La casa de la Misericordia se construye desde la llamada a la conversión

Casos difíciles los que planteas. De auténtica pobreza. Verdaderas periferias a las que salir. Oremos para que Dios nos vaya sacando a todos de nuestros pecados y nos abramos a ello. Todos vivimos en alguna periferia y ¡a tantos les encantan sus suburbios!

Está muy bien.

Pero se deberá de hablar continuamente sobre qué es y qué no es la misericordia.

¿Misericordia es que Dios me perdona y me deja pecar libremente? No

¿Misericordia es que Dios nunca me dejará entrar en el infierno, me convierta o no? No

Uno de las características del periodista es repetir...

La verdadera misericordia que se le puede mostrar a un adicto (a las drogas, al alcohol) es hacer lo necesario para que desee salir de su miseria.

Sería ridículo pensar que la misericordia es tener el bar bien surtido de alcohol para mostrar su "aceptación". Al contrario, los especialistas del tema recomiendan no abrirle la puerta a un adicto mientras está bajo el efecto de ese la sustancia. ¿Falta de misericordia? No, es lo único que puede salvarlo.

¿Será distinto para con el pecado? Todos queremos ser misericordiosos, pero no misericordioses y "corregir" las enseñanzas de Cristo... ésto último suena a Satánica soberbia.

Cuanta razón en tan poco espacio.

"Sé que Dios me ama y me acepta tal y como soy, con mis defectos incluidos."

Pues yo he escuchado, de un católico "con formación" (misa semanal, vida parroquial, cursillos varios, etc...)
"Dios me ama porque soy pecador. Por lo tanto, pretender no pecar más es orgullo, independencia de Dios. Si dejara de pecar, Dios me dejaría de amar". Y no bromeaba.

Pues así estamos...

“Hay gracia suficiente para que te conviertas. Hay gracia suficiente para que dejes atrás tus pecados. Hay gracia suficiente para que hagas penitencia”. Para la salvación por pura Gracia de Dios.

Así es Luis Fernando. Siento que el gran problema del mundo moderno es que ha perdido la conciencia de pecado, en gran parte motivado porque los sacerdotes han dejado de predicar sobre él. La gente, incluidos cristianos (y es algo que compruebo dolorosamente en todos los órdenes de la Iglesia), no cree que haya pecado y que, si lo hay, ellos no lo cometen, pues lo asocian a matar o a robar. Por tanto, cuando escuchan hablar de misericordia lo asocian en su cabeza a que Dios les bendice su forma de vida, aunque sean adúlteros o sodomitas, y que basta con ser buena persona.

Y sin sentirse pecador, sin arrepentimiento, confesión ni propósito de enmienda no puede ser eficaz la misericordia divina. Dios da esa misericordia a todos, sin distingos, pero como respeta nuestro libre albedrío, esa misericordia sólo es eficaz cuando el que la recibe se siente pecador y acepta ese perdón, confesando sus pecados. Recordemos que en el Magníficat la Virgen María dice que "su misericordia alcanza de generación en generación A LOS QUE LE TEMEN". Y en Lucas 13, 3 Cristo mismo dice: " ...Os lo aseguro; si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo". Es decir, sin conversión no hay salvación. Y la Iglesia debería predicar esto hasta la saciedad, a tiempo y a destiempo, y no lo hace, o lo hace marginalmente, por boca de algunos pocos sacerdotes u obispos solamente.

Hasta que la Iglesia no vuelva a predicar como es debido sobre los pecados mortales, los fieles no sabrán que hay que confesarlos ni de qué arrepentirse. Y no veo que lo haga, por respetos humanos. Los que no confiesan hoy se me asemejan a los fariseos, que creían que no pecaban, y rezaban de pie. Los que nos sentimos pecadores y confesamos habitualmente, nos atrevemos a levantar los ojos a Cristo pidiéndole perdón, arrodillados y humillados.

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LF:
Por mi parte, si el Señor no dispone otra cosa, tengo intención de dedicar gran parte de este Año de la Misericordia a escribir sobre la necesidad de la conversión. De los incrédulos y de los que ya creemos.

La misericordia es el irresistible amor divino a corta distancia. Es innato al ser humano. Pero sólo despierta en los seres compasivos que no sopesan más que en amar. Sin juzgar. Superando ascos y repugnancias de todo tipo. Es el amor que más repara. El que más sana. El que más calor da. Es el amor cercano que evoca el amor total de Dios, que no anda lejos.
Pero la mayoría de nosotros la escatimamos al prójimo como unos avariciosos o perezosos, con altivez y distancia.
¡¡Vaya ejemplo nos pone Jesús sobre la misericordia con el maldito y pagano samaritano socorriendo al justo y elegido judío!!! Eso es la Misericordia.
Lo siento Luis Fernando, misericordia no es dar lecciones de salvación primero. Misericordia es abrazar al desconocido necesitado y verlo como un prójimo. Y abrazarlo como Jesús hizo con la Cruz. O el samaritano con el judío. Y no hacer mayores consideraciones sino en socorrer y proteger. Con Amor. Pues como repetía San Juan al final de sus días aquí, Dios es Amor, Dios es Amor. ¿No será que amamos poco y mal al prójimo? ¿No vemos a Cristo desamparado en los desamparados del mundo?
-no te me enfades Luis Fernando, yo te entiendo, sólo es por refrescar un poco los comentarios. saludos-

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LF:
No hay amor más grande que este:

Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro le convierte, sepa que quien convierte a un pecador de su extravío salvará su alma de la muerte y cubrirá sus muchos pecados.
Stg 5,19-20

No lo hay. La diferencia entre estar condenado y salvado es radical, eterna.

Ni que decir tiene que hay que dar de comer al hambriento y de beber al sediento. Como también explica Santiago:

Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento cotidiano, y alguno de vosotros les dice: «Id en paz, calentaos y saciaos», pero no le dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe, si no va acompañada de obras, está realmente muerta.
Stg 2,15-17

http://infocatolica.com/blog/coradcor.php/el_pobre2

Su problema como cristiano católico no le viene dado de la ortodoxia de su doctrina, sino de su soberbio afán de querer ser un católico militante políticamente. Dado que todos somos pecadores, todos estamos necesitados de perdón. Y es Dios quien ha de perdonarnos, santificándonos. La tarea de santificarnos corresponde a Dios, no es la voluntad de Dios que vayámos santificándonos los unos a los otros. Yo entiendo que usted está en una situación en la que ha de comer a su familia y para ello ha adoptado el papel de cristiano comprometido políticamente con causas pro-vida. Usted es un hombre dividido, por una parte desearía partir y estar con Cristo, pero por otra parte se siente atado a su familia, de la que desde ya no dudo que Ud. sea un excelente padre y esposo, pero no deja de ser eso: un hombre dividido. En el fondo le pasa lo que dijo San Pablo:

32. Yo quisiera verlos libres de preocupaciones. El que no se ha casado se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarle.
33.No así el que se ha casado, pues se preocupa de las cosas del mundo y de cómo agradar a su esposa, y está dividido.
34.De igual manera la mujer soltera y la joven sin casar se preocupan del servicio del Señor y de ser santas en su cuerpo y en su espíritu. Mientras que la casada se preocupa de las cosas del mundo y de agradar a su esposo.
35.Al decirles esto no quiero ponerles trampas; se lo digo para su bien, con miras a una vida más noble en la que estén enteramente unidos al Señor.

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LF:
A ver si lo entiendo. Como defiendo la vida, estoy comprometido políticamente. Y entonces, ¿soy un hombre dividido? Es más, me dice que me siento atado a mi familia... porque en vez de ser célibe, estoy casado y con hijos.
Bien. Defender la vida es fruto de mi condición cristiana, no política. Y velar por el bien de mi familia, también. Eso NO me aleja de Cristo lo más mínimo. Y si Cristo hubiera querido que fuera célibe, ya fuera como sacerdote o consagrado como religioso, me lo habría concedido.
Sin embargo me concedió esto:

Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. Es este un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.
Efe 5,31-32

Pues oiga, no me quejo.

Dicho lo cual, ¿se puede saber qué tiene eso que ver con el post? ¿o es que tenía necesidad usted de atizarme y ha aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid para hacerlo?

JUAN
Parece que has abierto la veda de chorradas, anticipando las rebajas varias chorradas por el precio de una. Voy a hacerte una pequeñita obra de misericordia que es enseñar al que no sabe. Eso si con lenguaje llano y directo para que me entiendas.

Veamos
- Chorrada 1 y 2. "Su problema como cristiano católico no le viene dado de la ortodoxia de su doctrina, sino de su soberbio afán de querer ser un católico militante políticamente"
¿Quién te ha doctorado a ti en dictámenes de soberbia? Dinos por favor en que facultad católica te habilitan para acusar de soberbio a alguien sin motivo.
Tu no eres soberbio, claro, tu eres un ejemplo de humildad andante con el título de señala soberbios aprobado. Seguro. ¿Soberbia tu? nunca.
¿Qué problema hay si es que fuese así, que alguien quiera ser católico militante políticamente? ¿o es que también tienes un título de señalador de maldades a los católicos que quieren militar como católicos y ser sujetos políticamente activos de sus comunidades?
- Super chorrada 3:"no es la voluntad de Dios que vayámos santificándonos los unos a los otros" ¿Cómo que no campeón? ¿Pero tu te has caído de un guindo o has nacido ayer? ¿Tu sabes lo que significa Catolica Apostólica Romana? Cristo nos llama a todos, a cada uno en su situación y posibilidades a dar la mayor misericordia a los demás, es decir anunciar la buena nueva que es convertios y creed en el evangelio.

- Chorrada 4, ¿Acabaramos? ¿También eres psicoanalista experto en dictaminar hombres divididos? No se yo creo que tu no estas dividido sino que eres todo uno en tu simpleza. La palabra psicoanalista puede tener dos acepciones, y no consigo situarte.

LF, como ves estoy siendo muy pero que muy misericordioso, así que no me censures. Si esto fuera otro portal, este no se iba de rositas.

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LF:
En principio, vale con que responda yo en estos casos.

Pues yo pienso que lo ideal hubiera sido llamarlo: "Jubileo de la Conversión y la Misericordia". Así lo estoy llamando yo, en mi parroquia.

Cristo es la Misericordia de Dios.
Pero antes de Cristo vino Juan, el más grande nacido de mujer, después de Cristo, para allanar los caminos del Señor y qué era esto sino el grito de Juan en el desierto "Arrepentíos".
Hoy no se predica a Juan,pues al gual que entonces no gusta que nos recuerden nuestras miserias y pecados,y mucho menos que nos digan nuestras verdades, ni LA VERDAD, en la cara. Como le pasaba a Herodes y a Herodías. Y, ale, le cortamos la cabeza.
El cura de mi barrio,el pasado Miércoles de Ceniza, nos impuso la ceniza como si fuera un conjuro "Para que seas buena persona" repetía. Eso que del polvo vienes y en polvo te convertirás, nada de nada, que ni nos vamos a morir, ni muchísimo menos vamos a ir al infierno. Que somos muy buenas personas.
Perdonad que os hable tanto del cura de mi barrio, pero es que este hombre me tiene traumatizada.
Mi hijo tiene un amigo que no está bautizado. Venía con nosotros a misa los domingos, por acompañarnos. Al final quería bautizarse y hablamos con el cura, le dijo "bueno ya veremos, no hace falta que te bautizes"
Si ni siquiera bautizan, como van a predicar el CONVERTÍOS? Yo alucino.