¿Ama Dios a todos los hombres por igual?
Este es el primer post de una posible serie en la que plantearé preguntas sobre la fe católica. Cabe la posibilidad, aunque espero que no ocurra, de que yo crea que la respuesta correcta es la equivocada. En ese caso, doy por hecho que saldréis todos a ayudarme y sacarme del error.
Si veo que sale bien la cosa, vendrán más. Si no, pues será el primero y último.
De estas dos afirmaciones, ¿cuál creéis que es cierta según la fe católica?
- Dios ama a todos los hombres por igual.
- Dios ama a todos los hombres, pero ama más a los más santos. De hecho, son más santos porque Dios les ama más.
Al final del día, la solución.
Si queréis razonar vuestras respuestas, mejor. No publicaré ningún comentario hasta que dé la respuesta correcta, que incorporaré al post.
Luis Fernando Pérez
—-
Respuesta.
Tomado de:
Gracia y libertad –VI. Santo Tomás de Aquino
Dios no ama igualmente a todos los hombres. Y si alguien es más santo, es porque ha sido más amado por Dios. Es evidente que las criaturas existen porque Dios las ama: «Tú amas todo cuanto existe, y nada aborreces de lo que has hecho, que no por odio hiciste cosa alguna» (Sab 11,25). También es evidente que entre los seres creados, concretamente entre los hombres, hay unos mejores que otros, hay unos que tienen más bienes que otros. ¿Y de dónde viene que unas personas sean mucho más buenas que otras? Del amor de Dios. Dios no ama igualmente a todos los hombres. Y si uno es más bueno, es porque ha sido más amado por Dios.
Recuerdo un principio previo. El amor de Dios es muy diferente del amor de las criaturas. El amor de éstas es causado por los bienes del objeto amado: «la voluntad del hombre se mueve [a amar] por el bien que existe en las cosas» o personas. Por el contrario, «de cualquier acto del amor de Dios se sigue un bien causado en la criatura» (STh I-II,110, 1).
El amor de Dios es infinitamente gratuito, es un amor difusivo de su propia bondad: Dios ama porque Él es bueno. Así la luz ilumina por su propia naturaleza luminosa, no por la condición de los objetos iluminados. Y amando Dios a las criaturas, causa en ellas todos los bienes que en ellas pueda haber. Consecuentemente, si todos los hombres en alguna medida han recibido bienes de Dios, aquellos que han recibido más y mayores bienes los deben todos a un mayor amor de Dios hacia ellos.
Los santos, en sus autobiografías, dan con frecuencia testimonio agradecido de esta gran verdad, y a Dios atribuyen todo el bien que ellos tienen, que ciertamente es mucho mayor que el de otros hombres. «El Señor ha hecho en mí maravillas» (Lc 1,49). «¿Qién es el que a ti te hace preferible? ¿Qué tienes tú, que no hayas recibido?… Gracias a Dios soy lo que soy» (1Cor 4,7; 15,10).
Por tanto, Dios no ama más a una persona porque sea más perfecta y santa, sino que ésta es más santa y perfecta porque ha sido más amada por Dios. Esta verdad es constantemente proclamada en la Escritura. En ella resplandece el amor especial de Dios por su pueblo elegido, Israel, «el más pequeño» de todos los pueblos (Dt 7,6-8); por María, haciéndola inmaculada ya antes de nacer; por los cristianos, «elegidos de Dios, santos, amados» (Col 3,12); por «el discípulo amado», etc. Por eso Santo Tomás enseña que,
«por parte del acto de la voluntad, Dios no ama más unas cosas que otras, porque lo ama todo con un solo y simple acto de voluntad, que no varía jamás. Pero por parte del bien que se quiere para lo amado, en este sentido amamos más a aquel para quien queremos un mayor bien, aunque la intensidad del querer sea la misma… Así pues, es necesario decir que Dios ama unas cosas más que a otras, porque como su amor es causa de la bondad de los seres, no habría unos mejores que otros si Dios no hubiese querido bienes mayores para los primeros que para los segundos» (STh I,20, 3). Es éste un principio teológico fundamental, que aplica el santo Doctor al misterio de la predestinación (I,23, 4-5) y a toda su teología de la gracia (I-II,109-114).
Son muchos los cristianos que hoy ignoran estas grandes verdades, pues casi nunca les son predicadas. Y por eso se desconciertan cuando las oyen. Pero un cristiano que apenas las conozca, conoce mal, muy mal, el misterio de Dios y el de su gracia. Apenas entiende la maravilla sobrenatural de la vida cristiana.
José María Iraburu, sacerdote
102 comentarios
Dios me ama. Eso es suficiente para mí aunque ame a otros más que a mí porque se lo merecen más.
"Santo Tomás enseña que, «por parte del acto de la voluntad, Dios no ama más unas cosas que otras, porque lo ama todo con un solo y simple acto de voluntad, que no varía jamás. Pero por parte del bien que se quiere para lo amado, en este sentido amamos más a aquel para quien queremos un mayor bien, aunque la intensidad del querer sea la misma… Así pues, es necesario decir que Dios ama unas cosas más que a otras, porque como su amor es causa de la bondad de los seres, no habría unos mejores que otros si Dios no hubiese querido bienes mayores para los primeros que para los segundos» (STh I,20, 3). Es éste un principio teológico fundamental, que aplica el santo Doctor al misterio de la predestinación (I,23, 4-5) y a toda su teología de la gracia (I-II,109-114)."
En efecto, todo en Dios es infinito, de modo que, entonces, nos ama a todos infinitamente, lo cual no significa -me parece- que ame a todos por igual, porque no somos iguales. En el orden, digamos, práctico, cada uno de nosotros es como "un vaso" (y aquí recordemos a San Juan de la Cruz) que recoge ese divino Amor. Nadie está condenado de antemano a perderse por ser un vaso pequeño, si acepta la misión de Dios en su vida y en el cielo hay muchas estancias y suma felicidad para todos, según cada uno.
Y no olvidemos que, a quien se le da mucho, mucho se le pedirá, porque Dios espera que compartamos y difundamos su salvación. De Él, de su gracia divina proviene todo, todas nuestras capacidades.
Nadie se salva solo, nos recordaba Benedicto XVI.
Admito correcciones yo también, por supuesto.
Está claro que las personas que aceptan más el amor de Dios son más amadas por Él.
"Si alguno me ama, guardará mi Palabra y mi Padre lo amará".
Por tanto aunque el amor de Dios de derecho fuese igual para todos, la respuesta que damos nosotros a ese amor, nuestra mayor o menor resistencia a la gracia, haría que de hecho sea diferente.
Pero me quedo con la segunda: "Dios ama a todos los hombres, pero ama más a los más santos. De hecho, son más santos porque Dios les ama más".
Dios quiere más a la Virgen María que a mí. Lo que no quita para que Dios, a mí, me ame de sobra: todo el amor que yo sería capaz de recibir si fuese perfecto, en mi mejor versión, Dios lo llena de sobra y lo quiere llenar con una medida rebosante, si yo le dejo. Recen para que, por su gracia, lo haga.
(Si me equivoco, o si veo que la cosa sube de nivel, pondré a los Santos Padres y a Santo Tomás al lado la próxima vez)
http://servicocatholicohispano.wordpress.com/2012/11/28/dios-no-ama-por-igual-a-todos-los-hombres/
:)
---
LF:
Graciosillo el chico, :D
Se podría preguntar ¿acaso Dios ama igual a un condenado en el infierno que al mayor de los santos? Pienso que la respuesta la dió Santa Catalina de Génova hace siglos: "El fuego del infierno es el amor de Dios tal como lo experimentan los que lo rechazan". La santidad no depende de ser más o menos amado por Dios, sino de la medida en que el hombre acoge el Amor de Dios.
Cuanto más entramos en la intimidad del Sagrado Corazón mas nos abandonamos en El, porque más nos enamora y dejamos así que el Espíritu Santo más nos purifique y transforme en una Imagen de Cristo, y cuanto más reflejamos a Cristo más nos ama el Padre.
Y así hasta el último instante de vida en este mundo. Por eso al final de nuestros días nos juzgaran por cuanto Amor reflejamos y por nada más. Dios es Justo.
Cambiemos alimento y alimentación por amor y santidad.
Cambiemos alimento y alimentación por amor y santidad.
Una apostilla: una cosa es el amor ofrecido y otra el aceptado, lo que es más perfecto porque cumple su fin: el amor pide amor, quiere ser amado.
Ontológicamente, Dios es Amor, nosotros le correspondemos en la manifestación de sí mismo, en las Palabra que se dice a sí mismo, Dios como Él, gracias a que esa manifestación, esa Palabra ha tomado naturaleza humana y en su humanidad unida a su divinidad en Su Persona divina, participamos de su capacidad divina. Tan del Amor es dar como recibir. Por eso hay un Padre y un Hijo, Dios. Introducir al Espíritu Santo como fuente que informa esa comunidad nos llevaría a la naturaleza humana de Jesús, sin cualidades divinas -solo lo es su Persona y su Naturaleza más correspondiente, la divina, pero ese Espíritu Personal informa toda su naturaleza humana de una manera..puah...enorme...uah. La naturaleza humana de Jesús unida a la divina en su Persona es una pasada de cualquier forma. Y nosotros participamos de su Espiritu Divino que informa su naturaleza humana. Lo cual es una pasada.
Y ahí vemos cada cosa en su sitio: Su amor humano es una oferta de Amor divino, de los que su Persona bien sabe.
Nosotros amamos, Le amamos en ese Espíritu que informa su espíritu, máximamente -nunca divino- divinizado , unido sustancialmente, indivisiblemente, en fin lo de la carta de San Léon, a su Espíritu divino EN SU PERSONA única, divina.
Ama a unos más que a otros.
Por ejemplo, a la Santísima Virgen la amaba (y la ama) más que a mi.
Resulta un poco chocante pensar esto, al principio, ya me fastidia pero es así...
Al final me conformo con que me ame lo suficiente como para llenar mi recipiente de amor... que es más bien pequeño.
Si mi pequeño recipiente El lo llena... ¡pues ya estoy en plenitud! ¡qué más puedo pedir!.
Si Dios quiere a todos, algunos juicios sobran.
Es cierto que Él es el buen pastor que va a buscar a la oveja desacarriada, no es que la ame más que a las otras, sino que quiere que todos se salven.
Los santos son los que han mantenido la Fe, ha perseverado hasta el final y sus obras dan gloria al Padre que está en los cielos. Dios los ama igualmente de manera individual e infinita, como dije, no es posible poner en una balanza mas menos o igual, porque no es cuantificable.
Sabemos lo que Dios no es, y lo que no hace es amar a unos menos que a otros. Podríamos realizar un desarrollo al absurdo, a los mas santos ama mucho, a los del purgatorio menos, y a nosotros así así y a los que no creen o le odian, nada de nada, como se vé carece de sentido este razonamiento, hacia más o igual amor no lo podemos evaluar porque es infinito y no cabe esa valoración en nuestras insulsas mentes.
Finalmente, si Dios amase a unos más que a otros, que injusto sería, a mi que me a tocado menos no tengo nada que hacer, y ¿por qué al otro más?¿en base a qué?¿a qué le ama más? ¿y aún encima como los ama más son más santos? que injusto... Ellos serán más santos porque ellos le amarán más que el resto de los hombres, pero no porque Dios le ame más que a mi. Entonces no estaríamos llamados a la santidad todos, ya que todos no podríamos ser perfectos porque depende del amor que te "haya tocado" por parte de Dios.
Y aquí el dilema si quiere prosperar: Delfos: ¡conócete a ti mismo y no hagas lo que te apetece sino lo que debes!
Para el buen patrón no hay profesiones o vocaciones dignas de ser y amar, Hay individuos que saben o no sabe; quiere o quieren saber trabajar.
Espero a que usted mejor la diga; pues quiero leer lo que digan los demás hermanos comentaristas.
¡Con tanto inteligente que hay aquí!.
Bendiciones.
No existe baremo común al que nos podamos sujetar para saber si Dios ama a unos más que a otros. Ni hace falta. Pasa como en la Naturaleza: el perro está satisfechísimo de ser perro, y sería un desgraciado siendo un hombre. El hombre está satisfechísimo de ser un hombre, con su propio cuerpo y alma, y no un ángel. De forma parecida ocurre entre los hombres. Cada uno es creado con un destino eterno propio, y no sería feliz asumiendo la vocación de otro; es así como Dios le ama, con su propia vocación. En el cuerpo humano todos los miembros son necesarios, tanto el corazón, como la cabeza, como las partes "bajas", y es así como el cuerpo entero se siente feliz, y con él, todos sus miembros.
Si el destino eterno de una persona se frustra, Dios le seguirá amando igualmente, y Dios es justísimo en su Creación, en su Providencia, y en su Justicia. Si nuestro destino se frustra y nos vemos privados de la visión beatífica, es que no hemos respondido a su amor.
Dicho esto, podemos entresacar algunas frases del Evangelio que dan que pensar. Cito de memoria algunas porque no tengo mucho tiempo y la solución, dices, que se dará al final del día.
- “¿Simón, me amas «más» que estos?” Señor, tú sabes que te amo.
- “Mucho ha amado, porque mucho se le ha perdonado”
- “Has hallado gracia ante Dios, y tendrás un hijo a quien llamarás Jesús”
- “Dichosa tú, que has creído”
- Id al fuego eterno, “no os conozco”
- Muchos son los llamados y pocos los escogidos
- En el cielo aquellos que no han manchado sus vestiduras, acompañarán al Cordero a donde quiera que vaya.
- Etc., etc.
Repito que escribo de memoria, pues no me da tiempo de más, ni a meditar sobre estas frases. El que lea el comentario puede consultar estas citas en su Biblia, y también ser subsanadas por LF si no son del todo fieles al Evangelio y se hace necesario rectificarlas antes de ser publicado.
Estas frases indican un cierto baremo en nuestras respuestas, de las que depende la acción de Dios sobre nosotros. Pero ocurre que si Dios reparte dones y vocaciones, no es porque ame a unos “en detrimento de otros”, (el amor de Dios es infinito y se da sin medida), sino que aquellos a quienes da más, son depósito de dones para todos los demás, de tal forma que por la comunión de los santos, resulta que todos somos amados “por igual”, y recibimos los mismos dones. Lo mismo pasa con la intercesión de los santos en nuestro favor en el Cielo.
Saludos en el Señor, y buen Adviento.
Incluso uno como padre terrenal, imperfecto y pecador no puede decir que ame más a un hijo que a otro (de manera diferente, quizás sí, pero "más" o "menos" no se puede decir), mucho menos Dios podría amar más o menos a nadie.
La única medida razonable quizás no sea el amor sino la alegría. Hay fiesta en el cielo cuando un pecador se arrepiente, el Padre se alegra cuando regresa el hijo pródigo, el Hijo no vino por los justos sino por los pecadores... podríamos asumir que Dios se alegra más y se esfuerza más por aquéllos que más necesitan su Divina Misericordia, pero amarles más es imposible.
por cierto LF llevabas razón "no hay encuentro de las familias en Madrid, ni siuquiera éste año.
En este sentido,Dios nos ha dado a todos la posibilidad,por medio de la redencion de Cristo,de ser llamados a ajustarnos a SU santidad;"sin la cual nadie vera a Dios"(Hbreos;12;14). Y si a todos ha llamado suficientemente para volverse a EL; por las obras creadas(Romanos;1;18-23),la ley natural escrita en nuestros corazones para llevarnos al arrepentimiento(Romanos;2;15-16) y la sed de eternidad de nuestra alma(Ecle;3;11),lo ha hecho eficazmenre por el Espiritu que ha derramado en los elegidos(Romanos;5;5 ,8;28-29),en base a los meritos de Cristo,por el que solo es posible entrar a la Vida sobrenatural.
Esta claro en la Escritura que a algunos ha amado mas,y si los ha amado mas,los ha santificado mas,mirando tambien por la santificacion de los demas,a traves de ellos,en Jesucristo. Y estas gracias especiales y especial cercania que ha tenido querer con algunos,en virtud del plan de salvacion que solo EL conoce en plenitud,indefectiblemente, los santifica mas,los une mas a El ;pues el Señor contra mas toca,mas santifica y nadie puede ser santificado si no es tocado.Pues el principio de la santidad personal del hombre,es el Amor infundido por Dios en su alma; y asi,contra mas amado eres por Dios,mas santo eres y mas responsable te vuelves.(Lucas;12;48)
Entonces,¿solo se vuelven a Dios los que Dios quiere?, Si(Romanos;9;14-18),pero todos los que quieren,se vuelven a EL(Zacarias;1;3). Misterio de la Fe.Cuando has sido llamado a la Fe,entiendes mejor el misterio.Cuando estas dentro,comprendes que te estaban metiendo.
La Paz de Cristo.
De lo contrario, podría creerse que la santidad es un constructo personal, fruto del esfuerzo individual. Y no es así. Por eso los más santos, son los más humildes. Y tienen muchísima razón.
Por eso en el Cielo no todos son mártires, ni vírgenenes, ni confesores; pero todos son humildes.
Quizá sería más correcto decir que los ama infinitamente pero a todos nos ha dado libertad para aceptar ese amor y, por tanto, esa relación hombre-Dios, se muestra con diferencias
Saludos.
Cordial saludo
AGG
- Dios ama a todos los hombres, pero ama más a los más santos. De hecho, son más santos porque Dios les ama más.
Es lo primero que me ha venido a la cabeza. Tengo curiosidad por sabr qué opinan el resto
Y luego, sobre la cuestión planteada, una última reflexión. Ha de quedar claro que Dios ama a TODOS los hombres. Y a aquellos que piensen que es raro que Dios amen más a los grandes santos que a ellos, reflexionen sobre lo siguiente: Dios te ama tanto que entregó a su Hijo para que diera su vida por ti en la cruz, para que puedas ser salvo.
No es poca cosa, ¿no creéis?
---
LF:
Hasta nuestros méritos son obra de Dios:
«Manifiestas tu gloria en la asamblea de los santos, y, al coronar sus méritos, coronas tu propia obra» (Prefacio de los Santos I, Misal Romano; cf. "Doctor de la gracia" San Agustín, Enarratio in Psalmum, 102, 7).
Sin que eso signifique que no son verdaderamente méritos nuestros.
La predestinación de los santos es doctrina católica.
La predestinación de los reprobados es doctrina calvinista. Y herética, evidentemente.
---
Creo que en la alabanza inicial del Magnificat se plasma bien el misterio de la predestinación de los santos: hay mérito en la santidad, hay "obras grandes" ciertamente, pero antes y por encima está la Providencia.
Es un mérito que no deja el más mínimo lugar para el engreimiento, sino antes bien, para la alabanza y el agradecimiento.
---
LF:
Como enseña el concilio de Trento, salvo revelación especial, no tenemos manera de saber si hemos sido predestinados para la salvación. Tanto menos debemos pensar que no hemos sido predestinados. Hay una serie de indicios que nos indican que podemos estarlo (p.e, amor a la Virgen, como dijo Pío XII). Y lo que siempre podemos hacer es clamar a Dios para que nos tenga entre sus elegidos, como reza una de las plegarias eucarísticas.
Se nos pide ser santos. Y se nos pide porque se nos concede. Luego hay diversos grados de santidad, evidentemente. Pero incluso el "menos" santo de los santos será salvo y verá a Dios cara a cara.
Como no tenemos manera de saber cómo de santos vamos a llegar a ser, siempre debemos hacer caso a san Pablo:
Así, pues, amados míos, como siempre habéis obedecido, no sólo cuando estaba presente, sino mucho más ahora que estoy ausente, con temor y temblor trabajad por vuestra salvación.
Fil 2,12
Y como dice el profeta Isaías:
Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.
(Is 35,4)
---
LF:
La respuesta pertenece a la enseñanza de Santo Tomás de Aquino.
El caso es que cuando se expone la doctrina católica según la explica Santo Tomás de Aquino, los católicos deberíamos tener en cuenta declaraciones magisteriales pontificias como las siguientes:
“Los puntos más importantes de la filosofía de Santo Tomás no deben ser considerados como algo opinable, que se pueda discutir, sino que son como los fundamentos en los que se asienta toda la ciencia de lo natural y de lo divino. Si se rechazan estos fundamentos o se los pervierte, se seguirá necesariamente que quienes sigan las ciencias sagradas ni siquiera podrán captar el significado de las palabras con que el Magisterio de la Iglesia expone los dogmas revelados por Dios” (Pío X, Motu proprio Doctoris Angelici, 1914).
“Pero muy por encima de todos los doctores escolásticos brilla Santo Tomás de Aquino, como príncipe y Maestro de todos; el cual, como advierte Cayetano, ‘por la gran veneración que tuvo a los antiguos Doctores sagrados, recibió como en herencia la inteligencia de todos’. Sus doctrinas como miembros dispersos de un cuerpo, Tomás las reunió y congregó en uno, las dispuso con orden admirable, y de tal modo las aumentó con nuevos principios que con razón y justicia es tenido por singular defensor y honra de la Iglesia Católica... Nos, pues, mientras manifestamos que recibimos de buen grado y con gratitud todas las doctrinas científicas y todos los célebres inventos, de cualquier origen, a vosotros todos, Venerables Hermanos, con grave empeño os exhortamos a que, para defensa y gloria de la fe católica, bien de las sociedades e incremento de todas las ciencias, renovéis y propaguéis, cuanto posible sea, la áurea sabiduría de Santo Tomás;...” (León XIII, “Aeterni Patris” 12 y 21)
... y también la del último concilio ecuménico:
"Para explicar de la forma más completa posible los misterios de la salvación aprendan los alumnos a profundizar en ellos y a descubrir su conexión, por medio de la especulación, bajo el magisterio de Santo Tomás" (Optatam Totius 16).
Agréguese el canon 252,3 del Código de Derecho Canónico, sobre la formación de los aspirantes al sacerdocio:
"§ 3. Ha de haber clases de teología dogmática, fundada siempre en la palabra de Dios escrita, juntamente con la sagrada Tradición, con las que los alumnos conozcan de modo más profundo los misterios de salvación, teniendo principalmente como maestro a santo Tomás; y también clases de teología moral y pastoral, de derecho canónico, de liturgia, de historia eclesiástica y de otras disciplinas, auxiliares y especiales, de acuerdo con las normas del Plan de formación sacerdotal."
Dicho lo cual, si alguno quiere en esta materia discrepar del Aquinate -que no gozaba del carisma de la infalibilidad en todo lo que escribía-, que lo haga. Pero mi consejo es que procure hacerlo con algo más que su propia sapiencia teológica y filosófica.
---
LF:
¿Está usted diciendo que Santo Tomás no puede afirmar lo que afirma?
Porque como dice el Padre José María Iraburu: "Son muchos los cristianos que hoy ignoran estas grandes verdades, pues casi nunca les son predicadas. Y por eso se desconciertan cuando las oyen. Pero un cristiano que apenas las conozca, conoce mal, muy mal, el misterio de Dios y el de su gracia. Apenas entiende la maravilla sobrenatural de la vida cristiana".
Muchísimas gracias por esta idea y por todo lo que nos entregas en cada post. Dios te bendiga y la Virgen Santísima y San José te protejan siempre.
Copio de la versión de la Suma de la BAC, 2006:
[...] "Como amar es querer para alguien, en un doble sentido puede decirse amar más o menos. 1) Uno, por parte del mismo acto de voluntad, que puede ser más o menos intenso. En este sentido, Dios no ama a unos más que a otros, porque todo lo ama con un solo y simple acto de voluntad, que siempre tiene la misma intensidad. 2) Otro, por parte del mismo bien que alguien quiere para el amado. Y, en este sentido, decimos que alguien ama más a otro si el bien que se le desea es mayor, aún cuando no sea con una más intensa voluntad. Y en este sentido es en el que hay que decir que Dios ama más a unos que a otros. Pues como el amor de Dios es causa de la bondad de las cosas [...] algo no sería mejor que lo otro si Dios no quisiera un mayor bien para uno que para otro". (I, q. 20, a. 3)
---
LF:
Vale, ¿y eso qué tiene que ver con lo que estamos tratando?
Porque aquí nadie ha negado que Dios ame a todos los hombres.
Si Dios decide amarme mas que e.j. San Francisco, y me da gracias mayores que las que a él le dio. Pero yo con mi libertad lo rechazo y termino siendo menos santo o incluso condenándome. ¿Qué paso?
-Dios me amo mas que a San Francisco, pero termine menos santo. (no cierra con la idea mas amor mas santidad)
-Podemos decir que Dios me amo mas que a San Francisco en el momento de tener dichas gracias, pero por mi rechazo su amor disminuyo. (parece que yo puedo influir en la decisión antecedente de cuanto amor (bienes) me dara?)
Como que la idea la entiendo cuando se habla de mas amor y automática mayor santidad. Pero cuando pienso en la libertad de rechazar las gracias (amor de Dios). No entiendo que pasa.
Muy complicado? Disculpen
Martín
---
LF:
Muchos fieles, no lo digo por usted en concreto, tienen un concepto del libre albedrío bastante errado. No es culpa suya. Han sido malformados doctrinalmente en el semipelagianismo, cuando no en el pelagianismo más rampante.
No existe una libertad real para rechazar las gracias eficaces de Dios. Eso es más bien esclavitud.
Cito de la encíclica encíclica Libertas Praestantissimum de León XIII
… la voluntad, por el solo hecho de su dependencia de la razón, cuando apetece un objeto que se aparta de la recta razón, incurre en el defecto radical de corromper y abusar de la libertad. Y ésta es la causa de que Dios, infinitamente perfecto, y que por ser sumamente inteligente y bondad por esencia es sumamente libre, no pueda en modo alguno querer el mal moral; como tampoco pueden quererlo los bienaventurados del cielo, a causa de la contemplación del bien supremo. Esta era la objeción que sabiamente ponían San Agustín y otros autores contra los pelagianos. Si la posibilidad de apartarse del bien perteneciera a la esencia y a la perfección de la libertad, entonces Dios, Jesucristo, los ángeles y los bienaventurados, todos los cuales carecen de ese poder, o no serían libres o, al menos, no lo serían con la misma perfección que el hombre en estado de prueba e imperfección.
El Doctor Angélico se ha ocupado con frecuencia de esta cuestión, y de sus exposiciones se puede concluir que la posibilidad de pecar no es una libertad, sino una esclavitud.
Libertas Praestantissimum, 5
Y:
A esta regla de nuestras acciones, a este freno del pecado, la bondad divina ha añadido ciertos auxilios especiales, aptísimos para dirigir y confirmar la voluntad del hombre. El principal y más eficaz auxilio de todos estos socorros es la gracia divina, la cual, iluminando el entendimiento y robusteciendo e impulsando la voluntad hacia el bien moral, facilita y asegura al mismo tiempo, con saludable constancia, el ejercicio de nuestra libertad natural. Es totalmente errónea la afirmación de que las mociones de la voluntad, a causa de esta intervención divina, son menos libres. Porque la influencia de la gracia divina alcanza las profundidades más íntimas del hombre y se armoniza con las tendencias naturales de éste, porque la gracia nace de aquel que es autor de nuestro entendimiento y de nuestra voluntad y mueve todos los seres de un modo adecuado a la naturaleza de cada uno. Como advierte el Doctor Angélico, la gracia divina, por proceder del Creador de la Naturaleza, está admirablemente capacitada para defender todas las naturalezas individuales y para conservar sus caracteres, sus facultades y su eficacia.
Libertas Praestantissimum 6
Y, en relación a la gracia eficaz por la que se nos concede la salvación, San Agustín enseñaba que tal gracia "no es rechazada por ningún corazón duro, pues precisamente se da para que primeramente sea quitada la dureza de corazón". (San Agustín. De praedestinatione sanctorum, 8)
Ahora bien, yo no digo que Dios me quiera a mí más que a Su Madre, pero sí que me quiere todo lo que es posible querer a alguien. Y si no percibo más Su amor es porque —mira que soy imbécil— hago cosas que me distraen o apartan de Él. Pero el Señor se empeña en ignorar mis deméritos y sigue amándome todo lo que es posible amar a alguien. Tengo que agradecérselo más.
Y en cuanto a la Virgen María —disculpen mi presunción—, siento como si Ella tuviera cierta predilección por mí; no digo que me quiera más que a cualquiera otro de sus hijos, pero me parece como si yo fuera uno de los más torpes y Ella tuviera una continua y especial preocupación por mí.
Naturalmente, esto es una experiencia subjetiva que no contradice nada de lo que se ha escrito en este blog.
Génesis, 4,2-7
Más tarde dio a luz a Abel, el hermano de Caín, Abel fue pastor de ovejas y Caín agricultor.
Al cabo de un tiempo, Caín presentó como ofrenda al Señor algunos frutos del suelo,
mientras que Abel le ofreció las primicias y lo mejor de su rebaño. El Señor miró con agrado a Abel y su ofrenda,
pero no miró a Caín ni su ofrenda. Caín se mostró muy resentido y agachó la cabeza.
El Señor le dijo: «¿Por qué estás resentido y tienes la cabeza baja?
Si obras bien podrás mantenerla erguida; si obras mal, el pecado está agazapado a la puerta y te acecha, pero tú debes dominarlo».
Aquí es manifiesta la doctrina católica del libre albedrío, es decir, no es que Dios amara a Abel más que a Caín, Dios amaba a los dos por igual, pero Caín en su libre albedrío, oponia resistencia a la Gracia, y sus ofrendas eran ruines y tacañas para con Dios, por eso Dios se complacía en la generosidad de Abel y se ofendia con la ruindad de Caín.
Y ahora viene la pregunta del millón, entonces ¿como se explica esto?
Por tanto, Dios no ama más a una persona porque sea más perfecta y santa, sino que ésta es más santa y perfecta porque ha sido más amada por Dios.
Aquí hay que matizar: es verdad que Dios no ama a una persona porque sea más perfecta y santa hasta aquí de acuerdo.
Pero no es más santa ni perfecta porque ha sido más amada por Dios, sino que hay tres vias:
Via de la corresponsabilidad de la Gracia: ej. las obras de Abel, eran Gracia, que aumentaba la Gracia, como las oraciones de Santa Mónica eran Gracia, que causaron la Gracia de la conversión de San Agustín.
Vía de la distinta misión de cada uno para la cual Dios nos creó:
Son las Gracias ministeriales y carismáticas, y gracias de estado de cada uno, que se derraman incluso en los impíos y pecadores, por ej: el carisma y ministerio del fallecido Padre Maciel, San Pablo y el ministerio Petrino, que recibieron algunos Papas depravados y pecadores.
No podemos decir entonces que el Dios amó más al Papa San Pio X, que al Papa Alejandro Borgia, nó, en orden al ministerio Petrino, Dios amó a los dos por igual, pero en el orden gracia-obras, obras-gracia San Pio X, cooperó a la Gracia y el Papa Alejando Borgia resistió a la Gracia.
Igualmente las gracias de estado: por ejemplo las que yo recibo como padre de familia, en el sacramento del matrimonio, yo recibo las mismas gracias que otro padre de familia que reciba este sacramento, pero en mi libre albedrío, yo puedo ser como Caín o como Abel.
Es decir Dios ama a todos los matrimonios católicos por igual, todos recibimos exactamente igual gracia por el matrimonio católico, aunque Dios predestinara a unos matrimonios a dar más frutos de perfección y santidad que otros no significa que Dios ama a unos más que a otros, sino que en su Sabiduría divina, ya sabía, quienes iban a dar más frutos de perfección y santidad, y también sabía quienes iban a dar más frutos de pecado y eso no siginifica que por eso Dios los amó menos, porque precisamente en su amor a ellos Dios les envió, gracias especiales, para ver si se convertían, porque como dice San Pablo:
"donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia".
Que es precisamente la tercera vía, la vía soteriológica: es decir Dios envia a cada uno de nosotros las necesarias y suficientes gracias para nuestra salvación.
Y Dios no amó más a un santo porque recibiera más gracia, porque un pecador puede recibir tanta o más gracia que un santo, la diferencia es que la gracia obró en un santo y esa misma gracia se derramó en vano en un pecador que se condena.
Con lo cual se cumple la justicia de Dios, Dios es Justicia, porque primero es Amor, es decir JUSTICIA Y AMOR, son un único atributo de Dios, es decir si Dios no nos amara no sería Justo, y si Dios no fuera Justo no nos amaría.
---
LF:
Insisto en que no se discute si Dios ama a todos sino si Dios ama más a unos que a otros.
La Suma tiene dos artículos que se titulan así:
Artículo 3: Dios, ¿lo ama o no lo ama todo por igual?
Artículo 4: Dios, ¿ama o no ama siempre más a los mejores?
Pues bien Santo Tomás de Aquino, tras reflejar los argumentos en contra de que Dios ama más a los más santos, sentencia:
Es necesario recalcar, según todo lo expuesto anteriormente, que Dios ama más a los mejores. (Sum I,20, art 4)
Como comprenderás, por más vueltas que le demos al asunto, el Doctor Angélico da la respuesta correcta a la pregunta que planteo al principio del post.
¿y que pasa con los peores? según eso..Dios los amaría menos, es decir Dios ama menos a los peores.
Si el Amor de Dios es Justicia, y si la Justicia es Amor, ..y si Dios ama más a los mejores, por tanto Dios es más justo con los mejores, y si Dios ama menos a los peores Dios es menos justo con los peores.
Lo siento Luis Fernando, no me cuadra esto:
Afirmo que Dios nos ama a todos por igual, tal vez lo que quiere decir Santo Tomás de Aquino, es que las obras de la Gracia, nos hacen merecedoras de más o menos amor de Dios, dependiendo de tales obras como también nos hacen merecedores de más o menos justicia de Dios, dependiendo de nuestra mejor o peor, cooperación a la gracia
Eso que dice Santo Tomás de Aquino es verdad, pero eso es otro enfoque, tiene más bien que ver, no con el don de la Gracia, sino con las obras de la Gracia, tiene más que ver con la retribución divina, es decir Dios, retribuye más a los mejores por sus frutos, amándoles más porque en justicia lo merecen, y amando menos a lo peores, porque en justicia lo merecen.
Conclusión:
Dios como dador de la Gracia nos ama igual a todos, Dios como Juez y remunerador ama más a los mejores.
---
LF:
Poco puedo hacer si no te cuadra lo que enseña aquel de quien los Papas y concilios dicen lo que dicen. Mi escasa sapiencia no me da para convencerte de aquello que Santo Tomás no te convence.
Lo que quiere decir el Doctor Angélico es lo que dice, no lo que creemos que dice. Y dice:
Es necesario recalcar, según todo lo expuesto anteriormente, que Dios ama más a los mejores. (Sum I,20, art 4)
Sin entrar en profundidades teológicas, creo que se puede decir que dado que todos aceptamos que Dios ama más a la Virgen María que a nosotros, y que lo mismo se podría decir de San José, pues de ahí nos es fácil aceptar que algo parecido ocurrirá con la totalidad de los santos.
Respecto a lo que pensemos sobre la justicia o posible injusticia de Dios al repartir sus gracias, ojo:
Así que tiene misericordia de quien quiere y a quien quiere le endurece. Pero me dirás: Entonces, ¿por qué reprende? Porque ¿quién puede resistir a su voluntad? ¡Oh hombre! ¿Quién eres tú para pedir cuentas a Dios? Acaso dice el vaso al alfarero: ¿Por qué me has hecho así? ¿O es que no puede el alfarero hacer del mismo barro un vaso de lujo y un vaso ordinario?
Pues si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha longanimidad a los vasos de ira, maduros para la perdición, y, al contrario, para manifestar la riqueza de su gloria, cobró misericordiosamente sobre los vasos de misericordia, que El preparó para la gloria, es decir, sobre nosotros, los que El llamó, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles.
Rom 9,18-24
¿Acaso Dios ama más por los méritos o porque se goza en amar, que es ansiar el sumo bien del amado, que sólo El SABE que está en El mismo?
Claro que Dios ama más a los mejores.
Los mejores, claro, ¿en qué? en el natural empeño de amarle como respuesta natural a Su amor.
La verdad, no sé qué más podría decirse para, sin ofender la Trascendencia Y Generosidad de su amor, demostrar que lo mejor, lo perfecto es lo que SE SOMETE a aceptar la realidad de que estamos llamados y creados para la unión de amor con Dios. El perfecto es el que se somete, y la medida da la "cuantía/cualidad" de amor que recibe/acepta y devuelve según la voluntad de Dios.
---
LF:
¿?
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Génesis 1:26,27
Dios ama a toda su creación y ama lo que Él crea, ya que nos hace vivir es la primera llamada de Dios a la vida de cada uno.Pero el hombre pecó y se oscureció la imagen y perdió la semejanza ,pero viendo al hombre que él había creado sumido en el pecado envió a su ÚNICO Hijo "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16 Jesús dio Su vida por todos por tanto la Redención es OBJETIVA para el mundo entero.Y Él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 1 Juan 2:2
Dios es la luz del mundo y alumbra a todos por igual "Dios es grande no hace acepción de personas hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido". Deuteronomio 10:17,18
Pedro dice:" En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas. Hechos 10:34 y Pablo no hay acepción de personas para con Dios. Romanos 2:11Y una exhortación de Pablo vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas. Efesios 6:9
“Como el Padre me Amó, también yo os he amado;(Jn, 13-35), pero si queremos estar con ÉL en el cielo debemos responder a ese amor con el amor al prójimo RESPUESTA SUBJETIVA
``No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo; yo soy el SEÑOR. Levítico 19:18.
No hay amor a Dios sino amamos al prójimo, de nosotros depende crecer en el amor que Dios nos tiene para lograr la semejanza completa,verle como ÉL es ,puro amor.
Por analogía, que también se queda corta, se puede comparar con lo que siente cualquier padre o madre que tenga varios hijos. Te dirá que no ama más a unos que a otros, y que por todos ellos los daría todo, hasta la vida. Pero también te dirá que quiere más o siente predilección por alguno de ellos. No es incompatible.
En todo caso, cuando Dios muestra predilección por la Virgen y los santos, no es un amor que no esté dando también al resto de sus hijos: si Dios ama más al P. Pío al darle tantas gracias, ese amor también se lo está haciendo llegar a quienes se benefician de las gracias de San Pío. Cuando Dios ama de modo predilecto a algún santo está compartiendo ese amor con nosotros.
Se puede pensar en tanto el amor se comparte, y la predilección que Dios muestra por ciertas almas, éstas la comparten con el resto y nos benefician a todos. El amor especial que Dios tiene por la Virgen y San José me lo está haciendo llegar a mí a través de ellos. ¿Acaso no es María Mediadora de todas las gracias?
Es algo que en un mundo tan individualista y filo protestante como el nuestro hace que nos resulte difícil de comprender. Pero no se trata de que Dios tenga predilección por algunas personas porque sí, para darles algún tipo de don y gracia que les adornen a ellas y ahí se quede. Bendita predilección que tiene por esas almas que, por la Comunión de todos los santos, me las hace llegar a mi y al resto de los hermanos.
---
LF:
A mí lo que molesta es que se llame católico el que va por la vida haciendo uso del libre examen protestante. Que no digo que sea el caso en este asunto, pero de eso hay mucho por ahí.
No tenía ni idea de la respuesta de Santo Tomás, me ha dejado mal cuerpo, afortunadamente no forma parte del Deposito de la Fe.
---
LF:
Las razones por las que Santo Tomás llega a esa conclusión sí forman parte del Depósito de la Fe.
No soy teólogo ni mucho menos, sólo soy un profesional laico y padre de familia de 34 años, por lo que os pido disculpa por mi asombro en considerar como premisa irrefutable el "Es necesario recalcar, según todo lo expuesto anteriormente, que Dios ama más a los mejores. (Sum I,20, art 4)" para proceder a la respuesta que se ha planteado.
Yo, personalmente, no sé qué responder. Dios me ama pero no sé si más o menos que a éste o aquel otro. Pero me basta.
---
LF:
Si cada vez que saquemos a pasear a Sto Tomás, va a aparecer alguien a recordar que no estaba de acuerdo con una versión de la doctrina de la Inmaculada Concepciòn que no es precisamente la que se corresponde con el dogma promulgado en el siglo XIX, que precisamente aclaró la objeción planteada por el Aquinate, apaga y vámonos.
La totalidad de los Papas que le han calificado como el mejor doctor que ha dado la Iglesia sabían perfectamente eso y no por ello dejaron de recomendarle.
A parte, como ya he dicho, lo que dice Santo Tomás sobre el tema aquí tratado no es tan sencillo como para dejarlo sólo en que Dios ama más a unos que otros. La cita completa da mucho más de sí.
---
LF:
En lo relacionado a las doctrinas de la gracia y de la naturaleza de Dios, discrepar de Santo Tomás es, como poco, muy osado.
Y el tema planteado no es un tema menor.
El último enemigo nuestro es la muerte, pues El ya vive resucitado y en la cruz rogó al Padre por todos nosotros "Padre perdónalos que no saben lo que hacen "
Y digo Padre perdóname en tu Hijo Jesucristo, pues no sé seguirle o no quiero aceptar lo que me envía, o no quiero entregarle a mi hijo como María hizo al pie de la cruz,, pues me aparto del camino que tengo encima, por que pienso que el camino de la cruz es insufrible, o me aparto de la cruz pues es desgarradora.
Y sin embargo es fuerza de salvación y Amor ,esconde el Gran misterio de la Redención Objetiva en Cristo Jesús.
Y ahora nos toca a nosotros, nadie que quiera seguir a Jesús se va a escapar de la muerte.
Los santos cargaron con la cruz y llegaron con El a la gloria, supieron acoger en sí mismos la cruz y la gloria ,no hay gloria sin cruz ,no hay Reino de los cielos sin cruz, no hay amor sin dolor, así que cada cual se examine y entonces habrá incorporado en sí mismo por la gracia del Espiritu Santo la salvación, el amor de Dios en su propia persona y es amado por Dios ya que Dios es amor, pero antes la redención del hombre viejo y el renacimiento del hombre nuevo.
El hombre viejo está llamado a morir ¿quieres? sin la muerte no hay vida nueva, no se manifiesta la plenitud del amor.
No basta creer, es seguir el Calvario,la muerte egocéntrica y amar a los demás ,como Dios nos ama ,por eso pedid y´se os dará ¿qué pedimos? sólo el Espiritu Santo.
Ya está dado en Cristo Jesús, derramado en Pentecostés,depositado en los Sacramentos de la Iglesia,ahora nos toca a nosotros.
El cristianismo no es a la carta, es salvación pero no magia, se realiza en este mundo desgarrado y dolorido ,eso es lo que ama Dios y así nos lo pidió "Amaos y amad a vuestro enemigos" así el amor en nosotros llega a plenitud
SI,Dios ama siempre, pero esta contento en los que le siguen en el camino, así les puede dar la gloria de Él.
Y el tema planteado no es un tema menor." (L. F.)
No sé exactamente hasta donde discrepa David Q de Santo Tomás, ya que no concreta, pero también se puede decir que es osado citar sólo a medias al Aquinate y no reconocer que él mismo dice que, en uno de los sentidos, Dios sí ama a todos por igual. No creo que sea precisamente la primera vez que una cuestión así tenga una explicación más completa y compleja que meramente desechar parte de una aparente contradicción.
Sobre el tan manido argumento de que Santo Tomás negaba la Inmaculada Concepción, como dice DJL, es necesario recordar que Tomás sí creía en la Inmaculada; simplemente afirmaba que no era dogma de fe. Está claro que si hubiera sido previamente declarada verdad de fe por la Iglesia, ni se habría puesto a discutir sobre el particular.
En todo caso, emplear como argumento que un Doctor de la Iglesia, el que sea, no afirmaba un dogma previamente a su proclamación es no entender qué es la Iglesia y como la viven los santos.
Utilicen la inteligencia que les ha dado Dios. Procuren no seguir determinadas formas de pensamiento que no llegan a ningún sitio. Porque quiénes son más "santos" al final lo deciden los hombres. Y en la mayoría de los casos, no los más rectos. Dios quiere a todos por igual. Incluso a quienes otros desearían que despreciase. El motivo por el que lo hacen es el verdadero sentido que tienen preguntas como éstas en su transfondo.
----
LF:
Sin duda Santo Tomás era un extremista profundamente equivocado. Está claro.
Y el trasfondo de escribir este post es que yo me creo más santo que nadie y creo que los demás son viles gusanos que merecen el infierno. Faltaría más.
¿He dicho que me creo más santo? No, no, SÉ que lo soy.
Hale, ¿contento?
y dejo una pregunta ¿si hay una predestinación de los santos? (que yo desconozco), tiene que haber una predestinación de los reprobados, puesto que no hay término medio ¿no? O eres santo o no lo eres, y si "no estás en una lista" tienes que estar por fuerza en la otra... :-?
Acepto correcciones puesto que no soy teóloga ni nada parecido. Mis fuentes son el catecismo y las encíclicas, fuente a la que recurro para formarme y resolver mis dudas (a demás de muchos excelentes artículos de este portal). Saludos cordiales.
---
LF:
Debes saber que hay una predestinación de los santos y no de los reprobados. A los santos Dios los predestina para la salvación. Los condenados se condenan no porque Dios les haya predestinado al infierno sino por su propia culpa.
Quiero verlo así, pero a lo mejor es solo eso, que quiero, porque lo otro, me sorprende y hasta me crea cierto malestar o desconcierto como dice el post.
Hasta donde se solo hay controversia en como entender la gracia eficaz, ¿es eficaz porque Dios prevee las buenas obras que haremos con esa gracia o gracias sucesivas posteriormente? y por eso las da? o ¿es eficaz porque Dios la da sin preveer nada, solo es eficaz perse sin depender de futuras decisiones o futuras gracias aceptadas?, pero al fin y al cabo al momento de recibirla es eficaz por sí misma y creo que ambas posturas aceptan ese hecho, lo que pone complicado el asunto creo yo es que Dios sabe lo que haremos en el futuro y previniendo esto puede actuar en consecuencia en orden a su plan de salvación.
Una pregunta que me hago es la siguiente, María recibió la gracia eficaz de estar inmaculada de pecado original al momento de su concepción, ¿Dios le dio esa gracia a sabiendas que luego aceptaría ser su Madre? ¿o le dio esa gracia a pesar que en teoría ella podría rechazar ser su Madre posteriormente? digo en teoría porque también fue eficaz la gracia actual que recibió María al momento de concebir a Jesús pues aunque en teoría podía negarse a concebir a la segunda persona de la Santísima Trinidad en realidad eso no era posible en la práctica, pero digo un supuesto, suponiendo que ella pudiera en la práctica haberse negado, es decir sino hubiera sido gracia eficaz la concepción cuando el ángel le hablo a María, ¿Dios le hubiera dado igualmente con anterioridad la gracia eficaz de la inmaculada concepción? ¿que hizo que esa gracia tuviera el rango de eficaz? es decir que Dios si o si determina que tiene que ocurrir, ¿que María posteriormente aceptara otras gracias que podría rechazar? o ¿es eficaz a pesar de que María luego no obre bien respecto la gracia y Dios la da por su amor diferenciado a las criaturas?
Es cierto que Dios ama más a unas criaturas que a otras, la cuestión es el enfoque que se le da a la manera en que El da gracias y como juega la voluntad en cada una de ellas, sabiendo que Dios sabe todo incluso nuestro futuro y es todopoderoso, además que es Sumo Juez y Legislador, así que veo posible cualquier enfoque tanto el molinista donde Dios prevee lo que haremos con las gracias y por eso las da y el tomista que se basa más en la bondad llena de infinita sabiduría de Dios, así es como entiendo ambas posturas.
Porfavor me corrijen si me equivoco para mi es un tema complejo y cualquier luz que me puedan dar mejor que mejor, estoy deseoso de recibir correcciones y si son crudas y duras, mucho mejor aún, con mucho agradecimiento y caridad he de atender todo lo que puedan decirme, capaz hasta entiendo mal el molinismo y el tomismo al respecto, no lo se. Dios los guarde
----
LF:
Elegir entre Santo Tomás y San Agustín por un lado y Molina por otro, es tan simple como elegir entre dos de los más grandes santos y teólogos de la Iglesia y uno que no fue ni una cosa ni la otra. Y que además reconoció expresamente que se alejaba de las enseñanzas de aquellos dos. Allá cada cual. Yo me quedo con los santos.
No es este el lugar para debatir sobre el molinismo. Ya habrá tiempo y posts -probablemente no en este blog- para ello.
1. Nos cuesta que Dios ame más a otros. Lo entiendo, creo, pero me parece un poco soberbio. A mí me llena de alegría que Dios ame más a la Virgen María que a mí. Y estaría (y/o sería) peor de lo que estoy si pensara lo contrario. Y me llena de alegría por el amor que le tengo, aunque pequeño e imperfecto. Materializarlo es un error. No es que Dios haya repartido la paga para comprar chucherías y a la Virgen 1000 * ∞, a y mí 20 cts.
Entramos en el Misterio y lo mejor es pedir luz al Espíritu y vivirlo con humildad y agradecimiento. Cada uno de nosotros puede decir: "Me amó y se entregó por mí".
2. Lo de calcular con el infinito de Dios es erróneo, pero algunos razonamientos me parece que también lo son: "Dios me ama infinitamente" El caso es que como yo no tengo capacidad infinita para recibir su amor, yo pongo el límite, mi ser de criatura (participado) pone el límite. Ese amor infinito y eterno es el que se tienen las Personas Divinas.
Pero vamos, hasta donde yo llegué, los matemáticos tenían problemas con el infinito....y son sólo números.
El Amor se podria definir como el don de la abundancia del querer bien(no hay mayor querer,que el de querer llevar a las almas a Dios);por tanto,el que mas don recibe de Dios,mas se conforma en dador,convirtiendose en distribuidor de la gracia de Dios. Al final,un cristiano que vive en gracia y comunion, esta encantado de dar gracias a Dios por los dones que ha repartido a otros como EL ha querido para la edificacion de SU Iglesia. Y por eso,a los que Dios ha hecho mas santos,dandoles mas,son mas amables para nosotros porque brillan mas,iluminandonos la Verdad,que es Cristo.
Todo queda en casa,en el edificio espiritual,en el Cuerpo de Cristo.
La Paz de Cristo.
Eres listísimo, en serio. Y ahora que comprendo que Dios te quiere más a ti que a mi, lógicamente, espero no haberte ofendido por no entender qué pinto yo, miserable piojo, en la Iglesia si no entiendo qué es y cómo la viven los santos como tú.
Con respecto al texto que cité de Sto. Tomás acerca de la Inmaculada lo hice por ser víspera de su fiesta no porque tenga especial inquina a este gran santo cuya enseñanza recomienda vivamente la Iglesia a pesar de su error puntual ¿puedo decir error o mejor que emplee un eufemismo?
---
LF:
Santo Tomás de Aquino se atrevió. Ya ve usted qué cosas.
Del mismo modo, todo esfuerzo humano por evitar el mal sería inútil si Dios le ha predestinado a uno ser santo, ya que, haga lo que haga, será santo.
Asumiendo que la predestinación no predestina al mal, a los que Dios "no quiere" no les queda más remedio, en el mejor de los casos, que el purgatorio. La pregunta es, ¿para qué? Si de todas maneras no alcanzarán la santidad, porque Dios no lo quiere, ¿de qué sirven los millones de años de purgatorio? ¿Pasaremos allí la eternidad porque Dios así lo decidió desde antes de que naciéramos? Y entonces, ¿de qué sirven las oraciones por las almas del purgatorio? Nunca saldrían de allí, por más que oremos. De nada valdría la intercesión de los santos si todo está ya escrito desde antes de nacer.
Una cosa muy distinta es que todos (repito, todos) tengamos el potencial de ser santos -ese es nuestro "destino"- y que a través de las decisiones que tomamos elijamos seguirlo o no. Pero si nuestro libre albedrío no tiene ningún impacto en nuestro destino, "comamos y bebamos que mañana moriremos".
---
LF:
Debería usted saber que el purgatorio es para los salvos, no para los condenados. También debería saber que no es eterno y siempre se sale de él con destino al cielo. Siempre, sin excepción. El destino eterno de todos los hombres solo tiene dos variantes: cielo o infierno.
Uno no es santo haga lo que haga porque Dios le ha predestinado a ser santo. Más bien uno hace las obras de santidad porque Dios le ha concedido que las haga. De hecho, Dios ha preparado esas obras de antemano para que sus santos anduvieran en ellas (Efe 2,10). Sin que eso signifique que no son realmente obras del santo. Vuelvo a repetir que hasta nuestros méritos son obra de Dios. Cito del Catecismo, que a su vez cita a San Agustín:
«Manifiestas tu gloria en la asamblea de los santos, y, al coronar sus méritos, coronas tu propia obra» (Prefacio de los Santos I, Misal Romano; cf. "Doctor de la gracia" San Agustín, Enarratio in Psalmum, 102, 7).
La santidad es obra del Espíritu Santo. Cada intervención de Dios es muestra de su amor, porque El es amor, mientras más interviene Dios más amor demuestra, como todo bien procede de Dios y ningún bien podemos hacer exclusivamente por nuestra cuenta, entonces he ahí que ciertamente Dios ama más a unas personas que a otras, pero es porque Dios interviene más en unas personas que en otras. Nada bueno podemos hacer por nosotros mismos eso es importantísimo saberlo. Entonces si san Padre Pío es más santo es porque Dios obro más en el. Cuando ejercemos la voluntad para hacer el bien, estamos movidos por la gracia de Dios y es Dios quien nos mueve a hacer el bien, cuando obramos mal si estamos obrando por nuestra cuenta.
Moraleja: Hay que ser dóciles con Dios cual oveja, no oponer ninguna resistencia, si somos dóciles a su gracia, el podrá actuar mucho más, mostrándonos más y más amor, si quieres que Dios te ame más, simplemente deja que el actúe más y más en tu alma siendo dócil, no estando a la defensiva, algo así como dejarse llevar por el mar como si flotáramos dejarse llevar por la corriente de su gracia, que no anula nuestra voluntad sino que la llena de plenitud.
Si somos buenos lo somos porque Dios ha querido y nos ha movido a hacer el bien. Si somos malos lo somos por nosotros mismos ejerciendo de mala manera nuestra libertad.
Estoy super feliz!!!!! Muchas Gracias Luis Fernando y sobretodo al Padre Iraburu, que tesoro, gracias gracias!!! capaz no me explique del todo bien, pero lo veo claro ahora. :D :D :D :D
Moraleja: Hay que ser dóciles con Dios cual oveja, no oponer ninguna resistencia, si somos dóciles a su gracia, el podrá actuar mucho más, mostrándonos más y más amor, si quieres que Dios te ame más, simplemente deja que el actúe más y más en tu alma siendo dócil, no estando a la defensiva algo así como dejarse llevar por el mar como si flotáramos dejarse llevar por la corriente de su gracia, que no anula nuestra voluntad sino que la llena de plenitud.
Agrego...
Lo que agrego a lo dicho anteriormente, es que cuando seas más dócil has de saber que estas siendo dócil por gracia de Dios, no hay porque estar confundido en cuanto a nuestra voluntad, pues como se dijo antes Dios es fuente de todo bien y la base de toda existencia positiva.
Al nosotros querer ser dóciles ya es muestra de que Dios está interviniendo en nuestra voluntad moviendola a querer y hacer el bien, los animo a querer ser dóciles a la gracia de Dios.
Pedro, apóstol de Jesucristo, a los elegidos extranjeros de la dispersión del Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en la santificación del espíritu para la obediencia y la aspersión de la sangre de Jesucristo: la gracia y la paz os sean multiplicadas.
1 Ped 1,1-2
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en Cristo nos bendijo con toda bendición espiritual en los cielos; por cuanto que en Él nos eligió antes de la constitución del mundo, para que fuésemos santos e inmaculados ante Él en amor, predestinándonos a la adopción de hijos suyos por Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad,
Efe 1,3-5
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y al conocimiento de la verdad, que se ajusta a la piedad,
Tito 1,1
¿Y Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a El día y noche, aun cuando los haga esperar?
Lucas 18,7
"Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días.... Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos... Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo".
(Marcos 13: 20, 22, 27)
¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos;
(Rom 11:7)
Hay más, pero la cosa está clara. Por eso tenemos una plegaria eucarística que reza así:
Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa; ordena en tu paz nuestros días, líbranos de la condenación eterna y cuéntanos entre tus elegidos.
En todo caso, cuando Dios muestra predilección por la Virgen y los santos, no es un amor que no esté dando también al resto de sus hijos: si Dios ama más al P. Pío al darle tantas gracias, ese amor también se lo está haciendo llegar a quienes se benefician de las gracias de San Pío. Cuando Dios ama de modo predilecto a algún santo está compartiendo ese amor con nosotros.
Ahora ya me ha quedado todo claro, es decir las gracias ministeriales y de estado, se dan a todos los receptores por igual, como yo sostengo en mi primer aporte, la gracia salvífica la recibimos en mayor o menor medida, es decir la necesaria para nuestra salvación, por tanto todos somos hijos de Dios, quiere que todos nos salvemos, la mayor o menor medida de esta gracia no significa que Dios nos ame más o menos, significa, esta gracia también es igualitaria, en orden al fin buscado (la salvación) como un padre que quiere igual a sus hijos, ayuda más al que más lo necesita y menos al que menos lo necesita.
Pero como muy bien señala Falstaff, existen gracias especiales en el caso de los santos, especialísimas en el caso de la Stama. Virgen, que como Falstaff, dice muy bien son gracias de predilección, de especialísima y única predilección en el caso de la Stama. Virgen. que Dios derrama sobre sus predilectos a los que ama más y muchísimo más que a nadie a la Stma. Virgen.
Con lo cual Sto. Tomás afirma: Dios a ama a los más santos, de hecho son más santos porque Dios los ama más.
Pero claro como Falstaff, bien dice, estas gracias son gracias carismáticas, es decir gracias "ex opere-operato", es decir un carisma, no sólo se da para la persona receptora, para su santificación, sino que lo principal del carisma es que se de para la santificación de todos, y todos participamos en igual medida de estas gracias de predilección por la comunión de los santos, como participamos en igual medida de la obra redentora de Cristo, por la gracia de especialísima y única predilección de la Santísima Virgen María.
Al final como todos participamos en igual medida de estas especialísimas gracias debido a la comunión de los santos, resulta que Dios nos ama a todos por igual, aunque ame más a los mejores.
Con lo cual este aparente contrasentido queda resuelto.
¿Y si no? Significa que no puede uno hacerlas. El resultado es el mismo. Si Dios no ha decidido DE ANTEMANO que yo voy a ser santo, no importa cuánto me esfuerce, jamás podré serlo.
"el purgatorio es para los salvos, no para los condenados." Eso es lo que yo sé, pero no es lo que se deduce de la predestinación. Si yo no puedo ser salvo porque Dios no lo quiso DE ANTEMANO, entonces tampoco hay purgatorio para mí, sólo infierno. Significa entonces que Dios ya me condenó antes de yo nacer, sin que yo tenga culpa ni participación en eso.
Es por eso que la teoría de la predestinación es incorrecta. "Dios hace salir el sol sobre buenos y malos", es decir, a todos nos da las mismas oportunidades. A todos ofrece oportunidad de santificarse aunque sea ofreciendo un vaso de agua (Mt 10,42). Demostrado plenamente en el libro de Jonás. Los ninivitas tuvieron la oportunidad de salvarse y la tomaron, como también podrían haberla rechazado. Bajo la premisa de la predestinación los ninivitas de todas maneras iban a salvarse, la obra de Jonás fue inútil, cómo él mismo lo creía, porque "Dios se arrepintió de las amenazas que les había hecho y no las cumplió." (Jonás 3,10) ¿Dios le mintió o se mintió a sí mismo? (cosas ambas que sabemos que El no hace) ¿Para qué? ¿Para que Su plan se cumpliera si de todas maneras iba a cumplirse con o sin la participación de Jonás? No tiene sentido.
Con la predestinación toda la historia bíblica resulta siendo una farsa. No hay ovejas ni cabritos en el Juicio, Adán de todas maneras iba a pecar, Caín a matar y Salomón a ser rey. El arrepentimiento, el bautismo y todos los sacramentos resultan inútiles porque ya estamos predestinados a casarnos y divorciarnos, a matar y mentir. El joven rico no podía decidir vender sus bienes y cumplió los mandamientos inútilmente. Zaqueo no hizo nada subiéndose al sicomoro, Zaqueo ya era "salvo" desde antes de nacer. ¿Fue obra de santidad defraudar a los demás? ¿Qué hay de la frase "HOY entró la salvación a esta casa" ¿Es también mentira porque ya había entrado desde antes que Zaqueo naciera?
Excepto algunos casos excepcionales, que son los menos, pocas personas fueron elegidas "desde el seno de su madre" (Jeremías 1,5; Jn 9, 3). Pero aún así, Judas Iscariote por ejemplo, también era de los elegidos y falló. ¿Estaba predestinado a fallar? ¿O acaso Jesús sabía que "estadísticamente" iba a haber al menos un traidor entre los Doce? Ciertamente, todos los Apóstoles le fallaron al Señor, sólo uno fue tan tonto de no esperar tres días y verlo Resucitado. Si aceptamos la predestinación, Judas estaba destinado a matarse, no fue su decisión. Si en cambio, asumimos que fue su decisión, también pudo haber decidido arrepentirse y ¿se puede imaginar qué grandeza de santo tendríamos en ese pecador arrepentido?
----
LF:
Oye, mira, ya te he mostrado lo que la Biblia enseña sobre la elección. En estos posts se te muestra también lo que la Iglesia enseñan acerca de la predestinación:
http://infocatolica.com/blog/mirada.php/1408120452-10-predestinacion-ii-doctrina
http://infocatolica.com/blog/mirada.php/1408150136-12-predestinacion-iii-doctrin
Y si con eso no te vale, ¿qué quieres que le haga? ¿vas a decirnos que la Biblia y la Iglesia están equivocadas?
En fin...
Uno puede estar predestinado a la salvación desde antes de nacer -de hecho, no hay ningún salvo que no lo esté-, sin que eso signifique que no hay un momento concreto de su vida en que accede a ese don. Pero eso es por pura voluntad y propósito divinos.
Mira qué bien lo explica San Pablo:
... que nos salvó y nos llamó con vocación santa, no en virtud de nuestras obras, sino de su propósito y de la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos eternos
2 Tim 1,9
Tienes una empanada seria con el tema del purgatorio, pero no es el tema del post.
Pero también yo quiero aportar un texto para la reflexión:
"El Dios De todo o teme a nadie, ni lo intimida la grandeza, pues el hizo al pequeño y al grande y de todos cuida por igual"
Sab 6,7
---
LF:
Ya he puesto enlaces a los posts de Alonso Gracián en los que cita el Magisterio.
---
LF:
No se trata de discutir sino de aprender de quien sabe, caso de Santo Tomás.
El que no sabe corresponder al Amor de Dios, termina por perder ese amor de Dios, por duplicado o más.
Los que no son amados del Señor, no es culpa de Dios, sino de si mismo, enterrar el talento, la tibieza, la mundanidad, los vicios y pecados.
«El Señor conoció a los que son suyos, y que todo el que invoque el Nombre del Señor, que se aparte del pecado» (2º.Tm 2, 19)
Para que el Seños nos conozca debemos identificarnos con el Amor, Dios nos reconocerá si obramos con misericordia, y la misericordia no tiene trato con la mundanidad, pues nos aleja de Dios. El mundo nos hace irreconocibles para la salvación eterna.
Cuando leemos la parábola de las vírgenes necias y las prudentes (Mt 25) dice el Señor a las necias, «En verdad, os digo que no os conozco» (v.12), por eso necesitamos velad, si dejamos de velar, si nos descuidamos en la oración, no estamos perseverando.
También en el Evangelio de San Lucas 13, 24-28, nos habla de caminar, entrar por la puerta angosta. El Señor dirá si no lo hemos hecho, si hemos preferido las exigencias del mundo y la de nuestro hombre viejo, si hemos consentido los caprichos del "yo": «No sé de donde sois, apartaos de Mi, todos los agentes de iniquidad» (v.28). A los agentes de iniquidad, el Amor de Dios no le llega, la vanagloria, el orgullo, la soberbia, las herejías, etc. De nada le servirán “hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas” (v.26).
Las enseñanzas de Cristo las oímos en las parroquias, en las misas, pero si no obramos conforme las lecturas de la Palabra de Dios, si no hacemos caso, a las enseñanzas del Evangelio, el amor de Dios no llega a nosotros. Y es culpa nuestra por tener el corazón embotado. Porque el cristiano no debe pertenecer al mundo. Para que el Señor nos reconozca, recordemos que hemos de obrar conforme al Corazón de Cristo. Nuestra salvación para la vida eterna debe estar unida a la perseverancia.
"Por tanto, Dios no ama más a una persona porque sea más perfecta y santa, sino que ésta es más santa y perfecta porque ha sido más amada por Dios."
Y de ahí conocemos, que de grandes pecadores se han convertido en grandes Santos y Santas, porque no se quedaron con los brazos cruzados. Y algunos de ellos hasta doctores y doctoras de la Iglesia Católica. Una de las condiciones para ser santos es la perseverancia, en la conformidad con la Voluntad de Dios.
Miguel25, gracias a ti. Lo que pretendía explicar enlaza con la parábola de los talentos. Precisamente, un aspecto que tienen los santos es que desean con fervor compartir las gracias que Dios les ha dado. San Pío de Pietrelcina o la beata Teresa de Calcuta son ejemplos recientes de cuánto deseaban volcar en los demás lo que Dios les había dado.
---
LF:
Sí, hasta la disciplina encaminada a corregir al pecador de su pecado lo es. No es carga insoportable. Es vida.
---
LF:
No, solo necesitas un versículo:
Porque muchos son los llamados y pocos los elegidos.
Mat 22,14
:-)
“Es verdad evidente que Dios nos ama a todos con amor infinito; pero es un error también evidente el afirmar que algo es amado infinitamente, si no es el mismo Dios: la acción es infinita, porque es un solo acto, y ése infinito; mas la pasión, la recepción de esa acción infinita es necesariamente limitada al recibirse en un sujeto que no sea infinito, y limitada precisamente en la medida de la capacidad de ese sujeto: es verdadera la infinidad del verbo amar en voz activa, pero no lo es en modo alguno en la pasiva, si esa pasiva se refiere a las creaturas.
En nuestro modo ordinario de hablar transferimos, no obstante, las variaciones del sujeto receptor a la misma actividad del agente que obra en él.
Así decimos, v.gr., que el sol ilumina más a un objeto que a otro; que hoy luce el sol, o que hoy no lució el sol: todos sabemos, sin embargo, que no es el sol lo que cambia: hoy lució el sol lo mismo que ayer, y la misma actividad iluminante tiene cuando un objeto está lejos o está cerca, a la luz o a la sombra: lo que cambia, lo que muda y varía, son los objetos iluminados; y esa variación la transferimos por una pura figura de lenguaje a la actividad solar.
Y así, con esta misma figura de lenguaje, decimos que Dios se ama más a Sí mismo y a Cristo y a la Virgen que a nosotros, y a nosotros más que a los animales irracionales, queriendo expresar con ello los diversos grados de participación o recepción del amor infinito”.
(1) Antonio Pacios López; El Amor; Libro Segundo; cap. VIII, pág 70/71; Ediciones Acervo; ed.1972
Dejar un comentario