de esta caída en los días grises de la vida en la que «se vive, de manera voluntaria, por aburrimiento…porque el camino es largo y la meta está lejos, porque uno se encuentra solo y no existe el consuelo» (Claudel)(...)
Han pasado 50 años; ¿dónde estamos? El entusiasmo y el deseo por la mesa santa fueron de corta duración.La rutina, esa vieja encantadora, ha vuelto a recuperar sus derechos. Abuso y desidia, dos de sus frutos, es lo que podemos comprobar a gran escala. Abuso: comulgar en la misa dominical, para muchos, no es más que rutina; los creyentes no se preparan para ello, se olvidan de ‘probarse a sí mismos’ como recomienda San Pablo; la acción de gracias es suprimida y el día se pasa en el olvido de la Eucaristía. Desidia: si muchos cristianos adquirieron el hábito de comulgar en la misa dominical, pocos van diariamente a misa y comulgan. No es por excesiva preocupación de pureza escrupulosa, ni por extremo respeto por el Santísimo Sacramento, motivos que antes inhibían a algunos jansenistas y que no dejaban de tener su importancia. No, las razones son más prosaicas. Falta de tiempo, dicen unos; incompatibilidad con nuestros horarios de trabajo, dicen los hombres; con las salidas de las clases, dicen las madres de familia.Y,ciertamente,muchas veces, eso es verdad.¿Pero,cuántas veces no es más que un pretexto? La prueba está en el hecho de que las extraordinarias facilidades ofrecidas a quienes viven en las ciudades —amplitud de horarios de mañana y tarde — y la nueva reglamentación del ayuno eucarístico no cambia mucho el panorama. Es necesario cavar más profundo para encontrar la verdadera explicación, para comprender la falta de lógica de estos
cristianos que en el Padrenuestro piden el pan de cada día y renuncian a ir a buscarlo. En el fondo, les falta devoción, y de fe viva, por la Eucaristía (las protestas que se levantarán cuando dé esta explicación no me harán cambiar de opinión). Al menos, si la fe y el hambre, demasiado débiles, son insuficientes para conducirlos a la Eucaristía, deberían acudir a ella por simple docilidad a la llamada del Cristo que la Iglesia no hace sino traducir […].
Pero, de hecho, ¿conocen realmente el pensamiento de la Iglesia? Los padres y educadores a los niños y los sacerdotes a los fieles, ¿han trasmitido bien el mensaje? Nuestros cristianos de 1958 saben, ciertamente,que se puede comulgar todos los días; se trata, piensan ellos, de una devoción edificante; en el mejor de los casos, los propios militantes en su conjunto, ¿HAN ENTENDIDO Y APRENDIDO QUE EL PRECEPTO NORMAL DEL CRISTIANO ES LA COMUNION DIARIA? Y, sin embargo, qué más explicito que estas otras palabras de Pío X: «la Iglesia desea que todos los fieles se acerquen diariamente a la mesa sagrada […]
Pero estoy convencido de que podríamos esperar un futuro magnífico para nuestras cristiandad si, por fin, se llegara a comprender que la misa y la comunión diaria son el régimen normal del cristiano; que dispensarse de ella, sin razón válida, es dar prueba de un tremendo desconocimiento de ese prodigioso don de amor divino que es la Eucaristía. Veríamos multiplicarse las vocaciones sacerdotales y religiosas: alimentadas por la Eucaristía, las almas aspiran a un don cada vez más total. Asistiríamos a una inesperada fecundidad de
los Movimientos católicos. Y el sacramento del matrimonio, ‘sobre activado’ por su conexión a la Eucaristía, daría su máximo efecto de fidelidad, de pureza y de santidad conyugal”
Curioso, ¿no?.
¿Y qué es la misa diaria hoy?, una costumbre de abuelas. Incluso en la inmensa mayoría de los ámbitos más conservadores, movimientos, etc... la misa diaria es como si no existiera. Una rareza. Algo ya no prescindible, sino completamente ignorado.
Es un tema que incluso en los foros católicos como este nunca se menciona - alguna vez sale de refilón, como por accidente -.
Empecemos por lo básico.
Néstor: yo más bien entiendo que, para Kasper, la minoría era progresista. Esto se entiende, sobre todo, si tenemos en cuenta la Constitución Conciliar sobre la Sagrada Liturgia. La mayoría de los padres conciliares no querían una revolución litúrgica y esto se refleja en el documento, cuyos principios generales son tradicionales, pero luego contiene muchas excepciones que dejan en nada esos principios. Supongo que estas excepciones son fruto del trabajo de la minoría progresista, que llevó el Concilio por donde quiso. Ten en cuenta que, entonces, los obispos progresistas sólo eran mayoría en Centroeuropa, pero no en el resto del mundo.
Lo digo porque la cita no sólo puede usarse contra el concilio, si no también a su favor, ya que el camino ha sido posible gracias al concilio.
"Es superficial calificar de "supersticiosa" la fe los católicos antes del Concilio, sobre todo cuando no se explicita qué es lo que se entiende por ese término"
Sí es un poco superficial, quizá abonada por experiencia limitada. De todas formas me refiero a que no creo que estuviesen tan formados como al parecer dan a entender muchos. Y esto creo que se demuestra, en parte, en que no han transmitido la fe a sus hijos. Y yo achaco más al tema de los anticonceptivos el problema, que a movimientos intelectuales modernistas, los cuales no entenderían muchos. Ahora bien, ud. parece que da a entender que los anticonceptivos fueron el "efecto" y yo sostengo que fueron la "causa". En lo que no tendremos discusión es en el hecho de que ambos temas están estrechamente relacionados.
Mayor escupitajo a la razón cuesta imaginar.
Deberían saber -si es que ya no lo saben- que el "catolicismo social" es un mandato de la Iglesia, fuera de la cual no hay salvación, porque la Iglesia quiere que todos se salven. A efectos de recordarnos lo cual Pío XI instauró la Fiesta de Cristo Rey, invitándonos a los católicos a bregar por el Reinado Social de NSJC.
O sea por el "catolicismo social", en el cual el Evangelio impregna a la sociedad toda, y los Diez Mandamientos y las Bienaventuranzas son la Ley de Leyes de la Nación.
De todas formas, el grado de voluntarismo en el que está cayendo toda la Jerarquía occidental ya es de vergüenza. Parecen profesionales de lo suyo, en vez de hombres de Dios. Lo que haría falta es un Papa africano o asiático, de los tienen Fe con mayúscula. Para empezar no sacaría un documento incitando al sacrilegio de comulgar sin estar en Gracia. Con todos los pontificados desastrosos que ha habido, ¿alguna vez se ha llegado a algo así?
Yo sí
"Pablovelasco: con tanto insistir en la cuestión de los anticonceptivos da la impresión de que para usted todo se reduce al sexto mandamiento."
Es bastante más profundo, hablo del fin de la familia, que es la institución que debe de transmitir la fe a las nuevas generaciones. El pilar básico de la sociedad y de la iglesia. No le parece bastante serio? El uso de los anticonceptivos es probablemente el ataque más fuerte a la mujer y a la familia.
Se ha dado cuenta de que el rechazo de los métodos anticonceptivos es genuinamente católica? No tiene reflejo con ninguna otra fe. Una luz especial, tuvo que alumbrarle.
Espero alguna vez poder formar una familia bajo esas directrices, es algo soberbio... Un matrimonio cristiano... No tiene igual. Que Dios me regale ese honor, rezad por mi.
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LF:
El magisterio del beato Pablo VI es luminoso. Su pastoral, nefasta.
Apenas conocida la HV, un grupo de 19 sacerdotes de Washington la repudió públicamente, animando a continuar con el uso de los anticonceptivos, que ya era plaga en esa sociedad, aún entre las familias católicas. Como era de esperar, su obispo les aplicó las severas penas previstas en el Derecho Canónico, cumpliendo debidamente su obligación de pastor.
¿Qué hizo Paulo VI?
¡¡Desautorizó al obispo y derogó las justísimas sanciones!! ¡¡Sin exigir la más mínima retractación a los sacerdotes refractarios!!
Créase o no.
¿Fue un acto ilegal? Sí, porque se cargó el Derecho Canónico vigente.
¿Fue un acto tiránico? Sí, porque pasó por sobre la autoridad de un obispo en cuestiones de su propia incumbencia, a fuerza de prepotencia.
¿Fue un acto esquizoide? Sí, porque en buen romance Paulo VI dio a entender lo siguiente: "Aunque yo predique muy bien y conforme a Doctrina, no me hagan caso y obedezcan al mundo".
¿Fue un acto subversivo? Sí, porque el Vicario de Cristo no ha recibido autoridad para favorecer a los mundanos, sino para todo lo contrario, para confirmar a los creyentes en la fe y llevarlos así a la salvación.
¿Fue un acto revolucionario? Sí, porque los obispos de todo el mundo tomaron nota de este caso emblemático, que fue una señal clarísima, y en lo sucesivo se cuidaron muy mucho de que no les pase lo que al buen obispo yanki. La incoherencia eclesial, que ya venía haciendo estragos desde el pontificado anterior, en lo sucesivo fue la norma. Incoherencia que está a apenas un paso de la hipocresía.
A partir de allí los herejes camparon a sus anchas sin que sus ordinarios se atreviesen a ponerlos en vereda.
A partir de allí dejó de tener sentido el dicho: "Roma locuta, causa finita est".
¡Fíjate si no fue revolucionario!
Quiero suponer que no conocías esto, que parece un alucinante cuento de religión-ficción, por lo cual te sugiero leas el siguiente enlace:
es.catholic.net/op/articulos/10220/cat/21/origen-de-las-disidencias.html
Se dijo que Paulo VI había cedido para evitar el cisma de los EEUU, pero eso es inaceptable. Primero, porque es hablar por boca de ganso, ya que el papa jamás dijo nada sobre el particular. Segundo, porque cuando los discípulos dijeron "Dura es tu doctrina" el Maestro respondió "¿También vosotros queréis iros?". O sea :"Ahí tenéis la puerta". Entonces su Vicario o lo sigue o lo traiciona, no tiene otra opción.
A veces, tragar literalmente (li-te-ral-men-te) con el Evangelio conduce a error.
- "Perdona a tu hermano hasta 70 veces siete" no significa hasta 490 veces.
- "Córtate la mano, vacíate el ojo" .....¿ordena Jesús la amputación física?
Pues lo mismo con el arbolito, sr. Luis Fernando.
Los frutos no dependen de uno sino de Dios. A uno le corresponde sembrar, sólo eso. Si hay mal clima, o intervenciones en el precio del la caña de azúcar por gente como Hugo Chávez, el sembrador no tiene culpa de los malos frutos.
No sea usted ayatolah con la literalidad de los textos sagrados
---
LF:
Entonces, no hay que tomarse literalmente las palabras de Cristo sobre los árboles y el fruto que dan, ¿verdad?
Menuda estupidez.
¿No le da la cosa para más?
Por otra parte, Pablo VI parece que careció de la necesaria fortaleza para defender los desmanes que se estaban produciendo. Como ejemplo, permitir y firmar el destrozo de la reforma litúrgica operada por Mons. Bugnini. Los santos de altar se caracterizan por vivir y defender la liturgia sin flaquear.
Baste pensar que finalmente hubo que cambiar los esquemas procedente de la Curia por el pataleo de los sectores "progresistas", lo cual quiere decir que no encontraron oposición suficiente.
No hace falta que la gente entienda las cuestiones filosóficas para que su vida esté gobernada por las decisiones filosóficas que toman los que están en situación de tomar tales decisiones.
Como dijo alguien, por lo general los que desprecian las "teorías" son esclavos de algún economista difunto. O de algún teólogo difunto, diría yo.
Saludos cordiales.
"Y que debemos creer que lo consiguió, porque el Concilio Vaticano II, al ser aprobado por el Papa legítimamente reinante, es Concilio Ecuménico de la Iglesia Católica."
Que un concilio sea ecuménico no implica que todo el contenido de sus documentos sea infalible. Solamente son infalibles sus definiciones solemnes, generalmente expresadas como anatemas a los que las nieguen. El resto puede contener errores.
El ejemplo más claro de esto es el "Decreto para los armenios" del Concilio Ecuménico de Florencia, que dice que la materia del sacramento del Orden es la entrega de los instrumentos. Pío XII resolvió definitivamente la cuestión en su constitución apostólica "Sacramentum Ordinis" de 1947, en la que definió que "la materia única de las sagradas órdenes del diaconado, presbiterado y episcopado es la imposición de las manos".
Lo inaudito es que muchos sacerdotes que en los 40 y 50 parecían una cosa se adhirieron con la fe del converso a todas las novedades sintiendo como un complejo de inferioridad intelectual con respecto a la teología centroeuropea y de ahí a personalidades obispales como Tarancón que según soplen los vientos podemos decir que se comportaban casi de forma picaresca y listeza pero no muy intelectuales. Y eso ocurrió con muchos religiosos.
"Sor Lucía comunicó en 1943 al Padre Gonçalves el 4 de mayo de aquel año tras recibir una revelación de Nuestro Señor (como ella mismo confirmó antes de su muerte, siguió teniendo revelaciones del Señor y de la Virgen durante muchos años): “Desea [el Señor] que los Señores Obispos de España se reúnan en retiro y determinen una reforma en el pueblo, clero y órdenes religiosas; ¡que algunos conventos!... ¡y muchos miembros de otros! ¿entiende? Desea que se haga comprender a las almas que la verdadera penitencia que Él ahora quiere y exige, consiste, antes de todo, en el sacrificio que cada uno tiene que imponerse para cumplir con sus propios deberes religiosos y materiales. “[...] Si los Señores obispos de España no atienden a sus deseos, ella [Rusia, esto es, el comunismo] será una vez más, el azote con que Dios los castigará”.
y frailes y laicos duros, no humildes ni humillados ante Dios... NS Jesucristo pedía una reforma, si no de esto que es lo primero que se me ha ocurrido, de lo que el zEspiritu Santo inspiraría en el retiro pedido por Ns
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