Mons. Osoro tampoco condena a nadie
Mons. Carlos Osoro, nuevo arzobispo de Madrid, ha concedido una primera entrevista a Jesús Bastante, uno de los periodistas que, además de hacer caja publicando una biografía, más se ha caracterizado, junto a José Manuel Vidal, por faltar al respeto a su antecesor, al que sometieron a una persecución que merece figurar en los análisis del periodismo religioso por lo que ha tenido de brutal, humillante, encarnizada y barriobajera. Don Carlos da una serie de respuestas muy interensates.
Copio:
¿Está la Iglesia perseguida en España, como postulan ciertos grupos católicos?
No. Sinceramente no, no creo que esté perseguida. En este sentido, pienso que a veces nos quejamos, seguramente con razón, pero no terminamos de ofrecer, de ofertar soluciones. Y tenemos que dejar de llorar y seguir trabajando para construir.
No entiendo muy bien en qué pueden consentir esos ataques ni, por tanto, de qué soluciones habla. Es más, tampoco entiendo por qué somos nosotros los que tendríamos que ofrecer soluciones si nos atacaran. Ciertamente la izquierda española, si llega al poder, parece estar dispuesta, esta vez sí, a cambiar buena parte de las leyes que afectan a la Iglesia, pero no creo que pretendan cerrar templos ni encarcelar a curas y obispos. Quizás se carguen la X de la declaración de la Renta, pero eso hasta nos puede venir bien, pues entonces ya no podrán acusarnos de aprovecharnos del estado como recaudador de lo que los ciudadanos quieren darnos, un 0.7% de su declaración.
¿Puede un obispo ir detrás de una pancarta?
Como obispo, no. Creo que un obispo no debe salir a protestar a la calle. Y no porque no tenga derecho a hacerlo como ciudadano, sino porque si yo participo en una manifestación con una consigna determinada, necesariamente van a ver que me uno a un grupo, al que convoca esa manifestación. Y yo tengo que ser de todos. En este sentido, solo acudiría a actos que nos unieran a todos, a concentraciones en las que todos estuviéramos de acuerdo. Y entonces salimos todos.
Es decir, parece claro que don Carlos Osoro no va a salir a manifestarse a favor de la vida y de la familia, como sí lo hicieron los cardenales y obispos de la foto que acompaña estas líneas.
Es más, no esperen que don Carlos vaya a ninguna manifestación de ningún tipo, porque es evidente que jamás estaremos de acuerdo todos, católicos y no católicos, en la defensa de la vida, de la educación con valores cristianos, de la protección de la institución familiar, etc. No esperen que el arzobispo acompañe en la calle a su pueblo en esa labor. Lo cual, obviamente, no significa que no piense apoyar a los fieles que sí lo hacen.
Sigamos:
¿Qué opina de la retirada de la ley del aborto?
El aborto es un crimen, uno de los más absurdos y graves que existen, y ante el cual ningún cristiano puede objetivamente defender lo contrario. Había un compromiso de que esa ley se llevaría a cabo, yo no pensaba que fuera a retirarse.
No le preguntaban si pensaba si la ley se iba a retirar sino lo que piensa de su retirada.
¿Qué le diría a una mujer que quiere abortar?
A ver: lo primero que hay que decir es que con el aborto se mata, y por tanto es un crimen. Lo que hay en el vientre de una madre es una persona, y si se cuida, lo que sale es un niño, no un árbol. Pero también hay que defender la vida frente a la guerra y lo que trae consigo.
Sobre estas mujeres, lo primero que hay que decir es que se trata de decisiones muy difíciles, porque tocan lo más profundo de la existencia humana. Normalmente, cuando me he encontrado en situaciones similares, he podido comprobar que quien decide abortar está convencido de que es lo que tiene que hacer. Muchas veces, los problemas vienen del hecho de que se encuentran solas, sin trabajo, las familias no aceptan la situación… Hay ocasiones en que algunas mujeres se sienten, si no empujadas por la familia, sí en la calle o sin horizontes. Ante esto, lo primero, siempre, es escuchar. Hay que ayudar a la gente a descubrir el valor de la vida, y eso no se consigue más que teniendo tiempo, porque las cosas importantes no se resuelven en un instante. Hay que dejar a las personas que hablen, que se desnuden, y acompañarlas de verdad, con todas las consecuencias.
Bien, el arzobispo dice que el aborto mata pero las guerras también. Tiene razón, evidentemente. También mata el terrorismo. Y los accidentes en carretera por imprudencias temerarias. Y las drogas. Y el tabaco. Y la violencia doméstica. Pero, sin embargo, San Juan Pablo II, cuyo magisterio no tenemos la menor intención de olvidar -don Carlos tampoco-, nos recuerda en la Evangelium Vitae:
Entre todos los delitos que el hombre puede cometer contra la vida, el aborto procurado presenta características que lo hacen particularmente grave e ignominioso. El Concilio Vaticano II lo define, junto con el infanticidio, como “crímenes nefandos “
Hoy, sin embargo, la percepción de su gravedad se ha ido debilitando progresivamente en la conciencia de muchos. La aceptación del aborto en la mentalidad, en las costumbres y en la misma ley es señal evidente de una peligrosísima crisis del sentido moral, que es cada vez más incapaz de distinguir entre el bien y el mal, incluso cuando está en juego el derecho fundamental a la vida. Ante una situación tan grave, se requiere más que nunca el valor de mirar de frente a la verdad y de llamar a las cosas por su nombre, sin ceder a compromisos de conveniencia o a la tentación de autoengaño. A este propósito resuena categórico el reproche del Profeta: « ¡Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal!; que dan oscuridad por luz, y luz por oscuridad » (Is 5, 20).
(San Juan Pablo II, EV 58)
Como ven ustedes, la manera de hablar del aborto de San Juan Pablo II es “contundente” ante la lacra del aborto. No es menos cierto que el papa santo polaco
¿Y si al final aborta?
Pues mira, si no funciona tú no eres quién para condenar a nadie. Tú has hecho todo lo que tenías que hacer, y después la persona tiene su libertad. Una libertad que a lo mejor no ha logrado descubrir en plenitud, pero que no te queda más remedio que aceptar. Lo que tú tienes que hacer es involucrarte en esa situación, y no en la distancia, sino muy cerca, y tratar de abrir perspectivas.
Parece que Mons. Osoro viene a decir que el aborto es cosa muy mala pero al fin y al cabo, las mujeres son finalmente libres para abortar y no nos queda más remedio que aceptarlo. Y que, por supuesto, nada de condenarlas. ¿Pedirá que se retire del Código de Derecho Canónico la pena de excomunión hacia las mujeres que abortan? Una pena, señores míos, que es la más grave que se puede aplicar a un bautizado.
Lo explicaba así San Juan Pablo II en la misma encíclica:
… la Iglesia señala este delito como uno de los más graves y peligrosos, alentando así a quien lo comete a buscar solícitamente el camino de la conversión. En efecto, en la Iglesia la pena de excomunión tiene como fin hacer plenamente conscientes de la gravedad de un cierto pecado y favorecer, por tanto, una adecuada conversión y penitencia.
(EV 62)
Sin embargo, si dejamos caer, siquiera inadvertidamente, la idea de que las mujeres son libres para abortar, ¿para qué necesitamos una ley civil, penal o canónica que las condene? Sí, ya sabemos que muere un ser humano inocente, pero lo que nos toca hacer es intentar convencer a la madre para que no mande matarlo. Ahora bien, aparte de eso, ¿"no te queda más remedio que aceptar”? Sí tú le dices a alguien que matar a un hijo no nacido es un crimen nefando, y sin embargo va y lo mata, ¿debes mantener la misma actitud compasiva y comprensiva de antes, a menos que dicha persona se arrepienta y quiera pedir perdón a Dios?
No por ello debemos olvidar también, y a ello se refiere don Carlos, que hay situaciones en que la mujer es la menos “culpable” del aborto. También lo indicaba San Juan Pablo II:
No se pueden olvidar las presiones que a veces provienen de un contexto más amplio de familiares y amigos. No raramente la mujer está sometida a presiones tan fuertes que se siente psicológicamente obligada a ceder al aborto: no hay duda de que en este caso la responsabilidad moral afecta particularmente a quienes directa o indirectamente la han forzado a abortar.
(EV 59)
Por último, quiero señalar una cuestión que últimamente parece que se ha convertido en una especie de mantra entre muchos cristianos:
En Oriente Medio, asistimos a la masacre del Estado Islámico. ¿Se puede justificar la violencia en nombre de la religión?
Esta gente que mata en nombre de Dios se equivoca, porque Dios nunca mata, nos hace vivir a todos. Cuando yo convierto a ese Dios en una lucha política, probablemente lo que esté haciendo es imponer a los demás mi forma de entender las relaciones entre los hombres, y eso me da una pena tremenda. Nuestro Dios, si es Dios, es imposible que mate. Al contrario, viene a dar vida.
Es evidente que andar por ahí matando a la gente en nombre de Dios es cosa lamentable y condenable. Pero eso de que es imposible que Dios mate, ¿de dónde lo saca el arzobispo de Madrid? ¿Qué hacemos con el Dios del Antiguo Testamento? Es más, ¿qué hacemos con el Dios del Nuevo Testamento? Sí, ese que:
Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira, su mujer, vendió una posesión y retuvo una parte del precio, siendo sabedora de ello también la mujer, y llevó el resto a depositarlo a los pies de los apóstoles. Le díjo Pedro: Ananías, ¿por qué se ha apoderado Satanás de tu corazón, moviéndote a engañar al Espíritu Santo, reteniendo una parte del precio del campo?¿Acaso sin venderlo no lo tenías para ti, y vendido no quedaba a tu disposición el precio? ¿Por qué has hecho tal cosa? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Se apoderó de cuantos lo supieron un temor grande. Luego se levantaron los jóvenes y envolviéndole le llevaron y le dieron sepultura.
Pasadas como tres horas entró la mujer, ignorante de lo sucedido, y Pedro le dirigió la palabra: Dime si habéis vendido en tanto el campo. Dijo ella: Sí, en tanto; y Pedro a ella: ¿Por qué os habéis concertado en tentar al Espíritu Santo ? Mira, los pies de los que han sepultado a tu marido están ya a la puerta, y ésos te llevarán a ti.
Cayó al instante a sus pies y expiró. Entrando los jóvenes, la hallaron muerta y la sacaron, dándole sepultura con su marido. Gran temor se apoderó de toda la iglesia y de cuantos oían tales cosas.(Hech 5,1-11)
Es claro que Dios no se dedica a ir castigando y matando a la gente sin ton ni son, pero decir que es imposibe que Dios mate contradice expresamente lo que leemos en la Biblia. Para condenar las barbaridades que cometen los del Ejército Islámico no hace falta decir eso.
Es todavía pronto para saber lo que hará Mons. Osoro en Madrid. Don Carlos es un buen pastor. Tiene especial carisma con los jóvenes. Creo que se puede decir sin faltar a la verdad que en las anteriores diócesis donde ha servido a Dios y su pueblo como pastor, ha dejado una buena huella. Quedaron mejor a como estaban antes de su llegada. Sus intenciones son, sin duda, muy buenas y todos debemos rezar para que el Señor le conceda ser un pastor según su corazón. Eso es, sin duda, lo que él quiere. Por ejemplo, dice:
“Hay que estar con todos los vecinos, y escucharlos, acercarnos a todos. Incluso a los que están al margen, a los que no quieren saber nada, e intentar hacerles ver que no somos enemigos, sino que deseamos construir lo mejor posible para vivir juntos. Y, si de verdad somos testigos, la gente se dará cuenta de que hay cosas que son buenas y otras secundarias, y podremos de verdad construir".
Efectivamente, es papel de la Iglesia estar con todos. Incluso con los que no quieren saber nada de la misma. Debe estar especialmente con los más pobres y necesitados, como ya de hecho hace a través de Cáritas y otras instituciones católicas similares. Y es también papel de la Iglesia ser luz en medio de las tinieblas. Y ser instrumento en manos del Espíritu Santo, quien, según Cristo “argüirá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Jn 16,8). Es también papel de la Iglesia predicar junto con Cristo “convertios, porque se acerca el reino de Dios” (Mt 4,17) y junto con Pedro “arrepentíos, pues, y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados, a fin de que lleguen los tiempos del refrigerio de parte del Señor” (Hch 3,19-20).
Así sea.
Luis Fernando Pérez Bustamante
37 comentarios
Dice que el aborto es un crimen, pero a continuación añade que es "absurdo", con lo cual baja el nivel del asesinato de niños, que es uno de los pecados que claman al cielo, a uno más entre mil. La comparación con las guerras, el terrorismo, las drogas y el acohol eso sí es absurdo y totalmente fuera de lugar.
En cuanto a que los obispos no pueden salir a la calle con sus feligreses en temas tan lacerantes como así lo hicieron en su momento con el tema homosexual y el matrimonio, me parece que es lo que toca: dan ejemplo como Jerarquía Eclesiástica a todos los católicos y sirve de guía para el que no está al tanto, de que "el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer" y punto final.
Ya sabía del obispo en cuestión, con lo cual no me sorprende en absoluto. Malos tiempos para la Iglesia.
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LF:
No admito calificativos como los editados.
Lo de las guerras sí es cosa suya, pero lo del terrorismo, drogas, etc, lo digo yo, no él.
Y lo de malos tiempos, en realidad no son muy diferentes a los que hemos vivido en el último medio siglo. Y, sin ir más lejos, el Papa acaba de ser muy contundente sobre el ataque que la familia recibe en estos momentos.
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LF:
Y le pide, a la vez que le ofrece y concede, el arrepentimiento. Y si no se arrepiente, se condena irremisiblemente.
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LF:
De acuerdo, pero no te lo puedo publicar por dos razones. Primera, porque si te quito la razón, soy hipócrita. Segundo, porque si doy paso a lo editado sin más, falto a una norma que me he puesto a mí mismo para este blog en estas últimas semanas y que durará posiblemente algún tiempo.
Desde que lo han elegido, está haciendo "méritos" no sé muy bien por qué y para qué.
Y no me huele bien.
Menos mal que no es mi Obispo.
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LF:
Era previsible que le diera esa entrevista a quien se la ha dado. Tienen mucha afinidad personal. Lo cual no quita que sea absolutamente cierto lo que digo en el primer párrafo.
No creo que don Carlos esté haciendo méritos. Él es así. Le sale "natural".
D. Carlos Osoro sabe de lo que habla, aunque todo ello cribado (manipulado) por el "periodisto Bastante", lo cual hay que cogerlo "con las debidas reservas...". ¿A cuántas mujeres y a sus compañeros, médicos o personal sanitario ha excomulgado Mons. Rouco u otros obispos por la realización de abortos? No podemos ir con la amenaza irracional por delante, y sí con la razón y el convencimiento; Mons. Osoro creo que trata de explicarnos que en los peores momentos de nuestra vida debemos redescubrir a Dios, a su Hijo y a su Santa Madre. Las cárceles están llenas de asesinos, violadores, ladrones... que se han reconciliado con Dios, la excomunión es una sanción "positiva", que obliga al infractor a reconsiderar el mal que ha hecho y su camino errado. Mons. Osoro trata de explicarnos que el más abominable asesino puede salvarse con su conversión.
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LF:
Yo creo que el obispo puede estar con su rebaño cuando éste hace lo que debe de hacer. De todas formas, ya he dicho que su no presencia no significa que no apoye a quienes sí salgan a la calle.
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LF:
En realidad, más que de juicio habla de condena. El matiz es importante. Lo que ocurre es que llevamos mucho tiempo en la Iglesia huyendo del verbo "condenar", como si fuera algo ajeno a la Revelación de Dios, siendo que realmente no puede haber salvación si no hay nada de qué salvarse. Y ese "de qué salvarse" es la condenación.
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LF:
Vale, pero demos tiempo. No precipitemos sentencias.
Por cierto tiene parecido hasta en lo físico con el Papa Francisco.
Por lo demás no hay que tener miedo a los que vienen de frente-- podemos, i. unida, p socialista,etc.---hay que temer más a los corderos con pieles de lobo, que cuando viene la persecución, abandonan al rebaño--lease p. popular,por creer que pierde votos, y todos aquellos pastores de la Iglesia, incluidos colegios de la confer. que estan dispuestos a guardarse su ideario, con tal de mantener las subvenciones. ¿Que diferencia hay entre ellos y la sociedad pagana? ninguna.
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LF:
Cada uno tiene la cara que Dios le ha dado. Unos somos feos, otros guapos, etc.
Da por hecho que la Fiesta de la Familia en Colón no se seguirá celebrando como se celebraba hasta ahora. Quizás este año sí. En el futuro, cada diócesis la celebrará si quiere. Pero no será un acto multitudinario en Madrid con fieles venidos de toda España.
Pero, esto lo sé de muy buenas fuentes, habría ocurrido igual con cualquier otro obispo, no solo con Mons. Osoro.
Pero, desgraciadamente, a la mayoría de los Obispos les falta algo, no sé cómo llamarlo. Quizá frescura o naturalidad para decir las verdades del Barquero. Me parecen en general excelentes personas, pero parece que están en otro mundo más académico y menos real.
Por mi parte, después del susto que me he llevado al ver el desarrollo del sínodo, he visto que sólo puedo pedirle a Dios más sencillez, luz y fe para que mis oraciones por la Iglesia sean más eficaces y pueda ser un mejor transmisor de la Verdad revelada a quienes me encuentro en la vida.
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LF:
Yo insisto en que en las diócesis donde ha estado, las cosas no han ido mal.
Yo me he cansado de buscarles justificaciones a los obispos. Los hay que dicen la verdad y su hablar es si, si, no, no y los hay que no. Ellos sabrán donde quieren estar.
De todas formas no me fio de Vidal, Bastante y cia, son capaces de haber editado las respuestas a su manera.
Y aquellos otros Obispos que o no se han percatado aún de ello, o si se han percatado no se atreven a decirlo abiertamente y sin tapujos.
Opino que queda a la prudencia de cada Obipo participar o no en manifestaciones públicas en las que intervengan partidos políticos y organizaciones afines a ellos, pero es algo obligatorio y no meramente prudencial el manifestarse clara et rotunda voce desde los púlpitos y la catedra episcopal en contra de toda estructura de pecado, se llame PP o como se llame y señalarla como tal concretamente como lo hacia el mismo Cristo con los fariseos y los hipócritas.
Diría incluso que en algunas ocasiones el Obispo debería, a imitación de Cristo, blandir ee látigo, pero comprendo que eso hoy en día resultaría demasiado politicamente incorrecto.
Y por supuesto, en el caso de que algunos de esos partidos abortistas, gaymonistas, divorcistas y feneristas le conceda al Obispo una condecoración, dejar claro que si la acepta lo hace por mera cortesía personal, pero que condena firmemente a tal partido como estructura de pecado que no contribuye a la construcción del Reino de Dios, sino que incita y promueve el pecado entre los fieles y les anima y manipula para ser impíos albañiles de la inmunda pocilga del Diablo.
Al final la misma iglesia se está creyendo que es una ONG... Con un discurso infantil y buenista... Al final se está reduciendo a lo que quería que fuera los enemigos de la iglesia.
Ya en su discurso me pareció intuir algún pescozón. Ahora, me queda el regusto amargo de más que intuición.
Sr. Pérez, ¿Dios condiciona su compasión a que nosotros nos arrepintamos o no del pecado? ¿Dios cambia cuando nosotros pecamos? Su Palabra dice que no. La compasión no es decirle que ha hecho muy bien. Nos acaba de decir el papa emérito Benedicto XVI una vez más que decir la Verdad es caridad. Hay que decir la Verdad que la hará libre, pero SIEMPRE con compasión SIN juicios. Compasión por todas las circunstancias que le ha llevado a cometer ese crimen. Sí, ella ha tenido la última palabra y lo tiene que comprender y aceptar en su camino de sanación, pero nunca lo podrá lograr sin la Misericordia de Dios y la nuestra.
(Evangelium Vitae, 1995 No.99)
…“Una reflexión especial quisiera tener para vosotras, mujeres que habéis recurrido al aborto. La Iglesia sabe cuántos condicionamientos pueden haber influido en vuestra decisión, y no duda de que en muchos casos se ha tratado de una decisión dolorosa e incluso dramática. Probablemente la herida aún no ha cicatrizado en vuestro interior. Es verdad que lo sucedido fue y sigue siendo profundamente injusto. Sin embargo, no os dejéis vencer por el desánimo y no abandonéis la esperanza. Antes bien, comprended lo ocurrido e interpretadlo en su verdad. Si aún no lo habéis hecho, abríos con humildad y confianza al arrepentimiento: el Padre de toda misericordia os espera para ofreceros su perdón y su paz en el sacramento de la Reconciliación. Podéis confiar con esperanza "
¡La Misericordia siempre!
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LF:
Solo una pregunta: ¿tú crees que Dios salva a los que mueren en pecado mortal?
Precisamente ese texto de la EV, PIDE EL ARREPENTIMIENTO.
¿Qué tipo de misericordia es esa que perdona sin arrepentimiento?
Eso no es misericordia. Es una farsa.
La caridad que no muestra el pecado, no es caridad. Es otra farsa.
Estáis convirtiendo a Dios en cómplice de los pecados. Y eso no es que sea una farsa. Es que es una blasfemia.
Y lo hacéis porque despreciáis el poder de la gracia divina para transformar a las personas. Sois luteranos en eso.
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LF:
Comparado con lo que les pasa a los cristianos en Oriente Medio, lo nuestro es un chiste.
En la II Carta a Timoteo (4- 3,4): "Porque vendrá el tiempo en que los hombres no soportarán la sana doctrina, sino que llevados de sus propias concupiscencias, se rodearán de multitud de MAESTROS que les dirán palabras halagadoras".
La falsa misericordia entre otras cosas y el no hablarles de su pecado.
Lo que debe hacer es solicitar usted una entrevista con D. Carlos y sacar sus conclusiones.
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LF:
Grazie.
Acabo de participar, en la catedral del Buen Pastor, en San Sebastíán, en una misa presidida por el obispo Munilla, quien, antes de impartir la bendición final, ha recordado y animado a participar en la manifestación a favor de la vida en Madrid. Ignoro si estará o no presente en dicha manifestación, pero esfoy convencido de que, si tuviera lugar en Donostia, estaría a su frente.
¿Cómo puede un obispo decir: "... yo tengo que ser de todos. En este sentido, solo acudiría a actos que nos unieran a todos, a concentraciones en las que todos estuviéramos de acuerdo"? No, hombre: "yo tengo que ser de Cristo; y, como Él, estar presente allí donde el pueblo de Dios se manifiesta por el bien y la verdad: por la vida".
Por sus hechos los conoceréis.... creo que te has precipitado al juzgar al Sr. Osoro....
Un saludo
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LF:
¿Me he precipitado al escribir esto?
Don Carlos es un buen pastor. Tiene especial carisma con los jóvenes. Creo que se puede decir sin faltar a la verdad que en las anteriores diócesis donde ha servido a Dios y su pueblo como pastor, ha dejado una buena huella. Quedaron mejor a como estaban antes de su llegada. Sus intenciones son, sin duda, muy buenas y todos debemos rezar para que el Señor le conceda ser un pastor según su corazón.
¡Qué cosas!
Si la acechanza, la insidia y la cristofobia institucionalizada no es persecución, pues no sé en donde podremos encasillar estos conceptos.
Si el asesinato de almas por el escándalo (5º mandamiento) propagado por TV, material didáctico etc no es persecución, pues más de los mismo.
No entiendo nada, quizá intentó explicar que estamos lejos de una "persecución" similar al baño de sangre causado en los años 30 del siglo pasado. En fin, el Obispo cuenta con gracia de estado, la ayuda de sus ángeles y nuestras oraciones por su santidad, persona e intenciones.
1. No se puede condenar a nadie, porque, ¿quién soy yo para juzgar?
2. Ergo, la doctrina hay que conservarla, pero la pastoral se puede cambiar, permitiendo que cada sacerdote valore los condicionamientos que cada persona tiene en la vida que le impiden llegar al standard de la santidad, y, por tanto, poder permitirle comulgar sin gracia (la famosa gradualidad de Tucho, según la cual la santidad es sólo para unos pocos;
3. "El pecado nos es una mancha que sea necesario borrar", sino un estado natural al Hombre. Cristo nos redimió a todos, y todos los pecadores nos salvamos por la fe. En todo caso, se condenan los corruptos, es decir, los mafiosos, políticos y banqueros (protestantismo).
Y esta herejía, me temo, ya (editado). Aguanta LF, que somos muchos, el resto fiel, los que te apoyamos, porque en ti apoyamos el Magisterio de la Iglesia,la Tradición y la palabra de Dios, que es eterna y no cambia.
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LF:
A ver, no me tenéis que apoyar. No soy ni el magisterio, ni la Iglesia, ni la Tradición ni la Biblia. Soy solo un seglar como cualquiera de vosotros. Sí, tengo un blog y dirijo un portal, pero muchos otros tienen blogs y unos cuantos dirigen portales católicos.
En realidad, estaría mucho más cómodo escribiendo lo mismo desde el anonimato, como los cartujos, porque lo que importa no es quién escribe sino lo que se escribe. Y eso sólo si aquello que se escribe es conforme a la fe.
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LF:
Yo digo lo que pienso. Y pienso que Asturias salió ganando con él tras el pontificado de Díaz Merchán y en Valencia ha tenido la capacidad de llegar a muchos jóvenes.
Es más, ahora digo (yo vivo en Valencia, de España) que alabo grandemente que el Espíritu Santo haya soplado tan bien en el corazón del Papa...
Y el que tenga ojos para ver que vea.
Por cierto, si Osoro Sierra no condena a nadie es que no ejerce, al menos en ese aspecto, de obispo..
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LF:
Que vale, que lo que tú digas.
Paso.
Pfff... No sé en qué te basas. En mi parroquia seguimos sufriendo al mismo cura condenado por Roma, que sigue tan campante... Lógico si el obispo es tan poco amigo de las condenas como dice...
En definitiva, un obispo más, temeroso, como casi todos, de El País, más que de Dios...
A ver qué hace Cañizares, aunque algo me dice que con los vientos que soplan desde Roma, mejor espero sentado...
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LF:
Que haya dejado mejor las cosas no quiere decir que las haya dejado bien.
Lo de tu parroquia es un asunto realmente peculiar, pero no único.
¿Tú crees que Osoro sabía lo de aquella antigua condena de la CDF a tu párroco?
Buena intención tiene, pero la receta es deleterea.
¿Es medianamente normal, cristiano, caritativo, decente, digno y admisible que el actual arzobispo de Madrid haga la ola a periodistas que han vejado, humillado, insultado, atacado, machacado, perseguido, acosado, difamado, calumniado y pisoteado al cardenal Rouco Varela, anterior arzobispo de Madrid?
¿Es decente que don Carlos Osoro no haya tenido ni una repajolera palabra de reproche a esos dos periodistas, que están haciendo un miserable negocio editorial a costa del "cadaver" eclesial de su antecesor y de él mismo?
¿Es ese el "olor" a oveja" del que habla el Papa? ¿Ese olor consiste en dejar tirado cual si fuera una colilla de cigarro fumado por anciano tísico a todo un cardenal de la Iglesia?
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