¿Quién consideraría legítima una reconciliación lograda a costa de la verdad?
La unidad de los cristianos es tan deseable, que Cristo pidió al Padre por ella. Por tanto, toda iniciativa dirigida a lograr dicha unidad es loable, siempre que tengamos en cuenta que no habrá unidad verdadera posible renunciando a la verdad. Esto no lo digo yo. Lo dijo San Juan Pablo II en su encíclica Ut unum sint:
18. Basándose en una idea que el mismo Papa Juan XXIII había expresado en la apertura del Concilio, 31 el Decreto sobre el ecumenismo menciona el modo de exponer la doctrina entre los elementos de la continua reforma. No se trata en este contexto de modificar el depósito de la fe, de cambiar el significado de los dogmas, de suprimir en ellos palabras esenciales, de adaptar la verdad a los gustos de una época, de quitar ciertos artículos del Credo con el falso pretexto de que ya no son comprensibles hoy. La unidad querida por Dios sólo se puede realizar en la adhesión común al contenido íntegro de la fe revelada. En materia de fe, una solución de compromiso está en contradicción con Dios que es la Verdad. En el Cuerpo de Cristo que es « camino, verdad y vida » (Jn 14, 6), ¿quién consideraría legítima una reconciliación lograda a costa de la verdad? La Declaración conciliar sobre la libertad religiosa Dignitatis humanae atribuye a la dignidad humana la búsqueda de la verdad, « sobre todo en lo que se refiere a Dios y a su Iglesia », y la adhesión a sus exigencias. Por tanto, un « estar juntos » que traicionase la verdad estaría en oposición con la naturaleza de Dios que ofrece su comunión, y con la exigencia de verdad que está en lo más profundo de cada corazón humano.
Dicho lo cual, el papa Francisco ha afirmado lo siguiente en Estambul (antigua Constantinopla) ante el Patriarca Bartolomé I:
La plena comunión no significa si sumisión ni absorción, sino acogida de todos los dones que Dios nos ha dado a cada uno… Para llegar a la meta deseada de la plena unidad, la Iglesia católica no pretende imponer condición alguna.
Ciertamente la fe católica no se puede imponer. El hombre es libre para aceptarla por gracia o puede rechazarla por su condición pecaminosa o por algún tipo de ignorancia invencible que puede disminuir e incluso anular su culpabilidad. Pero la verdad completa está y seguirá estando en el mismo lugar que siempre. Es decir, en el depósito de la fe que únicamente es guardado de forma completa por la Iglesia Católica. El resto de iglesias y comunidades eclesiales cristianas no lo custodian de forma íntegra. Es más, rechazan de forma abierta no pocos de sus puntos. En algunos casos, muchos.
A día de hoy, los siguientes dogmas de fe no son aceptados por los ortodoxos:
- Purgatorio. Curiosamente rezan por sus muertos, pero no aceptan que haya un lugar intermedio en el que son purificados y purgados. ¿Es inconsistente? Sí, pero es lo que hay
- Pecado original. No creen que el pecado ancestral -así lo llaman- de los primeros padres pase a generaciones futuras. Sí creen que pasa la tendencia hacia el pecado, pero su concepción sobre el libre albedrío tiene claras reminisencias pelagianas.
- Inmaculada Concepción. Creen que María fue sin pecado, pero como no creen en el pecado original, no consideran necesaria esa doctrina católica.
- Doctrinas sobre el papado. No creo necesario explicarlo.
- Matrimonio cristiano. Aceptan el adulterio. Es decir, aunque no casan a parejas adúlteras, sí las bendicen.
¿Y bien? ¿puede haber comunión plena con los ortodoxos mientras se mantenga su rechazo a esos dogmas de fe?
O, aún más importante, ¿puede la Iglesia Católica renunciar a la condición dogmática de esas doctrinas en aras a una comunión plena con los ortodoxos? ¿podría hacer tal cosa sin dejar de ser la Iglesia Católica?
La respuesta a esas preguntas siempre será “no".
El Papa tiene razón en que la unión no significa ni sumisión ni asborción, sino acogida de todos los dones que nos ha dado Dios a unos y otros. Pues bien, entre esos dones que es necesario que los ortodoxos acojan figuran, sin el menor género de dudas, esos dogmas de fe. Porque como verdades que son, nos hacen libres.
¿Tienen dones los ortodoxos que los católicos no tenemos, mayormente, hoy en día? Sin duda. No tienen ustedes más que ver cómo celebran la Liturgia. Y cómo se han visto libres de la plaga del modernismo o el liberalismo teológico.
La lista de dogmas que no aceptan los protestantes es tan larga que no creo que merezca la pena abordarla. Pero también de ellos podemos acoger el don de su conocimiento bíblico que supera con creces al del católico medio. Siempre sabiendo que por mucha Biblia que se conozca, si se interpreta mal, el problema es muy serio.
¿Significa eso que no hay nada que hacer para lograr la comunión plena? Nuevamente parece necesario recordar lo indicado por el santo papa polaco en su mencionada encíclica:
En el diálogo nos encontramos inevitablemente con el problema de las diferentes formulaciones con las que se expresa la doctrina en las distintas Iglesias y Comunidades eclesiales, lo cual tiene más de una consecuencia para la actividad ecuménica.
En primer lugar, ante formulaciones doctrinales que se diferencian de las habituales de la comunidad a la que se pertenece, conviene ante todo aclarar si las palabras no sobrentienden un contenido idéntico, como, por ejemplo, se ha constatado en recientes declaraciones comunes firmadas por mis Predecesores y por mí junto con los Patriarcas de Iglesias con las que desde siglos existía un contencioso cristológico. En relación a la formulación de las verdades reveladas, la Declaración Mysterium Ecclesiae afirma: « Si bien las verdades que la Iglesia quiere enseñar de manera efectiva con sus fórmulas dogmáticas se distinguen del pensamiento mutable de una época y pueden expresarse al margen de estos pensamientos, sin embargo, puede darse el caso de que tales verdades pueden ser enunciadas por el sagrado Magisterio con palabras que sean evocación del mismo pensamiento. Teniendo todo esto presente hay que decir que las fórmulas dogmáticas del Magisterio de la Iglesia han sido aptas desde el principio para comunicar la verdad revelada y que, permaneciendo las mismas, lo serán siempre para quienes las interpretan rectamente».
A este respecto, el diálogo ecuménico, que anima a las partes implicadas a interrogarse, comprenderse y explicarse recíprocamente, permite descubrimientos inesperados. Las polémicas y controversias intolerantes han transformado en afirmaciones incompatibles lo que de hecho era el resultado de dos intentos de escrutar la misma realidad, aunque desde dos perspectivas diversas. Es necesario hoy encontrar la fórmula que, expresando la realidad en su integridad, permita superar lecturas parciales y eliminar falsas interpretaciones.
Por supuesto, no es necesario esperar a la comunión plena para mantener unas relaciones fraternarles con los hermanos separados. Podemos rezar juntos, apoyar principios morales comunes, etc.
Luis Fernando Pérez Bustamante
62 comentarios
No sabía que tuvieran los ortodoxos esa concepción del pecado original y por tanto de la Inmaculada Concepción.
Leyendo por internet, no sé si es el mejor lugar para exponerlo, encuentro que justifican la negación a la inmaculada diciendo que solo Cristo es el inmaculado, y suelen citar a San Ambrosio:
“De todas los nacidos por mujeres, es completamente Santo solo nuestro Señor Jesucristo, Quien por un especial, nuevo modo de inmaculado nacimiento, no experimentó la corrupción terrenal.”
¿Es cierta esa cita?
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LF:
Posiblemente, pero en todo caso los ortodoxos creen que María nunca pecó.
Pero la buena pastoral incluye la verdad: ortopraxia integral es también ortodoxia.
Por lo tanto, un ecumenismo todo lo sincero y fiel a la verdad que se pueda.
Fuera de esto, todo son saludos a la bandera. O a la mitra...
Creo que el único ecumenismo que vale la pena es la oración y obras de caridad conjuntas. Eso de dialogar y darle vueltas a los mismo no creo que sirva de mucho. Al fin y al cabo, seamos sinceros, el único ecumenismo sano es el que busca la conversión de ortodoxos y protestantes. Eso no se puede decir muy alto a día de hoy, pero es que sólo volviendo ellos a la Iglesia de la que se fueron es como se puede conseguir la verdadera unidad.
Claro que para conseguirlo, primero los católicos tenemos que creérnoslo de verdad. Es muy difícil trasmitir la fe si el descreimiento campa a sus anchas dentro de la propia Iglesia.
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LF:
Bueno, y no he entrado en el tema del filioque por no complicar más el post.
Apuntas bien al decir que si dentro del propio catolicismo hay un descreimiento muy difundido, difícilmente vamos a avanzar nada.
Por eso nos dejó el siguiente encargo: "os ruego hijos Míos, que estéis en oración constante y que os améis los unos a los otros. Abandonaos completamente a Dios y Él hará lo demás".
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LF:
Sí, claro. Cuando Cristo vuelva, todos unidos.
¿Dónde y a quién dijo tal cosa la Virgen?
Porque como sea de Vassula, diré que la considero una falsa profetisa a la altura de una Elena White, fundadora del adventismo del séptimo día.
Y yo no admito citas de falsas profetisas en mi blog.
Saludos cordiales.
Pues eso, ojalá lo veamos. Hay que rezar mucho, mucho por ello.
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LF:
A los protestantes evangélicos les importa un pimiento lo que hagan católicos y ortodoxos. Para ellos los ortodoxos son una especie de católicos sin Papa y poco más.
¿Conoces alguna obra donde se recojan de manera sistemática los dogmas de la Iglesia? Entiendo que el catecismo, pero me refiero a alguna obra en que se citen los dogmas de tirón con breve exposición de qué conllevan.
Gracias.
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LF:
No.
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LF:
El Papa es la cabeza del colegio episcopal en la Iglesia Católica. El Patriarca de Constantinopla no es la cabeza del colegio episcopal entre las iglesias ortodoxas. Es decir, no manda nada. Ni poco ni mucho. Nada.
Comparto el comentario de Faistaff. Creo que el "para que todos sean uno" que Jesús quiere se va a dar con la oración –justamente lo que hizo Jesús. Él dijo la Verdad y rogó al Padre para que todos la recibiéramos.
Lo veamos a nivel individual. Si yo estoy en un error debo modificar mi forma de pensar, renunciar al error y aceptar la verdad. No hay verdades a medias. Cuando hay rectitud de intención y un auténtico interés de alcanzar la verdad, el Espíritu Santo nunca nos niega la gracia de llegar a ella. Pero debo estar convencida de querer abrazar la verdad al reconocerla, y dispuesta a renunciar a todo error, por pequeño que este sea. No se puede concertar dos contrarios (como dice Santa Teresa de Jesús en otro contexto: cf. "Vida" – Cap. 8 n. 17).
Jesús ruega: "también por aquellos que, POR MEDIO DE SU PALABRA (la de los apóstoles), creerán en Mí". La predicación de la Verdad, la iluminación del Espíritu Santo y la humildad del que quiere alcanzar la Verdad obrarán el "para que todos sean uno".
Creo, como Faistaff, que "el único ecumenismo sano es el que busca la conversión de ortodoxos y protestantes. Eso no se puede decir muy alto al día de hoy, pero es que SÓLO VOLVIENDO ELLOS A LA IGLESIA DE LA QUE SE FUERON es como se puede conseguir la verdadera unidad".
Y creo también que muchas veces se calla por vergüenza el decir que "LA VERDAD COMPLETA ESTÁ Y SEGUIRÁ ESTANDO en el mismo lugar que siempre. Es decir, EN EL DEPÓSITO DE LA FE QUE ÚNICAMENTE ES GUARDADO DE FORMA COMPLETA POR LA IGLESIA CATÓLICA".
Copio del Catecismo:
La Inmaculada Concepción
490 Para ser la Madre del Salvador, María fue "dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante" (LG 56). El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como "llena de gracia" (Lc 1, 28). En efecto, para poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese totalmente conducida por la gracia de Dios.
491 A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios (Lc 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX:
«... la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus: DS, 2803).
492 Esta "resplandeciente santidad del todo singular" de la que ella fue "enriquecida desde el primer instante de su concepción" (LG 56), le viene toda entera de Cristo: ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo" (LG 53). El Padre la ha "bendecido [...] con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo" (Ef 1, 3) más que a ninguna otra persona creada. Él la ha "elegido en él antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor" (cf. Ef 1, 4).
493 Los Padres de la tradición oriental llaman a la Madre de Dios "la Toda Santa" (Panaghia), la celebran "como inmune de toda mancha de pecado y como plasmada y hecha una nueva criatura por el Espíritu Santo" (LG 56). Por la gracia de Dios, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida.
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O sea, la Virgen María por gracia especialísima de Dios, fue redimida desde su concepción para que así pudiera ser concebida (en su tiempo) sin mancha de pecado original. Por eso el ángel la llama "la llena de Gracia", antes de su "fiat"
Fue redimida como todo mortal, aún antes, como don especialísimo de Dios, de la muerte del Redentor, y de este modo su seno fue preservado de todo pecado para así formar el Cuerpo Santo de Jesús.
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LF:
No es este un post destinado a defender la fe católica en relación a los errores de los orientales. Está para indicar lo mucho que no separa a nivel dogmático. Y digo mucho porque basta un solo dogma como para que la separación sea enorme.
Aunque claro, comparado con los protestantes, están casi al lado nuestro.
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Esta es otra de las frases papales que, tomadas literalmente, crean falsas expectativas incumplibles, según ha opinado recientemente un eminente cardenal.
Si en cambio hubiese expresado:
"Para llegar a la meta deseada de la plena unidad, la Iglesia católica no pretende imponer condición alguna, por encima de las que exige el acatamiento de la Verdad."
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entonces la idea quedaría redondamente católica.
Pero así se alejaría de la "corrección política" vigente, que presupone la igualdad de las religiones, y su consecuente coexistencia sincrética y pacífica.
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LF:
No, la palabra imposición no cabe en ningún caso, porque la fe no se impone.
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LF:
No hay problema. Los ortodoxos no están por el arrimón.
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LF:
Sí, aunque no como dogma. Pero como creen, no lo pongo en la lista.
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LF:
Es buen consejo pero no todo en el Denzinger es dogma de fe. Ni hay una lista de dogmas, que es lo que él pide
Me viene a la mente un comunicado de prensa del Cardenal Fernando Sebastian con respecto al debate por la comunión de los divorciados durante el Sinodo de la familia: «A los que temen que la Iglesia abdique de su doctrina les digo que no tengan ese temor, y a los que lo desean, les digo que lo van a desear inútilmente»
Yo creo que la Iglesia que estuvo de acuerdo en negar la comunión a los divorciados, siendo hijos de nuestra Iglesia, en el Sínodo, pues no seria posible sin torcer la doctrina, mucho menos estará de acuerdo en resignar la doctrina por la unión con los ortodoxos.
Si esta unificación es posible, el Espíritu Santo proporcionará los medios.
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LF:
Eso va incluido en el paquete "doctrinas sobre el papado".
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LF:
Bien, pero parece que se está avanzando en ese terreno. Parece que estaríamos de acuerdo en algo así como que el Espíritu Santo procede del Padre mediante el Hijo.
Ahora bien ¿como se conseguira esa deseada union?
Solo hay una manera,que es la misma mediante la cual la persona se convierte del pecado y cambia su vida "El Amor".
La unica forma de que alguien cambie su conducta es sintiendose amado y eso es lo que estan haciendo los Papas desde Pablo VI, hacer que se sientan amados y ha cambiado muchisimo la percepcion que los hermanos ortodoxos tienen sobre la Iglesia Catolica.
Han pasado de sentirse rechazados a sentirse amados,queridos por nuestra parte y eso es algo que como hermanos mayores debiamos de hacer nosotros.
La unidad ya llegara cuando Dios quiera,asi sera sin duda.
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LF:
No, no hay ese peligro. Es más, no podría aunque quisiera, pero no creo que tenga la menor intención de querer.
No descarto que algún día veamos la unión con Roma de alguna iglesia ortodoxa nacional. Pero fácil no va a ser. La conversión de los ortodoxos de forma nominal está claramente dificultada por el estado actual de la Iglesia Católica. Tengamos en cuenta que entre los ortodoxos no existen ni Pagolas, ni Küngs, ni Boffs, ni cosa parecida. Y si aparece uno, dura medio minuto. Y no ven que la autoridad del Papa sirva para zanjar ese gran problema en el catolicismo. Ante lo cual, ¿para qué venirse? Sin embargo, la gracia de Dios es capaz de superar esas deficiencias temporales por las que está pasando nuestra Iglesia.
Como todo lo que se ha apartado de Roma, como cualquiera de las miles de sectas protestantes, sedevacantistas, discípulas de Vassula Ryden, teologos arrianos, católicos nueva era, católicos nominales...
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LF:
Caminar juntos es cosa buena.
De todas formas, parece que los ortodoxos no tienen le menor intención de que haya plena comunión a menos que el Papa renuncie a lo que no puede renunciar, con lo cual, pues todo seguirá más o menos igual durante el tiempo que Dios quiera.
Se redimen los cautivos, los esclavos por causa propia o ajena.
La Virgen nunca fue esclava o cautiva. Simplemente, por gracia y poder de Dios, fue engendrada sin la esclavitud que produce el Pecado Original.
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LF:
Los ortodoxos son más serios que esa chorrada.
Se redimen los cautivos, los esclavos por causa propia o ajena.
La Virgen nunca fue esclava o cautiva. Simplemente, por gracia y poder de Dios, fue engendrada sin la esclavitud que produce el Pecado Original.
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491 A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios (Lc 1, 28) había sido REDIMIDA desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX:
492 Esta "resplandeciente santidad del todo singular" de la que ella fue "enriquecida desde el primer instante de su concepción" (LG 56), le viene toda entera de Cristo: ella es "REDIMIDA de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo" (LG 53).
Y definición de la RAE:
REDENCIÓN:
(Del lat. redemptĭo, -ōnis).
1. f. Acción y efecto de redimir.
2. f. por antonom. redención que Jesucristo hizo del género humano por medio de su pasión y muerte.
ORTOGR. Escr. con may. inicial.
3. f. Remedio, recurso, refugio.
Sobre todo pongo lo del Catecismo. La Virgen María, según Doctrina de la Iglesia, fue redimida antes de su concepción, para ser concebida sin mancha de pecado original. Para otras doctrinas, diferentes a la Católica, será lo que tú dices.
Favor de leer la parte que pongo del Catecismo.
Saludos cordiales.
Me parece que un evento clave será el concilio pan ortodoxo del 2016. Un protestante cuando se va acercando a la Iglesia va discerniendo y purificando, los ortodoxos pueden ir en ese proceso.
Con teclear en google Dogmas de la Iglesia Católica, salen varios lugares.
Hay que tener en cuenta que habrá que dirigirse a una página de doctrina cierta.
Yo tengo en mi tablet un pequeño estudio, completo y riguroso, pero no recuerdo de donde lo bajé.
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LF:
Muy bien, pero al 99,5% de los fieles de uno y otro lado, ese tema les importa algo así como un pimiento.
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LF:
Yo, sin embargo, sí creo que este Papa va a pasar a la historia.
Y sí, te explicas. Hay cardenales que más o menos han venido a decir lo mismo que tú.
Por otra parte: una cosa es el ecumenismo de las autoridades jerárquicas y otra el ecumenismo de todo el cuerpo eclesial. No se repita, poco más o menos, lo del Concilio de Florencia.
Definitivamente, viendo cómo somos y cómo estamos, la unidad tiene que venir de arriba... sin duda.
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LF:
Florencia fue una gran oportunidad perdida. Y llegaba después de la mayor crisis interna que había sufrido la Iglesia Católica en su historia... hasta ahora.
1. Ellos aceptan que "lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre" (Mt 19, 6), ya que sostienen que ninguna potestad meramente humana, ya sea los esposos o el Estado, puede disolver un matrimonio, pero, y ésta es la diferencia, sostienen que un Obispo sí puede, por la autoridad dada por Cristo a los Apóstoles cuando les dijo: "todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo" (Mt 18, 18). Esa tesis es erronea como explicó S. Juan Pablo II en las secciones 6, 7 y 8 del discurso a la Rota Romana de 2000.
2. La diferencia anterior está necesariamente unida al concepto de separabilidad entre matrimonio natural y sacramento. Para ellos, el caracter sacramental es algo "añadido" al matrimonio natural, y en base a eso sostienen que sólo el primer matrimonio es sacramento, mientras que el segundo y eventual tercero no son sacramento, sino solamente matrimonio natural. En contraste, la doctrina católica sostiene que es la misma realidad del matrimonio natural la que ha sido elevada, entre los bautizados, a la dignidad del sacramento, de modo tal que existe una inseparabilidad, más aún, una identidad, entre matrimonio natural entre cristianos y sacramento. Esto lo explicó Juan Pablo II en la seccion 13 de Familiaris Consortio y lo reiteró en la seccion 8 de su discurso a la Rota Romana de 2001.
Por lo tanto, dado que los Ortodoxos creen que el segundo y tercer matrimonio que ellos permiten son matrimonio natural pero no sacramental, en la medida en que crean esto de buena fe no cometen adulterio desde un punto de vista subjetivo.
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LF:
Cristo es claro. Los ortodoxos bendicen el adulterio. Punto. Que lo justifiquen de tal o cual manera es otro asunto. También los herejes luteranos justifican el solafideísmo de Lutero.
No imponer, pues, yo lo entiendo como esperar de una manera activa, en actitud de Madre. Esto es cualitativamente algo diferente a dejar quye pase el tiempo, que todo lo cura y todo lo ordena, y dejar a la Providencia etc sentado en una silla viendo pasar los acontecimientos. Una Madre no hace así.
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LF:
A los ortodoxos, la mera idea de que la Iglesia Católica es la madre que les espera, les resulta ofensiva. No olvidemos que, a diferencia de los protestantes, que ninguno pretende ser LA Iglesia de Cristo, los ortodoxos sí reclaman para sí mismos esa condición. Es decir, más bien ocurre que ellos creen ser la Madre que espera que los cristianos latinos vuelvan a su regazo.
- La procesión del Espíritu Santo del Padre y del Hijo (Filioque). Definida en los Concilios Ecuménicos Lyon II (1274) y Florencia (1439).
- Doctrina de la Simplicidad Divina Absoluta, definida en los Concilios Ecuménicos Letrán IV (1215) y Vaticano I (1870). Se opone a ella la doctrina introducida por el santo Ortodoxo Gregorio Palamas (1296-1359) de que existe una distinción real entre la Esencia (Ousia) y las Energías (Energeia) divinas.
- Doctrina de que los santos en el Cielo ven la Esencia Divina ya ahora, sin esperar la resurrección final, definida por el papa Benedicto XII en la Constitucion "Benedictus Deus" (1336) y confirmada por el Concilio Ecumenico de Florencia (1439). Los Ortodoxos la niegan en dos niveles: primero, que ni santos ni ángeles verán nunca la Esencia Divina sino sólo las Energias (palamismo); segundo, que los santos hasta el juicio final y la resurreccion de los muertos ni siquiera ven las Energias divinas sino que están en el estado de "seno de Abraham" (con excepcion de la Virgen Maria creo, lo cual es lógico porque ella ya ha resucitado corporalmente).
- Tambien por derivacion del palamismo, niegan el concepto de "gracia santificante" como don por el cual somos hechos "participes de la naturaleza divina".
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LF:
No confundamos tendencias dentro de la teología ortodoxa con la teología ortodoxa definida oficialmente, que desde luego no es el palamismo. Ellos creen abiertamente en la teosis.
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LF:
No sería una solución buena para los herejes como tú. A los lefebvrianos también se les puede ofrecer la reconciliación a cambio de nada. E imagínate entonces lo bien que nos lo pasaríamos una vez de vuelta.
Además, muchachote, ríete tú del conservadurismo teológico de los lefebvrianos comparados con la inmensa mayoría de los ortodoxos. Si se produjera la unión con Bizancio y Moscú, los progres os quedaríais en una situación de minoría patética. Un Hilarion de Volokolamsk como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe sería la repera.
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LF:
No tiene el mismo valor magisterial la encíclica de un papa reinante que un discurso de un papa emérito. De hecho, lo de Benedicto XVI a la Urbaniana, aunque está muy bien, no tiene valor magisterial alguno.
Por lo demás, ¿tú crees, Luis, que este Papa considera un don de los ortodoxos su Sagrada Liturgia? No parece que sienta un gran aprecio por la forma extraordinaria del rito romano, ni tampoco por los católicos tradicionalistas, únicos seres vivos, al parecer, excluidos de su amplísima misericordia.
Gracias a Dios, no veo yo tampoco a los ortodoxos cambiando a San Juan Crisóstomo por unas guitarrillas al son del "Imagine" de Lennon... : )
Antes bien, sospecho que la conservación de su liturgia sí sería para los ortodoxos una "condición" de ésas que, por el contrario, el Papa no pondría...
Qué cosas hay que oir, madre...
Un abrazo
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LF:
Hombre, tú conoces bien mi trayectoria. Me tiré varios meses asistiendo a la Divina Liturgia que oficiaba el P. Teófilo Moldován para la comunidad ortodoxa rumana de Madrid. Duraba siempre más de dos horas. Nunca me he sentido más a gusto en mis 46 años de vida, incluidos mis 15 de regreso a la Iglesia. Eso, a pesar de que no entendía una palabra. Pero comprendo que yo soy muy raro.
Pero una cosa es clara. A los ortodoxos les llega un cura y les cambia algo de la liturgia, y los fieles mismos le echan a patadas. Y no verás a un solo monje ortodoxo diciendo o escribiendo las barbaridades que dicen y escriben algunos de nuestros religiosos.
Conclusión. Las posibilidades de que los ortodoxos de a pie quieran ahora unirse plenamente a la Iglesia Católica son cercanas al cero absoluto.
Se habla poco del papel que las iglesias católicas orientales pueden jugar ahí. No tanto con los rusos, creo, pero sí con otras iglesias ortodoxas del Oriente Medio. Sus hermanas vueltas a Roma muestran que esa unidad es posible.
Como dijo otro, habrá que ver qué pasa en el Concilio Panortodoxo de 2016. Está claro que la Iglesia Católica puede ser una buena influencia a favor de la unidad ahí. Y, desde luego, por gestos y voluntad, tanto Bartolomé I como Francisco y los papas anteriores están dando todas las facilidades
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LF:
Los ortodoxos rusos son los que tienen el mando. Si ellos se van de una comisión, queda muy coja. Moscú es considerada por ellos como la tercera Roma. Y el Patriarca de Constantinopla vive en un país de 75 millones de habitantes y apenas 150.000 cristianos, con lo cual tiene una autoridad efectiva poco mayor que un obispo de diócesis pequeña católica. Se supone que también tiene autoridad sobre iglesias nacionales no autocéfalas, pero precisamente hay un conflicto interno entre Moscú y el patriarcado ecuménicmo acerca del alcance del desdichado canon 28 de Calcedonia.
Ni de lejos está superada la cuestión teológica sobre el papado. Que los ortodoxos reconozcan que había una primacía de la sede romana en el primer milenio no tiene nada de avance. El meollo está en saber en qué consiste dicha primacía. La Iglesia Católica no puede aceptar la fórmula "primus inter pares", que es la que aplican los ortodoxos al patriarca de Constantinopla. Y ellos no van a aceptar la primacía jurídica canónica plena del Obispo de Roma, sucesor de Pedro.
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LF:
Por mí como si vivís fornicando con animales. Ya daréis cuentas a Dios por ello.
Los que me conocen saben que pocas cosas me gustarían más que una unión entre católicos y ortodoxos pero no a cualquier precio. Artículos así son muy esclarecedores
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LF:
Yo daría lo que fuera por esa unión. Pero es cosa de Dios, no de los hombres. Y dios ha permitido un milenio de separación. Él sabrá por qué. Él sabe sacar bien del mal.
... Pero Dios sabía que me costaría mucho dar el paso de unirme a una Iglesia en la que yo tuviera la impresión de que se practicaba la idolatría de imágenes. Entonces asistí por primera vez a un culto de la Iglesia ortodoxa griega en Madrid. Para aquellos que nunca habéis asistido a un culto ortodoxo os aseguro que eso es otro mundo. La liturgia ortodoxa difícilmente puede compararse con una misa católica de media hora. De momento, el culto según el rito griego dura una hora y cuarto. Pero esa primera hora y cuarto a mí se me pasó volando. No podría explicarlo con palabras pero desde ese primer culto yo vivía toda la semana esperando que llegara el domingo siguiente para volver a asistir a otro. ¿Porqué? No lo sé. Sólo Dios lo sabe. Como me fue imposible el poder concertar una cita con el sacerdote ortodoxo griego, un amigo me habló de otro sacerdote ortodoxo, Teófilo Moldován, el cual se encarga de la Iglesia ortodoxa rumana en España. Antes de seguir quisiera aclarar algo. Me sorprendió gratísimamente la actitud de los fieles ortodoxos ante los iconos. No vi nada que se puediera parecer a la idolatría. Supuse que, como en todas partes, existirían ortodoxos que tendrían una relación idolátrica con los iconos, pero me di cuenta de que un ortodoxo que sintiera y viviese como algo propio la liturgia divina, en la que se da un papel muy preponderante a la pneumatología, difícilmente podría caer en la iconolatría. Y, por si me quedaba alguna duda al respecto, todo me quedó aún más claro el domingo que asistí al culto ortodoxo celebrado por el padre Teófilo Moldován, presbítero de la Iglesia Ortodoxa rumana en España . Si el culto griego duraba una hora y cuarto, la liturgia que celebraba el padre Teófilo se prolongaba durante dos horas largas. Aquello fue una experiencia inolvidable para mí. La participación del personal en el culto ortodoxo rumano era más activa. Los cantos, aunque apenas entendía la letra, me parecieron preciosos. Nunca antes había sentido la sensación de que el cielo se trasladaba a la tierra para que pudiéramos echar un vistazo a lo que será esa gran liturgia eterna en el mundo venidero.
http://infocatolica.com/blog/coradcor.php/1011101031-el-relato-de-mi-regreso-a-la
Notablemente, esa concepción erronea de la relacion entre sacramento y matrimonio natural habia sido reflejada en la descripcion de la celebracion del matrimonio en las liturgias orientales catolicas en el punto 1623 del Catecismo en su primera edicion, la de 1992. En la edicion revisada de 1997 ese punto fue corregido.
Nuestro tiempo es el que sigue al Vaticano II, roguemos que sin menoscabo de la verdad, sino en fidelidad a ella, procuremos los frutos de las propuestas de este concilio.
En esto, como en la parábola de los talentos, de no enterrar a la espera del juicio final, lo que se espera de nosotros.
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LF:
Yo creo que los dogmas están muy claritos. Una vez formulados, no necesitan esclarecimiento de siglos. Pero nada, podemos esperar otros diez siglos si hace falta a que los entiendan y los acepten. No hay problema.
Es una pena que no hayas nacido antes...
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LF:
Con que lea a San Juan Pablo II es más suficiente. Y estoy convencido de que le lee.
Cada uno nace cuando Dios quiere. Y se sobrevive a los propios pecados, incluso los más graves, si Dios así lo tiene dispuesto.
Ya sé que no te gusta y que te lo he recordado varias veces pero eso es ser profeta y cuando yo sea ´grande´ quiero hablar com tú, por y para Dios.
Eso sí, exhorto a todos aquí a redoblar las plegarias por ti, pues no veas la "íncha" que te tiene la vieja Serpiente... Pero no temas, que más fuerte es quien está en ti que aquel que controla el mundo mundano.
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LF:
Así que sabes que no me gusta pero tú dale que dale. Te lo perdono porque pides que recen por mí, je je.
En serio, me es MUY necesaria vuestra oración.
Gracias LF por seguir con los pespuntes...
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LF:
Se nota que no conoce usted a los ortodoxos. No piensan que tengan que unirse a nosotros, como si fuéramos la Iglesia. Más bien afirman que debemos dejar atrás nuestros errores para entrar en comunión con ellos, que pretenden ser la Iglesia. Y o los "dejamos", o nada.
A decir verdad, no creo que los ortodoxos nos vean más santos que ellos. No sé los protestantes, o muchos de ellos. Diálogo, sí, pero hablar sobre misterios es trabajoso. Habría que proponerse saberlos plantear, o poner en común los planteamientos. Y también cómo plantear la continuidad de los misterios (definidos en los dogmas y mostrados en las verdades de fe) con lo que deben ser nuestros comportamientos morales.
Hablo de MOSTRAR, no DEMOSTRAR, porque nuestra religión no es una ideología, sino una Vida. Nuestra religión cristiana es la Vida de Jesucristo. Hacia él debemos caminar católicos y ortodoxos para encontrarnos y unirnos, pero la mayor responsabilidad es de nuestros respectivos pastores.
Saludos en el Señor.
Además de lo dicho, está el tema del canon bíblico, pues me parece que los ortodoxos aceptan, entre otros libros apócrifos, Macabeos III y Macabeos IV.
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LF:
El tema del canon entre ellos es algo peculiar porque no lo tiene fijado definitivamente. De todas formas, aceptan todo el canon católico, cosa que no hacen los protestantes.
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LF:
En mi caso, no me preocupa ni una cosa ni la otra. Ambas me parecen imposibles. Sobre todo la primera. Dios no permitiría tal cosa.
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LF:
A la rebeldía contra la doctrina, según los apóstoles, conviene combatirla con la autoridad eclesial.
El diálogo como paso previo está bien, pero si no aceptan la verdad católica, a hacer caso a los apóstoles, que para algo escribieron lo que escribieron.
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