Los reyes del mambo
Se creen, y es hasta probable que lo sean, los reyes del mambo. Viven felices ante la inesperada prórroga de influencia y poder en Añastro, en la Casa de la Iglesia -así se llama a la sede de la CEE en la calle madrileña-. Y actúan con la impunidad de quienes saben que tienen padrinos poderosos. Por eso se permiten engañar, manipular, emprender campañas de acoso y derribo de obispos, arzobispos, cardenales y cualquiera que les estorbe. Cualquier cosa vale.
La última ha sido soltar un bulo sobre la posible renuncia de Mons. Asenjo por enfermedad. Aprovechando que, efectivamente, don Juan José, ha tenido algunos percances de salud recientemente, y aludiendo a rumores y a la filtración de algún obispo -¿no será más bien arzobispo?-, sueltan la información en plena Asamblea plenaria.
Les da absolutamente lo mismo que otros, con fuentes mucho más cercanas al arzobispo que ellos, salgamos a desmentirles. Les da igual que la propia archidiócesis emita un comunicado diciendo que todo es falso. ¿Desde cuándo al señor que echaron del Abc por contar mentiras -tralará-, le ha importado la verdad?
La clave de todo esto es que tienen prisa por colocar a sus piezas en puestos clave. Y esos puestos tienen nombre de archidiócesis. Sobre todo, andaluzas. Hace un año y medio anunciaron a bombo y platillo que a Mons. Javier Martínez le quedaban días al frente de la archidiócesis de Granada. Pasó el tiempo y allí seguía. Entonces les dio por decir que el arzobispo iría a Roma a ocupar una secretaría del dicasterio para las iglesias orientales. Pero nada, ahí sigue don Javier, impasible el ademán.
¿Qué otra archidiócesis hay en Andalucía? Sevilla. Pues hale, a por ella. Campañita contra don Juan José, aderezada con críticas al Nuncio, que parece ser que no acaba de plegarse a sus exigencias y se empeña en enviar a Roma ternas con nombres que merecen la pena y no con nombres de amigos de los reyes del mambo.
Lo que realmente quieren estos muchachos es hacerle hueco a su general, el reparte abrazos y sonrisas, que se aburre mucho en Madrid y que, esto ya se sabe en Roma, anda metiendo en su seminario a candidatos que otros no quieren.
Y aunque la reina está por la labor de chafarles la jugada, ¿lo lograrán? Es posible. No hay más que ver lo que le pasó al bueno de don Manuel Ureña en Zaragoza. ¿Cómo?, ¿que no saben de qué hablo? ¿que no hay ni un solo medio nacional que se haga eco de lo que ha pasado al lado del Ebro? Hagan click por este orden en los siguientes enlaces: 1, 2, 3, 4, 5… y sobre todo 6, 7, 8 y.. tatatachán… 9. Para que luego digan que solo en Roma hay conspiraciones… je.
Ya perdonarán ustedes que me tome un poco a chufla todo esto, que en el fondo es muy serio. Pero es que así están las cosas en la Iglesia en España: A ver si quitamos a Pepe para poner a Juan, que nos ríe las gracias y nos da poder, dinero -vía publi- y presencia.
Disfrutad mientras os dure, majetes.
Luis Fernando