Un obispo debe pedir a los fieles coherencia a la hora de votar
Muchos creían que los obispos españoles reaccionarían a la retirada de la reforma del aborto con declaraciones más o menos similares a todas las que se dan cada vez que sale esa temática. Es decir, señalarían que el aborto es malo y que el derecho a vivir debería ser protegido. Si acaso, alguna crítica al PP por no cumplir su programa electoral y nada más.
Pero la indignación entre muchos obispos con la actitud del Partido Popular y el gobierno de Mariano Rajoy ha alcanzado tal grado, que varios de ellos están dando el paso de señalar algo obvio. Ese partido, como el resto de los que tienen representación parlamentaria, es una estructura de pecado y por tanto no se puede colaborar con él. Ni con el voto ni, con mayor razón, ocupando cargos de responsabilidad en el mismo.
En ese sentido, las cartas de Mons. Juan Antonio Reig Pla y Mons. José Ignacio Munilla, así como la entrevista de Mons. Mario Iceta al Abc, se complementan.
El obispo de Alcalá de Henares llamó a las cosas por su nombre, lo cual le ha valido el reproche de tirios y troyanos, con amenazas de demandas incluidas. Da lo mismo. Estamos ante un pastor curtido en ese tipo de batallas. Mons. Iceta señaló algo evidente: todos los partidos en el parlamento son abortistas. Y el obispo de San Sebastián ha ido un paso más allá advirtiendo a los fieles que si quieren ser fieles a la Iglesia en materia de Doctrina Social -que no es un tema menor- no pueden votar a ni uno solo de los partidos que están hoy en el Parlamento. Y añade algo más. No corresponde a los obispos crear partidos políticos que defiendan el derecho a la vida. Esa es tarea de los seglares. Obviamente, y aunque ya hay partidos minoritarios que hacen tal cosa, está lanzando un guante que convendrá recoger. ¿Se hará?
Además, Mons. Munilla ha lanzado un órdago a aquellos que llevan décadas apelando al mal menor como excusa para votar. Le cito:
¿Pueden los católicos votar a partidos políticos que están en esta situación, basándose en el principio del «mal menor»? El tiempo ha demostrado que por el camino del «mal menor» se termina llegando al «mal mayor». La opción del «mal menor» solo puede ser acogida por un cristiano de forma circunstancial y transitoria; sin caer en la tentación de hacer de ella su «santo y seña». Y es que… Jesucristo nos enseñó a apostar por el bien; no por el mal menor.
Fuera excusas, pues. El mal menor se ha convertido en un mal mayor. Y Cristo nos manda hacer el bien, no el mal.
¿Serán Mons. Reig Pla y Mons. Munilla los únicos en ir más allá de lo que ningún obispo ha ido en España desde tiempos de la Transición? ¿Habrá más obispos dispuestos a decir a los fieles que los actuales partidos políticos no les representan, no pueden ser votados en conciencia y que convendrá crear o fijar los ojos, y los votos, en una alternativa política que defienda principios no negociables como el derecho a la vida, la familia, la educación y la atención a los más necesitados? Sí, es prácticamente seguro más obispos se unirán a ellos en esa labor de iluminar la conciencia de los fieles en estas materias.
La retirada del proyecto de “ley Gallardón", que por más que muchos digan no dejaba de ser una ley radicalmente abortista -como lo era la del 85- ha puesto en evidencia, una vez más, la catadura moral del Partido Popular. Seguimos estando ante una oportunidad histórica. La Providencia concede a los católicos de este país, especialmente a aquellos involucrados en la acción política,
dar un paso decisivo para que una serie de valores esenciales tengan voz y voto en el parlamento nacional y en los parlamentos autonómicos
Como se ha indicado en otros posts, no es tiempo de mirar atrás. No es tiempo de decir “¿veis como yo tenía razón y vosotros no?". No es tiempo de reproches en plan “tú eras un vendido al PP o a tal o cual secta". Pero tampoco es tiempo de decir “yo rompo con Pepito Pérez mientras me quedo mirando lo que hace su partido", ni de “vamos a asustarles un poco a ver si cambian". Toca sentarse en una mesa y, fundados en principios irrenunciables, en programas máximos -nada de reformas aguadas y tibias-, lanzar una propuesta política que pueda ser votada por los pocos o muchos católicos que quieran ser fieles a Cristo y su Iglesia a la hora de acercarse a las urnas. Las siglas o el modo de hacerlo es lo de menos. Lo fundamental es el mensaje: sí a la vida, sí a la familia, sí a la educación que queremos para nuestros hijos, y sí a un modelo de sociedad en la que los más necesitados vivan con dignidad y puedan tener un futuro alejado de la miseria.
¿Por qué los católicos en España, durante ya bastantes decenios, no podemos nunca votar en conciencia y si queremos hacerlo, no tenemos otra vía que la abstención o votar a partidos pequeños, excluidos totalmente de presentación pública, incluso en los medios de comunicación dependientes de la Iglesia?
Es ahora o nunca.
Luis Fernando Pérez Bustamante
PD: Hay un solo diputado en el Parlamento español que en esta legislatura se ha mostrado activamente provida. Carlos Salvador, de UPN.
23 comentarios
Eso de "fundados en principios irrenunciables, en programas máximos -nada de reformas aguadas y tibias" tiene que ser una realidad y no más de lo mismo.
Pero además, tal enseñanza debe ser completada haciendo uso, sin que a los Obispos les tiemble el pulso, de la vara episcopal y paulina de la correción y del justo castigo para todos aquellos fieles católicos que osen actuar en contra de la misma, ya sea votando, afiliándose, promoviendo, difundiendo o realizando los programas de tales partidos que esparcen el pecado como la cosa más normal: Divorcio, aborto, gaymonio, eutanasia, educación perversa de la infancia y juventud, economía egoista neocapitalista que produce el descarte y la exclusión de muchos, etc.
Para mí son días históricos para la Iglesia Católica que peregrina en España, tanto el día de la Carta pastoral de Monseñor Reig Pla, que fué el primero en inaugurar el profetismo político en nuestro país, llamando a las cosas por su nombre, y este otro día de la Carta pastoral de Monseñor Munilla reincidiendo en la misma saludable y necesaria doctrina.
Pero esto son sólo prolegómenos, queda aún mucho y muy duro trabajo apostólico y profético por hacer. No debemos dormirnos en los laureles.
!Que Dios ilumine a todos nuestros Obispos y les fortalezca con el fuego del Espíritu Santo para que, sin temor a la reacción de los poderosos de este mundo, continúen denunciando proféticamente a toda estructura de pecado, aunque sea el PP.
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LF:
¿obispo unánimes en esto? No pida usted imposibles. Seamos sensatos.
Por cierto he intentado disuadir a un amigo para que no forme parte del P.P. pero la tentación de un cargo y una dieta son muy tentadores.
Un saludo.
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LF:
Sí, y Dios quiere que todos los hombres se salvan y no todos los hombres se van a salvar.
Es más, no hay más que ver el tono de otras intervenciones episcopales sobre este asunto.
Además creo que todos los partidos que han surgido hasta ahora necesitan una "profesionalización" e incoporar gente preparada en política. Me da la impresión de que nadie sabe que existen, y los que lo saben tienen la impresión de que en vez de un partido político es un grupo de "frikys" radicales. Está claro que la intención es muy buena, pero hoy en día se requieren otras cosas más.
Mi pesimismo aumenta al infinito cuando veo que la gente que tenéis empuje y capacidad no queréis saber nada de política activa.
En fin, recemos para que salga algo de todo esto.
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LF:
Yo optimista no soy. Digo que estamos ante una oportunidad única, pero de ahí a que se aproveche, el trecho es enorme. La diferencia, no pequeña, es que hay ya unos cuantos pastores dispuestos a dar la cara para que, como dijo Mons. Reig Pla que se había hecho hasta ahora, desde la Iglesia no se pongan palos a esa rueda. Y por más que a otros pastores no les guste eso, no van a tener el valor de asomar a decir que si hay que votar a partidos abortistas. A lo sumo, callarán.
Pero es evidente que tales Obipos estarían en un craso error del cual deberemos esforzarnos de sacarles, con la Gracia de Dios.
La intención oscura del poder real era ir encajando en la sociedad (sin que nos diésemos cuenta los contrarios católicos) el divorcio, el aborto, el gaymonio, la ingeniería genética, la eutanasia y otras hierbas para bien de la patria con el bipartidismo borbónico europeizado: con cuatro manifestaciones y mucho silencio pactista y cómplice de la Iglesia se iba superando todo.
Esperemos que la "amnesia colectiva" con el aznarismo no vuelva a aparecer. Rajoy es ya un cadáver político desde hace meses, el nuevo jefe del gobierno será Pedro Sánchez, encontrará el camino muy despejado, incluso en temas sociales, no le hará falta gastarse, ya lo habrá hecho Rajoy por él.
El sustituto de Rajoy en la oposición va a decir que el mantenimiento del gaymonio y el aborto como derecho por el Partido Popular fue un error, que la vida es dura (incluso pedirán perdón), dirá que cuando lleguen de nuevo al poder habrá cambios significativos y bla, bla, bla, para limpiar conciencias de votantes.
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LF:
Pedro Sánchez puede ser el enterrador del PSOE. Tiempo al tiempo.
No habrá sustituto de Rajoy, si es que pierde, que sea provida. Te lo aseguro.
En primer lugar agradecerte la oportunidad que nos diste de votar en las pasadas elecciones a algun partido que defendiera la vida mediante tu informacion sobre lo que decian cada uno de ellos sobre temas morales.
Mi familia voto a ese partido (en mi colegio electoral solo saco nuestros 5 votos)
En estos momentos me parece que tu puedes ser un lider de opinion que sirva de cauce para distintas acciones (propiciar reuniones tendentes a que personas de reconocido prestigio, valientes y pensamiento claro vayan creando un embrion de formacion defensora de la vida, estrategias que ayuden a crear corrientes de opinion favorables, etc)
No tiene que preocuparnos el que TODOS los obispos se pronuncien de igual forma, tenemos pastores con un espiritu esencialmente martirial y esto nos anima
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LF:
No soy un líder de opinión. A los líderes de opinión les leen centenares de miles y millones. A mí unos pocos miles. Dirijo este portal católico y no tengo tiempo, ni capacidad, de organizar nada. Obviamente hablo con unos y otros y les doy mi parecer sobre lo que conviene hacer. Pero ahí acaba mi labor. Sirvo mejor desde detrás del telón que en otro lugar.
Tu respuesta es muy sensata y no se contradice con lo que yo he querido decir aunque quizas no bien expresado.
En estos momentos como siempre en la vida de la Iglesia, la concepcion del cuerpo mistico de S Pablo tiene plena validez.
No todos tenemos que hacer lo mismo, pero si cada uno desde donde el Señor lo ha llamado y con los dones recibidos ayudar a que la Iglesia cumpla su mision
Dicho esto te animo a que sigas hablando con unos y con otros, no te quepa duda que dara sus frutos
Animo
"17 En cuanto a ti, cíñete la cintura,
levántate y diles
todo lo que yo te ordene.
No te dejes intimidar por ellos,
no sea que te intimide yo delante de ellos.
18 Mira que hoy hago de ti
una plaza fuerte,
una columna de hierro,
una muralla de bronce,
frente a todo el país:
frente a los reyes de Judá y a sus jefes,
a sus sacerdotes y al pueblo del país.
19 Ellos combatirán contra ti,
pero no te derrotarán,
porque yo estoy contigo para librarte
–oráculo del Señor–."
y a ninguno le interesa votar con frivolidad.
Le puede pedir el voto el Psoe,
también se lo puede pedir el PP,
pero el voto en amor y en verdad
no se lo puede dar a cualquiera.
Viva la España cañí, católica, apostólica y romana y que no vota a estructuras de pecado.
Baste ver hoy día a esta España, antaño llamada de María Santísima que tanto Evangelio a otros mundos ha difundido; Tan tristemente desevangelizada
Como para esperar que muchos de sus pastores tengan ánimos para intentar achicar aguas y enderezar el rumbo de este barco.
De tiempos que sin anularse se repiten. Y así como al tiempo de Cristo, herido el pastor, la duda dispersó a las ovejas.
Al día de hoy, en definitivo final, el poder de mundo dispersa pastores y ovejas. ¿hasta cuándo?
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LF:
Yo tengo curiosidad por saber si los medios de la Iglesia se han hecho eco de estas declaraciones. Me da que no.
Y en caso de que los fieles demuestren no tener dicha coherencia y voten a partidos que son verdaderas estructuras de pecado, el Obispo debe además corregirlos, y caso de no se corrijan debe imponerles el justo castigo por ser cooperadores de los más graves pecados: aborto,gaymonio, divorcio, educación perversa de la infancia y juventud, etc.
En resumen, además de santas enseñanzas doctrinales, el Obispo debe blandir sin que le tiemble el pulso la vara paulina de la corrección y el justo castigo.
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LF:
No sé qué entiendes por exigir. Los obispos deben exhortar, pero no se pueden meter en una cabina electoral para ver qué vota cada cual.
Se trata de exigir en el plano moral de la conciencia, no de una coacción física externa. Claro está que los Obispos no pueden estar en las cabinas electorales para ver lo que vota cada cual.
Pero sí les consta a los Obispos, por los resultados electorales, que la gran mayoría de los bautizados católicos votan a partidos que son estructuras de pecado, que esparcen en la sociedad mediante la ley graves pecados, como por ejemplo el aborto y el gaymonio.
Los Obispos tienen la facultad de mandar, y no sólo de exhortar, a los fieles que no cometan graves pecados, y los fieles tenemos en conciencia la obligación de obedecerles. Es a este tipo de exigencia moral a la que me refiero.
Es evidente que votar a partidos que son estructuras de pecado y que legalizan en la sociedad graves pecados es grave pecado, y por tanto los Obispos tienen el deber de mandar a los fieles que no voten a tales partidos y los fieles tenemos en conciencia el deber de obedecerles.
Además, al ser grave pecado el votar a tales partidos, los Obipos deben de prohibir comulgar al que tal hace y advertirle que comulgar sin arrepentirse de tal pecado es sacrilegio.
Además, los fieles que votan a favor de tales partidos están cooperando a la construcción del reino del Diablo en vez de ser constructores del reino de Cristo, lo cual a mi juicio tiene una especial gravedad que merece ser castigada, desde mi punto de vista, con la excomunión.
Que un católico colabore con su voto a construir la inmunda pocilga de Satanás en vez de ser un constructor del Reino de Cristo es, a mi juicio, uno de los pecados más graves que puede cometer un fiel católico.
No olvidemos que según el Concilio Vaticano II es vocación específica de los laicos el ordenar los asuntos temporales según el plan de Dios.
Por tanto el fiel que da su voto a tales partidos está faltando gravemente a su vocación especial y comete grave pecado, pues en vez de colaborar a ordenar los asuntos temporales según el plan de Dios lo está haciendo según el plan del Diablo, lo cual es, a mi juicio, pecado gravísimo que merece ser castigado con la excomunión latae setentiae.
Este es mi parecer. Puedo estar equivocado. Pero en conciencia así lo pienso y siento la obligación de manifestarlo allá donde pueda.
En definitiva se trata de una exigencia de tipo moral y de un castigo también de orden espiritual en caso de incumplimiento de aquella.
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