Cobra fuerzas de la gracia de Cristo Jesús
Hoy comienza septiembre, que en España suele ser el mes que marca el inicio de un nuevo curso laboral y escolar tras las vacaciones estivales. Todo vuelve a la rutina diaria. Hay quienes regresan con ganas, con energías renovadas. Otros se agobian ante la perspectiva del “otra vez lo mismo”. Desgraciadamente, en este país son muchos los que llevan de vacaciones no deseadas desde hace meses o años, sencillamente porque no encuentran trabajo. Unos y otros asistimos atónitos al espectáculo de una clase política incapaz de ponerse de acuerdo para que haya un gobierno y evitar unas terceras elecciones.
A nivel espiritual, todo cambia y nada cambia. Todo cambia en el sentido de que Dios está siempre haciendo cosas nuevas:
Las cosas pasadas ya se han ido, y ahora anuncio las nuevas, antes de que despunten os las hago oír.
Is 42,9
Nada cambia, porque Dios es siempre el mismo:
Yo soy el Señor y no cambio…
Mal 3,6
Dios no deja de amarnos, no deja de obrar en nuestras almas para renovarlas a imagen de Cristo, no deja de buscarnos para que le busquemos. La vida cristiana no consiste en ver lo que hemos dejado atrás, salvo para dar gracias al Señor por las gracias que nos ha concedido, ni puede ser otra cosa que el crecimiento en santidad para mayor gloria de Dios. Da igual que estés en el desierto del Sinaí donde la sequedad espiritual y anímica parecen agarrotar tu alma y dejarla estéril o que estés en plena ebullición por haber cruzado el Jordán hacia la Tierra Prometida de la renovada conversión. La fuerza para vivir en una u otra circunstancia viene siempre de Cristo.
Tú, hijo mío, cobra fuerzas de la gracia de Cristo Jesús.
2 Tim 2,1
Si estás en medio de una prueba, cobra fuerzas de Cristo. Si cargas una pesada cruz, agárrate a los pies del Crucificado. Si estás en pleno gozo, da gracia al Señor porque de Él llega todo crecimiento. Que Dios nos conceda hacerlo todo por Él y en Él.
Luis Fernando Pérez
10 comentarios
Y a la vez hace nuevas todas las cosas...en nosotros. Así hasta llegar al más sublime destino del hombre: santificarnos, para llegar algún día a participar de la naturaleza de Dios, Nuestro Padre.
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LF:
Fil 4,13
Todo lo puedo en aquel que me conforta.
Ánimo, y pídale a Dios fuerzas, que se las dará.
camino de condenacion.
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LF:
Como dice San Pablo:
Entonces, ¿qué? ¿Pecaremos, puesto que no estamos bajo ley, sino bajo gracia? ¡En absoluto!
Rom 6:15
Y:
Por lo tanto, el que se crea seguro, cuídese de no caer.
1 Co 10,12
Si en todo el mundo las homilías insistieran en la Gracia, el ego perdería fuerza, hasta convencernos de que no somos nosotros autores ni dueños del Reino, pero somos personajes necesarios e importantes para que el Rey de reyes cumpla su promesa redentora y salvadora.
Un saludo en Cristo Jesús.
el anti-cristo...
anti-palabra... para que mandara a Obedecerlas?
nada tienes que cumplir... nada te toca a ti
Entiendan, pues, que UNO llega a la verdadera rectitud a través de las obras y no sólo por la fe.
Stgo 2, 24
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LF:
Dos consejos:
1- Use una versión de la Biblia mejor. Esa que cita, la Biblia de las Américas, da una traducción horrible en muchos pasajes. No hay más que ver el espanto de traducción que ofrece para Stg 2,24.
2- Fíjese que en mi anterior respuesta a su comentario he dado dos versículos que contradicen el "una vez salvo siempre salvo" de Calvino y el "peca fuertemente" de Lutero. Aprenda un poquito de doctrina católica sobre la relación entre la gracia y las obras y luego vuelva.
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