No estés tan seguro del perdón, mientras cometes un pecado tras otro
¿Hay algo más maravilloso en esta vida que ver a un pecador arrepentirse y ser perdonado por Dios? Dijo Cristo:
Yo os digo que en el cielo será mayor la alegría por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Lucas 15,7
Es por ello que el evangelio de el anuncio de la buena nueva. Pasar de la esclavitud del pecado a la libertad de andar en comunión con el Señor, para así poder adorarle en espíritu y verdad, es el mayor regalo que puede recibir el ser humano.
Pero ese regalo, inmerecido, no le costó poco a Dios. El Padre envió al Hijo a dar la vida por nosotros, a morir en la cruz como cordero inocente para satisfacer su justicia:
Y a vosotros, que muertos estabais por vuestros delitos y por el prepucio de vuestra carne, os vivificó con El, perdonándoos todos vuestros delitos, borrando el acta de los decretos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y clavándola en la cruz.
Col 2,13-14
No parece poca cosa que, a cambio, nos pida el arrepentimiento de nuestros pecados. Sobre todo si ese arrepentimiento es también fruto de su gracia, porque ¿quién podrá arrepentirse si Dios no se lo concede?
San Juan Pablo II, en la exhortación apostólica Reconciliatio et penitentia, citó al papa Pío XII diciendo que “el pecado del siglo es la pérdida del sentido del pecado“. Es posible que hoy tuviera que decir que ese gran mal ha pasado a la vida de multitud de cristianos, que se enfrentan al pecado como si fuera un tema menor, algo irremediable, que no ofende a Dios y que va a ser perdonado así como así porque “Dios es amor".
Y, sin embargo, en la Escritura leemos otra cosa:
No estés tan seguro del perdón, mientras cometes un pecado tras otro. No digas: «Su compasión es grande; Él perdonará la multitud de mis pecados», porque en Él está la misericordia, pero también la ira, y su indignación recae sobre los pecadores. No tardes en volver al Señor, dejando pasar un día tras otro, porque la ira del Señor irrumpirá súbitamente y perecerás en el momento del castigo.
Eccl 5,5-7
Asistimos a la propagación de la perversa idea de que Dios perdona a todos siempre, sin condición, sin necesidad de contrición. Vemos atónitos como se ningunea la gravedad de determinados pecados, que aparecen en la Escrituta como incompatibles con la entrada en el Reino de los cielos. Nos alarmamos ante propuestas de pastoral que en vez de ir encaminadas a ayudar a los fieles a librarse de la soberanía de Satanás en sus vidas, parecen dirigidas a concederles una falsa sensación de paz en nombre de una perversión de la misericordia divina. Contemplamos estupefactos como se promueve un falso cristianismo que consiste en que solo unos pocos pueden vivir en santidad, mientras el resto tiene que conformarse con seguir atados a las cadenas del pecado. Y todo eso alcanza además la calificación blasfema de obra del Espíritu Santo guiando a la Iglesia. Y a quien, por amor a Dios y a las almas, se opone a semejante despropósito, recibe la calificación de fundamentalista, fariseo, hipócrita, falto de caridad, etc.
Mas dice el Señor:
No dejes de hablar cuando sea necesario, ni escondas tu sabiduría. Porque la sabiduría se reconoce en las palabras, y la instrucción, en la manera de hablar.
Eccl 4,23-24
Y:
Lucha hasta la muerte por la verdad, y el Señor Dios luchará por ti.
Eccl 4,28
Y:
Hermanos míos, si alguno de vosotros se extravía de la verdad y otro logra reducirle, sepa que quien convierte a un pecador de su errado camino salvará su alma de la muerte y cubrirá la muchedumbre de sus pecados.
Stg 5,19-20
Leemos en libro del profeta Isaías:
¡Ay de los hijos rebeldes, dice Yahvé, que toman consejo, pero no de mí; que derraman libaciones, pero no según mi espíritu, añadiendo pecados a pecados!
Is 30,1
Sabemos que el apóstol San Pablo se veía obligado a predicar el verdadero evangelio:
Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!
1ª Cor 9,16
¿Qué evangelio predicaba San Pablo? Este:
No fui, ¡oh rey Agripa!, desobediente a la visión celestial, sino que primero a los de Damasco, luego a los de Jerusalén y por toda la región de Judea y a los gentiles, anuncié la penitencia y la conversión a Dios por obras dignas de penitencia.
Hech 26,19-20
Que no nos cuenten otro evangelio. Que no nos escondan la verdad. Que no se nos tenga que decir:
¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!Heb 10,29-31
¡Santidad o muerte!
Luis Fernando Pérez Bustamante
38 comentarios
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LF:
Rezar aún más.
Y aunque no tenga esa dicha, y vaya que la he pedido mil veces, estoy seguro de Su perdón (por los cauces normales del sacramento, favor no malinterpretar).
Diría yo "no estés seguro del perdón, si cometes un pecado sin arrepentimiento". Por pequeñito que sea. Los días que estoy así -y he pasado muchos- no solo no estoy seguro del perdón, sino estoy convencido de la condena.
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LF:
Pídele esa gracia, que te la acabará concediendo.
Qué padre entre vosotros, si el hijo le pide un pan, le dará una piedra? ¿O, si le pide un pez, le dará, en vez del pez, una serpiente? ¿O, si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si vosotros, pues, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?
Luc 11,11-13
Una vez que te concede el Espíritu Santo, Éste se encarga de ayudarte a no cometer pecado tras pecado. Y en el proceso, te vas confesando de los pecados que vayas cometiendo. Más o menos en eso consiste la vida cristiana. Te lo dice alguien que, por pura necedad, sigue cometiendo ciertos pecados vez tras vez, pero que ya ha sido librado de algunos que parecían querer quedarse para siempre.
El vivir como si Dios no existiera, con la idea de que no pasa nada, de que vas al cielo pase lo que pase ¿es ése un pecado contra el Espíritu Santo y por eso no tiene perdón? ¿será que quién se forma esa idea y ni siquiera reza, ni implora la gracia de Dios se está labrando ya la condenación?
Luís Fernando, leo mucho al padre Ibarburu en esta misma página de infocatólica y también lo que usted escribe. Admito que me guio por eso, más la formación que he recibido de niño y luego de adolescente en la confirmación
Recen ustedes por mi..., y por las personas que tengo en el pensamiento
Por mi parte, ya lo hago a diario
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LF:
Pedir a Dios que nos libre del pecado es pedir conforme a su voluntad. Ese es el camino de la santidad. Sabemos que seguimos pecando, pero tenemos nuestra meta clara. Es un proceso. Como dice la Escritura:
Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.
Prov 4,18
Y mientras llegamos al mediodía, tenemos lo que Dios dijo a San Pablo:
“Te basta mi gracia, que en la flaqueza llega al colmo el poder.” Muy gustosamente, pues, continuaré gloriando me en mis debilidades para que habite en mí la fuerza de Cristo.
2 Cor 12,9
Rezo por usted. Rece por mí, que soy pecador.
Obviamente me quedan mucho camino y mucho mas de que arrepentirme y corregir, pero de eso se trata. De ir acrisolando nuestro corazón para liberarlo de impurezas y poder ver al Señor cara a cara cuando sea llamado.
Saludos
“Retirarse ante el enemigo o callar cuando por todas partes se levanta un incesante clamoreo para oprimir la verdad, es actitud propia o de hombres cobardes o de hombres inseguros de la verdad que profesan. La cobardía y la duda son contrarias a la salvación del individuo y a la seguridad del Bien Común, y provechosas únicamente para los enemigos del cristianismo, porque la cobardía de los buenos fomenta la audacia de los malos. El cristiano ha nacido para la lucha”. (León XIII, Papa.)
"¿Es pues lícito, en ciertos casos, revelar en público las infamias de aquél que sostiene o propaga el error? ¡Perfectamente! “¿Es permitido –se le preguntaba un día a san Francisco de Sales- hablar mal de un hereje que difunde malas doctrinas?” “Sí –respondió él- tú puedes a condición de atenerte a la exacta verdad, con lo que tú sabes de su mala conducta, presentando lo que es dudoso como dudoso, y según el grado más o menos grande de duda que tengas al respecto” (Cardenal Pie). Un abrazo LF. Y muchas gracias por recordar el Camino, la Verdad y la Vida eterna que radica en el arrepentimiento y la santidad para todos.
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LF:
En realidad, este post lo han visto ya muchas más miles de personas de las que el domingo y el lunes pasado fueron a Misa en Huesca.
Es decir, el escándalo ya es público.
Toca rezar, rezar, rezar y penitencia el cerco a la verdad es cada vez mayor y seremos cada día mas señalados por defender lo que la doctrina refleja claramente pero a su vez apasionantes, tenemos la oportunidad clara de dar la cara por Cristo y su Iglesia.
Ánimo a Infocatolica y sus testigos. El Señor viene pronto.
Lo importante es la experiencia del encuentro, el acontecimiento del enamoramiento, si no hemos vivido esto, que es lo que realmente engancha y no otra cosa, creo que hemos entendido poco. ¿Cuando estás enamorado realmente, cómo vas a pecar? Y aún así caeremos, pero si el amor es auténtico, nos levantaremos, de eso no cabe duda.
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LF:
La fe es encuentro, doctrina, teología, moral y camino de santidad.
El hombre va creciendo en gracia que viene de lo alto del Espiritu Santo y transmitida por los Ministros ,pero también por todos los fieles -somos todos evangelizadores-
Ahora ante este mandato del Señor ¿qué hago con mi vida ?,pues soy una pecadora ya que me aparto muchas veces de la fuente de Vida eterna.
Soy rebelde quiero hacerlo todo a mi manera y me doy cuenta que hay límites ,que no puedo con ellos, la muerte corporal ,la muerte del alma el pecado , pero si me doy cuenta donde me fui por camino que no era de Salvación, debo deshacer el Camino ,suplicar al Señor que me corrija, no puedo hacerlo sola, reconociéndome muy pecadora, que me envie la gracia, que me dé cuenta, que me hice daño o pude hacerlo a otros ,que siento dolor por mis pecados ,que no me soporto ,así por eso necesito confesarme ,no le pido al Señor que me libere del dolor que Él ya lo sabe, por eso me lo pone delante para que lo vea, pero si le pido que me perdone si tengo verdadero desarraigo interior del deseo de volver a pecar y que me dé su gracia y su luz y su paz ,nosotros somos el mal , está dentro de nosotros y sé nos dice no juzguéis a otros ,pero si nosotros debemos vigilar constantemente nuestro interior, para ver que no caminamos en la verdad del Señor y a veces en lugar de practicar corrección fraterna a otro hermano pecador la ira nos consume ,con lo cual me hago cómplice del pecado por reacción pero sigo siendo yo la pecadora ,Señor perdonanos y oremos unos por otros, para estar juntos en el cielo, ya que aquí ya ves lo que somos.
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LF:
Viendo Jesús cuan atinadamente había respondido, le dijo: No estás lejos del reino de Dios.
Mc 12,34
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LF:
Las gracias y peticiones, siempre a Dios. Sólo a Él la gloria.
Luis Fernando no pinta nada. Que lo tenga todo el mundo muy en cuenta. Yo el primero.
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LF:
Gracias a ti.
Por eso, la decepción y el pesimismo por saber que caemos muchas veces en los mismos pecados nunca debe llevarnos a tirar la toalla. Porque ahí está el Señor con su Gracia para levantarnos una y otra vez. La vida es una verdadera milicia, y una lucha incesante contra todo tipo de mal que por todos lados percibimos, y más en nuestra época. Pero el Señor lucha de nuestro lado.
Esa es la clave, y se puede explicar con una historia preciosa que me contaron hace tiempo: un hombre caminaba por la playa siempre con Dios, y estaba feliz porque veía las huellas del Señor junto a las suyas. Pero un día se dio cuenta de que sólo había unas huellas, y supuso entonces que Dios le había abandonado. Entró en un terrible pesimismo, y gritó a Dios reprochándole que le hubiera dejado solo. Pero Dios se le apareció y le dijo que siempre -sobre todo en esos difíciles momentos- que siempre había estado con él. Entonces el hombre le preguntó cómo era posible eso si sólo veía sus propias huellas. Y Dios le respondió que estaba equivocado, que las huellas que él veía no eran las del hombre sino las del mismo Dios... porque en esos duros momentos había llevado al hombre en sus hombros.
En la catequesis para la Primera Comunión estudiábamos que para que el sacramento de la penitencia fuera válido, hacían falta cinco condiciones: 1. Examen de conciencia. 2. Dolor de corazón. 3.Propósito de enmienda. 4. Decir los pecados al confesor. 5. Cumplir la penitencia.
El dolor de corazón es el arrepentimiento, y según tu comentario anterior Dios nos pide el arrepentimiento de nuestros pecados para obtener el perdón, pero según lo que dices a continuación, el hombre no puede arrepentirse de sus pecados si Dios no le concede la gracia. Así que si el hombre no recibe la gracia de Dios para arrepentirse de sus pecados, el hombre no tiene culpa de seguir pecando. Dios no le ha dado la gracia del arrepentimiento.
Y se me vienen al pensamiento los versos del D.Juan Tenorio:
"Llamé al Cielo y no me oyó,
y pues sus puertas me cierra,
de mis pasos en la tierra,
responda el Cielo, no yo."
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LF:
No me has entendido bien. Que yo diga que uno no puede arrepentirse si Dios no se lo da, no significa que Dios no quiera el arrepentimiento de todos. De hecho, lo quiere:
No retrasa el Señor la promesa, como algunos creen; es que pacientemente os aguarda, no queriendo que nadie perezca, sino que todos se arrepientan
2 Ped 3,9
Que no nos podamos arrepentir si no es por la obra del Espíritu Santo, no significa que los que no se arrepienten es porque Dios no quiere.
Sin embargo entiendo perfectamente el comentario que acabo de leer y con el que estoy en pleno acuerdo.
." me parece que la Sagrada Escritura no está advirtiendo de que Dios nos negará el perdón (cosa que El nunca hace cuando el corazón está arrepentido, por numerosos y frecuentes que sean los pecados), sino que nos está advirtiendo que nos vendrán castigos, porque no le daremos mejores opciones a Dios para movernos a la conversión que recibir algún castigo. También nos está advirtiendo que con el pecado el corazón se nos puede endurecer al punto de cerrarse al arrepentimiento. Dios en su infinito amor nos manda advertencias para que evitemos esta opción, y quiere infundir fuerzas en nuestro espíritu para movernos a esa misteriosa colaboración con Su gracia. Pues al final es como dice San Agustín: "Dios que te ha creado sin ti, no te salvará sin ti".
11/12/14 12:09 AM .
Saludos afectuosos.
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LF:
Isabel, ando esta mañana muy liado. A la tarde espero responderte.
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LF:
A la mujer adúltera, tengo entendido que le dijo "Vete y no peques más". Pero lo mismo estoy equivocado.
Santa Catalina de Siena, viendo lo que tenemos, miserias y más miseria, y considerando los Extremos beneficios de Dios, le pregunto, como le podía devolver tanto.El señor le manifestó que habia puesto al prójimo a su lado..El que habla de la hipocresia, primero tiene que ver la que tiene adentro, y así.Los personajes evangelicos, y peores juegán una ruleta rusa ,en nuestra almas, por lo que la iglesia llama, el pecado original, no hacemos el bien que queremos, y si el mal que no queremos.San Pablo.
Ahora la misericorditis, que entrega almas al Infierno, y el que no ve el Vigón, que tenga cuidado, sea el que sea, siempre empezando por mí.
Lo pongo en mi Facebook porque está haciendo mucha falta compartir la sana doctrina. Que el Espíritu Santo te siga iluminando para que continúes transmitiendo tan enriquecedoras palabras.
Que Dios te bendiga y la Santísima Virgen María y San José te protejan siempre.
Y por este camino sin exigencias no se ayuda a nadie pues si a algún fin conduce es a la tibieza y ya sabemos lo que dijo nuestro Señor de los tibios.
No nos dejemos engañar, busquemos la santidad y que arda nuestro corazón amando a Cristo.
Efectivamente, si Dios no te concede el don del arrepentimiento, no puedes arrepentirte. Para entender las cosas de Dios hay que estar enamorado de Él. Si no nos enamoramos de Él, podremos hacer muchas cosas buenas, pero se quedarán en un simple voluntarismo que antes o después da la cara como le pasó al hijo mayor de la parábola del padre bueno de san Lucas, que no amaba a su padre porque lo veía como un jefe a quien obedecer y no a un padre a quien amar ¡Hay que enamorarse de Dios! Entonces comprenderemos que sufrir por el pecado (dolor de corazón) cometido es una gracia que Dios te concede porque ese enamoramiento también es don suyo. Y Dios da su gracia a quien quiere y como quiere. A nosotros nos toca desearla y eso ya es en sí mismo gracia de Dios y en el deseo, aunque imperfectamente, ya amamos a Dios. ¡Señor, quisiera amarte, pero no puedo porque esta carne mía es débil! ¡Ayúdame!
Pd. Para vivir como cristianos según lo manda la santa madre Iglesia no hay que esperar a estar enamorado de Dios, eso viene, si Dios quiere después, pues todos, en virtud del sacramento del bautismo, estamos capacitados para vivir como hijos de Dios.
Tú dices:
Luis Fernando, perdona pero sigo sin entenderte. O Dios al hacernos libres nos dió el libre albedrío para escoger un camino u otro (dentro de los límites que nos marca la vida, que para mi pobre opinión son muy estrechos), y para arrepentirnos o no de nuestros pecados, o necesitamos de Su Gracia para poder arrepentirnos. Para mi comprensión, el arrepentirse o no de los pecados es una de las prerrogativas del libre albedrío que Dios nos concede y por lo tanto no es cuestión de que Dios quiera que nos arrepintamos y de hecho nos lo pida para que la confesión sea válida, porque ¿cómo podría querer que hagamos algo que no depende de nosotros, sino de Su Gracia?
Cito del Catecismo:
La conversión es primeramente una obra de la gracia de Dios que hace volver a Él nuestros corazones: "Conviértenos, Señor, y nos convertiremos" (Lm 5,21).
Y
Volver a la comunión con Dios, después de haberla perdido por el pecado, es un movimiento que nace de la gracia de Dios, rico en misericordia y deseoso de la salvación de los hombres. Es preciso pedir este don precioso para sí mismo y para los demás.
Después de Pascua, el Espíritu Santo "convence al mundo en lo referente al pecado" (Jn 16, 8-9), a saber, que el mundo no ha creído en el que el Padre ha enviado. Pero este mismo Espíritu, que desvela el pecado, es el Consolador (cf Jn 15,26) que da al corazón del hombre la gracia del arrepentimiento y de la conversión (cf Hch 2,36-38; Juan Pablo II, Dominum et vivificantem, 27-48).
Que Dios os bendiga y nos bendiga siempre con Su Gracia.
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LF:
Si tienes aún alguna duda, pregunta, que para eso estamos.
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LF:
Pro 24,16
Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse.
Falstaff, en la Iglesia no sobra nada ni nadie; al contrario, cada dia está más necesitada de universalidad..., vive con lo malo sintiendo esperanzado dolor y con lo bueno en la comunión del gozo. Por eso digo que no sobra nadie ni nada. De sobrar algo, no es otra cosa que el fanatismo excluyente y la cerrazón de cerriles cerrojos...
Perdón y Misericordia en Su Amor Infinito.-
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LF:
Voy a ser clarito. No hay mayor amor al prójimo que mostrarle el camino del arrepentimiento para que Dios le perdone y se salve. Y quien diga lo contrario no tiene ni idea de lo que es el cristianismo. Es más, quien se opone a eso, trabaja para Satanás, por mucho que tenga en su boca las palabras amor y misericordia de Dios.
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LF:
Esa es la historia de multitud de cristianos. ¿Qué hacer? Pedir a Dios que te dé fuerzas para superar esa tentación o que te libere de la misma. Lo mismo te lo concede cuando ya ni lo esperas. Y, mientras tanto, cada vez que caigas, a confesar.
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LF:
Cuando vuelvo a pecar, vuelvo a confesarme. Pero si a los 50 años de la primera confesión, sigo cometiendo exactamente los mismos pecados, lo mismo habrá que pensar que eso de la santidad no me lo he tomado en serio.
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LF:
Vacío, desde luego, no parece que esté.
Ya dice San Pedro:
Y si el justo a duras penas se salva, ¿qué será del impío y el pecador?
1 Pe 4,18
Por eso hemos de rogar al Señor para que podamos decir:
Pero nosotros no somos de los que se ocultan para perdición, sino de los que perseveran fieles para ganar el alma.
Heb 10,39
El repaso de la conciencia presente en la comisión de sus pecados.
El dolor de corazón de haberlos cometido.
El propósito de enmienda.
El cumplir la penitencia que nos sea impuesta, más la que cada uno se pueda imponer libremente.
A todo ésto, y hablando clarito como dice LF:
La conciencia es mía; don de Dios al que doy gracias.
El dolor que sufro por haber ofendido al Padre es mío.
Proponerme el no volver a pecar es mío, porque quiero que entre en mí y encuentre el templo de mi cuerpo y mi alma dignos de El.
Y el cumplir la penitencia, también debe ser propio del pecador salvo que consista en imposición negativa a que reciba el Cuerpo de Cristo.
Es más, y en aclaración por cuanto a mí respecta:
Cursé bachillerato y Preu en un colegio avemariano (interno); allí se me enseñó que Amor, Misericordia, Perdón... en cuanto a Dios se refiere se pronuncian y se escriben con mayúscula... Allí se hablaba más de la Misericordia y del Amor de Dios que de la Ira del Templo.
He cotizado a la sociedad en que vivimos durante 44 años y... (al menos yo) ya no trabajo para nadie y menos para Satanás, al cual pienso que reconocería pese a su numerosísima y variopinta colección de disfraces con los que se viste.
Ah, déjame decir que una gran prueba de amor fraterno consiste en compartir con tu hermano su aflicción y su dolor y ayudarle a salir de su trance antes por su sufrimiento que por el tuyo.-
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LF:
Mi ánimo está serenísimo. Yo planteo principios basados en la fe católica. Luego cada cual que obre como estime oportuno.
Dios puede perdonar,es potestativo y lo hace siempre que el pecador,arrepentido,se dirige a Él,o no perdonar si el pecador se endurece o se abandona,de dicha potestad se desprende el respeto.
Segun los salmos: ¨Porque de tí procede el perdon y así infundes respeto¨
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LF:
¿De qué me hablas?
¿Tú eres experto en moral?
A mi sinceramente me turba bastante imaginar que algún pecado o pecados puedan hacer que Dios ya no te perdone, aunque lo supliques con lágrimas. Alomejor le estoy dando una interpretación no católica debido a mi complejo de culpabilidad excesiva...
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LF
No lo sé.
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