Monofisismo, nestorianismo y cerulialismo... pelillos a la mar
- Oiga, para seguir en plan cenizo, mejor acelere su marcha.
- Las cosas ocurren cuando Dios quiere, si Dios quiere y como Dios quiere. O al menos, permite.
Parto del hecho de que la unión de los cristianos es algo querido por Cristo, quien pidió al Padre que todos fuéramos uno. Por tanto, buscar la unidad no puede ser considerado como algo malo o herético. También parto del hecho de que la Iglesia de Cristo “subsiste en” la Iglesia Católica. Antes del CVII se decía “es", en vez de subsiste. Veremos, permítaseme la ironía, si más adelante no nos toca decir que “sobrevive en".
Ni que decir tiene que la Iglesia Católica ha cambiado radicalmente su actitud ante el ecumenismo en el último medio siglo. Sí, ciertamente se publicó el documento Dominus Iesu (DI), que intentaba poner freno a determinados excesos, pero como ocurre con gran parte del Magisterio escrito en estas décadas, ni es conocido por la mayoría de los fieles ni está claro que sirva para otra cosa que para que algún día, Dios así lo quiera, se pueda llevar a cabo una reforma que suponga un regreso a la esencia del catolicismo, hoy tan diluida entre kasperitas, tibios e ignorantes. Incluso ese documento ratifica un claro cambio de la actitud ante los no católicos por parte del catolicismo. Por ejemplo, el Catecismo de San Pío X (uno de esos profetas a los que no se hace ni caso), decía lo siguiente del protestantismo:
129. El Protestantismo o religión reformada, como orgullosamente la llaman sus fundadores, es el compendio de todas las herejías que hubo antes de él, que ha habido después y que pueden aún nacer para ruina de las almas.
Ahora a los protestantes se les llama comunidades eclesiales separadas que aunque “tienen sus defectos, no están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la salvación, porque el Espíritu de Cristo no ha rehusado servirse de ellas como medios de salvación, cuya virtud deriva de la misma plenitud de la gracia y de la verdad que se confió a la Iglesia” (DI, 17).
Volviendo a San Pío X, en su Catecismo recuerda que además de los protestantes, hay otras iglesias o grupos que ciertamente no se mantuvieron en el seno de la Iglesia Católica:
128. Entre otras, han sido tristemente famosas las herejías de Sabelio, que impugnó el dogma de la Santísima Trinidad; de Manes, que negó la Unidad de Dios y admitió en el hombre dos almas; de Arrio, que no quiso reconocer la divinidad de nuestro Señor Jesucristo; de Nestorio,que rehusó a la Santísima Virgen la excelsa dignidad de Madre de Dios y distinguió en Jesucristo dos personas; de Eutiques, que en Jesucristo no admitió más que una naturaleza; de Macedonio, que combatió la divinidad del Espíritu Santo; de Pelagio que atacó el dogma del pecado original y de la necesidad de la gracia; de los Iconoclastas, que rechazaron el culto de las Sagradas Imágenes y de las Reliquias de los Santos; de Berengario, que se opuso a la presencia real de nuestro Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento; de Juan Hus, que negó el primado de San Pedro y del Romano Pontífice, y finalmente la gran herejía del Protestantismo (siglo XVI), forjada y propagada principalmente por Lutero y Calvino. Estos novadores, con rechazar la Tradición divina, reduciendo toda la revelación a la Sagrada Escritura, y con sustraer la misma Sagrada Escritura al legítimo magisterio de la Iglesia para entregarla insensatamente á la libre interpretación del espíritu privado, demolieron todos los fundamentos de la fe, expusieron los Libros Santos a las profanaciones de la presunción y de la ignorancia y abrieron la puerta a todos los errores.
De entre esa lista -breve, pero sustanciosa- de herejías y cismas, la Iglesia Apostólica Armenia adopta las tesis monofisitas (como Eutiques), sin que hasta el día de hoy se sepa que hayan decidido aceptar la doctrina ortodoxa al respecto indicada por el concilio de Calcedonia. Algo parecido les pasa a los coptos.
El papa Francisco, siguiendo la senda de sus inmediatos predecesores, quiere la unión con los armenios no católicos -la mayoría-. La cuestión es si los armenios están dispuestos a aceptar que en la sola persona de Cristo hay dos naturalezas y no solo la divina, de manera que ellos creen que la naturaleza humana queda absorbida por completo por aquella. No hablemos ya del asunto del papado, que tampoco aceptan.
Dentro de 35 años se cumplirán dieciséis siglos exactos desde el concilio ecuménico de Calcedonia (451 d.C). Armenios, coptos y demás monofisitas, han vivido todo este tiempo sin aceptar el dogma cristológico. ¿Qué nos hace pensar que lo van a aceptar ahora? Ojalá lo acepten, pero si no, ¿qué tipo de unión vamos a tener con ellos? ¿una basada en que da igual lo que se crea sobre la persona de Cristo?
Idem con los pocos nestorianos que hay por el mundo. Ellos creen que en Cristo hay dos personas con dos naturalezas y por tanto no aceptan el concilio de Éfeso. ¿Pasamos por alto ese pequeño “detalle” en aras a la unidad? No me negarán ustedes que sería graciosísimo una sola Iglesia en la que entraran nestorianos y monofistas. A San Cirilo y a Nestorio tal posibilidad les produciría cierta extrañeza, por decirlo suavemente.
No niego que se han hecho esfuerzos considerables para llegar a ciertos compromisos que dejen a un lado esas diferencias de siglos atrás. La idea, si no lo entiendo mal, es que los nestorianos sea un poco menos nestorianos y los monofisitas un poco menos monofisitas. Y lo siguiente, ¿qué es? ¿que los ortodoxos sean un poco menos cerularios, los protestantes un poco menos protestantes… y los católicos un poco menos católicos? Eso ya se intentó con la herejía el cisma arriano. Se llamó semiarrianismo. Y en Occidente tiene su equivalente en el anglicanismo, una especie de vía media entre el protestantismo y el catolicismo.
Es cosa buena que los cristianos de distintos credos nos llevemos bien. Es cosa buena que podamos rezar juntos el padrenuestro, que podamos defender unidos una serie de valores comunes, etc. Pero si para lograr la unidad auténtica tenemos que renunciar a lo que somos unos y otros, el resultado final no será una Iglesia unida bajo una sola fe, sino un engendro basado en componendas que poco o nada tienen que ver con la fe que fue entregada una sola vez y para siempre a los santos (Judas 3). Si tuviéramos un poco más de respeto por la Escritura, nos daríamos cuenta de qué sería señal ese supuesto logro.
Enseña San Pablo que estamos llamados a ser:
Efe 4,4
Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos.
Si se sacrificara la fe católica -la de los grandes concilios- en esa ecuación, todo se convertiría en una gran farsa.
Como dijo San Pío X:
136. Es de esperar que, sosegada la tempestad que agita momentáneamente a la Iglesia, podrá el Romano Pontífice anudar y llevar a cabo la obra providencial del Santo Concilio (nota mía: CVI), y que, deshechos los errores que ahora combaten a la Iglesia y a la sociedad civil, podremos ver pronto la verdad católica brillar con nueva luz y alumbrar el mundo con sus eternos resplandores.
Más nos vale que así sea, o la respuesta a la pregunta de Cristo sobre si encontraría fe en la tierra a su regreso será: “Apenas queda. Solo en un remanente fiel".
Luis Fernando Pérez Bustamante
27 comentarios
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LF:
Sé que se firmó algo. Y sé que los coptos, también monofisitas, no lo han firmado.
Si lo que ellos firman es la fe de Calcedonia, por mí encantado.
Tengo entendido que las iglesias no calcedonianas (copta, Armenia) no son estrictamente monofisitas, que creen que la naturaleza humana queda absorbida por la divina, sino miafisitas, que creen que Cristo tiene una única naturaleza mezcla de humana y divina, o a la vez humana y divina. Corríjame si me equivoco. De todos modos, la tesis de su entrada sigue en pie, y la subscribo totalmente.
Reciba un cordial saludo:
Juan G.C.
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LF:
El monofisismo tuvo muchas derivadas. No me he dedicado a estudiar su evolución a lo largo de los siglos. En todo caso, la fe católica y ortodoxa es muy clarita. Que la acepten y todos felices.
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LF:
Si creyeran lo mismo que los ortodoxos, supongo que el Patriarca Tawadros habría sido invitado a Creta. No es el caso.
Pero vamos, sé que se han producido avances. Si el monofisismo deja de existir, tanto mejor.
De la escuela de San Cirilo nacieron todos los monofisismos -los hay de varios tipos-, aunque él no lo era estrictamente hablando.
Yo hay herejias que entiendo y no comparto (protestantismo y anglicanismo, pelagianismo...etc).
Pero ante ciertas diferencias con la Iglesia copta, u ortodoxa me pierdo un poco. Y creo que a sus fieles les pasará también si les preguntan porqué no son católicos.
Acepto que la Iglesia diga "esto sí y esto no". Pero me pregunto a veces si no se trata de un debate académico entre teólogos que de fe.
Sinceramente Luis Fernando ¿cree vd.que el católico de a pie sabe lo que es el monofisismo?
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LF:
El católico de a pie es incapaz de defender la divinidad de Cristo en un debate con un Testigo de Jehová. Con eso está dicho todo.
Ahora y a veces contra críticas de próximos y ajenos la persona se convierte no ya porque así gusta a los del medio y lugar, Sino porque el tal converso siente la llamada de Dios a cambiar de vida y predilección terrenal.
En esto del ecumenismo tal cual como en posible y acertada convivencia religiosa, cristiana parece querernos hacer ver y entender lo posible y acertado de convivencia religiosa cristiana, basándose en aquello de que MEJOR MIRAR A LO QUE NOS UNE QUE A LO QUE NOS SEPARA; ciertamente no aceptaría que a modo de olla podrida religiosa se pusiera en duda cualquiera de los actuales dogmas de la Iglesia Católica.
Solo veo un ecumenismo plural, social y generacional DE SINCERA ACEPTACIÓN AL DOGMA CATÓLICO. Y este será el ya anunciado y conocido de la conversión de los judíos hacia Jesús como el Mesías prometido. De los judíos en legítima herencia genética, dije, no ya de los que dicen ser judíos y no lo son que son muchos.
....quién dice y aquí si que hay compasión y misericordia de Dios hacia padres a hijos y viceversa; que quien personalmente confiesa sus pecados y le son perdonados; por igual estos les son perdonados a todos aquellos de quienes, como ancestros en herencia legítima los hayan heredado.
Y a saber dónde y cómo en modo y manera de tiempo y lugar se define esto de la legítima herencia genética que siempre aparece como patrimonio del Dios creador.
Con la primera que se separó del tronco católico, la Iglesia Asiria del Oriente (que hace poco tuvo una escisión que tratan de cerrar ahora, la Antigua Iglesia del Oriente). San Juan Pablo II firmó con el Patriarca de la primera, Mar Dinkha IV, una declaración común en 1995. El año pasado, el Patriarca de la Iglesia Católica Caldea (monseñor Louis Sakho), la rama de aquella que se separó que ha vuelto hace cinco siglos a la unidad con Roma, propuso a ambas volver a ser una sola y elegir entre las tres un solo patriarca. Acabo de leer la respuesta, dada en agosto de 2015, y me ha parecido durísima, acusando a los católicos caldeos de ser incapaces de tomar cualquier decisión por su subordinación a Roma (Buscad en google el link en inglés "Assyrian Church of the East responds to unification overture").
Con los armenios, el camino parece que es más sencillo. La relación es mucho mejor entre ambas Iglesias, a la vista está, e incluso no parece que la presencia de la Iglesia armenia católica suponga un escollo. Ojalá este viaje del Papa impulse otro paso ecuménico más. "Recientemente es de destacar la Declaración Común de Su Santidad Juan Pablo II y Su Santidad Karekin II, Katholicós para los armenios el 27 de setiembre de 2001."
Con los coptos: "El papa copto se ha distinguido siempre por su gran atención a la relación con católicos y protestantes egipcios. «Inmediatamente después de su entronización, Teodoro quiso visitar al Card. Antonio Naguib, entonces patriarca de la Iglesia copta católica –cuenta Mons. Zakaria-. El pasado 19 de febrero, además, por impulso de Teodoro se creó en El Cairo el consejo nacional de las Iglesias cristianas. Un instrumento a través del cual los cristianos egipcios se pueden ayudar mutuamente, viendo cómo el apoyo mutuo da fuerza a todos, especialmente en estos días difíciles en los que el fundamentalismo islámico fomenta las divisiones, las discriminaciones y el rechazo del prójimo». El 12 de marzo pasado, con ocasión de la entronización del nuevo patriarca copto católico, Mons. Ibrahim Isaac Sidrak, el papa Teodoro protagonizó un gesto histórico participando en la ceremonia de entronización, pronunciando una homilía sobre la vocación y la misión del patriarca y entregando una cruz y un icono pectoral al nuevo patriarca católico. «Su presencia en aquella celebración –explica Mons. Zakaria- fue un acontecimiento ecuménico histórico en las relaciones entre las distintas Iglesias cristianas presentes en Egipto; un gesto sin precedentes. Por eso –concluye el obispo católico de Luxor-, cuando Teodoro en su visita al nuncio apostólico en Egipto, Mons. Jean-Paul Gobel, manifestó su deseo de viajar a Roma para reunirse con el papa Francisco, para nosotros fue una sorpresa pero también una confirmación de lo que realmente quiere, su llamamiento a preparar el camino a la unidad de la Iglesia». Precisamente, el predecesor del papa Teodoro, Shenuda III, se reunió en el Vaticano con el papa Pablo VI hace cuarenta años, en mayo de 1973. En aquella ocasión, el pontífice y el patriarca copto ortodoxo firmaron una importante declaración cristológica común que supuso un grandísimo impulso para el diálogo ecuménico entre las dos Iglesias".
Con los siro-malankares, conviene recordar lo siguiente. "Radio Vaticana recordó que de gran importancia fueron los encuentros mantenidos por el Beato Papa Juan Pablo II y el Catholicos Moran Mar Baselios Marthoma Mathews I en 1983 en Roma y en 1986 en Kottayam (India). En esa ocasión se instituyó la Comisión Mixta Internacional para el Diálogo entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa siro-malankar. Un resultado importante de estos contactos fue la Declaración cristológica común, firmada en 1990 por el Papa Juan Pablo II y el Catholicos Moran Mar Baselios Marthoma Mathews I".
Es decir, con prácticamente todas hay buena relación, más incluso que con las ortodoxas, salvando al patriarca Bartolomé I. Pero, partiendo de lo que comentas, LF, ¿cómo propones avanzar?
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LF:
Si se ha avanzado bien con los monofisitas hasta ahora, de manera que ellos ya profesan la fe católica en materia cristológica -¿en serio que es así?-, lo que toca es que acepten el resto de doctrinas que no aceptan del catolicismo, que son básicamente las mismas que no aceptan los ortodoxos.
Sospecho que el tema del papado para ellos no es tan problemático, pero no tengo elementos de juicio suficientes para pasar de la sospecha a la afirmación.
Mi padre, que era famoso por su ingenio, les tomaba el pelo y eran incapaces de mandarlo a hacer puñetas o de adecuar el discurso ante el sarcasmo. La dialéctica no es el fuerte de estos señores, entre otras cosas porque solo hablan ellos y, además, llenos de orgullo.
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LF:
La Biblia del loro está además manipulada.
La buena noticia, por otro lado, es que el patriarca Bartolomé I ha afirmado que el nacionalismo es una herejía. A ver si sus hermanos de otras iglesias ortodoxas se dan cuenta del tema y despolitizan la cuestión
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LF:
Ese ecumenismo del que habla usted está condenado como herejía por diversos papas.
Pero vamos, que me da lo mismo. Tampoco va a conseguirse la unidad por esa vía. Conozco muy bien a los protestantes evangélicos y pasan absolutamente en un 90%.
Dejando aparte que no entiendo cómo comunidades generadas en el gravísimo pecado del orgullo -el pecado de Satanás por excelencia- puedan tener sentido y valor para salvar a alguien -otra cosa es la posibilidad de salvación del alma del hombre errado, que sólo Dios conoce- , lo que me pregunto es si ya no concebimos la herejía como tradicionalmente se hacía; como una enfermedad mortal para las almas, motivo por el que la Iglesia ponía todos medios de que disponía -incluido el brazo secular- para extirparla.
Hasta alguien tan poco "clerical" como Miguel de Cervantes, tenía claro esto último, al decir en el Quijote que la primera causa "para desenvainar las espadas y poner a riesgo sus personas, vidas y haciendas" era "por defender la fe católica" (la segunda era la vida; la tercera la honra, la familia y la hacienda; la cuarta el servicio del rey, y la quinta la patria) (Quijote II, 27). La fe verdadera por encima de todo.
Dos mil años de catolicismo se estremecen con ese buen rollo con el error que se destila desde los últimos sesenta años. Y cada vez peor.
Mucho, pero mucho, de lo que dejó escrito como Magisterio se da de tortas con toda la pastoral que se realiza ahora. O mejor dicho, viceversa. Particularmente sangrante me parece la pastoral actual contra su dictamen sobre como recibir el sacramento del matrimonio lícitamente:
"¿Qué es necesario para contraer LÍCITAMENTE el matrimonio cristiano? - Para contraer lícitamente el matrimonio cristiano es necesario estar libre de los impedimentos impedientes del matrimonio, saber las cosas principales de la religión y hallarse en estado de gracia, de otra manera se cometería un sacrilegio."
A la gente lo que le interesa es el curro, el sueldo, la vivienda, las vacaciones........y el fútbol al que le guste.
Pero insisto, el tema del post me parece interesante. Pero para minorías.
Estoy muy aristotélico últimamente.
La crítica al subsistit es una de los pocas cosas o quizás la unica que no entiendo en los lefebvrianos, porque creo que al hacerla se pierden en sus propias palabras.
La herejía nestoriana consiste en decir que son dos personas distintas, el Verbo, Persona divina, y Jesús, persona humana. La herejía monofisita consiste en decir que la única Persona de Cristo tiene una única naturaleza, que según las corrientes, o es la divina, o es una mezcla de la divina y la humana.
No hay posibilidad lógica de "mediar" entre estas tres posturas, y cada una de ellas es la negación de las otras dos.
Por tanto, la única posiblidad de que los creyentes en alguna de estas tres fés converjan en la unidad de una sola fe, es que todos se hagan católicos, todos se hagan nestorianos, todos se hagan monofisitas, o todos se hagan musulmanes o Testigos de Jehová o adhieran a alguna otra religión.
Saludos cordiales.
¿Es esto correcto?
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LF:
Eso leo que ha dicho, pero no he visto el vídeo.
Pope Francis' own words about asking gays for forgiveness
www.youtube.com/watch?v=goYEAuPUJ00
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LF:
Lo de los gays me importa poco. Lo de Lutero, mucho más.
Pero la peor sorpresa me la llevo cuando descubro que llevo siendo un iconoclasta desde siempre, nunca le he había dado el menor valor a las reliquias más que como tesoros históricos hasta el día de hoy de hecho hasta en momentos he cosiderado pagano el venerar un reliquia de un santo en vez de el santo en sí, como si el objeto tuviera algún poder real persé.
¿En que situación me encuentro?
Aparte de confesarlo a mi director espiritual me parece que sin empaparme de alguna lectura clarificadora sobre el valor doctrinal de estas reliquias mi postura podría seguir de negación.
Y yo que ya creía que ya era un católico más errado que santo todo este último año pero resulta que oficialmente soy ¿hereje?
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LF:
Pruebe leyendo este post mío de hace unos cuantos años:
http://infocatolica.com/blog/coradcor.php/1104271144-huesos-panos-delantales
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