Habéis fortalecido las manos del malvado para que no se convierta
Pro 30, 5-6
Toda palabra de Dios es acrisolada, es un escudo para los que se refugian en él. Nada añadas a sus palabras, no sea que te reprenda y quedes como mentiroso.
Ecc 8,11-12
No se ejecuta enseguida la condena por actuar mal, y por eso se fomenta la mala conducta en el corazón de los hombres, pues el pecador actúa mal cien veces y se le tolera. Ya sé yo que a los que temen al Señor les irá bien, pues son temerosos ante Él.
Ez 13,22
Porque con mentiras habéis entristecido el corazón del justo, que Yo no había entristecido, y habéis fortalecido las manos del malvado para que no se convierta de su mal camino y conserve su vida.
Ez 22,26
Sus sacerdotes han violado mi Ley y han profanado mi santuario. No han hecho distinción entre lo santo y lo profano, no han enseñado a distinguir entre lo puro y lo impuro, han apartado sus ojos de mis sábados y Yo he sido deshonrado en medio de ellos.
Ef 4,25
Por lo tanto, dejaos de mentiras, hable cada uno con verdad a su prójimo, que somos miembros unos de otros.
San Juan Pablo II, 12 de noviembre de 1986
… el mal no es completo o al menos es remediable, mientras el hombre es consciente de ello, mientras conserva el sentido del pecado. Pero cuando falta también esto, es prácticamente inevitable la caída total de los valores morales y se hace terriblemente amenazador el riesgo de la perdición definitiva. Por eso, hemos de recordar siempre y meditar con gran atención estas graves palabras de Pío XII (una expresión que se ha hecho casi proverbial): “El pecado del siglo es la pérdida del sentido del pecado“
8 comentarios
Esto fue durante el siglo pasado. En este siglo:
El pecado de la cuarta del siglo actual es: No tener necesidad de sentir el pecar o no pecar para sobrevivir en la eternidad.
- Para el bien o para el mal: -No hay mayor desprecio que el no tener aprecio
Hasta ahora la blasfemia contra Dios y contra el Hijo y se ha perdonado. Ahora se blasfema contra el Espiritu Santo y no serán perdonados ni en este siglo ni en el que viene; serán reos de eterna condenación
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LF:
Ese fue durante el siglo pasado y en este más aún. Pero no debato sobre la cuestión. Cada cual crea lo que quiera.
Un domingo, antes de oir Misa, me acerqué a la Sacristía y le pedí al sacerdote si me podía confesar. Me confesó y muy contento me dijo que sentía mucha alegría por confesar ya que ahora nadie lo hace, precisamenete "por la pérdida de conciencia de pecado".
Otra victoria del diablo es que ahora bastantes "católicos", incluso sacerdotes, no creen en la existencia del diablo.
Otra, como hoy he escuchado en Misa en la homilía al comentar la Ascensión del Señor, que como Cristo les dijo a los apóstoles que les reservaba una morada en el Cielo, que a todos nosotros también nos la tiene reservada, y que al resucitar vendrá a recogernos y nos llevará con Él. Y eso que le tengo aprecio a este sacerdote, que tiene los 80 años, que si se le pide confesión no pone mala cara y se presta gustoso, y que estando mi esposa enferma se ha prestado, cuando lo necesite, venir a casa, confesarla si es preciso y darle los últimos Sacramentos si es necesario. La pega es su "buenismo".
En fin, que debo rezar por ellos y a nuestro prójimo (próximos), la familia y a mï mismo, para cumplir lo de ama a tu prójimo como a ti mismo.
Así, dos mujeres casadas pueden ser pareja heterosexual, sólo porque una de ellas ha ejercitado su derecho a decidir ser hombre porque se siente de esta manera. Dos mujeres pueden ser matrimonio entre dos mujeres o entre hombre y mujer, y los hijos tendrán papá y mamá ... aunque el "hombre-papá " tenga la regla.
Hay un curioso vacío en los derechos LGBT, el de los bisexuales, porque su reconocimiento implica la aprobación de la bigamia y la poligamia, hecho que favorece al Islam y al derecho tribal africano de que gozan muchos inmigrantes, y que va a cargo de la Seguridad Social.
En todas las misas se DEBERIA de INVITAR al pecador a la confeciòn, decir las horas de las confeciones, explicar la importancia de la confeciòn etc.
En la misa se escucha casi de todo, menos de la confeciòn, esa es mi experiencia.
Y si confío lo suficiente en Cristo, ¿a quién temeré.? ¿ por qué me preocupo? Por qué me inquieto? Qué estamos haciendo aquí? ¿qué conseguimos, qué solucionamos? No está Cristo delante de su iglesia? No confío en El?
La inquietud,la confusión,la preocupación ,no son indicadores de poca confianza en Cristo? A donde me llevan? Me llevan a la crítica, a la rabia,a la desesperación? Son estas virtudes de Dios, o trampas del demonio?
Si tengo un ojo que me hace pecar,no debería arrancármelo? Es el hecho de mirar estas noticias,escuchar unos cardenales decir blanco y otros negro,unos sacerdotes A y otros B ,algo que me aleja de Dios?
Son interrogantes que me acosan últimamente.Y mi respuesta definitiva es SÍ! Este ojo "crítico" me aleja de Dios.Soy oveja, no pastor.Mi pastor es Jesús y no debería preocuparme de a donde va el rebaño, debería confiar en mi pastor y en sus promesas y entender que sólo El dirije a su rebaño hasta el final y que esto ya es un hecho.
Tal vez estas reflexiones puedan ayudar a alguien que, como yo, haya sufrido o sufra demasiado por la división en el rebaño de Cristo.
Voy a confiar plenamente en Él y ponerme en mi lugar.Soy oveja,nada más.Si me duele algo pido ayuda a mi pastor, si me pierdo,me confundo,me inquieto...ahí está mi pastor esperando que vaya a hablar con El.
No creo que estas páginas nos ayuden,al menos a mí no.Igual hay categorías de ovejas,o distintos niveles de madurez pero yo soy pequeña y todo esto me va grande.
Creo que la oración es el camino, al menos el mio.
"El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?"
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LF:
El único que NUNCA falla es Cristo. En momentos así, lo que debemos hacer es rezar más, ir más a Misa si nos es posible, confesarnos más, etc. Y ante la duda sobre quién puede tener razón, leamos el Catecismo, que es muy claro en prácticamente todo.
Yo cada vez estoy más tranquilo. Estamos pasando por una crisis que puede convertirse en la más peligrosa en veinte siglos, pero el Señor sabe cuidar muy bien de su Iglesia.
Paz y bien
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