Monseñor Córdoba, no basta con pedir perdón
No, don Juan Vicente. A veces no basta con pedir perdón. Cuando uno ha hablado de los hombres que pasaron por las piernas de Santa María Magdalena y ha dicho que no sabe si alguno de los apóstoles era “mariconcito", no basta con pedir perdón.
Cuando uno ha dicho esto…
«Yo les digo hermanos homosexuales y lesbianas: cuando se casen tengan hogares bonitos, tengan lo que nosotros llamamos la fidelidad»
… no vale de nada decir luego que se acepta la doctrina de la Iglesia Católica. Sencillamene no es creíble.
Y si el que ha hecho eso es un obispo, de nada vale una nota pública explicando lo inexplicable. Dice Cristo que de la abundancia del corazón, habla la boca. Y su boca, Mons. Juan Vicente Córdoba, ha mostrado un corazón incompatible con la condición de pastor de la Iglesia.
Vamos a ser claros. Señor obispo, usted piensa lo que dijo, y ante el escándalo mundial que ha provocado, sale ahora a dar explicaciones. Tarde y mal. Pero en realidad, no tiene nada que explicar. Como decimos acá, “le han pillado con el carrito de los helados".
Usted ha faltado al respeto a los apóstoles. Podría haber dicho que alguno era homosexual, que en sí mismo habría sido una declaración absurda, provocativa y escandalosa para millones de fieles católicos, pero es que además usó el término despectivo de “mariconcito". Y usted ha hablado con un lenguaje barriobajero y tabernario de Santa María Magdalena.
En la nota “explicativa” dice:
Pido sinceras disculpas a quienes pudieron sentirse escandalizados o heridos por estas lamentables expresiones a las que no puede dárseles ningún valor teológico o moral.
Es evidente que hablar de apóstoles “mariconcitos” y de las piernas de Santa Maria Magdalena no tiene ningún valor teológico y moral. Hasta ahí llegamos. Pero lo que les dijo a los homosexuales y lesbianas que se casan sí. Un valor teológico y moral contrario a la doctrina y la moral de la Iglesia. ¿Con qué nos quedamos? ¿con lo que dijo cuando no sabía, cosa curiosa, que había periodistas escuchándole o con lo que no ha tenido más remedio que decir ante el escándalo que ha montado? No cuela, monseñor, no cuela.
Además, como bien debería saber, la doctrina católica indica que al arrepentimiento y la confesión de pecados le sigue la penitencia. En serio, ¿usted piensa que puede seguir siendo obispo de la Iglesia Católica? ¿de verdad lo piensa? ¿en serio lo piensa?
Si no es capaz de entender cuál es el siguiente paso a seguir, tenemos un problema añadido. Un problema que la propia Iglesia deberá solucionar. No es que estemos en tiempos recios. Es que hemos llegado a una situación que para muchos fieles resulta ya insoportable. Y nunca se sabe si llegará la gota que desbordará el vaso.
Días de penitencia, oración, ayuno y reparación.
Luis Fernando Pérez Bustamante
PD: Viendo el vídeo, es aún más repugnante de lo que parece solo por escrito: